Notas de una Agenda
Muere la serpiente del deseo,
sólo queda espuma de amargura
que revive el sentir de la ternura
y aniquila el sudor entre tus dedos.
Un suspiro que enloquece mi destino...
dos esencias que se eclipsan con sigilo
No es que quiera recordarte para llenar
mi vacío, es el amor que no se ha ido.
Hugo Slavko 1996
Postrado aquí bajo la lluvia,
abandonaré la vida, la soledad, el frío...
y lloraré, fuertemente, de nostalgia
mientras la noche no haya caído
y el cielo llore conmigo.
Hugo Slavko Agosto 1996
Cortarás una rosa en la alborada, sentirás su sangre, sobre tu piel, derramada... No te importará porque habrá muchas, tiradas. Y ahí estaré, bajo tu pie, con mi néctar derramado y con olor a miel. Me habrás olvidado, bien lo sé, y ni tus ojos, ni tu olfato percibirán mi fragancia desvestida. Quizá algún día notes mi ausencia. Eso será inútil porque ya no tendré vida...
Hugo Slavko Septiembre 1996
Verás el miedo fundirse con el cielo, sintiendo el alma desprenderse de su lecho. La razón no curará tus heridas. El tiempo vendrá, muy tarde, a recoger los vestigios de un anhelo, de una ensoñación sin vida. Por ello goza lo que mañana no exista. Abraza el placer de tu profundo estupor, y extingue, poco a poco, el umbral de tu dolor.
Hugo Slavko Octubre 1996