Testimonio del Infierno
En la noche del mi�rcoles 14 de Junio, estaba en la iglesia Tabern�culo de Poder Cristo es Mi Rey en Cabo Rojo, en el culto de las noche del Mi�rcoles. Es aqu� donde durante la alabanza, siento el poder del Esp�ritu Santo venir a mi.
En Visi�n vi como Jes�s entraba al lugar, precedido por una larga fila de �ngeles y hu�spedes celestiales. Detr�s de el vino el Padre y el Esp�ritu Santo, pero Jes�s me dijo: "ven montante conmigo, no hagas muchas preguntas, que te mostrare algo."
Enseguida Jes�s me llevo por los cielos, vi los territorios demon�acos mundiales que existen. Luego volvimos a Puerto Rico y me llevo a dentro de una discoteca donde en el momento ocurr�a una fiesta de Reggaeton. Aqu� pude observar como unas culebras se pasaban del hombre a la mujer y viceversa por el ano y el pene de ambos, y en ocasiones por la misma vagina.
Jes�s luego me dijo: "Ven que tengo mas cosas que ense�arte". Me llevo por los cielos y entramos en algo que parec�a un torbellino negro de fuego. Es por ah� que Jes�s y yo solamente entramos, el caballo blanco de rizos dorados se tuvo que quedar fuera.
Bajamos por lo que parec�a una oscuridad masiva, algo indescriptible. Luego llegamos a un lugar donde me dio tanto miedo, que era indescriptible. No pod�a respirar, y pregunte a Jes�s:"�Dios por que aqu� no ah� oxigeno?" y el me respondi�: "Mi hijo yo soy el que da el aliento de vida." Luego me soplo, y logre respirar en aquel desagradable lugar.
Sinceramente Jes�s me hab�a llevado al infierno; seguimos caminando y de frente de mi veo una culebra, gigantesca, parecida en muchos aspectos a una Anaconda. "Lo que ves es la serpiente antigua, que es desobediencia y perversi�n. Como ya te eh explicado, la perversi�n incluye la maldad."
Seguimos caminando y pod�a observar que las llamas del infierno no nos afectaban, las ropas de Jes�s permanec�an blancas, y las llamas no las tocaban.
Llegamos a una pared, de ella en ambos lados hab�an una mujer y hombre colgando de unos grilletes en sus manos, ambos con el numero 666 encima de su frente. Ambos era atormentados por dos demonios, de apariencia de hombres. Jes�s me acerco m�s a la mujer, y pude observar como el demonio la penetraba, pero en ves de semen salio acido y la quemaba por dentro. El demonio la besaba en los labios, y estos se pudrieron, el la latigaba y destrozaba la carne donde el latigazo ca�a. Ella estaba en mucha agon�a, lo sent�a todo, y estaba conciente de su pasado en la tierra, y de su presente estado de desesperaci�n.
Jes�s me viro y me hizo mirar al hombre, el demonio que lo atormentaba le chupaba su pene, y a la vez le soltaba acido y se lo quemaba. El hombre gritaba de agon�a, y era maltratado similar a la mujer. El demonio lo penetraba por el ano y en ves de esperma era acido lo que ca�a, y este gritaba en agon�a. Despu�s de un tiempo los demonios se fueron, Jes�s se acerco a la mujer, y ella vi�ndole le dijo: "Se�or Jes�s, s�came de aqu�, s�came de aqu�, te lo ruego, maestro s�came de aqu�, ya no puedo con esta tortura, llevo mas de 1ano y medio aqu�, soportando d�a tras d�a y noche tras noche esta tortura. S�came de aqu� s�came de aqu�."
Jes�s se conmovi� y le dijo: "Ya es muy tarde, ya es muy tarde. �Por que estas aqu�?" Ella le dijo: "Yo estoy aqu� por fornicaria, iba a los "parties" de Reggaeton, y tenia relaciones sexuales con mi novio. Un amigo que me amaba me dec�a que eso estaba mal pero a mi no me importaba, yo era cristiana, y pensaba que nada malo me iba a pasar." El Esp�ritu Santo me mostraba que la mujer hab�a muerto en una discoteca, abaleada, como una victima inocente de un asesinato. "S�came de aqu� Jes�s, yo me arrepiento, yo te acept� como mi salvador, perd�name, s�came de aqu�!"
"Hija m�a no eres, pues eres hija de tu padre Satan�s, y por eso no te puedo sacar de aqu�. Ya es muy tarde, ya es muy tarde" le dijo Jes�s. Ella le empez� a maldecir, y gritar palabras soeces, y de momento no la vimos mas pues fue consumida por la llamas.
Le grite a Jes�s: "�S�came de aqu�, Dios m�o s�came de aqu� ya no quiero ver mas! Es horrible, s�came de aqu�, s�came de aqu�." Jes�s conmovido me trajo de vuelta a la iglesia, y me despert�.
Casi ni tenia fuerzas para poder pararme, cuando lo logre, estaban recogiendo la ofrenda, la di, y fui al Altar a darle gracias a Dios por esta revelaci�n. Hermanos y Hermanas en Cristo, y aun aquellos que no son creyentes, arrepi�ntanse y ap�guense de Dios por que ah� muchos que conocieron la palabra que ahora est�n sufriendo en el infierno.
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