REPORTAJES
"El Pelotero" On Line
Reportaje especial:

CANTINFLAS BEISBOLISTA

Dr. jaime Cervantes P.

En la Liga Mexicana de Verano, necesitamos atracciones para llenar de familias los estadios. 

Puebla, Pue.- En los últimos 50 años en nuestro béisbol de la Liga Mexicana de verano, hemos visto con alarmante tristeza como temporada tras temporada la afición se junta solamente para ver los primeros partidos de inauguración y después se alejan. 

Posteriormente aquí en Puebla, llegan 20 ó 30 aficionados a ver un juego. Los dueños de los equipos sufren pérdidas terribles y muchos de éstos se van en dos o tres temporadas, pues salen quebrados. 

En ocasiones hemos tratado de saber un poco; las razones por las cuales ha disminuido la afición al béisbol y cuando menos aquí en Puebla, los gobiernos han hecho muy poco por impulsar este bello deporte, también el servilismo de los directivos del béisbol ha hecho que se inclinen ante la ineficiencia de los gobiernos. 

Nos hemos acercado a las universidades y hemos preguntado qué se hace por el béisbol y es desanimante el saber que está catalogado el béisbol como deporte de segundo nivel, también nos hemos preguntado cuáles son las razones que arguyen para colocar en estos lugares a nuestro queridísimo béisbol y una de las razones que nos dan es, no hay campos para propagar este deporte. 

Aquí en Puebla han desaparecido muchos campos y poco hacen las autoridades para propagarlo, también hemos visto que otros deportes que hacen presión a las autoridades, tienen preponderancia para impulsarlos. 

Hay muchísimos factores que hacen que nuestro béisbol vaya decayendo poco a poco y hay otros países como Cuba, que tienen excelentes academias en cada una de las ciudades o pueblos para impulsarlos, nos hemos puesto a pensar que las personas que están al frente de este deporte en cada una de las ciudades de México, son ineptas para llevarlo al nivel que merece, pues Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y Panamá, que recientemente se ha integrado al béisbol internacional, se juega un béisbol superior al de México. 

La Liga Mexicana se juega en verano y los ojos de todo beisbolista se encuentra en Estados Unidos, pues es el País rey del dólar y del mundo, es donde se ganan millonadas y por lo tanto las ligas mayores y las menores en verano se llevan lo mejor de México y de esta manera hemos visto que el mejor béisbol que se juega en México es el de la Liga de la Costa del Pacífico por hacerlo en invierno, muchas estrellas mexicanas que juegan en Estados Unidos vienen a jugar a estos lugares. 

Por lo tanto la Liga Mexicana de Verano está condenada a tener un béisbol inferior al de la Liga del Pacífico. 

Otro de los detractores de la Liga Mexicana de Verano son las transmisiones que se hacen a través de la radio ya sea a nivel estatal o nacional, en algunas ocasiones me han comentado que la gente que transmite por radio o televisión da hasta sueño oírlos, no le ponen esa emoción, no le ponen esa alegría al transmitirlos y la mayor parte de ellos son gente que no lo han jugado y que al transmitir no lo sienten y dicen muchas mentiras. 

Los periodistas, son otro lado negativo, algunos también son improvisaciones. 

En Estados Unidos, en las ciudades los periódicos de mayor circulación en su página deportiva, en el encabezado se anuncia a qué hora va a jugar el equipo, la dirección del estadio, las estaciones de radio y televisión que los van a transmitir; aquí en Puebla ni siquiera se sabe en que momento o qué día va a haber béisbol de la Liga Mexicana, o sea que realmente la hace falta promoción, los equipos deben escoger a un periódico que estén dando todas estas noticias en el encabezado. 

Junto a esto hemos de decir que si en otras épocas en Estados Unidos han pasado por días amargos como en la depresión económica de los 30’s han salvado al béisbol, algún otro evento como es el caso de los cómicos o payasos. 

En la Liga Mexicana de Verano, necesitamos estos incentivos. Grande ha sido el éxito de los equipos de las Ligas Negras que incorporaban la atracción a sus juegos, como cómicos, corredores, músicos. 

