En estos temas, tal vez usted piensa como nosotros. Tal vez somos la clase de gente que usted ha estado buscando. Tal vez usted sea de la clase de gente que hemos estado buscando. Pero ni usted ni nosotros sabíamos que éramos tan afines, si es que, quizá, nos hemos cruzado varias veces en la vida, y no hemos podido o sabido reconocernos mutuamente. O tal vez hemos estado muy lejos para poder encontrarnos. Sin un lugar y un momento propicios.

    Este mensaje es una convocatoria para que usted pueda ir al lugar propicio, en el momento propicio, en que podrá encontrarse con gente de la nuestra, gente como usted. No importa cuál sea el país o la ciudad donde se encuentre: este mensaje ha empezado a recorrer el mundo, de modo que, esté donde usted esté, como residente o visitante, sepa dónde y cuándo ir al encuentro de los suyos, de los nuestros.

    ¿Quiénes somos los que lo estamos convocando? ¿Cómo puede usted saber si es de los nuestros, si somos de los suyos?

    Si usted es de los muchísimos que aceptamos la existencia de los seres extraterrestres, aunque jamás haya visto un OVNI, porque no es un escéptico de los que tienen que "ver para creer", entonces usted y nosotros nos parecemos un poco...

    Si usted es de los muchísimos que aceptamos la existencia de vidas pasadas, entonces nos parecemos no tan poco...

    Si usted es de los muchos que sostenemos que, de las vidas pasadas que hemos tenido, antes que en la Tierra, pudimos haber estado en otros mundos, entonces nos parecemos bastante...

    Si usted es de los muchísimos que, al menos una vez cada tanto, se han preguntado qué clase de Dios puede haber indolente y pasivo ante la injusticia del mundo...
    Y si ha deducido que, en realidad, de haber un Dios, nada tiene que ver ni con esta obra malograda, ni con todo lo que sea niveles galácticos, planetarios, demasiado bajos para la situación y función cerebral que un Ser Superior debe desempeñar en el Universo...
    Y si le parece que, en ese caso, jerarquías cósmicas subordinadas, con autoridad delegada para actuar en estos mundos, han sido las responsables de los errores, y se han corrompido al punto de manifestarse como "dioses", incluso usurpando el nombre de Dios haciéndose pasar por Él, haciéndose adorar iniciando religiones; si así piensa, entonces nos parecemos muchísimo...

    Al interrogante: ¿cómo un Ser Omnipresente, que "todo lo sabe", no previó las fallas, no tomó precauciones, y detectados los responsables de los conflictos, no los detuvo para que dejaran de actuar, ni pudo solucionar todos los daños causados, siendo que es "Todopoderoso"?, si usted puede responder con lo más obvio: que la omnipresencia, la omnisapiencia y la omnipotencia fueron invento de una filosofía tendenciosa cómplice de la religión, para hacerle creer a la gente que "Dios lo puede todo, está en todos lados y sabe todo lo que hacemos: nos vigila, nos provee y nos quita" (de ahí el "si Dios quiere" y el "gracias a Dios", antes y después de la definición de un partido de futbol, ya que parece ser, según las expresiones de deseo y de agradecimiento de los jugadores, que Él tuviera favoritismos deportivos y soplara el balón)...
    Si es usted capaz de sospechar que todo eso lo inventaron para involucrar al Creador en la deficiente obra planetaria de aquellos "dioses" estafadores, de modo que, en vez de cuestionar esta obra, haya que aceptarla como producto de la Voluntad Divina...
    Si usted es capaz de comprender que el Creador, por tratarse de un Ser que nunca puede ser "perfecto" como se ha pretendido hacer creer, sino que está en constante perfeccionamiento, evoluciona con su obra, el universo (tal el propósito de la Creación)...
    Si, por lo tanto, a usted le es comprensible que ese Creador tenga limitaciones, que le haya resultado inevitable, por ser imprevisible, el gran desequilibrio que se produjo en estos mundos, y le sea imposible reparar "mágicamente" los daños que sufrimos, pues Todopoderoso no es, ni tiene culpa de no serlo, ni de que como tal lo hayan hecho a imagen y semejanza de la necesidad humana de un superpoder protector...
    Si todo esto guarda una lógica que resulta aceptable a su pensamiento, entonces nos parecemos al extremo...

    Si usted, siendo de los muchos que sostenemos que pudimos haber tenido vidas pasadas en otros mundos, en lo personal, siente, sabe o tiene algún indicio de tal procedencia cósmica, entonces nos parecemos a niveles sobrehumanos...

    Si, sabiéndose venido a la Tierra para algo, viéndose sobre el escenario de un mundo tramado para el engaño, entre tanta confusión usted busca recibir y transmitir información esclarecedora, advirtiendo que hay extraterrestres ocultadores y reveladores de esa gran farsa conspirativa contra la humanidad...
    Entonces usted está en evidente cumplimiento de lo que vino a hacer en esta vida, y decir que usted y nosotros "nos parecemos", sería poner cierta distancia porque, en realidad, no se parece a nosotros: usted es uno de nosotros...

    Si usted desconfía de los mensajes que (conteniendo un neocristianismo onda "new age" con un Jesús intergaláctico y una Virgen María interestelar) son transmitidos a "contactados" por extraterrestres "Confederados" en carácter de "representantes de Dios", que dicen que el mundo obedece al Plan Divino...

    Y si usted encuentra más aceptable lo revelado por otros extraterrestres: los que denuncian la conspiración por la cual el mundo ha sido interferido, poniéndoselo fuera de la normal evolución de la vida, fuera de todo Orden Universal, de todo Plan y de toda Ley basada en el Amor...

    Por ser uno de nosotros, de los que estamos en este mundo para que lo falso sea desenmascarado, y que las verdades ocultadas sean reveladas; para que eso se cumpla, la unión de quienes aislados somos fuertes en la lucha, logrará mucho más.

    Si usted siempre se sintió "distinto" y ha encontrado a pocos o a ninguno de nosotros, y se siente solo, pensando que lo suyo es poco común, sepa que no lo es: es muy común que haya gente como usted. La mentira del sistema en que vivimos, pretendía desalentarnos a los "distintos" haciéndonos creer que estábamos condenados a la soledad, por ser pocos. Somos muchos: ésa era la verdad que se nos ocultaba. Estamos por todas partes. En toda ciudad, en todo barrio, en todo lugar de trabajo, de estudio, de recreación, hay gente como nosotros.

    Tal vez esté necesitando encontrarse con otros como usted. Otros, tal vez estén necesitando encontrarse con usted. Tal vez usted sea la llave que les abra las puertas del encierro en el que debían guardarse sus pensamientos ante los demás, sin poder compartirlos con alguien afín. Tal vez haya alguien para quien usted sea la persona clave de un cambio total en su vida. Y, entonces, usted tal vez se sienta impulsado a ir al encuentro de alguien a quien hasta ahora no conoce, que emita el llamado invisible que algo dentro de usted pueda captar. Pero, más allá de lo que usted necesite a otros o de lo que otros lo necesiten a usted, hay un propósito trascendente, cósmico, por el cual se nos necesita intervinculados, salidos del hermetismo, del aislamiento.

    Muchos quisieron siempre encontrarse con otros afines, para compartir pensamientos, experiencias y aunar fuerzas. Pero no había forma de encontrarlos.

    El encuentro para unir y multiplicar nuestras fuerzas, puede suceder a partir de este mensaje: estaremos en el centro de la plaza central de toda pequeña población o de toda gran ciudad, de toda provincia, estado o departamento, de todo país, de todo continente, el día l° de cada mes, a la hora 10.00, a las 15.00 y a las 20.00, opciones horarias dadas para no reducirlas a una sola que pueda coincidir con ocupaciones que impidan la asistencia. Bajo lluvia, sol estival o nieve, esperaremos. O estaremos siendo esperados. Si es que no encontramos un grupo ya conversando, al principio nos reconoceremos por la actitud expectante al estar solos sentados, parados o dando vueltas. Nos acercaremos al que veamos que esté esperando algo o alguien, y le haremos la pregunta... Los que nos vayamos conociendo, podremos intercambiar datos personales para encontrarnos o comunicarnos durante el lapso a transcurrir hasta el próximo mes. Podemos ir a otras reuniones en otras ciudades, o buscar otras formas de establecer relaciones con otros de los nuestros que se reúnan en otras partes.

    Anuncios en medios periodísticos, conferencias, congresos y programas radiales y televisivos de la temática, e Internet, pueden ser algunas de las vías de difusión.

    No tendremos una central de comunicaciones, porque funcionaremos en red: a nivel mundial, nadie es centro ni ramal; en pueblito o capital, todos valemos igual. No tendremos líderes, ni habrá cargos jerárquicos, ni maestros, ni discípulos, porque todos somos compañeros. Y como tales, somos soldados en la batalla, pero comandantes en las decisiones: autodeterminados, no subordinados, cada cual comanda su operación, su plan, su estrategia, su existencia, y no a los demás; todos somos comandantes. Nadie de nosotros aceptará que algún infiltrado o desviado de nuestro camino, pretenda asumir algún tipo de autoridad que nos subordine: sea nacido en la Tierra, o extraterrestre con nave y todo, a nadie se le prestará obediencia. No somos gente que obedezca a directivas, sino a Principios, y nada más: somos libres, no sumisos y manipulables. No somos rebaños masificables y resignados a someternos al imperio de los poderosos que manejan el mundo: somos rebeldes, con causa y capaces de grandes efectos. Somos una Red Mundial de Libres Rebeldes. Integrantes de una red cósmica de mundos rebelándose a ser dominados. La lucha es legendaria. A convocatorias como la del presente mensaje, ya asistimos en otros espacios y tiempos. Nos volvemos a reunir. El llamamiento está hecho.

