EL REED CLUB
Integrantes, parados: Carlos Cruz, Manuel
León, Jorge Esteves, Chon Aguilar, Marcos Avilés, Francisco Santelli, Vicente Maldonado
y Miguel Muñoz. Agachados: Enrrique Echanique, José Banchón, Carlos Raúl Gimeno, don
Juán Reed, Héctor Ballesteros, Julio Herrera y Medardo Haro. |
Al anexarse 13 títulos, en un lapso de once años en que
regó de béisbol los diamantes, el REED CLUB demuestra a través de la historia ser el
mejor conjunto de todos los tiempos. Sus campañas de 1955 y 1956 son completas: gana dos
torneos, el "National" y "Oficial Abierto", cerrando un ciclo único;
después ante el insuceso que hace fallar la mecánica directiva, al faltar su cerebro
creador, cunde el caos y desaparece, para surgir fugazmente en 1960. Libra su última
batalla, la gana y se retira definitivamente de los campos de béisbol.
Reed Club es un reguero de glorias, ante el recuento de los hechos que llevaron al
béisbol a convertirse en deporte favorito del público. Teniendo frente a ellos y en
constante competencia a rivales ungidos de popularidad y hasta idolatría, se impuso y fue
aplaudido porque jugó el béisbol que más tarde sería enseñado por profesores y que
ellos lo llevaron a los campos de juegos en expresión espontánea.
Fue Campeón Invicto en el certamen de 1947 (7-0). Ganó (9-2) las
temporadas de 1955. y 1956, y lo que es más, en dos años se llevó el Oficial Abierto
con marcas de 5-0 y 9-0. Brillaba su gran estrella, el tirador derecho Héctor Ballesteros
que vino a ser respaldado en 1956 por Chon Aguilar, con quien se cansaron de ganar
encuentros. Fueron ellos los que llevaron a sus colores a la conquista de esas cuatro
estrellas, orgullo de un béisbol en su mayoría criollo, que enseñó el pasatiempo a la
juventud de entonces; pues, si es verdad que la hinchada surgía clamorosa en favor de sus
rivales: Oriente, Barcelona, Emelec, los pibes de la época trataban de emular a
Ballesteros, Banchón, Echanique, líderes del conjunto campeón y verdaderos inspiradores
del béisbol de entonces.
La victoria es aceptada como pasaporte a la popularidad. Sin victorias no hay claridad en
el paso de la nada al todo. En el deporte, este paso lo dan los atletas; son ellos los que
señalan el camino por donde se riega el aplauso; los que obligan a rendirse a la
multitud. Reed Club tuvo esos atletas y tuvo una barra que, aunque menos numerosa que la
de sus adversarios, nunca lo abandonó; fue leal y bulliciosa, sacrificada. El valor y la
clase de los hombres que vistieron el uniforme gris la fue agrandando en ese viejo y
peludo Reed Park que sigue siendo añorado por sus épocas llenas de béisbol, de
innegable jerarquía nativa, de nostalgia y banderines...
Esas trece temporadas del Reed Club en que logró 95 victorias contra 30 derrotas y tres
certámenes invictos, lo califican el mejor equipo de todos los tiempos. Algunos de sus
jugadores están analizados en esta web, en párrafos que no alcanzan a lograr su
verdadera dimensión. Igualmente los pioneros del béisbol moderno: Juan y Roberto Reed.
Todos ellos se conjugaron para darnos la mejor y más brillante representación criolla
del béisbol aficionado. En la pelota "los números no mienten", aplastan el
recuerdo equivocado, rompen las barreras de la "opinión", destruyen ese estado
de ánimo del hincha cuando se le presentan los guarismos, de ese hincha que, en otros
deportes, se enfrasca en discusiones sin solución porque se rige sólo por la menté, los
recuerdos y su propia opinión, que es irrefutable porque no existe nada que lo obligue a
cambiarla. En el béisbol está el libro, el "scoremaster" que da fin a "la
reyerta" de la memoria. Las columnas de la ofensiva y la defensiva, son terminantes.
