23. Teo. sacramentos iniciación |
LA
CONFIRMACIÓN EN LA REFORMA Y CONTRARREFORMA. La Contrarreforma no dejó de afirmar que el sacramento de la Confirmación era un verdadero sacramento, uno de los siete e instituido por Cristo. Vinculó la Confirmación al resto de la teología de los sacramentos, negando los extremos y negaciones de los protestantes. Lo menciona como uno de los sacramentos que imprime carácter, y menciona expresamente al Obispo como ministro ordinario del mismo. Como sucediera con la iniciación cristiana, tras Trento hubo un interés y un verdadero esfuerzo por catequizar a los creyentes. Sin embargo, este esfuerzo, consolidó la Eucaristía como importante, pero descuidó algo la Confirmación, que tampoco estaba en muy buenas condiciones pastorales. Era habitual que algunas personas quedaban sin confirmar, por el abandono de la vida pastoral de algunos Obispos, la desidia o la ignorancia religiosa. En ocasiones la culpa radicaba en la excesiva extensión de las Diócesis, de ahí que su práctica siempre haya sido menor en la comunidad eclesial, hecho que sigue sucediendo en nuestros días. Los Bautizados no siempre acaban recibiendo la Confirmación. El sacramento de la Confirmación se fue reservando con el tiempo para edades con mayor uso de razón, su lugar en la Iglesia acabaría siendo el de la adolescencia, configurándose como sacramento de madurez en esos años. La reforma litúrgica de San Pío X hizo que la Confirmación fuera recibida después de la Penitencia y la Comunión, normalmente sobre la edad de 12 años. Durante ese siglo XX se fue dando mayor importancia a la catequesis para la preparación de la Confirmación, siendo el Concilio Vaticano II impulsor de la práctica y experiencia pastoral mayor. |
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