MEMORIAS DE LA ETERNIDAD DEL TIEMPO (Crónicas del medioevo florentino) (fragmento) El acero de una daga relampagueó entre la maleza. Iba el joven artista solo por entre los bosques y los ciervos. Pero lo rojo tiñó el verde, el marrón y la paz. Sentada en su alcoba, con la inquietud de los insomnes, escuchó los gritos y las corridas. El gato negro hermoso, salió asustado de su rico almohadón, y unió su maullido a los gritos. |
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Antes, la belleza incólume y negra como un amoroso Cupido entre los amantes; ahora, un heraldo pero también la amistad pura y el consejo cierto entre el hombre y la mujer, la mujer y el hombre unidos en la Puerta al Paraíso o en la entrada al Infierno. Más bien los pasos entre el quejido de los novios perpetuos y el caminar del gato negro, conducen al Amor, y a la Eternidad y los protege el Ángel. |
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Le dieron permiso para que el hermoso animal la acompañara, y en la celda oscura, el gato negro fue su Luz. ILEANA GÓMEZ GAVINOSER (1965) |
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