Allí "mueren las palabras" ' Y esas columnas colocan al Reed Club como la más
grande novena en la vida de este pasatiempo. Muchos de sus integrantes deberán ingresar
al Salón de la Fama, cuando se haga realidad este "nuevo hogar". Puede que
muchos de sus integrantes hayan sido superados en sus récords a través del tiempo, pero
aquellas figuras señeras del Reed Club, a las que nos hemos referido como inspiradoras,
siguen manteniendo sus "números" intocables. En los demás puestos, los
integrantes de esa novena han sido relegados en sus récords, pero en lo que no han sido
vencidos es en aquello de mantener un infield completo, sin altibajos, que por momentos
parecía invulnerable. ¡Y lo fue! Cuando en 1951, al finalizar el año, se retiraron sin
cometer un solo error; fueron en total 150 lances, entre outs, tiros a las bases y dobles
matanzas, impecables en los brazos y guantes de sus fildeadores.
Es verdad que esas performances fueron conseguidas en su propio diamante, en el que ellos
jugaban de memoria, en donde cosechaban jugadores después de sembrarlos en su equipo
Piratas, que era de invierno y verano; de allí se extraía lo mejor para elevarlo a la
primera categoría.
En aquellos tiempos de turbulencia en el béisbol, en esas citas sabatinas en que se
culminaba la discusión de toda la semana, con los "blicher" llenos hasta los
bordes; que después se hicieron domingo ante la avalancha de peloteros que querían
actuar, se realizaron jugadas que todavía recordamos como si se abriera el telón de ese
escenario para una representación que dura ya muchos años en cartelera. ¿Cómo era
posible que "el Patucho" Banchón llegara con tanta facilidad a una roleta,
cuando hombres de físico privilegiado, longilíneos, hicieran esfuerzos sobrehumanos para
llegara las mismas, aun los extranjeros que ya comenzaban a jugar en nuestros diamantes?.
Fue el tiempo el que di6 la respuesta a este interrogante. Un día, en la pista atlética,
sin conocer nada de atletismo, corrió los 100 metros planos frente a los mejores
velocistas y ganó la prueba en 11 clavados. Era uno de los porqué llegaba con tanta
facilidad a la "spaiding". En la tercera, Echanique fildeaba con elegancia y
tiraba por debajo de¡ brazo después de recoger los rodados; León, sin un brazo
poderoso, mascoteaba a lo grande y lanzaba a la inicial, en donde Maldonado era el
encargado de levantar piconazos, si era necesario.
Recordamos a Héctor Ballesteros lleno de polvo después de haberse lanzado de cabeza
sobre la segunda almohada o sobre el home, sin importarle su posición de lanzador que
otros cuidaban al máximo. Concebía el béisbol como un juego pero también como una
obligación en que había que entregar todo en favor del triunfo; no dejar nada para el
partido siguiente; si era necesario se metía entre los spikes" adversarios porque
era... ¡pelotero!.
Los panameños que vistieron la casaquilla de Reed Club se contagiaron del ambiente
espiritual de ese equipo. Julio "Escopeta" Herrera llegó una tarde desde
Panamá. A pocas horas de bajar del avión ya estaba con el uniforme gris dispuesto a
defenderlo. Jugó en el jardín izquierdo. Partido duro, espectacular... Un batazo
profundo fue conectado por su campo; llevaba pasaporte de jonrón. El panameño fue
atrás, y cuando la pelota parecía volar la cerca, catapultó del suelo para atraparla y
evitar el cuadrangular. Fue out y final de innings, mientras "Escopeta" caía de
espaldas tras la cerca.
En ese terreno se jugaba a morir. Elegancia y heroísmo deportivo se conjugaban. Don Juan,
sentado en su silla de ruedas, era feliz ante estas demostraciones de sus pupilos; feliz
por todo lo que ellos brindaban a la afición que él tanto quiso y respetó.
No fue el béisbol expuesto por el Reed Club el más poderoso, pero si el mejor,
técnicamente considerado. Un béisbol acoplado, seguro y por momentos impecable. La
escuadra la dirigió por algunos años Rubén Barreiro y posteriormente Ricardo Chacón.
