Balanza
Contrapesas mi sentir
con el hálito de tu razón.
Desbalanceas al pedir
lo carente de condición.
Y me reflejo sin querer
en un mundo de ficción.
Otro medio al que temer
si no cumples la función.
Pero vidente has de ser
cuando lucras mi pasión
y no quieres comprender
más allá de tu opinión.
La balanza debes usar
fue un consejo a seguir.
Equilibrar no está mal
y lo aplicaste para mí.
Y se te olvidó otra vez
que te puedes equivocar,
cuando la cercanía sólo es
un espejismo nada más.
¿Entre amar y entre querer?
Disyuntiva que te das
Al primero comprender
Lo segundo hay que negar.
Y si pesara el amor
ya podrías calcular
la desigualdad y el temor
que me hizo desvariar.
Y no pude responder
las cuestiones al final.
¿Cómo llegar a saber
que me falta madurar?
Todo recae sobre mí
para poder nivelar
la pena certera infeliz
que no puedes disculpar.
¿Y que no estabas ahí
para hacerme notar
el ciclo que viví y caí,
que te tocó experimentar?
Pero no era obligación
la que mide una amistad.
Algunas cosas se omiten
para tratarlas de obviar.
Inferencias que se dan,
yo no me olvido de ti,
sólo me resta esperar
tú lo has querido así.
Raquel Amaro Miranda. (Diciembre 8, 1999)