    Febrero 10, 2000

RMLR
Red Mundial de Libres Rebeldes
http://www.geocities.com/libertylove.geo/Freerebels.htm

Web de contactos personales cósmicos:
www.geocities.com/Area51/Stargate/5584

Webs de revelaciones extraterrestres:
www.geocities.com/clomro

E-mails:
[email protected]
[email protected]
 
 

    Sobre mí se pueden decir muchas cosas:
    "Pero si éste iba conmigo a la escuela..."
    "Pero si éste jugaba al fútbol con nosotros en el potrero..."
    "Pero si éste era un loquito que hablaba de platos voladores, y ahora se viene a hacer el extraterrestre..."
    "Pero qué va a ser extraterrestre, si vivía a la vuelta de mi casa..."
    "Pero si éste hablaba de fútbol, de política, y ahora se sale con esto..."
    "Pero si siempre se vestía excéntricamente y hacía cosas excéntricas..."
    "Pero si... pero si..."
    Y tantos serán los que dirán que yo era un tipo, un chico, un niño como cualquiera...
    Pero algunos dirán:
    "En realidad, nunca fue como cualquiera. Hacía cosas fuera de lo común. Hablaba de cosas de las que no se podía hablar con mucha gente. Cosas que algunos las pensaban y no las decían, y él sí las decía. Tenía ideas distintas. A veces parecía no ser como los demás, y a veces sí. Pero siempre fue un "bicho raro". Eso le traía problemas de relación. Y aunque por eso trataba de parecerse a los otros haciendo las cosas de cualquiera, siempre hizo la suya y, al final, se salió con la suya..."

    Y alguno que no me conoció nunca, tal vez dirá:
    "No sé de dónde habrá salido y si vivió a la vuelta de la casa del que ahora se sorprende de que se muestre de un modo que los demás ignoraban en él. Lo importante no es si siempre fue o si nunca fue como lo conocemos ahora. Lo importante es que es como es. Y si hay quienes dicen que era raro, que no era raro, que era excéntrico, que era lo que fuese, eso a mí no me importa. Clomro es uno de esos seres cuyo tiempo ha llegado".

From: Miguel Ángel Gómez Pombo <[email protected]>
To: "Comandante Clomro" <[email protected]>
Subject: RE: Podemos charlar ???
Date: Mon, 30 Apr 2001 16:44:00 -0300

Sería muy importante para nosotros si pudieras contestar a estos interrogantes que estamos planteando a los investigadores ovni:

1. Cuándo empezaste a investigar el tema
2. Por qué
3. Cómo empezaste, por tu cuenta, en un grupo...
4. Cuál era tu teoría inicial de aproximación al tema
5. Cuál fue el método de estudio
6. Cuál es ahora tu teoría o tu visión del tema y si cambió con respecto a la inicial
7. Cuáles fueron los efectos sobre el investigador que se produjeron en este camino
8. Cuál la opinión de familia y amigos
9. Cuál será a tu juicio el futuro de la ufología
10. Si estás en condiciones de dar algunos consejos a los que se inician en estos temas.

GRACIAS DE NUEVO !!!
Miguel.

mayo 30
Encuesta-respuestas

    1. Cuándo empezaste a investigar el tema
    No tanto "investigar", pues en la niñez no hay mucha autonomía de movimiento para rastrear información; uno estaba más bien pendiente de invitados a programas que hablaban de ovnis. Eran los tiempos de Américo Barrios, a inicios de los años 70...
    En la adolescencia, mediados de los 70', al menos podía ya ir al teatro a ver a Fabio Zerpa, y en mi casa estaba en la biblioteca "Recuerdos del Futuro", que una vez (13 o 14 años tendría), y de una vez por todas luego de largo tiempo de ver en un estante el título intrigante del lomo, me puso más al tanto de la cuestión extraterrestres-dioses-religiones. Pero la culpa de lo que pienso al respecto de nuestro pasado no es de von Däniken: de todos modos quizá habría llegado a sus mismas conclusiones por otra vía o por propio razonamiento.

    2. Por qué
    Todo lo que fuera ciencia, en especial mineralogía, geología, paleontología, biología, botánica, zoología, astronomía, astronáutica, geografía, etc., eran temas preferidos y obligados para saber dónde estaba situado en el mundo y el Universo, pues las variables tiempo-espacio, dadas en orientación y cronología, han sido una constante en mí. Es decir, me gusta saber bien todo lo posible de donde estoy -la cartografía para mí es esencial tanto a nivel turista como explorador- y la noción del tiempo me lleva a tener mucha memoria para fechas y acontecimientos. Si lo que pretendía era algo que a muchos ni les importa: sentido de la situación, de la realidad, lo extraterrestre era inevitable de ser tenido en cuenta; no era una realidad de otra parte, sino una más entre todas las realidades, así que no había forma de no prestarle atención. En ese sentido tan sólo he sido lo mínimamente realista que se podía ser, aunque los escépticos y los ignorantes, faltos de realismo, nos crean fuera de la realidad a los que sabemos dónde estamos situados.

    3. Cómo empezaste, por tu cuenta, en un grupo...
    Pobre de aquél que empieza en grupo: así generalmente otros lo meten en esto a uno. Para empezar bien, se empieza solo; con atención a programas, con lecturas, con conferencias, finalmente allí uno conoce gente y recién ahí sigue lo grupal. Ocasionalmente en la escuela puede haber alguno que otro compañero de intereses afines, y yo tuve uno, pero ninguno de los dos nos influíamos mutuamente, así que cada uno estaba relativamente solo en el asunto. Como yo me topé con un caso OVNI (fui testigo) cuando trabajaba de reportero en un semanario (tenía 18 años), además de tener que buscar testimonios para publicarlo, tuve que contactarme con ufólogos para reportarlo y evaluarlo. Eso me fue metiendo en el asunto de una forma activa; hasta allí era sólo un aficionado, lector y poco más que eso, muy pasivo, y pensando que los ufólogos estaban años-luz delante de mis conocimientos, para pretender que alguno de ellos me prestara atención, o para hacer lo que ellos hacían; todo lo cual no me daba cuenta de que apenas estaba unos pasos por delante de lo que yo a esas alturas sabía y podía hacer.

    4. Cuál era tu teoría inicial de aproximación al tema
    Que estarían viniendo para investigar, que preferirían no mostrarse para no alterar nuestro curso, que hostiles no eran y que muy solidarios que digamos, tampoco, porque nos dejaban en nuestro estado de ignorancia y sin el progreso posible; si esto era por falta de preparación en la gente, entonces había que difundir el tema al máximo para que la gente esté preparada y los extraterrestres ya puedan venir... Es decir, nada que fuera "mi" teoría en un sentido de invención, uno sólo estaba de acuerdo con lo que era común que se dijera.
    Que el Dios bíblico no era Dios, sino un personaje cósmico en su nave, y que toda la religión era una estafa, fue un paso más importante para comprender la realidad de una forma que la religión hacía incomprensible. Porque del Dios "providente" de la religión yo no veía otra providencia que los desastres mundiales, mientras que la visión de von Däniken sobre Yahvé como falso Dios, concordaba más con mi idea de un Dios demasiado ausente para que yo creyera en su participación en los acontecimientos cotidianos. Ya que "Él" no era Yahvé, sino "Otro", pues Yahvé no nos servía para otra cosa que para nuestros anales de ovnis desde la antigüedad, y el "Otro", nos servía para mucho menos todavía, ya que aparentemente estría demasiado fuera de nuestra realidad para escuchar nuestros ruegos o hacer ganar a la selección de Kempes, porque para eso estaba la Virgen de Luján, "Nuestra Señora de los futboleros".
    Este concepto de un Dios presuntamente ajeno a los acontecimientos terrenales, luego sería decisivo para futuras ideas que yo incorporaría sobre a qué designios obedecen los planes extraterrestres.