Era fácil pararse en el cajón y fabricar títulos al lado de estos grandes del
pasatiempo. Se le ganó el Campeonato a Everest, con "Palillo" Caicedo y Yeyo
Uraga en su nómina, neutralizando su clase.
|
Gil Gonzalo Garrido |
Uno de los maestros que pulió esa novena fue Gil Gonzalo
Garrido, cuya capacidad transformó en mucho nuestra pelota. El grabó lecciones en la
mente y en los músculos de estos magníficos muchachos. Garrido enseñaba jugando,
actuando. Corría, lanzaba, se barría en los cojines. Los peloteros ridistas asimilaban
con facilidad. Fue un empujón más que llevó a lo casi perfecto a quienes integraban
esta novena de luminarias. Lanzó a estos criollos a perfeccionarse y a pensar un poco
más en la táctica.
Reed había logrado su punto máximo cuando, de repente, el destino quiso que
desapareciera don Juan. Con ello perdieron parte de su alma. Comenzó la desilusión, el
éxodo, la declinación de sus facultades. Otros llegaron a colgar los guantes. Muy pocos
resistieron la catástrofe y se vistieron de otros colores; fueron aquellos que les
sobraba clase para seguir siendo campeones. Unidos fueron inmortales como equipo;
dispersos no todos pudieron mantener esa calidad, aunque algunos siguieron aumentando sus
récords, pero no pudieron hacer olvidar a la "novena ideal". Los que la
recuerdan pueden dar fe de su capacidad y su grandeza; nosotros podemos afirmar que nunca
se formará una escuadra criolla como aquella. Don Juan se llevó a la tumba "su
espíritu y su fibra" ' La quiso sólo para él. La desaparición de su mentor marcó
el derrotero fatal de su caída.
Formaciones regulares del "Reed Club" en los años que
campeonó:
1945: REED CLUB, Campeón del Campeonato Federativo;
Barcelona, vicecampeón; le siguieron Emelec, Oriente y Dillon Club. Formó Reed con P.
Héctor Ballesteros, P. Marcos Avilés, 1B. Moisés Romo, 2B. Walter Paladines, 3B.
Enrique Echanique, SS.Manuel León, jardineros Juan "Foca" Díaz, Guillermo
Landívar y Ernesto Morán.
1946: REED CLUB, Campeón (7-2) del National. Formaba P. Héctor Ballesteros, C. Marcos
Avilés, 1B. Jorge Esteves, 2B. Walter Paladines, 3B. Enrique Echanique, SS. Manuel León,
jardinerosJuan "Goca" Díaz, Guillermo Landívar, Miguel Muñoz; alternaron
Miguel Carrión y Medardo Haro.
1946: Se volvió a jugar (por última vez) el Campeonato Nacional de Béisbol, nuevamente
con el Gimnasium Condor de Quito, ganando REED CLUB que se reforzó con Juvenal Sáenz y
Colón Moggia.
1947: REED CLUB, Campeón (7-0) del National. Oriente fue el vicecampeón; le siguieron,
Barcelona, Dillon y Emelec. Formó Reed: P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés, 1B.
Jorge Esteves, 2B. Walter Paladines, 3B. Enrique Echanique, jardineros Miguel Muñoz,
Alfredo "Gato" Fernández Vélez, Medardo Haro; alternaron Carlos Raúl Gimeno,
Juan Coello y Juan Díaz.
1949: REED CLUB, Campeón (3-0) del Torneo Iniciación que fue vicecampeón del National;
Everest fue de este torneo. Formaba Reed con P. Ruffo Chávez, C. Marcos Avilés, 1B.
Vicente Maldonado, 2B. Walter Paladines, 3B. Enrique Echanique, SS. José Banchón,
jardineros Miguel Muñoz, Carlos R. Gímeno, Alfredo "Gato" Fernández;
alternaban Juan Díaz, Héctor Ballesteros, Juan Philiippe y Ernesto Hidalgo,
1950: REED CLUB, Campeón (4-2) del National, seguido por Everest, Oriente y Emelec. El
campeón formó con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés, lB. Vicente Maldonado, 2B.
José Banchón, 3B. Enrique Echanique, SS. Manuel León, jardineros Miguel Muñoz, Carlos
R. Gímeno y Alfredo "Gato" Fernández; alternaron Ruffo Chávez, Yiyo
Iturralde, Jorge Esteves y Ernesto Morán.
