Freddy llegó a Ecomoda muy temprano esa mañana. No había dormido bien. En la entrada se encontró con Inesita.
_Buenos días, Freddy
_Buenos días, mi distinguida dama.
_Freddy, usted no vino hoy en su motora.
_La verdad es que hoy no tenía deseos de manejar mi vehículo motorizado.
_ ¿Y eso por qué?
_Verá, Doña Inesita, es que anoche estuve pensando en que a todo el mundo le parece gracioso verme en esa motora, en vez de tener mi automóvil.
_Pero no sea tonto, Freddy. Por lo menos no está a pie como yo.
_Sí, pero verá Doña Inesita, yo no creo que un hombre tan elegante, con este porte que tengo de caballero, deba andar en motora.
_Peor es estar a pie.
Sí, pero yo creo que me merezco un carro y estoy decidido a tenerlo.
_Bueno, ¿y cómo? Si con lo que se gana en Ecomoda no da para pagar las mensualidades, menos da para un carro.
_Sí, pero estoy pensando en una idea para ganar más dinero.
_ ¿Qué? ¿Se va a casar con una millonaria?
_Ojalá, pero no; tengo otra idea. Voy a ver cual de las muchachas del Cuartel puedo conquistar y con los dos sueldos juntos a lo mejor me da para comprarme un carrito.
_ ¿Y cuál va a ser la agraciada?
_No sé, aunque pensándolo bien… Doña Inesita, ¿a usted no le gustaría un amante joven y elegante como yo?
_Mire, Freddy, no se ponga fresco.
_No, si se lo digo en serio, muy respetuosamente.
_Me voy , que ya a usted le empezó a patinar el coco.
_Inesita, usted sabe que es bromeando, pero de verdad estoy tan desesperado por tener un carro que haría cualquier cosa.
_Bueno, me voy que Don Hugo debe estar como loco buscándome. Nos vemos, Freddy.
Freddy se queda pensativo y corre a alcanzar a Inesita.
_Inesita, espéreme que voy con usted.
_Pues apúrese que tengo prisa.
Se dirigen los dos al taller de Hugo. Hugo ve a Freddy y sale a la puerta.
_Y usted, ¿qué hace aquí? Voló de acá.
_Hola, Don Hugo. ¿Cómo está hoy?
Y a éste, ¿qué le pasa?
_Nada Don Hugo, que yo nunca vengo a su taller y esto está de lo más lindo. Se nota su fina mano en todo.
_Ay, gracias, Freddy.- dice Hugo emocionado.- Si quiere puede pasar a mirar, pero no toque nada.
_Gracias, Don Huguito.
_Definitivamente usted está muy malito hoy.
Hugo mira a Inesita y le dice:
_Inesita, tráigame una valeriana que la necesito.
_Don Hugo y usted, ¿gana mucho dinero por aquí?, pregunta Freddy.
_Y usted, ¿por qué quiere saber?
_No por nada. Simple curiosidad de mensajero con un mísero sueldo.
_Pues a la verdad que no me pagan como un artista de la alta costura como yo me merezco, pero no me quejo. Me da para pagar mi penthouse, mi auto y todas las comodidades que mi delicada persona acostumbra tener.
_Oh, ya veo. ¿Y usted sigue soltero?
_ ¿Y eso? ¿Por qué le interesa?
_No, por nada. Es que como a usted no le gusta vivir solo.
_Pues verá, Freddy, yo estoy buscando a un hombre que sea guapo, cariñoso, y que me pueda mantener los gustos a los cuales estoy acostumbrado.
_En eso mismo ando yo.
_ ¿Qué? ¿Usted?
En eso llega Inesita y escucha último que Freddy dice, pero ve que como está tan preocupado por lo del carro no se da cuenta de lo que está hablando. Inesita le da la valeriana a Hugo y se va.
_Don Hugo, ¿y sus modelos ganan mucho?
_Freddy no me cambie el tema.
No, si no le estoy cambiando el tema. Dígame, ¿ganan mucho?
_Sí, pero qué es eso de que usted está buscando a alguien que lo ayude.
_Sí, Don Hugo. Verá, es que necesito un vehículo motorizado que vaya más acorde con mi apariencia, con mi personalidad de gran hombre de mundo, de galán de telenovelas.
_ ¿Y?
_Pues que como usted sabe aquí en Ecomoda no pagan mucho y mi sueldo no me da para comprarme un automóvil y por eso quiero buscarme a alguien que me ayude.