Muy frecuentemente llevaban alguna atracción, como cuando los acompañaba Jesse Owens, que había sido campeón olímpico en Berlín en el año de 1936 y que durante los juegos de béisbol acompañaba a estos equipos y competía corriendo contra motos, bicicletas, caballos o con jugadores de la localidad, a quienes les daba 10 yardas de ventaja. Algunas veces se paraba el juego en la 7a. entrada para llevar a cabo la atracción. Owens acompañó frecuentemente al Toledo Crawfords durante 1939. Normalmente los caballos le daban 10 yardas de ventaja, que era algo así como 10 metros. En cierta ocasión, en Texas, como el dueño de un caballo rehusó darle los 10 metros Owens se negaba a correr; pero la gran multitud expectante le gritaba a Owens y lo comprometía. Jesse no quería hacerlo, pero ante el público que había pagado, se veía obligado y moviendo la cabeza se fue a darle la vuelta al estadio dos veces. Los Crawfords le urgían a que no aceptara la apuesta, pero cuando terminó las dos vueltas dijo: 

- ¡Ahora voy a correr!. 

El público esperaba expectante quién ganaría: el caballo o el hombre. Sonó el disparo y en los primeros metros sacó buena ventaja Owens, pero a medida que pasaban los metros el caballo parecía que lo alcanzaba. Al final ganó Owens, sólo por centímetros, pero ganó. Parecía que había volado, respiraba profundamente y con mucha satisfacción decía a los Crawfords: 

- Saben, yo creía perder. ¡Esta ha sido una de mis grandes carreras! 

Al terminar el juego, la gente le aplaudió mucho a Owens y hacía el comentario de que la carrera había valido la pena más que el juego. Owens nunca aceptó medirse en una carrera al cuadro con Cool (Papa Bell) que fue otro negro con historial glorioso en el béisbol y considerado de los más veloces en este deporte. 

Entre los negros que vinieron a México recordamos a un cubano: era Carlos Colas, que también tenía fama de haber jugado una carrera en el norte contra un caballo y haberla ganado. Era todo un espectáculo verlo correr de home a primera o bien robarse una base. La gente nace con genes marcados para desarrollar alguna actividad, pero hay que buscar cual es la actividad en la que se puede tener éxito. 

A este Colas le decían por apodo "Sunset". En 1942 y 1943 jugó con el Torreón; en 1944 y 1945 con Nuevo Laredo; en 1946 y 1947 con el México; en 1952 y 1953 con el Monterrey y en 1954 con el Águila. 

Bateaba y tiraba derecho; de posición jugaba el cátcher. Bateó un total de 309 en toda su vida y se robó un total de 131 bases. 

En los deportes hemos visto con frecuencia gente que no sobresale mientras la siguiente generación, sus hijos, ya vienen destinados para desarrollar esa actividad; en el caso del fútbol el padre de Pelé lo jugó, pero sin sobresalir y Pelé sí lo hizo; el papá de Willie Mays fue un buen beisbolista pero Willie fue mucho mejor; Orlando Zepeda brilló mucho más que Perucho, su padre. 

Es seguro que la actividad del padre se marca en los cromosomas del hijo; esto y el ambiente que desde pequeños los rodea, la alimentación, etcétera, hace que el hijo sea más capaz. Por eso en los deportes se debe dar preferencia a los hijos de los deportistas para que México tenga éxito. 

Hay un deseo de todo padre, que dice: "el hijo debe ser más capaz que el padre." 

¡Qué lástima que yo no superé al mío en el béisbol! 

En la Liga Mexicana de Verano, necesitamos atracciones para llenar de familias los parques, como los Clows (payasos) que querían jugar un béisbol serio, pero tenían un acto de comedia y así jugaron en el Yankee Stadium y el Comiskey Park, con éste jugaba Goose Tatum, showman y primera base, era un comediante, y una de sus especialidades era tocar la primera base justamente antes de que el corredor llegara. 