    5. Cuál fue el método de estudio
    Lectura, escuchar, y apertura mental.

    6. Cuál es ahora tu teoría o tu visión del tema y si cambió con respecto a la inicial
    Sigo pensando en un Dios ajeno a todo lo que aquí sucede. En extraterrestres que no cumplen ningún plan de Él, sino de jerarquías demasiado galácticas para que las creamos "divinas". Y, por lo tanto, para nada infalibles y, por eso, capaces de haber hecho desastres con los mundos, en busca de nuevas "experiencias"; algo así como los clasificados de los diarios que nos ofrecen travestis para probar algo "distinto", cuando se supone que con hembras para machos es suficiente. Pero no; no les satisfacían los mundos en paz, en orden, así que quisieron saciar sus enfermizos impulsos aflorando (la negatividad es una potencialidad en todo ser) probando qué pasaba si los habitantes de planetas experimentaban el desorden, y supuestamente nosotros -según ellos- vinimos a tomar estos cuerpos por haber estado de acuerdo con el experimento, lo cual demuestra que la estupidez no es cosa exclusiva de este mundo, pues de ella el ejemplo bajó a la Tierra ya moldeado en las estrellas.
Las prédicas de los mensajeros extraterrestres que han tenido que ver con la manipulación genética y espiritual de quienes poblamos este mundo, no me parecen otra cosa que argumentos para que nos sigamos sometiendo a la trama de ellos. La supuesta invasión que supuestamente no han hecho porque demuestran no ser hostiles, ya la hicieron desde hace millones de años unos, miles de años otros que se acoplaron al desorden, sin necesidad de usar hostilidad, pues la cosa la manejan de manera invisible. Los esclavos no notan que tienen amos manejándolos, y por eso creen ser libres y dueños de un mundo que es ajeno, donde si cualquiera de los verdaderos dueños le da una patada al tablero de ajedrez, los humanos -las piezas- se desparraman. Sin necesidad de adueñarnos del mundo, podemos liberar al mundo y ser libres en el mundo, si nos dejamos de adorar dioses milenarios o venerar a supuestos maestros ascendidos y mensajeros galácticos.
    También me enseñaron ciertos contactados a los que creí más coherentes, que el "arruinador" del Universo es el "malo" que hace cosas malas y que lidera sus ejércitos del mal. Nada que difiera en mucho de las religiones dualistas con su "angel caído" o "diablo" al frente de sus ejércitos del Mal frente a los ejércitos del Bien (Dios, luz, amor, etc.). Mi PROPIA idea al respecto de esto, es que el "arruinador" -es decir el que saboteó el plan universal de evolución en el amor, sin uso de negatividad en los mundos- lideró tanto los ejércitos de la oscuridad como de la luz; creó tanto monstruosidades como belleza; él es nada menos que el Dios que muchos -de la Tierra y extraterrestres- dicen que dirige ambas polaridades en el Universo, de suerte que el mal "no existe" como realidad, sino como "ilusión", pues todo, luz y oscuridad, es una unidad cuyos extremos no son enemigos, sino complementos... Para mí ese concepto de dios es el concepto que tengo del "arruinador", del saboteador, del "diablo": no un ser maligno que cae en la trampa del "off-side", sino el que juega a la ley del "off-side" para dejar mal parado a un chivo expiatorio, creando belleza, llenando de luz y Nuevas Eras Doradas a mundos que fueron campos de batalla, y así parecer "Bueno" y parecer "Dios". Él puede tener a Satán como lugarteniente para joder a Job (o a Jesús 40 días en el desierto), y todos aceptarán que Dios tenga como instrumentos a agentes del mal para poner a prueba a los humanos y a "su propio Hijo". Y el chivo expiatorio -Satán- será el malo" de la película. Esta cosmovisión infantil es la que la gente en general cree... El Dios tan sabio que usa al Diablo para jodernos, (y la culpa se la echamos al chancho y no al que le da de comer) y un Diablo tan idiota de hacernos ver con claridad que quiere jodernos.
    Mi idea de un Diablo astuto y nada tonto consiste en que ha hecho creer que él era ese Dios que enviaba a Satán a ponernos a prueba, mientras que el Dios Verdadero sigue quedando fuera -como lo vengo percibiendo desde la adolescencia- de toda la escena. Los extraterrestres nunca trataron con el Verdadero, sino con el impostor; un ser de Luz-Oscuridad con facultad de usar ambas potencialidades según conveniencia, y de ahí el fondo de realismo del concepto bíblico del Dios misericordioso o cruel, según la ocasión... Y de ahí que los extraterrestres no conciban a ése al que llaman "Dios" como un ser incapaz de causarnos daño, sino como alguien capaz de hacernos sufrir lo necesario para que aprendamos la lección de estar aquí...
    Yo no soy cómplice de tal "Dios": me quedo con mi Creador Ausente que, si bien no me ayuda, no me ha condenado a nada de lo malo que me pasa. Y si los extraterrestres de las federaciones o confederaciones galácticas o intergalácticas quieren seguir creyendo y haciendo creer que el mal y mundos como la Tierra fueron "necesarios" de ser experimentados, que se vayan a contarle el cuento a credulones aptos para religiones tradicionales y pseudorreligiones contactistas. Yo prefiero a Sócrates.

    7. Cuáles fueron los efectos sobre el investigador que se produjeron en este camino
    Cuando se ha accedido a mensajes extraterrestres, deja de ser importante el OVNI, la huella, el testimonio, la experiencia y la evidencia física. Uno sabe que todo eso es para la tanda de los nuevos que todavía tienen que ser preparados, así que alguien tiene que oficiar de investigador y divulgador de casos OVNI, pero uno comprende que ya pasó la etapa ésa, y que debe dedicarse a la que accedió, dejando la investigación para otros. Desde ya que los que todavía no accedieron a la etapa del contacto y mensaje extraterrestre, lo hostigarán a uno desde el otro frente (no digo "escalón más abajo", porque tal vez no se trate de niveles de altura, sino de distribución estratégica por frentes o planos de acción, unos en la ufología, otros en el contactismo). Y ante ese hostigamiento, suelo caer en el error de criticar a veces en exceso a los ufólogos por el error que cometen al enjuiciar al contactismo como la mayoría lo hace, cuando lo que yo debería es agradecer todo el trabajo que en el frente de investigación se está haciendo. Lo que pasa es que soy mal agradecido porque al trabajo no lo hacen del todo bien; porque a ellos no les tocó la experiencia de contacto, desacreditan al que la tuvo, y entonces podrán investigar y divulgar lo que sea de OVNIS, pero seguiré siendo un desagradecido hasta que hagan su trabajo sin joder a los demás. Fabio Zerpa, como supo conciliar la investigación y lo paranormal, es discriminado por los ufólogos que no supieron lograr esa amplitud. Ellos seguirán haciendo que la ufología siga perdiendo terreno ante el contactismo, porque en éste hay un público que encuentra más respuestas que en ella, que sigue hablando de "misterios". Cuando el público ya tuvo demasiado misterio para que los ufólogos le sigan hablando de lo "no identificado", en vez de que, de una buena vez, se hable de todo lo ya identificado y de todas las respuestas -incluyendo mensajes extraterrestres- y los misterios se terminen. Aunque a los ufólogos eso les cueste el fin del negocio para los que al menos lucren con libros o conferencias.

    8. Cuál la opinión de familia y amigos
    No me importó nunca la opinión de nadie. Pero tampoco tuve impedimentos por parte de nadie para dedicarme a esto. Y que casi nadie coincidiera con mis puntos de vista, era lo más lógico, así que tampoco influyó en mi rumbo.

    9. Cuál será a tu juicio el futuro de la ufología
    No hay futuro para la ufología. Cuando lo "no identificado" se identifique, se acaba el OVNI, empieza la nave y el ser extraterrestre para las ciencias, y de él no se va a ocupar la ufología, sino, de la nave, la ingeniería aronáutica y espacial, la astronáutica, la física, etc; y de la entidad, la antropología, la biología, la psicología, la sociología, y otras ciencias. Cuando ingenieros, físicos, antropólogos, biólogos, psicólogos, sociólogos y otros científicos se especialicen en naves y seres extraterrestres, ¿cuál será el futuro de la ufología, sino su desaparición? La cual, ella misma tanto ha anhelado, pretendiendo que no sea ella, sino los científicos quienes se ocupen del tema del que ella ha tenido que encargarse (provisoriamente) por el vacío que la ciencia ha dejado en el estudio del fenómeno.

    10. Si estás en condiciones de dar algunos consejos a los que se inician en estos temas.
    A mí nadie me dio consejos cuando me inicié, y sin embargo llegué hasta donde estoy, que creo que no es poca cosa, así que ¿un consejo mío hará falta realmente? Por si acaso, les dejo este "Decálogo del Principiante en OVNIS":
    1- Si no encuentran naves extraterrestres en el cielo, pueden encontrarlas en la Biblia, en el Mahabarata, en el Libro de Enoch o en diversas mitologías, y posiblemente aprendan más de la historia que de la ufología.
    2- Si llegaran al contactismo antes que a los ovnis, y éstos dejaran de ser una obsesión y ya no les importara ver o no ver uno, porque ya creerán en el mensaje de Ashtar, y ufólogos amigos los invitaran a una jornada de observación en la montaña, en el campo, junto al mar o al río, no les contesten "yo ya estoy más allá": pregunten si hay pelota de fútbol, asado y vino o cerveza, y si van chicas, y luego díganle a Ashtar si creen en él, que mis ideas suelen no ser muy extraterrestres, pero que vienen bien para pasar unos buenos ratos con amigos al aire libre.
    3- Si el contactismo les pareciera poco creible y prefirieran las jornadas de observación ufológica, no olviden la pelota, el asado, el vino, cerveza y chicas.
    4- Si los ufólogos les empezaran a caer aburridos con las mismas historias de siempre sobre avistamientos, huellas, fotos y videos, y paralelamente ustedes fueran a parar a grupos místicos contactistas donde se sintieran mejor, procuren averiguar si es cierto que Maia, la rubia intraterrena que se contactó con Marranti, es asexuada como él dice, o si ella habrá dicho eso para evitar que afloren los "bajos instintos" de los muchachos de estos grupos contactistas. En caso de que confirmaran la versión, procuren establecer si alguna alien como la que vino a tener sexo con el brasileño Villas Boas anda por algún lado, porque eso de las ET asexuadas es mala propaganda para atraer gente; con el puritanismo de estos grupos místicos, está faltando diversión que motive a la muchachada a participar en ellos y desarrollar la espiritualidad.
    5- Como en ufología las mujeres escasean tanto como en los clubes de ajedrez, a los de ustedes que sean hombres les voy adelantando que es muy probable que con sus novias o esposas puedan no tener tema de conversación en este asunto y hacer vidas bastante paralelas. A quienes de ustedes sean de las pocas mujeres que se meten en estos temas, vayan sabiendo que en estos grupos, cuando hay mujeres, se suele pensar más en mujeres que en ovnis, por razones obvias. Sobre todo en grupos contactistas, por razones más obvias que en la ufología.
    6- Si alguien les dice "Hola hermano, vengo de otro planeta", no lo crean loco: tal vez esté medio desorientado buscando a su compañero Menem (que se les cayó a la Tierra por accidente en tiempos de los australopitecus, y ahora reencarnó con pelo más, pelo menos que como era por entonces), y ustedes puedan orientarlo diciéndole que el camino es por la ruta que va a La Rioja.
    7- Los ovnis no dan de comer... (salvo a Zerpa en otros tiempos y a Sixto Paz o Maussán en éstos), así que tengan mentalidad amateur, y si se les da algún billete con este tema, que bienvenido sea, pero no hay que buscarlo.
    8- Si, como Zerpa, Sixto o Maussán les llegara a ir bien a algunos de ustedes en lo económico, no dejen que los llamen "comerciantes": anticípense a llamarse como tales ustedes mismos antes que cualquiera lo diga de ustedes, pues lucrar con ovnis, automóviles o sandías es indistintamente digno como trabajo.
    9- Si aún así los trataran como "comerciantes" del tema OVNI, demuestren ser más comerciantes de lo que ellos les digan, y hagan todo lo necesario para vender más libros y entradas a conferencias de lo que hasta entonces vendieran.
    10- Si, definitivamente, los ovnis no les dieran un centavo y la gente los tratara de "honestos y desinteresados", sean honestos y confiesen: la actividad no era sin fines de lucro, pero resultó no lucrativa por falta de suerte, de empeño, de dedicación o de cualquier otra cosa...

