Como ya hemos visto en el Concepto de la enfermedad, ésta
tiene un doble componente. Por un lado se afectaría el
esqueleto axial y por otro las articulaciones periféricas.
Los enfermos vamos desarrollando posturas compensadoras de esas
alteraciones de la columna con el paso del tiempo y a medida
que avanza la enfermedad.
La evolución de la enfermedad es variable e impredecible.
Hay personas que manifiestan síntomas leves y que apenas
se ven limitados y otras que presentan una enfermedad más
severa (cuando se afectan las articulaciones periféricas
de forma intensa acompañado de inflamación de
la cadera). El comienzo de la enfermedad en la adolescencia
se relacionaría con pronóstico malo y con afectación
más frecuente y grave de caderas.
El dolor que presenta el paciente suele ser persistente
al comienzo de la enfermedad y posteriormente tendría
períodos de exacerbaciones y remisiones. Hoy por
hoy apenas se dán casos en los cuales el paciente se
vea incapacitado de forma drástica. La evolución
de los tratamientos nos hace ser optimistas de cara al futuro.
El paciente suele encontrarse al final de la adolescencia o
al comienzo de la edad adulta cuando empieza a referir la sintomatología
inicial (es raro encontrar pacientes con sus primeros síntomas
por encima de los 40 años). El primer síntoma
es inespecífico. El enfermo manifiesta un dolor insidioso
a nivel de la región lumbar más baja, incluso
en los glúteos. Además manifestará rigidez
lumbar por las mañanas de varias horas de duración
y que cede con el ejercicio, volviendo a aparecer si la persona
permanece en la misma posición un cierto período
de tiempo.
Posteriormente el dolor se hace bilateral y más molesto
y prolongado, e incluso puede afectar por las noches al
paciente, haciendo que tenga que levantarse por las noches.
En ocasiones al palpar la zona dolorosa, se exacerba el dolor.
Sin embargo, aunque esto puede ser lo típico, existen
enfermos cuyas primeras manifestaciones son a nivel de los talones,
tubérculos tibiales, tuberosidades isquiáticas,
fémur, crestas ilíacas, apófisis espinosas
e incluso a nivel esternocostal. Vamos a ver las manifestaciones
típicas:
Sacroilíacas:
Es un dolor muy frecuente sobre todo en los estadíos
iniciales de la enfermedad y es debido a la inflamación
de las articulaciones sacroilíacas en la parte terminal
de la columna vertebral, donde se relaciona con la cadera. El
proceso inflamatorio podrá verse cuando ya ha evolucionado,
dando un signo radiológico típico de la enfermedad,
la sacroileítis.
El dolor de las sacroilíacas no tiene por qué
limitarse a esa región, pues a veces se refiere en la
parte posterior del muslo, llegando incluso hasta la rodilla.
Suele ser un dolor bilateral y puede saltar de una a otra sacroilíaca.
Debido a que con el tiempo esta articulación sufrirá
anquilosis (perderá su funcionalismo) el enfermo dejará
de manifestar dolor en la zona. Cuando existe, puede verse aumentado
con los esfuerzos que llevan a la tensiòn de la zona,
como los estornudos y la tos.
Columna Vertebral:
En los estadíos iniciales los dolores serán en
la parte más baja de la misma, a nivel lumbar bajo. Sin
embargo conforme pase el tiempo irá ascendiendo progresivamente,
trasladándose así el dolor a distintos segmentos.
El dolor es insidioso, sobre todo se manifiesta después
de dormir, tras períodos de reposo en la misma posición
y no es extraño que interfiera en el sueño nocturno.
Algo también frecuente es el dolor con la tos y el estornudo.
Este dolor no va a tener relación con el mayor o menor
esfuerzo del enfermo, y es posible que tenga períodos
de remisión.
La columna irá perdiendo movilidad con el paso
del tiempo, sobre todo los movimientos de flexión-extensión
hacia delante y hacia los lados por parte de la columna lumbar.
Otro aspecto importante es que los movimientos respiratorios
pueden verse limitados..
El médico suele medir (mediante la prueba de Schober)
el grado de flexión de la columna lumbar y la amplitud
de las expansiones torácicas.
Los casos intensos y no tratados tienen a hacer que la lordosis
lumbar (inclinación normal de la columna a ese nivel)
se pierda, se atrofian las nalgas y los músculos paravertebrales,
y la cifosis torácica se aumenta. Cuando se afecta la
columna cervical, suele inclinarse el cuello hacia adelante.
Otro fenómeno que ocurre es que el sujeto va perdiendo
estatura conforme evoluciona la enfermedad, aunque no de forma
drástica, debido a la inclinación de la columna.
También aumenta la distancia entre occipucio y pared
cuando colocamos al paciente de espaldas en una pared recta
(llamado flecha de forestier)
En el caso de las mujeres la anquilosis debería
ser menor, pero suelen manifestar más anquilosis cervical
y afectación periférica.
Afectación de las articulaciones periféricas:
La mayoría de los pacientes suelen referir en algún
momento de su vida alguna alteración en articulaciones
periféricas. A veces son la principal causa de molestias
en los períodos iniciales de la enfermedad. En cuanto
a las características de esta afectación, hay
que decir que no suele ser bilateral, y lo más frecuente
es que sea oligoarticular y en extremidades inferiores.
Las articulaciones afectadas suelen ser: caderas, rodillas,
tobillos, hombros, y también se habla en algunos
textos de tarso y metatarsofalángicas. Lo más
frecuente serán las caderas, siendo patente la limitación
de movimientos y el dolor cuando están afectadas. En
este caso suelen afectarse ambos lados. Parece ser que la afectación
de las mismas se asociaría a enfermedad vertebral más
grave. En principio deberían ser autolimitadas,
pero en ocasiones es necesario un tratamiento especial para
que frene esa inflamación.
Tórax:
Cuando existe tos o estornudos va a aparecer un dolor
importante y que será debido a la afectación de
las articulaciones de la zona, que son las manubrio-esternales,
condro-esternales y esterno-claviculares. Los enfermos tendremos
una respiración abdominal pues los movimientos torácicos
son cada vez menos amplios, y como consecuencia el tórax
se deforma y aplana.
Manifestaciones Extra-articulares:
Serían aquellas patologías que se presentan lejos
de las articulaciones, y que son menos frecuentes, considerándolas
complicaciones de la enfermedad.
la web tiene un carácter orientativo y de apoyo
para afectados o gente interesada en la espondilitis anquilosante,
por tanto ante cualquier duda acerca de su enfermedad, lo
conveniente es consultar a su médico de familia
y/o reumatólogo, pues su criterio y opinión
no puede ser sustituido por ninguna página web.
Por tanto, lo más importante es una comunicación
fluida con el médico de familia y/o reumatólogo. Ante
cualquier duda puede visitar el foro o el chat y allí
alguna persona afectada por espondilitis probablemente le
ayude. Sin embargo reiteramos que lo más importante
es lo que le pueda decir su médico[email protected]
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