EL ORDEN SACERDOTAL EN LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA.

El momento central de la teología contemporánea es sin duda el Concilio Vaticano II, donde se vuelve a las fuentes, ahondando en el sacramento del orden como servicio y entrega a la comunidad eclesial.

En el Concilio no aparecen definiciones o formulaciones teológicas desprendidas del sentido pastoral del Concilio, su metodología especifica impedía esta proposiciones. Pero sí encontramos la afirmación explícita de la sacramentalidad del episcopado y del presbiterado, cuyo punto de partida está en LG 12, donde se indica que "enseña el Santo Sínodo que con la consagración episcopal se confiere la plenitud del sacramento del Orden". Su fundamento está en la tradición y práctica litúrgica, pero no es una definición dogmática. El Presbítero está también formulado en numerosos lugares como sacramento. En PO, Decreto sobre el ministerio y vida de los Presbíteros, dice que: "los Presbíteros, por la sagrada ordenación y misión que reciben de los Obispos, son promovidos para servir a Cristo, Maestro, Sacerdote y Rey, de cuyo ministerio participan, por el que la Iglesia se edifica incesantemente aquí, en la tierra, como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo". Los Presbíteros participan en la misión de Cristo, deben santificar a Cristo en su corazón y dar testimonio de Jesús con espíritu de profecía, PO 2. Los Presbíteros se configuran con Cristo, cabeza de la Iglesia y participan en la capitalidad eclesial, siendo cooperadores del Obispo. El ministerio sacerdotal los enraíza en Cristo y en su Iglesia.

El punto de partida de este sacramento es la misión, su fundamento y origen, que no es otro que el envío que Jesús hace a sus discípulos, a los apóstoles para que prediquen y bauticen en su nombre a los hombres. Esta misión apostólica es continuada por sus sucesores los Obispos, y por los sacerdotes. Por eso podemos decir que el ministerio arranca de la misión apostólica, recibiendo su fuerza y sentido en el Espíritu Santo, desde el momento de la ordenación sacramental. Así aparece en LG 20: "Los Obispos , recibieron el ministerio de la comunidad con sus colaboradores, los Presbíteros y Diáconos, presidiendo en nombre de Dios la grey, de la que son pastores, como maestros de doctrina, sacerdotes del culto sagrado y ministros de gobierno".

Simplemente indicamos que la elaboración teológica es muy amplia, tanto en el Concilio como posteriormente. Dentro del Concilio abordan esta cuestión la Constitución sobre la Iglesia "Lumen Gentium", ya citada, el decreto "Cristus dominus", sobre el oficio pastoral de los Obispos, el decreto "Presbyterorum Ordinis", sobre el ministerio y la vida de los Presbíteros y la "Optatam totius", sobre la formación sacerdotal. Tras el Concilio destaca al exhortación del Santo Padre Juan Pablo II sobre la formación de los sacerdotes, titulado "Pastores dabo vobis" del año 92.