    Se le hace creer a la gente que el mundo no es de nadie, que nadie tiene derecho a reclamar por los daños que causan los falsos dueños del mundo. Entonces, señores "amos" del planeta, hacedores de guerras, traficantes de drogas destructores de la naturaleza, les comunico: he venido a tomar posesión de este planeta, me pertenece. Y si hay quien siente lo mismo y dice lo mismo, es dueño del mundo junto conmigo. Y vine a ayudar a que millones y millones de dueños del planeta descubran que lo son y dejen de ser esclavos.

Aclaración:

    Lo antedicho puede no ser aceptado por quienes entienden que, como dicen los indios "la tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a la tierra". Mi visión es que no pertenecemos fundamentalmente a un planeta, sino al cosmos, integrado por este universo y por otros. En un grado inferior, pertenecemos a este universo, por haber sido generados en él; bajando más, pertenecemos a esta galaxia por encontrarnos en ella, pertenecemos al sistema de estelar de Alción por estar en él, al sistema planetario del Sol por ser nuestro actual ámbito de experiencias existenciales; a la Tierra, por ser el mundo en que habitamos; finalmente, a una nación, a un estado, municipio, ciudad, poblado o paraje, por circunstancias en las que nos tocó encarnar o residir. Estamos aquí por circunstancias transitorias. En ese tránsito, toda "pertenencia" es limitada al tiempo que duremos aquí; nada de nuestras posesiones nos llevamos cuando nos vamos de los cuerpos físicos. Las cosas dejan de "pertenecernos", como dejaremos de "pertenecer" a este mundo cuando de él nos vayamos. Puedo admitir entonces una "pertenencia" nuestra al mundo según el concepto indio, desde el punto de vista de nuestra funcionalidad en él, transitoria en su ecosistema, pero no desde un punto de vista más trascendente. Del concepto indio, no comparto, en cambio, la no pertenencia del mundo a nosotros; propongo la idea de una pertenencia mutua del mundo con respecto a nosotros. Tan mutua como necesaria para ambas partes.

        Me preguntaron una vez cuál es mi misión, y contesté: "confundir a la gente con estupideces". Inmediatamente, amplié la respuesta: "confundir a los que creen que tienen todo claro, y esclarecer a los que están confundidos". Luego, me di cuenta de que eso que había dicho, ya Jesús lo había expresado, de esta otra manera: "vine para abrir los ojos de los que no ven, y para que los que ven, se queden ciegos".

    Soy un enmascarado que viene a desenmascarar el poder de la Gran Farsa Cósmica implantada en la Tierra.

    A mediados del 2001 leí esta frase:

    "Todo lo que es profundo ama el disfraz. Todo espíritu profundo tiene necesidad de una máscara".

    Cada tanto hay quienes me dicen que lo mío no es creíble, por la forma en que me visto, por ocultar mi rostro bajo el pasamontañas, o simplemente porque lo que digo no encaja en lo que ellos piensan que es la verdad. Perdón, dije mal: ellos no "piensan" que lo suyo sea la verdad; sólo lo creen, sin ponerse a pensar al respecto. Si tan sólo pensaran en lo que creen, podrían empezar a dejar de creerlo. Consecuentemente, podrían empezar a considerar posible de ser cierto aquello en lo que no creen, entre ello lo mío.
    Me dicen que la gente me ve como loco, mentiroso, fantasioso...  Y me dicen que para que mi mensaje sea aceptado por la gente, yo debería dar la cara, vestirme de otra forma. Esto me recuerda al astrónomo del libro El Principito, cuyos estudios no fueron aceptados mientras no se vistió a la europea. Y es muy probable que los que me dicen eso, hasta hayan leído ese libro, cuya enseñanza demuestran no haber aprendido.
    Dicen, entonces, que yo tendría que llegar a la gente de otra manera, para que lo mío tenga aceptación. Sin embargo, mi mensaje no es para "la" gente, y en especial, para esa gente a la cual se refieren, que no es capaz de ir más allá de la apariencia externa que uno le presenta. No pierdo el tiempo con gente así; con "la" gente en general. ¿Cómo hablarles de conocimientos transmitidos por extraterrestres a quienes no creen que haya extraterrestres contactando personas? ¿Cómo hablarles de contactos de extraterrestres con personas, a quienes no creen en que existan los extraterrestres? ¿Cómo hablarles de la existencia de los extraterrestres a quienes tienen un concepto tan pequeño de lo que es el Creador del Universo, a tal punto que lo degradan a la condición de haber sido un derrochón de energía inútilmente materializada en billones de billones a la enésima potencia, de mundos deshabitados, y estrellas brillando para nosotros solos? ¿Acaso se pretende que yo baje el nivel de la información que transmito, para perder mi tiempo y el de los que SÍ saben escucharme, tratando de convencer a esa gente mediocre, de aquello que está en todas las librerías, y que si le interesara iría a buscarlo por sí misma? ¿Por qué habría de ser yo quien se lo ofreciera en bandeja, sin que esa gente haya hecho absolutamente NADA para merecer información alguna? ¿A esa gente es que debo ajustar mi vestimenta y mi mensaje? Mejor que estas personas empiecen por Fabio Zerpa, por J.J. Benítez, por von Däniken, y todos esos personajes que para eso están, y que después vengan a reírse de mí o a criticar mi aspecto y mi mensaje, pero que vengan con algún fundamento, y no con la incultura, la ignorancia y la mediocridad con que pretenden juzgarme sin siquiera haber leído lo que publico, o haber escuchado atentamente lo que hablo.
    Mi tarea no consiste en elevar a los mediocres de sus propias limitaciones, por las cuales no les interesa informarse, ya que opinar es gratis, y más se opina cuanto menos se sabe, porque el que sabe, sabe, y el que no, opina. La cantidad de opinión emitida es inversamente proporcional a la cantidad de información recibida. De donde se deduce que más habla -y habla de más- en cuanto a juicios se refiere, quien menos información posee. No he venido a situarme en la mira de los opinantes u "opinólogos" que poco o nada saben, sino que estoy para dedicarme a los persistentes e incansables buscadores de respuestas, que se han tomado el trabajo de ir en busca del esclarecimiento de sus mentes confundidas, mientras que los otros, los que no me interesan, se han quedado en la creencia en que "la tienen clara", no buscan información, y cuando ésta les llega, la rechazan porque los obligaría a reformular sus ideas. Los buscadores de información, opinan menos porque conocen más: no creen en mí, sino que SABEN si lo que digo es cierto o no lo es. Creer o no creer, no es lo que a ellos les pasa conmigo: no opinan sobre mí, no les parece ni bien ni mal que me vista como me visto y que diga lo que digo; simplemente, identifican la información que transmito, de modo que ella coincide con lo que han investigado, reflexionado o intuido. Reconocen en mi mensaje aquello que, dado lo que saben, les resulta cierto.
    Esta gente EXISTE, y está a la busca de algo que, sin que lo sepan, justamente es lo que estoy divulgando. Porque  los contactos extraterrestres a partir de los cuales recibí la información, fueron el inicio de la transmisión que estuvo destinada a gente de ésa que está buscando. Esa gente necesita saber algo, y ese algo fue transmitido para gente de ésa. Yo soy retransmisor de esa información, y por eso funciono como agente de contacto entre los que buscan este conocimiento, y el conocimiento transmitido en busca de esa gente.
    Esta gente es poca: son pocas decenas de millones entre seis mil millones. Sin embargo, unos pocos millones entre miles de millones que no me interesan porque no se interesan, son los mismos pocos millones a los cuales un músico de altísima jerarquía puede llevar su obra, mientras que la mediocridad mal llamada "musical", a la cual le llamo "ruido", es vendible en todas las disquerías del planeta y pasada en todas las radios. Y decirme a mí que me adapte al nivel de los que, desde su mediocridad, se ponen en exigentes ante lo que transmito, y me juzgan como si supieran, sería como decirle a Enya que deje lo suyo y vaya a cantar con Ricky Martin o con las Spice Girls.
    El conocimiento que estoy transmitiendo es demasiado elevado, para que me ponga a perder tiempo en demostrarle a los ignorantes opinólogos, si existen o no los platos voladores. Porque hay unos pocos millones a los que les debo todo el tiempo que pueda dedicarles. La mayoría de ellos no llegará a conocerme, pero lo que estoy divulgando va en creciente retransmisión. Lo cual será inevitable a pesar de que miles de millones me ignoren, ignoren lo que digo, y escuchen a las Spice, comprando en un año más discos de ellas que todos los discos vendidos por Pink Floyd en toda su trayectoria. Con lo que quiero decir que reconozco la superioridad cuantitativa de lo mediocre sobre lo calificado, y que mi deber es para con minorías muy selectas, no porque yo lo desee, sino porque las mayorías tienen una formación mental impermeable a toda información esclarecedora.
    Así que, lamento informarle a los que se rieron de mí cuando me vieron en pantalla, que en ese momento había gente escuchando con atención e interés, con respeto y con conocimiento del tema que se estaba tratando, y que ése es mi público; no el que, al no entenderme, pierde el tiempo conmigo, porque en su vida no usó su tiempo para esclarecerse sobre estas cosas que ahora no entiende porque no quiso entenderlas cuando pudo haberlas indagado. Esa gente no tiene por qué soportarme, así que puede cambiar de canal si llega a verme reaparecer, porque para eso está la botonera del aparato selector.
    Pero no voy a ser absolutista en mis consideraciones sobre la imposibilidad de que esta gente entienda lo que digo y se interese por conocerlo a fondo: es inevitable que haya personas que emerjan de esta mayoría, para situarse en un nivel más calificado de conciencia. Personas que, algún día, dirán: "Y pensar que yo me reía de este tipo". Por cierto, casos ya hubo, así que muchos de los que me dicen: "cambiá el mensaje o seguirás siendo poco creíble", se irán dando cuenta de que la credibilidad de algo no pasa necesariamente por ese algo, sino por quien tiene o no la información que le otorgue capacidad de entendimiento.
 

