Este último libro de José Bravo confirma la calidad de los anteriores pero implica, a la vez,
la revelación de uno de esos poetas escondidos que sorprenden cuando se los descubre...
Estamos en deuda con José Bravo. Deberíamos conocer más sus poemas. Sería Justicia.
                                                                           
Héctor Miguel Ángeli


José Bravo                                            
                                               
                                           

 
                                                       

Las visitas

                 Entre la fronda,
el laurel ensaya su heráldica de hojas.
Lo anima el agua desde el fondo.
Desde la sal. Esa sembrada estrella.

              Un dios menor, alucinado,
le ha hecho la roja mordedura
por la rama.

                             (Lejos,
                   cruje un eje
                   como un gajo.)

              A veces,
viene también el viento.
Que le sigue mandando colibríes
a beberle esa miel
entre la hoja.

                             (Y el carretero
                        canta un canto
                   redondo como un aro.)

 

Arquería

          Allí está el blanco.
Soy arquero
y no miro
con el ojo.

        (Mi corazón y el blanco
son el otro arco
del arquero
que me puso en la flecha.)

        Estoy de pie, apuntando,
al borde de la explosión
que nos desate.

        Siento el pulso del atento
arquero aquel, mirando un blanco
que tan lejano está.

        Y sin embargo

        ha comprendido.
No está lejos el blanco
sino él.

        Y mira, sin el ojo,
cómo el blanco le apunta,
silencioso.

 

El amor del ángel

Es una mirada
donde cabe el mundo
porque el mundo es la mirada del ángel
o el ángel
es el mundo.

No lo sabía
pero escribí el silencio
que es la mudez de la palabra,
el no estar de la palabra
existente.

Primero debe existir
tal como es, exacta (reconocible al menos);
luego, fuerte,
no estar.

Pude saberlo, niño, en el patio de mi casa.
Todo lindero sirve para saber:
la libertad es allá, siempre allá,
y desde acá.
Hay señales más allá del silencio y la palabra.

Tal el mensaje del ángel, el que mira.

 

de su libro "Señales más allá" (Botella al Mar, Buenos Aires, 2007) 

José Bravo. Poeta, narrador, autor teatral, actor y director de escena. Febra Editores publicó sus libros: La Vagabunda, Dos poemas con mujer, Toso ese silencio, Poema, piedra dura (poesía) y Enriqueta o mientras la yerba aguante (teatro). Fundó los grupos: Teatro del Bichofeo y Teatro de Pablo. Actualmente, y desde 1955, es profesor de teatro en la Universidad de La Matanza. Como dramaturgo estrenó diversas obras: El santón, Laura, El informe de Imprécator, La octava maravilla, El sustituto y El crucero de Tespis. Es autor de El arte de desenmascarar (ensayos sobre el teatro) y de las novelas La anunciación del Ángel Cachilo y Poética, inéditos. Integra el consejo de redacción de la Revista de Literatura Tamaño oficio. 

 

Durante la presentación de "Señales más allá", Alejandrina Devescovi, directora 
de Botella al Mar, el autor, y los poetas Lucila Févola y Julio Félix Royano, quienes se
refirieron al libro. Leyó poemas: Pilar Álvarez.

 

El autor firmando ejemplares

 

 

 

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