_ ¿Y usted cree que en este taller puede encontrar a ese alguien?
_Sí, creo que sí.
_Pues yo podría ayudarlo.
_ ¿De veras? Ay, Don Hugo yo sabía que podía contar con usted.
_Bueno, pero no va a ser tan fácil. Así como así no voy a aceptar. Déjeme pensarlo.
_No, no se preocupe. Tómese su tiempo. Después que usted me ayude estoy dispuesto a todo. Pídame lo que sea.
_ ¿Lo que sea? Yo sabía que usted era pícaro, pero no tanto. Bueno ahora váyase y déjeme trabajar.
_Pero no se olvide que prometió ayudarme.
_No seas tan impaciente que te dije que lo iba a pensar, picarón.
_Ok, Don Huguito, nos vemos lueguito.
Freddy se va contento pensando en que Hugo va a ayudarle. Mientras tanto Hugo se encuentra en su taller loco de alegría pensando en que por fin va a tener a alguien a su lado que lo necesita.
Cuando está en el lobby, Freddy ve pasar unas modelos que van para el taller de Hugo y se va tras ellas. Cuando llega al taller, Hugo lo ve y se le acerca.
Freddy, pero que impaciente es usted. Si le dije que lo iba a pensar.
Freddy le guiña el ojo muy coqueto a las modelos y le dice al diseñador:_Es que quiero asegurarme que no se le olvide lo que quedamos. Mire que estoy muy desesperado. Que su decisión no pase de hoy porque si usted no avanza a lograr que mi condición económica mejore, me voy a morir de desesperación.
_No se me muera ahora. Es más, ya lo pensé y decidí ayudarle.
_ ¿De veras? Ay, Don Hugo, creo que voy a llorar de la emoción y no le doy un abrazo ahora mismo porque si me ve la gente pueden pensar mal.
_Freddy, le recomiendo desde ahora que vaya olvidándose de lo que dice la gente por que si no nunca va a ser feliz.
_Tiene razón, pero es que yo soy muy macho.
_Yo lo sé, y eso es lo más que me gusta de usted.
_Entonces, ¿qué esperamos?
_Freddy, ahora estoy ocupado, espere a que termine con las modelos y nos vamos a mi apartamento.
_ ¿A su apartamento? ¿Y eso p-para qué?
Para ponernos de acuerdo de qué vamos a hacer en esta situación.
_ ¿S-situación?
_ Pues, ¿se muda usted a mi apartamento o me mudo yo al suyo?
Freddy se aleja de don Hugo asustado. No entiende lo que este habla y le pregunta:
_ Mudarme a su apartamento, ¿a qué?
_ ¿Cómo que para qué o qué. Usted me dijo que estaba buscando un hombre que le ayudara igual que yo.
_ Usted está equivocado. Si le dije que yo soy muy macho.
Si, pero es usted un macho que necesita que le ayuden a comprarse un carro.
_ Si, y pero ¿qué es eso de mudarnos juntos? Si lo que quiero es que hable con las modelos a ver cual de ellas se quiere casar conmigo.
_ ¿Queeeeee? ¿De qué esta hablando?
_Yo le pregunté que si sus modelos ganaban mucho dinero y usted prometió ayudarme.
_ Usted se refería a las modelos…
_ ¿Y qué pensó usted? ¿Qué yo quería estar con usted?
_ Ay, a mí como que me va a dar algo… ¡Inesita! ¡Tráigame la valeriana rápido! Freddy, váyase de aquí y no vuelva más por mi taller.
_Pero, Don Huguito---
_ ¡Ni “Don Huguito” ni nada. Fuera de aquí, macho cabrío, hombre inmundo! Ustedes los hombres son un asco. ¡Inesita la valeriana que me va a dar algo!
Hugo cae al suelo desmayado. Freddy se asusta y sale corriendo cuando se tropieza con Inesita que viene con la valeriana.
_Inesita, creo que ya no necesito el automóvil.
_ ¿Y por qué cambio de parecer?
_ Pues opino que es mejor andar en motora y ser uno bien macho, a que lo anden confundiendo a uno como que no lo es.
_Freddy, discúlpeme, pero no entiendo nada.
_Oiga, mejor vaya y atienda a Don Hugo que ya se desmayó.
_ ¡Dios mio! ¿Y qué le hizo ahora used?
_No, si fue por no hacerle nada que se desmayó.
_Mire, usted está más loco cada día.
_Eso sí Inesita: ¡loco sí, pero loca jamás!
F I N