Como he repetido muchas veces en esta sección de la
web, nuestra enfermedad se caracteriza porque no tiene un curso
uniforme en todos los pacientes, ni una severidad idéntica.
El hecho de tener espondilitis no quiere decir que uno vaya
a presentar todas las alteraciones que he mencionado. Aún
así he considerado necesario mencionarlas porque forman
parte del amplio abanico de posibilidades de la enfermedad,
pero ante todo eso no debe preocupar en exceso al enfermo ni
hacerle vivir inquieto continuamente.
Algunos sufren una forma más severa de espondilitis,
que haría que progresase más rapidamente hacia
la anquilosis, mientras que otros presentan una espondilitis
más benévola y cuya sintomatología es menos
acentuada. Por eso los médicos no pueden decirnos cómo
va a evolucionar la enfermedad, pues no existen métodos
que les permitan saber cómo va a evolucionar nuestro
caso en concreto.
Por supuesto, la mayoría de los enfermos de espondilitis
podemos hacer una vida más o menos normal tanto
en el plano familiar como el plano social o laboral, eso sí,
evitando esfuerzos físicos intensos. En muchos casos
existen exacerbaciones y remisiones espontáneas que permiten
a la persona estar sin medicación durante ese tiempo;
sin embargo pocas veces esas remisiones son totales.
La progresión a la anquilosis es variable. En algunos
estudios se ha visto que tras un seguimiento de cuatro décadas
menos de la mitad de los pacientes presentaban anquilosis manifiesta,
y casi todos tenían una capacidad funcional aceptable.
Lo que más se valora para el pronóstico es la
evolución en los primeros 10 años de la
enfermedad, pues es cuando más se manifiesta la progresión
de la enfermedad a través de las vértebras. Otros
factores de mal pronóstico son la artritis periférica
(sobre todo la cadera), edad de inicio antes de los 16 años,
el grado de limitación vertebral ,a escasa respuesta
a los antiinflamatorios, las espondilitis esporádicas
(sin familiares afectos en cualquiera de sus formas). Las mujeres
tendrían un pronóstico más favorable en
cuanto a la anquilosis.
Uno de los principales problemas de la espondilitis son sus
tratamientos, que a veces pueden traer problemas y alteraciones
secundarias a su uso.
Hoy en día el pronóstico de los pacientes
de EA es mejor, pues el diagnóstico se hace de forma
más precoz y los tratamientos mejoran día a día,
así que debemos ser optimistas en cuanto al futuro de
esta enfermedad.
la web tiene un carácter orientativo y de apoyo
para afectados o gente interesada en la espondilitis anquilosante,
por tanto ante cualquier duda acerca de su enfermedad, lo
conveniente es consultar a su médico de familia
y/o reumatólogo, pues su criterio y opinión
no puede ser sustituido por ninguna página web.
Por tanto, lo más importante es una comunicación
fluida con el médico de familia y/o reumatólogo. Ante
cualquier duda puede visitar el foro o el chat y allí
alguna persona afectada por espondilitis probablemente le
ayude. Sin embargo reiteramos que lo más importante
es lo que le pueda decir su médico[email protected]
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