Entre el Pitcher y el bateador hay una guerra psicológica, el más inteligente es 
el que somete al otro.

Por el Dr. Jaime Cervantes Pérez

Nuevamente nos ha tocado ver otra serie mundial, que desde que tenemos conciencia para el béisbol, probablemente desde 1939, año con año vamos viendo cada uno de estos juegos de otoño que hacen de este deporte el mejor, en el país más rico del mundo; ya otro de mis ídolos el Sr. Jorge Pasquel había dicho que este país sería el del reinado de mil años, creo que no se equivocó, pueden suceder en el futuro muchos factores que hacen que caiga un país:  los griegos tuvieron sus épocas de gloria, los egipcios, los romanos y cayeron.  Pensamos que Estados Unidos durará mucho, su tecnología es de primera.

Esta tierra que engendró el béisbol lo ha hecho universal y países no beisbolistas lo practican, como el caso de Italia, Túnez, Bélgica, Nigeria, Portugal, Rusia, España, Argentina, China y evoluciona en todo el mundo.

Hemos visto héroes grandiosos como Ty Cobb, Satchel Paige, Josh Gibson, Monte Irvin, Babe Ruth, Raymond Dandrige, Martín Dihigo, Ramón Bragaña, Lázaro Salazar, Pete Rose, Sammy Sosa y mucha más gente latinoamericana que ha llegado a engrandecer el béisbol, sería muy difícil nombrar a tantos.

También podemos decir que los parques de aquí, como ya lo dije alguna vez, son fantásticos, y así como el musulmán hace visitas a la Meca; el beisbolista debe ver por lo menos una vez en su vida un parque de estos.

En los que se jugó esta Serie Mundial ahora tenemos el Edison Field de Anaheim en Los Ángeles, Cal., con una capacidad de 45,000 gentes, no debemos menospreciar también el Pacific Bell Park de San Francisco que por el sólo hecho de ponerle Bell, la compañía de teléfonos pagó muchos millones de dólares.

Y no podemos dejar de hablar del dirigible saturno que lleva cámara de TV para ver desde arriba el estadio, todo esto es fantástico, el beisbolista tiene derecho a conocer.  Para el aficionado americano es muy caro este espectáculo como también la comida y golosinas que se expenden en estos parques, tan sólo el estacionamiento del coche no baja de $10.00 dólares.

Pero todo esto es un espectáculo maravilloso para gozarlo, son alrededor de tres horas las que está un fanático dentro del parque, las acciones que se llevan a cabo con cada batazo, con cada agarrada, con cada pitchada, es algo único en el mundo.  Ningún país puede igualar al béisbol que se juega en esta América, es lo máximo de todo el mundo, las pizarras electrónicas, un espectáculo maravilloso con la tecnología más moderna.

Sus vestidores con salas equipadas con computadoras, televisores, para sus videos, para que los jugadores puedan ver sus errores y aciertos.

Los parques con restaurantes para gozar los deliciosos alimentos y hoteles con vista al diamante, etc. etc.

La máxima aspiración de un jugador es llegar a las Ligas Mayores de USA, cualquiera de nuestro superdotados beisbolistas latinoamericanos y ahora asiáticos, pueden llegar aquí y como dije en otro de mis artículos, sólo es el deseo para llegar.

En nuestros países latinoamericanos, a nuestros jugadores debemos enseñarles la nueva tecnología de las computadoras, porque estando acostumbrados a esto podrán manejarlas en sus clubs para poder tener una concentración mayor y repetición de las jugadas anteriores de ellos mismos para corregir y mejorar en dónde se haya encontrado un error, con esto estoy hablando también de los vide–tapes que pueden hacerse para que nuestros jugadores estén a la par con los de América, pues he oído que nuestros jugadores latinoamericanos no consultan esto frecuentemente o la usan poco, en cambio el jugador americano usa más esto, ya que ellos son educados desde el nivel primaria (grammar school), con esta tecnología, en nuestros países muy pocas escuelas a este nivel lo tienen, a excepción de escuelas particulares, es decir escuela de gente de dinero.

Ø      El primer juego celebrado, Gigantes ganó duelo de home runs 4-3 a Anaheim.

Ø      En el segundo juego Anaheim le gana a San Francisco 11-10, siendo el héroe Salmon.

Ø      En el tercer juego el Anaheim ganó 10-4.

Ø      En el cuarto juego Gigantes ganó 4-3.

Ø      En el quinto juego Gigantes acribilló a Anaheim 16-4.

Ø      En el sexto juego Anaheim ganó 6-5, en el juego más increíble y dramático, pues llegaron hasta la 7ª Entrada 5-0 a favor del Gigantes y en la 8ª empataron y se subieron, para mi este fue el juego que inclinó la balanza a favor del Anaheim, pues se empataba la Serie y estaba listo el marco para la coronación del Anaheim; y así lo sintió el Gigantes que fue al siguiente juego, temeroso de que le sucediera lo mismo.

¿Se imaginan ustedes cómo se pasaron los jugadores del San Francisco después de salir del parque?, ¿Piensan ustedes que se les olvidó fácilmente esta derrota?, ¿Piensan ustedes que pudieron conciliar el sueño?, ¿Piensan ustedes que no tuvieron pesadillas, viendo jugada tras jugada con las que les sacaron la victoria de la bolsa?, ¿Creen ustedes que descansaron en la noche?

Al día siguiente por la mañana, ¿Creen ustedes que se levantaron enteros para el juego final?

No señores, los Gigantes fueron heridos de muerte, mental y físicamente, ya no tuvieron la misma concentración de los juegos anteriores.