Otro de los muchos comediantes lo fue el catcher Peppers Bassett que lo hacía encima de un sillón mecedor que no tenía respaldo, para que pudiera tirar bien a las bases. Con tal actuación se volvió una atracción; a México llegó también este jugador, aunque aquí casi no catchó en la silla mecedora. 

Un texano blanco, ya de bastante edad decía: 

- ¡A mí no me importa si soy el único blanco en las gradas, yo voy a ver al negro catchando en el sillón mecedor! 

Este Basset era un muy buen cátcher. Después se fue con el "Philadelphia Stars" y luego con "Pittsburgh Crawford". Era todo un espectáculo ver jugar a estos negros en el Pepper ball. Durante la práctica de campo hacían las jugadas cada vez más rápidas; otras veces simulaban que tiraban la pelota mientras los demás seguían los movimientos como si realmente la recibieran. 

Nosotros veíamos este tipo de juego aquí en el Parque Puebla, por los jugadores negros que estaban acostumbrados a esto en Estados Unidos. 

Aquí en México era una algarabía verlos, por eso iba tanta gente y nos emocionábamos y aplaudíamos a cada uno de los jugadores negros que lo hacían, fueran americanos o cubanos. 

El show de The Clown se hacía entre la 5ª y la 7ª entrada y algunas veces se llenaban los parques. 

"The Clown": tenían un espectáculo grandioso, hecho por negros para tratar de jalar gente y algunas veces llegaron a tener más que las Ligas Mayores. Sin embargo hubo gente envidiosa que puso como pretexto la ética dentro de los propósitos del béisbol y así trataron de hacerlos desaparecer. Con estos mismos jugó el Rey del Home-Run Hank Aarón. 

Por esta misma época también había otro grupo como "The Miami Clowns":los "Tennessee Rats". Era un espectáculo muy alegre ver a estos equipos; sin embargo, había gente que se quejaba de esto y decía que había que tomar el béisbol en serio. 

Por esta misma época existía otro equipo Zulú Caníbal Giants por los años de 1930, que tenían faldas de palma, con los pies descalzos, desnudos del pecho, pintados de la cara y con bats que se parecía a una guerra de clubs, realmente eran auténticos africanos y apareció también por estos años otro grupo llamado los “Barbones de la casa de David” que era un equipo de blancos con el pelo largo y la barba muy grande, vinieron de gira y jugaron en el Parque del Instituto Madero, ubicado en la 17 poniente y 5 sur, contra los Aztecas de México, con los que jugaban los hermanos Torrijos y Fernando Barradas. 

Grandes jugadores como Babe Ruth en alguna ocasión jugó contra estos, con barba postiza, emulando a los Barbones. Estos equipos de payasos le dieron bastante animación a los juegos de béisbol y es difícil explicar por qué razones tuvieron tanto éxito y eran cómicos principalmente negros y en algunas ocasiones jugaban en las ciudades durante las ferias, un pequeño campeonato que se premiaba con 1,000 hasta 4,000 dólares al campeón. 

La gente que organizaba estos eventos ganaba bastante dinero y se hacía lo mismo en Estados Unidos y en Canadá 

En 1949, 16,000 gentes asistieron a estos juegos en dos días, en Indian Head Saskatchewan (Canadá) 

Aquí en México, emulando a estos grandes del béisbol, nosotros vimos jugar al gran Cantinflas en el Parque Atoyac. 

Este parque se inauguró el 19 de mayo de 1940. Yo recuerdo que mi papá me hablaba mucho de que iba a venir Cantinflas, cosa que ocurrió un mes o dos después de la inauguración. 

Cantinflas llegó a jugar con un equipo que se llamaba "Artistas", contra los "Empleados Atoyac". Recuerdo todavía estar sentado entre las piernas de mi papá, en las tribunas de atrás del home plate, que entonces estaban techadas. 

Ver a Cantinflas con los pantalones abajo de la cintura y bateando era un espectáculo fantástico. Le estaba pitchando Venancio Días y catchaba, en el mismo equipo del "Atoyac", su hermano Antonio Díaz. 

