Marta Rotonda

EL CÁLIZ DE SUS CUERPOS 
 

En vano intenta la dulce voz del órgano
restaurar en la distancia
el destrozado cáliz de sus cuerpos...
- Ceremonia por la Paz.
Ruego en desesperanza
oxidadas las calles y los puentes y las aguas
tras el derrame sin piedad
del vino consagrado. -
En tanto, en cualquier sitio
alguien erige un insensato altar
a dioses sanguinarios
con cientos de corderos propiciatorios.
El círculo retoma el sendero del fuego
en la matanza
mientras la santa evanescencia del incienso
se confunde con el olor a carne desgarrada
con el grito de horror fragmentado
del eterno caballo de Guernica

Sin descanso, desde algún lugar de privilegio
Se resuelve el turno
del número de días a vivir.
Siempre hay pretextos
para destruir
el consagrado cáliz de los cuerpos.

TIEMPOS


Existe un tiempo
en que el milagro es negro.
Imperturbable noche.
Fatídica conjunción de desaliento
Horizonte que expira
cuatro centímetros
más allá
de nuestra vertical.
Entonces, el sonido es opaco
a la palabra
de aliento.
Se anestesia la piel a la caricia,
la sal del dolor se alimenta de sangre
y no hay destierro,
no hay plazo,
no hay bautismo
que inaugure otra vida,
que sugiera otro sol.

 

 

 

Marta Rotonda. Nacida en Mar del Plata. Radicada en Buenos Aires desde 1961. Profesora en Letras egresada de la Facultad. de Filosofía y Letras de la Universidad de Bs. As. Sus poemas forman parte de numerosas antologías de poetas nacionales.

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