    Muchos dicen de mí que me disfrazo de zapatista o de Marcos. Si no usara pasamontañas, tal vez dirían, por el uniforme, que me disfrazo de Che Guevara. Y si usara pasamontañas y uniforme no, podrían pensar que parezco un simple delincuente. Así lo pensaron los policías que me interceptaron cuando iba a la radio, la primera vez que me presentaba como Clomro, encapuchado. Lo del uniforme vino después. Pero era habitual en mí, no como Clomro, sino en mi vida "normal", que me vistiera con ropas y tonos de aspecto militar o guerrillero. Eso a contar desde 1994, cuando todavía yo no sabía de la existencia de los zapatistas. Y cuando, al año siguiente, me puse el pasamontañas para ir a la radio, todavía ignoraba la existencia del Subcomandante Marcos, por más que ya era mundialmente conocido. Así como todavía no sé cómo se llama cada uno de los jefes de los movimientos guerrilleros como Sendero Luminoso, MRTA, y otros, y así como todavía ignoro cómo se llama cada una de las Spice Girls, por más que sus nombres se publiquen a diario en todo el mundo.
    Cuando en setiembre de 1996 el Mayor Landberth me regaló un par de sus uniformes militares, él ignoraba si yo los usaría, y en qué ocasiones. Al otro día, me puse uno para salir de paseo, y al otro lo guardé para cuando tuviera que volver a aparecer en radio o TV. De modo que, desde entonces y durante meses, muchos me vieron andar de aquí para allá vestido así, como si nada; Clomro, en ese sentido, no lleva un "disfraz", sino ropa ya habitual en mi vida cotidiana. "Supo que eras vos, por el uniforme", me dijo alguien sobre un amigo suyo que me había conocido meses atrás, vestido igual que como luego me vería en televisión. ¿Para qué andaba así vestido?, habrá quien piense que me habré aprovechado de algunos, haciéndome pasar por militar, pero nunca lo pensé, ni lo pensaría. Diría que me gusta usar esa ropa, y eso es todo. Ahora, si tengo que hablar sobre gustos y explicarlos, diré: sobre gustos, no hay juicios justos.
    Aclarado entonces que no imito ni a Marcos ni al vestuario de su ejército, pues no se puede imitar lo que no se conoce, y yo no lo conocía, la única salvedad es que, a veces, uso un pasamontañas con la inscripción EZLN, que Alejandro Agostinelli compró en México y me regaló. Pero no creo que Marcos y los suyos se vayan a ofender cuando se enteren -si es que se enteran- de que un humano-extraterrestre se lo pone a veces, como uno de los símbolos de la resistencia de los pueblos a los poderes que los oprimen.
   Podría no usarlo, y podría no usar uniforme, vestirme de dorado o de blanco con túnica, y hablar del cosmos y la espiritualidad. Pero lo mío es el combate, la rebelión, y me visto con el color y el aspecto de mis ideas. Y si, de algún modo, en esta sociedad toda ropa es en alguna medida un disfraz, pues nacemos desnudos, las escalas del disfrazarse varían según se lleve o no adentro lo que se muestra afuera, de modo que si la corbata sofoca, el saco es una carga y los zapatos aprietan, se lleva un disfraz burocrático; y si mi uniforme me sienta bien, sin que nadie me obligue a usarlo, es porque algo adentro de mí se manifiesta externamente. Y eso no es disfrazarse, sino reflejarse.
 

Vestuario pacifista

    El aspecto de guerrillero y la actitud combativa, no significa que lo mío sea excluyente de la paz y el amor. Hay bastante gente que siente el choque de mi vestimenta, y rechaza la posibilidad de que yo sea un mensajero de valores cósmicos positivos, porque no les va la idea de que alguien que dice traer enseñanzas cósmicas, actúe agresivamente. Y, a veces, cuando estoy alegre y feliz con la vida, en un estado de amor que me hace sentir muy en paz, siento una contradicción entre lo que mi imagen uniformada proyecta y lo que estoy viviendo internamente. Preferiría, en esos momentos, ropa de colores más acordes con esos estados. La gente diría: "éste sí que es un mensajero de la Luz".
    Quizá, en algún momento, aparezca sorprendiendo a todos, vestido de blanco o de azul celestial, o de metalizado espacial, o como sea, y veré cómo mucha gente asumirá una actitud distinta de la que les provoca el agresivo comandante de verde militar. Como para comprobar, una vez más, lo influyente que es lo externo en la percepción y aceptación o rechazo prejuicioso de lo interno. Ya utilicé guantes blancos, en vez de los verdes, en una conferencia. Pero, aunque con el tiempo mi vestuario pueda ir alternando el uniforme con prendas de otra "onda", la gente va a tener que ir acostumbrándose a prestar más atención a mi mensaje que a mi ropa. Porque, en cierto modo, esto de vestirme de modo llamativo y encapuchado para mis presentaciones televisivas, tiene mucho que ver con la parte espectacular del asunto. Porque uno conoce bien cuáles son los intereses que definen el rating, y que en televisión importa menos el mensaje que el show que los productores de los programas ven, por sobre todo, en un encapuchado curiosamente vestido. Mi apariencia es, en ese sentido, no sólo reflejo de mi mensaje, sino un inteligente recurso para llamar la atención, que ha venido dando resultado, como no podría haberlo dado si me presentaba con ropas normales y dando la cara. ¿Quieren curiosidad, atracción, algo que se salga de lo común? Voy vestido así, como tanto les atrae. Eso, para los de adentro de los canales, y para el público que necesita ser atraído por la vista y no por lo que se dice. Y los que verdaderamente tienen interés y capacidad de percepción y de reflexión sobre lo que transmito, están más allá de cómo será mi cara o de que me vista como me visto.

Vestimenta

    He venido diciendo que tanto apoyo la reacción armada de los oprimidos que claman por justicia y dignidad, por igualdad y respeto a sus derechos, como apoyo la acción pacífica de los que buscan caminos no violentos. Por lo cual, no me pongo en el extremo de los pacifistas que condenan los levantamientos en armas, ni en el extremo de los violentos que creen cobardes a los que, por preferir la paz, no se rebelan y soportan la opresión. Trato de ser comprensivo con ambos, y de entender que, según el contexto, el momento histórico, cultural, el ámbito geográfico, y demás variables determinantes, cada una de las dos alternativas puede ser más correcta que la otra.
     Vestido de guerrillero, quise significar que es preferible la revolución a la resignación. Muchos me lo cuestionaron, por aquello de que "un ser de luz no puede actuar con violencia". Lo cual debe ser replanteado, considerando que muchos seres de luz que vendrán a rescatar gente, deberán enfrentarse en cruentos combates contra las fuerzas de la oscuridad, y que no va a ser pacíficamente que puedan romper el bloqueo enemigo y cumplir con el rescate, sino con los poderes destructivos que no por ser de la luz, deban dejar de emplear si las circunstancias lo exigen. Y quizá haya, entre los rescatados mediante esta acción no pacífica, gente de ésa que no entiende el uso de la fuerza por parte de los seres de luz, ni mi uso del uniforme de combate. Es decir, gente que quiere venir a enseñarle a los guerreros de la luz cómo se hacen las cosas. Guerreros de los cuales, muchos serán destruidos en los combates, por querer venir salvar a esos puritanoides que pregonan la no-violencia en todas sus formas. Si a estos pacificoides esos guerreros los salvasen, será tarde para darles las gracias a los que lo dieron todo por ellos, habiendo de ellos recibido NADA; nada más que reproches "al uso de la violencia"... ¡Si habrá cretinos en este mundo!...
 

Recorriendo países con guerrilla

    El mensaje está dado: mi vestimenta ya cumplió con su propósito. Desde un país donde la guerrilla se terminó hace bastante, yo tenía la tranquilidad de ir a programas o conferencias vestido así, que no iba a pasar nada. Y no pasó nada.
 Pero si recorriera países con guerrilla, ¿qué me esperaría si voy vestido así? Y vaya vestido como vaya, ¿qué me esperará si soy detenido e investigado, a partir de mis declaraciones publicadas donde digo que apoyo a los guerrilleros? Más allá de que los guerrilleros de Latinoamérica cuentan con el apoyo de más gente de la que apoya a los gobiernos, y de que, en este aspecto, nada digo que no diga la mayoría, habría que ver si se entiende lo que quiero decir. Si se me investiga, no se podrá encontrar entre mis antecedentes el uso de armas con fines revolucionarios. Tampoco con fines delictivos comunes. Pero mi "instigación a tomar las armas", sería de considerarse como "apología del delito". En este caso, creo que deberíamos ser fusilados unos cuántos millones de instigadores que en todos los países estamos hartos de las injusticias gubernamentales y estamos orgullosos de que haya quienes se levantan en armas contra esa injusticia. Entonces, por si soy detenido en algún país donde lo mío sea considerado opuesto a "las leyes", desde ya me voy declarando "¡¡¡CULPABLE!!!"
    También puede ser considerado mi apoyo a la no-violencia de ciertos activistas, en cuyo caso la defensa encontraría atenuantes a mi condena.
    En medio del juicio, podrá discutirse también acerca de personas a las cuales les haya dicho que  tengan cuidado en cómo se dirigen a mí cuando polemizan conmigo en programas de radio, porque si no lo hacen con respeto, al que diga algo fuera de lugar lo mando al carajo, y si es macho, que venga a decírmelo de frente y le voy a romper la cabeza... Así como podrá confrontarse eso con las veces en que, siendo objeto de burlas y agresiones, respondí calmamente.
 