Venancio le dio un pelotazo en la cabeza a Cantinflas, tirándolo; éste se levantó muy enojado y con todo y bat se fue directo hacía el montículo del pitcher, enfrentándose a Venancio, que se le quedó viendo desconcertado pues Cantinflas llevaba el bat y creyó que le iba a pegar. 

Cuánta sería su sorpresa cuando Cantinflas ordenó a la orquesta que estaba ahí que tocara un danzón y se puso a bailar con Venancio. Atrás de nosotros estaba la esposa de Cantinflas, que era una extranjera y que también se había asustado mucho cuando su esposo recibió el golpazo. Esto era parte del show que Cantinflas había visto en Estados Unidos y adaptado a las costumbres y a la gran música que nosotros adoramos. Lo habíamos visto bailar un danzón. 

Y que no se diga que no bailaba cuando toreaba. Era apasionante verlo en el Toreo de Puebla, ahí donde después estuvieron las tiendas Blanco. ¡Qué lástima que hayan demolido El Toreo! ¡Qué lástima! Para llamar más la atención hacía el béisbol, "The Clowns" firmó en 1953, a una mujer llamada Tony Ston que jugaba la 2a. base. Jugó poco tiempo y sin ninguna importancia, pero es de las primeras y pocas veces que oímos que se había jugado al béisbol profesional por una mujer: 

Aquí en Puebla Daniel Juárez, con visión del futuro, formó dos equipos. Fueron "El Dumbos" y "El capullo de rosas". 

Bibiano Montiel, al ver entrenar a "El Capullo de Rosas" en el Motolinía, le dijo a Daniel Juárez: 

- Juaritos, ¿no podría usted darme trabajo? 

Y Daniel, que estaba entrenando a las niñas, dejando de batear y volteando hacia Bibiano, le preguntó extrañado: 

¿Y de que quieres que te de trabajo? 

- De masajista- propuso Bibiano. 

Y Daniel, sumamente enojado, le contestó: 

- ¡Vete a la chingada! ¡Aquí el único masajista soy yo! 

En el futuro puede haber algunas mujeres suficientemente capaces para jugar béisbol. Ya las hay de ampayers en el béisbol y 4 equipos femeniles que juegan béisbol profesional en Miami, Florida y no lo hacen mal. Probablemente con el tiempo llegue alguna mujer a cruzar la barrera de la segregación del sexo. 

"The Clowns" primero estuvieron en Cincinnati y después en Indianápolis; en 1935, fueron una tremenda fuerza en el béisbol negro. En 1943, fueron invitados a entrar oficialmente en las Ligas Negras y cuando lo hicieron cambiaron su nombre por el "Ethiopian Clowns". 

Cuando el béisbol negro estaba en declive alrededor de 1950, este equipo era un éxito, pero después se comprobó que para el béisbol profesional no servían. 

Sabemos de muchos, pero muchos jugadores de otros deportes, que al jugar béisbol por primera vez lo encontraron tan apasionante que no volvieron a dejarlo. Es típico el caso aquí en Puebla, del señor Antonio Bravo Gil, el "Chatín", que jugaba fútbol como ala derecha en el parque Asturias, enfrente de donde estaba el Toreo que, como ya dijimos fue demolido para construir las tiendas Blanco. El "Chatín" Bravo se puso a jugar béisbol y como center fielder agarró un elevado, cosa que lo emocionó tanto que jamás dejó este deporte. Así pasa con todo el que lo juega: no vuelve a dejarlo. 

Otro caso típico lo fue Jorge Pasquel. En un principio era portero del equipo de fútbol del Colegio San José, en los años 1917 y 1918, allá en Veracruz. Este personaje fue otro de los inolvidables del béisbol de México. 

Su nombre hizo estremecer al béisbol organizado de Estados Unidos. Fue el socio que engrandeció el béisbol de México y de Puebla. Fue el hombre que ayudó a que la hermosa raza negra fuera reconocida por el béisbol organizado de Estados Unidos; el béisbol negro encontró en su cartera el Mesías prometido, el premio que abrillanta la mente de todo ser humano. 

¿Cómo llegó el béisbol a Cuba? Es imposible afirmarlo con certeza. 

