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“Poemas casi invisibles como ejercicios para entrar a un desierto.”
Dolores Etchecopar
Roberto Glorioso
5
Adiestra
en altares de su infierno
perros y palomas.
6
Sobre hospicios de nieve
se derrumba
el puente que cruzó la madre.
8
El plato guarda
brutalidad
de hueso infinitamente roído.
Su limadura de hambre
cumple ceremonias
ampolladas de idolatría.
Contenciosas.
12
Un graznido
alrededor del silencio
ya no es noticia.
Lo invalida
esta seducción de pastizales
que agravan la casa vacía.
19
Un dios para esta tarde
de domingo.
Para que su aliento a soledad
desmantele grúas
de silencio.
22
Un pájaro que busca
torrencialidad de vuelo
incuba otros modos
de su desolación.
23
El juego de la nave
supone cartas de otras marinerías.
Cuentan
el esplendor de la mañana
como finísima llovizna.
Nadie alude
a su profundidad de precipicio.
29
Porque el paraíso defiende
clausuras
intenta despellejar un corazón.
Hasta habitarlo.
38
Urge
una destinación en nuestro duelo.
Ese pasadizo de metrallas.
Roberto Glorioso nació y vive en Azul, Provincia de Buenos Aires. Su obra abarca cuento, poesía y teatro.
Ha publicado Los olvidos imperecederos, Comuniones de silencio, Lejanías conjuradas, Playa de mediaciones, Música de guerra, Astillas y
Enunciados del desierto.
Es autor, además, de las Hojas de Sudestada números 83, 117 y 142, de los Cuadernillos del mismo sello:
Campo de batallas, Otras cercanías de lo humano y Los ángeles
prohibidos, del Desplegable de Sudestada Apuntes de intemperie, y de las Plaquetas
Poemas y Espacios de agua de Editorial Arché.
Ha obtenido: Tercer Premio de Poesía de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, Mención de Honor de la Fundación Acero Savio y la Faja Nacional de Honor de la
Asocia-
ción de Escritores Argentinos. Poemas suyos integran numerosas antologías.
En la actualidad, es Secretario de Cultura y Educación de la Asociación Bancaria Seccional Azul y Asesor Literario de la Fundación Banco Industrial.
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