La alternativa pacificadora del guerrero, y la alternativa guerrera del pacificador

    De esta dualidad, la conclusión que quiero enseñar a que saquen, es que la condición espiritual, cósmica, lumínica y como de otras formas le llamen, no implica tener que ser complaciente con la prepotencia y la falta de respeto de los estúpidos, los arrogantes, los fanáticos, los ignorantes y los calumniadores. Que un ser de conciencia en niveles de elevación, puede perfectamente descender al bajo nivel de conciencia de los mediocres que se merecen ser puestos en el lugar en que deben estar, replicarles con sus mismas armas, demostrándoles que no van a poder abusar de uno porque piensen que uno les  tiene que tolerar y aguantarse sus burlas y agresiones, y que uno es un indefenso porque esté hablando del Amor Universal. Que luego de jugarles de igual a igual el juego que conocen y que creen que uno no lo conoce mejor que ellos, y luego de lanzarles las palabras más groseras que le quepa a la bajeza a la que pertenecen, o luego de romperles bien la cara, como lo merecen por creerse machitos y ser unos pedantones; luego, sí, uno retorna al nivel de conciencia al cual esa gente no pertenece, continúa hablando con gente de ese nivel, y que los otros comprendan bien que, para ser tratados con paz y respeto como los que saben comportarse, es sólo cuestión de ser como ellos. Porque trato a cada uno en proporción a cómo me trata, para que sepa que mi trato con cada uno va a estar a la altura de sus estaturas de conciencia. Y que si demostré al de estatura baja, que puedo descender a su nivel y tratarlo como él merece, y ve cómo trato de bien a otros, sabrá entonces que si yo puedo ser de las dos maneras, él también puede comportarse con respeto y altura. Él elige... las dos opciones se las he presentado.
    Le he presentado a los gobiernos la opción del uniforme guerrillero y la reacción armada. Para que sepan que uno puede usar la respuesta recíproca a la violencia que ejercen sobre los pueblos a los que someten a condiciones infrahumanas de existencia. Y digo de "existencia" y no de "vida", porque vivir no es existir penosamente como se existe a la sombra de la corrupción política, de la ineficiencia de los funcionarios, de la indiferencia de los elegidos por el pueblo al que le prometieron lo que olvidaron rápido, del desamparo e inasistencia alimentaria y sanitaria... y de un sinfín de injusticias sociales.
    Y puedo presentarle a los gobiernos la opción de buscar soluciones pacíficamente, vestido sin uniforme que inspire agresividad alguna o que instigue a levantamientos revolucionarios. Si realmente hubiera en los gobiernos disposición a dignificar las condiciones de existencia de los pueblos, que me manden con medicinas, alimentos, ropas y demás provisiones a la Selva Lacandona, y yo soy el primero en decirle al Subcomandante Marcos que hagamos una gran quema de fusiles y municiones. Pero gobiernos como el de México, ¿pueden prometerme algo por lo cual yo no deba seguir considerando que los zapatistas hacen bien al quemar esos cartuchos, pero en combate?
    Probablemente deba repetir estas palabras si debiera dar un discurso en pleno Chiapas, donde quizá estaré en un tiempo. Y el gobierno, ¿me dará las provisiones para que yo vaya a proponerles a los zapatistas la pacificación que deseo?, ¿o me dará prisión, porque pese a plantear una utopía de paz, resaltará más la realidad de la guerra que apoyo? La pacificación es, económicamente, más costosa que las vidas humanas que se seguirán sacrificando de ambos bandos. Por lo tanto, al gobierno no le interesará la utopía, sino la realidad: soy un subversivo. Un subversivo que ofrece no serlo, y al que el gobierno preferirá tenerlo en contra que a favor, porque así es más barato; dejar que la gente muera de hambre y enfermedades, y mandar a matar y a morir a sus soldados, es más económico que responder a los derechos de los ciudadanos marginados y olvidados, con acciones políticas dignas de un pueblo libre y democrático.
 

Desafío a Ashtar Sheran

    Hace poco desafié al Comandante Ashtar Sheran, de la Flota Intergaláctica, a que me enfrente, pues lo he calificado como farsante y engañador de la humanidad. Asimismo, le he propuesto un diálogo amistoso en pro de la concordia, para dejar atrás los errores que ha cometido y trabajar en unidad conmigo y los míos, por un Universo de pleno Amor y Luz. Él elegía: el combate o el diálogo en paz. Soy y seré, guste o no, esa dualidad de "paz y guerra". Pero conmigo se va a estar en confrontación o en unidad, no por lo que yo soy, sino por cuál de las dos alternativas que presento es la que más le quepa a la actitud con que pretendan comportarse.
    Sea visto con uniforme, con ropa blanca, violeta, dorada o plateada; con jeans y zapatillas o con pantalón corto y ojotas, seré lo mismo: un "Gandhi" y un "Che Guevara", en un mismo cuerpo humano, en una misma mente, en un mismo lugar y al mismo tiempo, pero actuando, según las circunstancias lo exijan, o como el uno, o como el otro. 

NOTA (abril 2001): Luego de dar conferencias y haber estado en televisión en México en setiembre del año pasado, pese a mi pasamontañas no tuve mayores problemas. Aunque tampoco le caí bien a la mayoría: la guerrilla zapatista no es apoyada por el pueblo tanto como se pueda pensar en el extranjero, y presentarse encapuchado aunque uno no sea del EZLN, supone someterse al prejuicio inevitable de que la mucha gente que no acepta la guerrilla, lo asocie con ella. Por otra parte, el cambio de gobierno y el proceso de pacificación en Chiapas justo en momentos en que resido en el país, me motiva a considerar que la vía armada ha cumplido su etapa, y que la perspectiva de una vía de no-violencia se ha ampliado de tal forma que es ella la que adquiere primacía en mi mensaje en lo que al sur de México se refiere. No obstante, como mi mensaje no es sólo de alcance localizado, sino global, insisto en la dualidad de los caminos posibles para el reclamo de la justicia, y por eso mi uso de vestimenta no será metamórfico, sino alternado, poniéndome el que las circunstancias requieran, y dejando en la página principal del sitio web las fotografías con ambos atuendos y sus respectivos epígrafes en favor de la fuerza uno, en favor de la paz el otro.

    Érase un astrónomo oriental por cuya vestimenta típica de su país, no era visto como "serio" y no le aceptaron un descubrimiento. Hasta que veinte años después, cuando un gobernante obligó bajo pena de muerte al pueblo a vestir a la europea, el astrónomo, así vestido, presentó nuevamente su hallazgo, y entonces sí tuvo aceptación.
    Érase un comandante de una rebelión en la Tierra contra fuerzas cósmicas negativas, que vestía como guerrillero, encapuchado con pasamontañas verde oliva, lo cual provocaba rechazo en muchos, porque ellos, desde la infancia, habían recibido el adoctrinamiento político de que los soldados en las guerras cumplían con su deber, "patrióticamente" (porque a las guerras las hacen los gobiernos), mientras que los guerrilleros son "malos" porque las guerrillas no las hacen los gobiernos (las hacen los pueblos, pero a los gobiernos les parece mal). Como el encapuchado transmitía información del cosmos, a muchos no les parecía que su mensaje pudiera ser bueno, viniendo de alguien vestido de manera así de agresiva. Porque les fue ensañado que los seres que predican el amor no usan la violencia, y no les era dicho que la defensa del amor, de la justicia y la dignidad ha llevado a muchos al uso de la fuerza para no dejarse pisotear, porque el amor tiene que defenderse y no ser débil y sumiso.
    Sucedió que el encapuchado, durante un congreso espiritualista new age, le cayó mal a los organizadores por su vestimenta, quienes le preguntaron si al día siguiente podría ir vestido de otra manera que no le produjera al público el rechazo que estaba provocando. Como eso había entrado en sus cálculos, al día siguiente fue vestido con la otra ropa que para el caso tenía preparada: de blanco hasta los guantes. Todo un pacifista… Y el alma del astrónomo de El Principito fluctuó por el edificio donde se desarrollaba el evento. Demostrándose una vez más, que para muchos las apariencias son más importantes que los contenidos. Que sólo ante las apariencias que les caen bien escuchan lo que alguien tiene que decir.
    Discriminar a astrónomos a la oriental o a guerrilleros, y aceptar a astrónomos a la europea o a pacifistas, es una conducta característica de la mediocridad humana, que se maneja por la superficie y no por el fondo de las cosas. Pero los mediocres forman parte de la humanidad y hay que darles la oportunidad de tener acceso a la información que reciben y aceptan los que no son tan mediocres para dejarse llevar por cuestiones de vestimenta, y van al fondo de las cosas. Y si a los mediocres prejuiciosos no se les puede hablar con la ropa que ellos consideran inadecuada en el que habla, el que habla puede utilizar la ropa adecuada a ellos. Vestirse para la ocasión y causarles la impresión agradable que esté a la altura de sus prejuicios. 