Pudo haber sido llevado por los americanos que fueron a Cuba, o por cubanos que regresaron de Estados Unidos. También son imprecisos los datos sobre los lugares en que se piensa que se jugó por primera vez, ya que antiguamente no se llevaban crónicas de este grandioso deporte. En un principio el béisbol sólo era un pasatiempo hermoso, pero que se apoderaba cada vez más de la voluntad del hombre, a la par que éste se recreaba de esa hermosa actividad física. Tal vez años después de la formación de la Liga de Béisbol Nacional de U.S.A, por los años de 1880, surgió el Béisbol en Cuba. Esto lo escribió Wenceslao Gálvez y Delmonte, quien decía que había cientos de equipos por todos los rincones de Cuba, que el béisbol era más popular que las peleas de gallos o el toreo y que los equipos Habana y Almendárez eran acérrimos enemigos. Estos cubanos, por la cercanía con Veracruz, con Yucatán y la costa del Golfo de México, vinieron a nuestras ciudades y enseñaron el béisbol. 

En Cuba contrataron jugadores americanos blancos y negros para complementar sus equipos, y también a maestros de este deporte en el que los cubanos resultaron muy buenos jugadores, y algunos tal vez mejores que los americanos. Se dice que el alumno siempre debe superar al maestro, y si no lo supera, que se muera. 

Por los años de 1900, los equipos de las Ligas Mayores de Estados Unidos visitaban Cuba y lo mismo hicieron equipos negros que saltaban de Florida Keys para Cuba. 

Poco después los cubanos también iban a jugar a Estados Unidos, en equipos que estaban compuestos por blancos y negros pues no había diferencias raciales. Jugaban con el nombre de "Cuban Stars" y con estos iban Rafael Almeida y Armando Marzans, dos jugadores blancos que fueron contratados por el equipo "Cincinnati Reds" en el año de 1911. Ellos fueron los primeros cubanos en las Ligas Mayores. En México conocimos a Armando Marzans como manager del Alijadores de Tampico, que era temible y poderoso equipo que venía a jugar contra el Puebla. Este Tampico era una obra de Marzans, a quien recordamos ya algo grande, de anteojos y gordo, aplaudiendo y animando a su equipo en el cajón de tercera base. Con la admisión de estos jugadores los negros creían que la integración racial en el Béisbol estaba próxima, pero cuantos años tuvieron que esperar para que este sueño se hiciera realidad. 

Los equipos de Cuba crecieron en poder y su calidad estaba pareja con la de las Ligas Mayores. En la isla sólo se jugaba en invierno, cuando las temperaturas eran más bajas. Por esta razón, los jugadores cubanos, negros y blancos, venían a jugar a la Liga Mexicana en verano y se iban en invierno a Cuba. Aquí el jugador que llegaba tenía que estar bien sazonado; tenía que ser de lo mejor para tener un lugar. Y los cubanos que iban a Estados Unidos casi siempre jugaban por primera vez con los "Cubans Stars", y de este equipo brincaban a otros de las Ligas Negras. Así llegaron a Estados Unidos Cristobel Torrienti del "Chicago American Giants" y José Méndez del "Kansas City Monarchs". 

Los cubanos - negros o blancos- se llevaban bien con los americanos - negros o blancos-; no había discriminación alguna, se jugaba al tú por tú. Lo mismo se hizo aquí en México; los mexicanos al tú por tú con los cubanos, portorriqueños, panameños, americanos. Todos eran iguales. 

En 1939, Willie Wells dejó el "Newark Eagles" para jugar con el Veracruz en la Liga Mexicana. En una carta que le envió al escritor del periódico negro "Courier" de Pittsburgh le decía: 

- No sólo gano más dinero jugando aquí, sino que vivo como rey. No tengo problemas raciales, vivimos en los mejores hoteles, comemos en los mejores Restaurantes y vamos a cualquier lugar que deseemos. 

Nosotros no tenemos esos privilegios en U.S.A.; yo no renuncié al Newark para irme a otro equipo, yo salí del país; he encontrado libertad y democracia aquí, algo que yo no tuve en U.S.A. Aquí en México soy un hombre. 

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