1952: REED CLUB, Campeón (9-2) del National, seguido de Emelec, Oriente y Barcelona. Reed
formaba con P. Chon Aguilar, C. Marcos Avilés, 1B. Vicente Maldonado, 2B. José Banchón,
3B. Enrique Echanique, SS. Manuel León, jardineros Carlos Cruz, Carlos R. Gimeno, Héctor
Ballesteros; alternaron José Banchón, Félix Avilés y Francisco Santelli.
1952: REED CLUB, Campeón (5-2) del Oficial Abierto, seguido de Emelec, Imbabura y
Oriente. Reed formaba con P. Félix Avilés, C. Marcos Avilés, 1B. Vicente Maldonado, 2B.
José Banchón, 3B. Medardo Haro, SS. Manuel León, jardineros Carlos Cruz, Carlos
R.Gimeno y Héctor Ballesteros; alternaban Walter Paladines, Francisco Santelli, Manuel
Molina, Francisco Falquez y Lucho PóIit.
1953: REED CLUB, Campeón (9-2) del National, seguido de lmbabura, Emelec y Oriente. Reed
formaba con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés, 1B. Vicente Maldonado, 2B. José
Banchón, 3B. Medardo Haro, SS. Félix Av¡lés, jardineros Carlos Cruz, Carlos R.Gimeno y
Francisco Santelli; alternaban Jorge Esteves, Guillermo Avilés, Miguel Muñoz y Roberto
Reed Jr.
1953: REED CLUB, Campeón (9-1) del Oficial Abierto, seguido de Emelec, lmbabura y
Oriente. Reed formaba con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés, 1B. Vicente
Maldonado, 2B. José Banchón, 3B. Medardo Haro, SS. Félix Avilés; jardineros Manuel
León, Carlos R. Gimeno y Carlos Cruz; alternaban Francisco Santelli, Walter Paladines,
Manuel Molina, Francisco Falquez, Enrique Echanique y Luis Pólit.
1955: REED CLUB, Campeón (11-5) del torneo National, seguido de Emelec y Oriente. Reed
formaba con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés, 1 B. Vicente Maldonado, 2B. José
Banchón, 3B. Félix Avilés, SS. Tomás "Pincho" Moreno; jardineros Carlos R.
Gimeno, Francisco Santelli y Carlos Cruz; alternaban Francisco Falquez, Medardo Haro,
Manuel León y Chon Aguilar.
1955: REED CLUB, Campeón (8-4) del Oficial Abierto, seguido de
Oriente, Emelec y Barcelona. Reed formaba con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Avilés,
16. Vicente Maldonado, 2B. José Banchón, 3B. Julio "Escopeta" Herrera, SS.
Manuel León; jardineros Francisco Santelli, Carlos R.Girrieno y Chon Aguilar; alternaban
Percibal Jamenson, Carlos Cruz, Félíx Avilés y Medardo aro.
1956: REED CLUB, Campeón (8-6) del National, seguido de Emelec y Oriente. Reed formaba
con P. Héctor Ballesteros, C. Marcos Aviles, 1 B. Eduardo Célieri, 2B. José Banchón,
3B. Félix Avilés, SS. Tomás "Pincho" Moreno; jardineros Carlos Cruz, Manuel
León y Carlos R. Gimeno; alternaban Chon Aquilar, Francisco Falquez y Medardo Haro.
1956: REED CLUB, Campeón (6-4) del Oficial Abierto, seguido de Oriente y Emelec. Reed
formaba con P. Chon Aguilar, C. Marcos Avilés, 1B. Manuel León, 2B. José Banchón, 3B.
Medardo Haro, SS. Tomás "Pincho" Moreno; jardineros Héctor Ballesteros, Carlos
R. Gimeno y Félix Avilés; alternaban Daniel Cañizares, Carlos Cruz, Eloy Guerrero y
Alejandro Cruz.
1960: REED CLUB, Campeón (5-2) del Oficial Abierto, seguido de Liga,
Oriente y Emelec. Reed formaba con P."Panchón" Sanchez, C. PedroFuentes,1B.
Vicente Maldonado,2B. Edwin Fernandez, 3B. Eloy Guerrero, SS. Roy Ciark; jardineros Manuel
León, Carlos R. Gimeno y Héctor Ballesteros; alternaban Manuel León y Marcos Avilés.
Regresar |