    Tal es el título de un unipersonal mío, y esto de recurrir a la ficción para decir cosas de la realidad, tiene una sencilla explicación: ni yo tengo que efectuar comprobaciones al público, ni el público está pendiente de pedirme demostraciones, no distrae su atención pensando en que yo le tenga que satisfacer expectativas puestas en "fenómenos" del campo de realidad física en que estamos. Lo que el público hace, es concentrarse en la imaginación, la reflexión, la intuición, haciendo que todo el proceso mental siga mi propuesta con el mismo realismo y pérdida del sentido de la ficción, con que se sigue una película olvidando por momentos que es sólo eso: una película, y no escenas de la vida real. Dentro de la ficción de este  "alien"-"loco", el toque humorístico está presente por razones que he observado en el ambiente de la divulgación del tema OVNI.
    El acartonamiento de los ufólogos y la solemnidad de los contactados llegan a hartar con repetidas y aburridas actitudes y presunciones de "serios" (porque dicen que éste es un tema "serio"), y de esta forma no saben cómo llegar al público de un modo más entretenido. Por eso he tratado de no imitarlos. Dejando de lado mi parte "seria", empleo el humor cuando es oportuno. Eso me ha valido ser considerado por esa gente como un "desprestigio" que "ridiculiza" a la ufología y al contactismo. Misión cumplida: se lo venían mereciendo por exceso de presunción de una seriedad de la que la mayoría de esa gente carece, y por su falta de un sentido del humor para hablar de estos temas. Humor con el cual hubieran llegado a más gente, teniendo la simpatía de los que hasta de sí mismos se ríen, y no la antipática jactancia de "seriedad" observable en ellos cuando se molestan si los temas extraterrestres que exponen son tomados en broma.
    No soy básicamente un bromista del tema, sino todo lo contrario: la cosa es para tratarla muy en serio... pero eso donde sea posible, conveniente y útil. Hay momentos en que la seridead no cabe, donde un toque de humor viene mejor. Donde la "payasada" que represento, tendrá campo propicio para entrar en escena. Donde ni siquiera se sepa diferenciar qué es real o ficción en lo que digo, y dónde está el límite entre la persona y el personaje, el mensaje cósmico y el show. Porque hubo un momento hace años, luego de largo tiempo de tratamiento "serio" y "realista" de mi parte, en que al tema lo empecé a matizar con humor y ficción para hacerlo atractivo, interesante y entretenido. Y, desde entonces, ya no se podría decir de mí que soy una persona "seria", ni que pretenda dármela de serio. Sin embargo, ni siquiera con toda mi ridiculez y payasada a cuestas podría convencer a la gente de que mi historia y mi discurso pudieran ser mera ficción. Porque cuanto menos me dediqué a defender mis argumentos para que la gente creyera en mí, y más los dejé librados al juicio del público para que los tomara como fantasía, mentira, locura o lo que le pareciera, más creible parecía mi propuesta. La paradoja es muy sencilla: es más creible lo que menos uno se empeña en hacer creer. Sobre todo con las típicas formas de decir las cosas, que suenan a una evidente finalidad de querer que la gente crea.
    Yo no estoy para buscar creyentes; sólo expongo argumentos para que la gente conozca cosas, piense y no tenga que creer en nada, porque se cree en lo que no se sabe ni se ha pensado; lo que se sabe porque se pensó sobre ello, se sabe y punto. No da lugar a creencia. Creer es ignorar y aceptar pasivamente sin verificación de lo que se cree, y eso hace utilizable al sujeto; saber es conocer luego de haber verificado reflexivamente y en casos intuitivamente lo que se conoce, y estar capacitado para utilizarlo. El que sabe, como ya cumplió con la fase del uso del pensamiento, que el creyente no empleó, ya no necesita pensar sobre el tema que conoce. Todo pensamiento cesará su proceso de indagación ante la llegada a un estado de sabiduría sobre un conocimiento. Por eso mi propósito es que la gente piense para que luego no piense sobre un determinado tema, pero que en el momento del cese del pensamiento, en lugar de ocurrir esto por haber caído en la creencia, sea por haber ascendido al saber.
    Quizá pueda sorprender que este planteo filosófico sea efectuado en este momento por alguien que admite no ser "serio", mientras que muchos que presumen "seriedad" son incapaces de proponer algo así, comportándose como propagandistas de doctrinas en las que hay que "creer". Aclaro que admito no ser serio (aunque lo sea en ciertos casos, alternados con otros de no seriedad) por una cuestión aritmética: como (+).(-) = -  (seriedad).(no seriedad) = no seriedad , entonces la cuenta da que mi seriedad está públicamente (en cuanto a "imagen") anulada por mi  no seriedad. Así y todo, mientras alguien "no serio" como yo propone el planteo de no creer, sino de pensar y saber, dejémosle a los "serios" la propagandización de sus creencias buscando creyentes; más que a los ufólogos, me refiero en este caso a muchos contactados y adeptos a ellos. Y ni que hablar de místicos new age o de fieles de religiones tradicionales.
    Una vez en radio y al inicio de toda esta versión humorística de mi tarea, mucho antes de lo del pasamontañas y el uniforme, en vez de hacerme tratar con respeto, sugerí que me llamaran "El Extraterrestre" en tono medio de burla, para lograr que un trato más informal que el de esperarse, evitara que muchos oyentes aburribles con estos temas presentados formalmente, cambiaran de sintonía o apagaran la radio; objetivo que se logró. Años después, inicié en televisión la estrategia de llamar la atención como supe que lo haría con una vestimenta tan estrafalaria, y para millones de personas que me vieron no hubo forma de pasar inadvertido, como suelen pasar ufólogos y contactados a los que sólo quien está en el tema les presta atención. De ellos, unos cuantos han llegado al cierto grado de estrellato luego de una larga trayectoria con decenas o cientos de presentaciones públicas, y resulta que ellos ven cómo en cuestión de horas, por un programa de televisión, este "payaso que desprestigia al tema" hace que medio país hable de él como nunca se habló de ninguno de ellos, y que la polémica y un cierto estrellato mío llegaran más allá de lo que hubieran podido prever. Es comprensible por qué a muchos de ellos les generó tanto repudio mi resonante irrupción televisiva.
    El mensaje cósmico a difundir, de esta manera, sería escuchado por un público heterogéneo y no sólo por fanáticos de los ovnis. Aunque muchos no lo hayan entendido, quizá en algún lugar del inconsciente se les quedó registrado lo que dije, así que lo dicho, dicho fue y se escuchó. Convertido de ahí en más en un personaje del cual se habló, se polemizó y sobre el cual se bromeó en programas humorísticos,mi "payasada" logró el objetivo: que el personaje ganara un espacio público. Una vez conocido ("famoso", no tanto), lo "serio" a transmitir, apenas esbozado en los programas donde cumplí con el paso-1, ya tendría su momento en otro contexto. Para quien llegó a este sitio web, éste es ese momento. Aquí, sin dejar de lado mis habituales toques de humor, trato los temas con toda la seriedad necesaria para reflexionar seriamente sobre ellos. Para que no haya nada en lo cual "creer", sino mucho para conocer, pensar y así llegar a saber. 

    A veces, realmente, me dan ganas de usar la ropa blanca y no la otra. Otras veces, es al revés. Depende en esos casos de mi estado interior o de qué tipo de mensaje es el que tengo en mente dirigir. Pero otras veces la ropa blanca es más una exigencia según las circunstancias del lugar donde me presente, que una necesidad. Pudiendo ocurrir que quisiera usar la ropa verde, pero que eso no fuera conveniente, como ya sucedió. En casos así, lejos de sentirme presionado o exigido, reacciono de buena gana con adaptabilidad, pues esto de ponerse ropa que uno no se pondría, tiene a la corbata como uno de los más claros ejemplos en la historia de la humanidad, o en la historia personal de cada uno de los integrantes de gran parte de la población mundial. Esto de ser adaptable y no hacerse problema por cuestiones de vestimenta, en mi caso blanca, guerrillera o la que fuese, es como el caso del que le dio un consejo al amigo cuya novia quería casarse por iglesia y él no, por no ser creyente:
    -¿Para ti significa algo, tiene alguna importancia casarse por iglesia?
    -No.
    -¡Entonces cásate!... 

    Mi lista de gente en cuya vida yo pueda ser alguien o algo (porque de mí hayan obtenido alguna cosa trascendente que les cambiara el rumbo o que les confirmara el que tenían y les diera estímulo a seguir por allí con más determinación) es de tan pocos, que en el ranking estoy hasta por debajo de Jim Jones o de Marshall Applewhite, a pesar de que no tengo en mente envenenar a nadie, a no ser con ideas "venenosas", que matan a otras ideas (desmintiendo aquello de que las ideas no se matan) salvo cuando como antídoto usen el encerramiento mental, que los proteja para mantener vivas las ideas en que creen. Y digo "creer en ideas", porque eso es muy distinto de "pensar ideas".
    Volviendo a lo de ser algo en la vida de alguien, yo pretendo ser algo que haga pensar para tener ideas (propias), y no algo que haga creer en ideas ajenas. Es facilísimo hacer que la gente me crea; contando las cosas como fueron, casi no hay quien no me crea. Lo difícil es hacer que la gente no crea fácilmente en mucho de lo que, desde el cosmos, se me dio a transmitir y que, a mi juicio, es incorrecto. La gente pretende que el conocimiento cósmico que me fue transmitido, sea una verdad o una mentira total; algo en lo cual creer o no creer, sin medias tintas. Y como los contactados en general, saben que la gente es así, tratan en todo momento de evitar que dentro del mensaje aparezca algo sobre lo cual tengan que decirle a la gente que eso no, que lo otro sí; el mensaje tiene que parecer una verdad absoluta frase por frase, o la gente va a dudar. Y los contactados no quieren que la gente dude, sino que crea. En todo. Por algo será que a mí no me contacta nadie; fui un simple testigo de contactos de los que ahora retransmito las cosas como vinieron de arriba, pero no sin hacer mis propias objeciones a lo que me parezca falso o equivocado. Y si esto va a lograr que la gente dude en vez de creer, misión cumplida: creyentes son para religiones. Mientras que siempre habrá algunos pensantes que, entre todas las dudas que yo les deje, encuentren algunos esclarecimientos y convicciones. Las suficientes para tener nuevas orientaciones o reafirmar orientaciones que ya tenían, para saber cómo manejarse con esto de las ideas que vienen de otro, de afuera, de arriba o de donde sea.
 