En cambio el Anaheim iba mentalmente listo para dar la estocada final, iba a jugar en su casa, con su público que los animaba hacer lo increíble, a ganar su primera Serie Mundial y se pensaron:  si  pudimos darle la vuelta después de ir 5-0, qué no podemos hacer después en este juego final.

Y se presentaron con la actitud de vencedores ante su público que los urgía a dar el remate final, como en un circo romano eufórico y hambriento de gloria.

Ø      En  el séptimo juego, ante 45,000 gentes como habíamos dicho, Anaheim ganó 4-1 y se coronó por primera vez como campeón de la Serie Mundial del 2002.

Indudablemente que la persona que llamó más la atención en esta Serie, fue ver batear a Barry Bonds, que tiene un sinnúmero de récords individuales incluso en esta Serie, pero no un título de campeón en Serie Mundial.

El padrino de Barry es el gran Willy Mays, y Bonds dijo que le gustaría superar la marca de Willy de 660 home runs.

Ha causado mucha polémica, no solamente en USA sino a nivel internacional, el hecho de que en muchas ocasiones se le ha dado base por bolas para evitar un home run, nosotros no estamos de acuerdo en que se le de bases por bolas pues creemos que un bateador de categoría como es él, se le debe de pitchar difícil, en algunas ocasiones como lo hace Clemens, a la cabeza, en rasuradas, a los tobillos, porque el pitcher también tiene derecho a defenderse, a él y a su equipo.

Cuando un bateador pasa a batear, si le tiran a la cabeza o al cuerpo, en la siguiente pitchada ya no sólo va a estar atento a la pitchada, va a estar atento también a que la pelota no le vaya a pegar, entonces el cerebro del bateador está cuidando dos cosas: la pelota que viene para batearle y que también le puede venir a pegar, entonces ya no es la misma concentración y el bateador está distraído y ya no le podrá batear con tanta seguridad, ¿Hasta dónde le es permitido a un pitcher tirarle al bateador cerrado?, esto es válido, no hay  ninguna ley que diga que no se le puede tirar cerrado, claro está que solamente la primera pitchada se le puede tirar a la cabeza o al cuerpo, pero con esta será suficiente para desequilibrar la concentración del bateador y evitar que lance todo el poderío de su swing para batear un home run como lo hace Barry y solamente una segunda pitchada intencionada, entonces sí el umpire puede hablar con el pitcher.

El bateador puede descifrar cuando el pitcher le esté tirando a él.  Tampoco se debe amonestar al pitcher cuando una bola con curva le pega al bateador.

El umpire por ningún motivo debe poner leña en el asador al amonestar a un pitcher que le haya pegado a un bateador sin intención, ya que los problemas vienen después de que el umpire reprende al pitcher.

También sucede que cuando reprende a las dos partes, evita enfrentamientos entre los dos equipos y también evita una venganza.

Muchas veces cuando el pitcher le pega al bateador, el pitcher contrario también puede tomar venganza pegándoles a los bateadores contrarios.

Barry Bonds, se ha impuesto con mucha grandeza, ha impuesto su personalidad en el campo de béisbol y a los pitcheres los hace temblar con su poderoso bateo y nadie le pitchea a la cabeza, al cuerpo o a los pies, salvo algunos con muchos pantalones, son capaces de hacerlo, esta clase de pitcheres se impone a los bateadores, al umpire y al público.

En una ocasión Clemens, pitcher del Yankees, estando en el dug out vio que Barry se ponía un protector en su codo derecho y comentó a sus compañeros que él le iba a tumbar el pedazo de plástico que tenía en el codo derecho y efectivamente, en la Tercera entrada de un domingo, Clemens le pegó exactamente en el protector del codo, después de que le pegó, Bonds se le quedó viendo brevemente, antes de irse a la primera base, Clemens dijo que el codo estaba muy cerca de la zona de straight.

Realizaron una investigación y determinaron que no fue a propósito el pelotazo y no hubo suspensión para Clemens por pegarle a Barry Bonds.

Hemos de decirles que hay una sección en donde se investiga la disciplina dentro del béisbol y el encargado de esto es el Sr. Bob Watson, MLB’s Vice-Presidente.

También por parte de los umpires está Ralph Nelson, MLB’s Vice-Presidente, quien investiga los problemas de disciplina.

Nosotros suponemos que para la calidad de Barry Bonds, también debe pitcharle otro jugador igual o mejor que Clemens, porque estos dos individuos son gentes con extraordinaria habilidad para jugar béisbol del bueno.

Hemos de decir que solamente en ocasiones excepcionales, como ejemplo: 9ª entrada, sin out, la carrera del gane en la 3ª y pasando a batear Bonds, en este caso si es aceptable darle la base por bolas intencional, es decir hay que examinar cuidadosamente cuáles son las condiciones por las cuales amerita la base intencional, si no hay que pitcharle todo el tiempo, muy difícil, entre ellas pelotazos al cuerpo o muy pegados a él.  Entre el pitcher, el coach de pitcheo y el manager, debe haber una estrecha relación para decidir si se le pitchea o se le da base por bolas.

Barry Bonds, está en el apogeo de su bateo, que es lo último que pierde un jugador de béisbol, tiene 38 años y poco a poco irá perdiendo su habilidad, esto se manifestará por la pérdida de los reflejos, por las lesiones que va teniendo en su cuerpo.  Generalmente la decadencia de un jugador pasa a los 38 años, en el caso de Joe DiMaggio a la edad de 35 y Babe Ruth después de los 38.

Mientras tanto Barry Bonds, sigue siendo Barry Bonds, es un superdotado con sus 73 home runs en el 2001.