    "Contactados" vienen a decir que se comunican con el Comando Intergaláctico, con el "Maestro Jesús", y que en los mensajes les hablan de "la unión de las religiones" (mentira total: nunca se unirán las religiones, sino sus adeptos cuando las dejen de lado), o les hablan del "buen plan divino" en el que estamos desde que el mundo es mundo... y vienen a decir que son ellos los que están en la verdad y que los equivocados son los otros. Que discutan entre sí: resulta que los que "están en la verdad" polemizan entre ellos, compitiendo a ver quién está más que el otro "en línea directa con el más allá"; quién tiene más verdad que el otro, y así, juntos todos en la misma bolsa de gatos que son, cada uno se cree que es distinto de los otros. Son todos iguales: todos con sus diosecillos, mensajeros cósmicos y versiones distintas de la misma cosa, que estos contactados, o sus discípulos o adeptos, ven como una heterogeneidad de disimilitudes -por eso no se entienden entre ellos y compiten entre sí-, cuando están todos en la misma homogeneidad hecha apenas de matices de un mismo color, que nada tiene que ver con el color de la realidad.
    En cierto modo les agradezco que me excluyan de la polémica y de la competencia entre ellos acerca de quién tiene la verdad: por lo que ven que pienso, no figuro en los parámetros en los que transcurre el debate contactista sobre quién está en lo cierto. A mí directamente me ponen fuera del asunto (con eso permanezco al margen de la interna entre ellos); mientras compiten entre sí, sacan a relucir sus egos de presumidos poseedores de la palabra cósmica verdadera, demostrando así que ninguna verdad pueden poseer con su soberbia. Ella parece ser inevitable cuando, por el hecho de tener contacto con extraterrestres, en lugar de mantener imparcialidad con respecto a la fuente transmisora al igual que con respecto a cualquier otra que contacte a otras personas, se pasa a obrar con parcialidad crédula "en representación" de la fuente que le transmite a uno, menospreciando a las otras y a los otros por el hecho de que no coinciden, al menos en ciertas cosas, con lo que uno está "recibiendo" y que, "debe ser lo único verdadero", porque cada uno confía más en lo propio que en lo ajeno: los otros contactados (a diferencia de uno mismo) "desvirtúan los mensajes con sus subjetividades", o bien "están siendo canalizados por entidades no confiables" (a diferencia de las "confiables" que lo canalizan a uno).
    Desde afuera del debate, yo, canalizado por nadie, pero sí sometido a veces a influencias extraterrestres dirigidas a lograr de mí un favoritismo que les niego porque mantengo la debida distancia, evito caer en la misma actitud soberbia que la de ellos, receptores humanos de "la única verdad". Soy simple testigo de diversos contactos de numerosas fuentes del cosmos, entre todas las cuales evalúo dónde está y dónde no la verdad. Verdad que en ningún caso la tengo yo, porque no represento a nadie del cosmos en particular, que me provea de verdad alguna a la que yo tenga que ser fiel y defensor de ella contra cualquier otra postura o transmisión de otra fuente. Para mí, hasta los mensajes cósmicos que me resultan más veraces, tienen sus puntos oscuros; suficientes para no creerme en posesión de la "única verdad" llegada del cosmos. Pero mi no posesión de una verdad se debe, también, a que si acaso la verdad se supiera, a lo sumo, lo más que se podría es aceptarla como tal; nunca "tenerla" o "estar en ella". Que los "dueños de la verdad", los que "están en la verdad", sigan siendo los receptores de los mensajes que les envían sus extraterrestres amigos. Por cierto, ser dueño de algo exige cuidarlo, defenderlo; es comprensible, entonces, esa rivalidad entre contactados: defienden lo que creen poseer. Quien no se siente dueño de una supuesta verdad no tiene por qué defenderla. La verdad no necesita defensores, ni siquiera se defiende por sí misma, porque no necesita defensa: ningún ataque la altera; es lo que es, aunque se piense al revés.
    De pronto, algún observador externo que espera el desenlace de la polémica, a ver quién de los personajes de la galería de exhibiciones del contactismo resulta de fiar, insatisfecho, hace la vista a un lado, busca por otra parte y va a parar a una de mis páginas en Internet. Lee. Piensa. Se comunica y me dice que lo mío no se parece a nada de todo lo otro, y que por fin encontró algo que le resulta lógico y hasta creíble, pese a que hasta en mis propias palabras encuentran la invitación a no creer, a dudar y a indagar; camino por el cual llegarán al mismo punto en que estoy, sin necesidad de que tengan que creerme.
    Viendo cómo hay gente que habla de que la cosmovisión de Clomro es interesante, respetable, y hasta más creíble que la de tantos famosos contactistas, muchos de éstos se sienten indignados y no pierden ocasión de descalificar en toda charla o texto posibles, a este responsable de "confundir y desorientar a la gente". Hasta podrían valerse de mi propia frase: "vine a esclarecer a los confundidos y a confundir a los que creen que la tienen clara" (que cuando pronuncié por primera vez ante una pregunta que me hicieron, no me di cuenta de que reeditaba las palabras de Jesús sobre abrir los ojos de los que no ven, y a los que "ven", dejarlos ciegos). Porque para el que cree ver y no ve, mi receta para la vista es que deje de estar tan seguro y se confunda un poco... pensando de una buena vez en lugar de creer a ciegas. Pensar confunde cuando se procede de una supuesta claridad; pero luego, ya una vez en la confusión, esclarece. Y yo no puedo alterar esto pretendiendo que la gente se esclarezca si no piensa, si no se sale de los esquemas de "claridad" que tiene, e ingresa al laberinto. Hay quienes se quejan de que quedan confundidos con todo lo que encuentran en mi página web de revelaciones; dicen que buscan claridad y no la encuentran con la confusión que les genero. Les enseñaron a no pensar, a asimilar rápidamente creencias que los orienten de inmediato para no sentirse confundidos y darles seguridad. Yo les enseño lo contrario, y si lo aprenden, llegan a encontrar agradable la falta de seguridad de la confusión, porque eso les estimula el espíritu de indagación. Hasta me vienen con libros que encontraron que yo los desconocía, y que dicen verdades que agrego a las que ya tenía publicadas, para enriquecer mi propuesta. Y es así como los que buscan no sólo en mí, sino en otras fuentes, porque con lo mío -confuso- no les basta, vienen a nutrirme con sus hallazgos. Finalmente, lo mío termina integrando los aportes de múltiples confundidos, y entre todos armamos algo como el "Informe Clomro-3: La manipulación mundial según diversas fuentes", que ningún esclarecido hubiera podido lograr, porque de tan "claro" que tendría "todo", no se molestaría en recorrer bibliotecas o librerías.
    Con mi sana cuota de confusión y no convicción final acerca de ciertas cuestiones, sigo en busca de fuentes diversas, logrando que mi propuesta no se agote en mis limitados conocimientos. Pero de ahí a incorporar las versiones de cualquiera que venga a decir que habla con los extraterrestres, o hasta de los mismos extraterrestres cuando por medio de ciertas personas me llegan mensajes de lo que los señores del cosmos dicen que es "la verdad" que me tienen que decir y que "yo debo entender", mis exigencias son muy claras: que no vengan con historias de "plan divino", de "mundo evolutivo" y demás burlas a la inteligencia humana, porque por contactados que sean unos o por extraterrestres que sean los otros, los mando de vuelta por donde vinieron. Si cada persona hace esto, las sectas platillistas se acaban y empieza la libertad de las mentes para moverse hacia el conocimiento de las realidades del cosmos, a las que no se llega creyendo las cosas por el sólo hecho de que las dicen entidades supuestamente "superiores" a nosotros. Si en vez de escuchar pasivamente a esas entidades, hacemos que nos escuchen, y les exigimos respuestas convincentes y no cuentos de Reyes Magos para mentes dormidas, tal vez empiece a venir de arriba información más veraz, que por no ser exigentes de reclamarla, no se recibe. He visto como la clase de respuestas que estos seres suelen dar, varía según la clase de preguntas y de cuestionamientos a que sean sometidos. Si pretenden manejarnos, hay que manejarse; y si no resisten carecer de manejo sobre nosotros, porque no somos manejables, sino exigentes y manejadores de la situación, terminarán por decirnos las verdades que no dicen, o terminarán yéndose a buscar a otros, con mentes manejables para sus fines, a darles los mismos mensajes somníferos de siempre.
    En conclusión, creo no estar tan desorientado como los contactistas obedientes a manejos extraterrestres creen que estoy, y creo que los que me creen mejor orientado que ellos, tienen sus razones para creerlo. Para los que ni siquiera me tienen en cuenta, será entre los contactistas de moda o de siempre entre quienes transcurrirá su tiempo. Como hacen las entidades extragalácticas que no les revelan a nuestros "sabios maestros galácticos" el error en que éstos están con , hago lo mismo y dejo que los contactados y adeptos a ellos que no me tienen en cuenta transcurran su tiempo en lo que creen que es la verdad, por más que no lo sea y por más ganas que tenga de decirles por dónde es el camino en realidad. Porque al final, terminarán por encontrarlo y encontrarme en él.
 

   Suelen escribirme personas que se adhieren a la causa y ofrecen ponerse a mis órdenes. No entendieron bien de qué se trata esto de la comandancia, que en vez de asumir cada uno como un derecho, parece pesarles como una carga: es más fácil obedecer que ser autónomo, con iniciativa, en vez de simple ejecutor de directivas. 

   Sobre lo de no ponerse a mis órdenes, hay gente a la que esto le puede costar tanto, que quizá debiera darles al menos una única orden: la de no ponerse a mis órdenes. Como pese a la paradoja, sería una orden, posiblemente -entonces sí- la cumplirían, ellos tan cumplidores de órdenes... 

    En el libro "Zapatistas" (Dauno Tótoro T. - Emiliano Thibaut) leí que "cada cual es tan pequeño como el miedo que siente y tan grande como el enemigo que elige", frase del viejo Antonio, de Chiapas. Y pensé en que elegí como enemigos nada menos que a quienes manejan el mundo, la galaxia, la corrupción en el universo. A los cuales les tengo muchísimo menos miedo que a sus pequeños esclavos que andan por ahí drogándose y con un revólver en la cintura para salir a buscar dinero para adquirir su inyección del flujo vital químico del que carecen en lo anímico, en lo intelectual y en lo ético. Gente por la cual uno no puede salir tranquilo a la calle, con la seguridad de que no lo van a matar o de que uno no tendrá que matar a alguien así y luego ser encarcelado. Y por la cual uno está en alerta constante y no en el estado de paz en que, tiempo atrás, se salía a la calle o se estaba seguro en casa en las ciudades grandes.
    Uno puede también temerle a los mediocres y fundamentalistas detractores de mi mensaje, capaces de cualquier cosa por sacar de en medio a alguien que molesta tanto como lo hago. Por lo cual recuerdo aquella frase: "...de los adversarios fuertes me protejo yo; mas Dios me proteja de los adversarios débiles e incapaces, cuyas únicas armas conocidas son la mentira, la calumnia y la deslealtad". Como ni yo ni los que piensan parecido creemos en tal Dios, pues "que la Fuerza nos acompañe". 

    Me preguntan qué significa el logo con mi rango y nombre, donde aparece un plato volador arriba (simboliza lo extraterrestre), un micrófono a la izquierda (la voz), una pluma a la derecha (la palabra escrita), un timón (la conducción), una estrella de cinco puntas (lo mágico) en un círculo (el cosmos), y horizontalmente abajo, una espada (la lucha y la justicia).