En Nidia, con la misma coherencia con que lo hace a lo largo de su obra, Dalter reconstruye
y enfatiza, no la invención sino el latido; lo primigenio. Aquellos acontecimientos que se pueden
leer en la piel interior de la memoria...

                                                                                   José Antonio Cedrón

 

Eduardo Dalter

y su poemario "Nidia"

 

Sentada junto a la
   ventanilla
ves pasar las estaciones
   los puentes
y las esquinas
   de suburbio,
como no viéndolos, o
   como mirando
una película, que es
   la misma
de hace un año
   o parecida;
después mirás tus
   manos,
tus uñas a medio
   despintar,
y a los pasajeros
   apiñados
con sus ojos y sus
   aires,
todos con un cansancio
   distinto
y semejante, hasta que
   abrís
el libro que traías
   en el bolso
—el tomo II de Paul
   Eluard—
para cerrarlo en la
   estación
entrante, y seguir
   cavilando
o buscando un
   detalle,
un color, un brillo,
   y todo
como en un diario
   viaje
de secuencias, que
   te animan
a mirar, tocar, tu
   soledad
de manera cierta,
   o conveniente;
tu soledad más
   íntima,
que entibia y
   pinta
hasta tus párpados.

***

Mirabas al sudeste
   las luces pequeñitas
y titilantes de Port
   of Spain
mientras ibas dejando,
   íbamos dejando,
huellas de pies descalzos
   en la arena
que las últimas brazadas
   espumosas,
siempre distintas,
   borrarían.
El cielo, lo recordaste,
   era más alto,
   más profundo,
y humoso hacia el
   oeste,
pero negro, muy negro,
   con sus astros,
entre un paisaje, un
   bramar,
que parecía ir más
   allá
de todo sueño y todo
   itinerario,
mientras tu piel, tus
   ojos,
eran estrellas de la
   misma
constelación, el mismo
   tiempo,
y todo en vos, también
   en mí,
como lejanías posibles,
   como vértigos
y calmas posibles,
   o como un revuelo
de aire entrañable
   entre el aire;
o canciones, notas
   dispersas,
que traen las distancias,
   los olvidos,
allá, candor con
   candor,
alta la noche,
   y mano
   con mano,
en las respiraciones,
   los ecos,
los reflejos...

 

Eduardo Dalter —Buenos Aires, 1947—. Algunas obras del autor:
En la medida de tus fuerzas (Maracaibo, 1982), Silbos (Bs. As. 1986),
Hojas de sábila (Bs. As. 1992), Las costas del golfo (Mérida, 1995),
N.Y. Postales para enviar a los amigos (Buenos Aires, 1999), Almendro
de naufragio (Caracas, 2000), Bocas Baldías (Buenos Aires, 2001), El
mercado de la muerte (La Habana, 2004), Hojas de ruta (1984-2004)
(Bs. As., 2005), Canciones olvidadas (Córdoba, 2006), Nidia (Ediciones
del Nuevo Cántaro, Bs. As. 2007)

-__________________________

Del "Jornal da Ane" Año 1 - nº 1 de la Asociación Nacional de Escritores de Brasil,
julio de 2007, (págs. 10 y 11) que publica 8 PREGUNTAS A EDUARDO DALTER, por
RONALDO CAGIANO,
seleccionamos dos para Fijando vértigos.

No Brasil, atualmente, conhecemos mais a prosa contemporânea argentina.
Quando se fala em poesia surgem alguns nomes do passado, como Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Edgar Bayley, Enrique Molina e Oliverio Girondo. Quais os nomes que hoje pontificam no cenário poético de seu país?

Não podemos deixar de recordar o que nos aconteceu como país durante mais de um quarto de século, desde o terror até a pilhagem. Assim, nada fica bem, e tudo circula, quando pode, com dificuldade. Sucede também que nossos povos são criativos,arraigadamente criativos, contra o quê, em verdade, nâo pôde nenhuma ditadura. Há que prosseguir, continuar semeando, no descobrimento e na difusão de nossos poetas. Acrescentaria aos nomes mencionados, sobretudo, Juan L. Ortiz, um criador de primeira ordem da poesia argentina; há naturalmente outros e não poucas obras para citar, mas Juanele, como é afetivamente chamado, é para não poucos poetas e críticos uma das vozes mais relevantes da poética nacional; um poeta nascido em fins do século XIX e falecido na época da última ditadura na provincia de Entre Ríos. Outros nomes a destacar são os de Francisco Madariaga, morto faz poucos anos, Raúl Gustavo Aguirre, Olga Orozco, Juan Gelman, marcos da segunda metade do século, e, sem dúvida, Miguel Ängel Bustos, um poeta desaparecido. A lista nâo está completa, mas não se trata aqui de estabelecer
um catálogo, senão de confirmar a extensão de uma poética tão intensa quanto diversa. Nas últimas décadas, a poesia que tem circulado nas províncias fala de um horizonte maior, vasto horizonte que seria oportuno e justo levar em conta, para assim poder configurar, de modo correto, um mapa poético nacional. Nesse quadro não são poucas as vozes, ainda que para esta exposição apenas cite dois criadores: Juan Carlos Bustriazo ortiz (La Pampa, 1929) e Néstor Groppa (Córdoba / Jujuy, 1928).

No podemos dejar de recordar lo que nos aconteció como país durante más de un cuarto de siglo, desde el terror hasta el saqueo. Así, nada queda bien, y todo circula, cuando puede, con dificultad. Sucede también que nuestros pueblos son creativos, raigalmente creativos, contra lo que en verdad no pudo ninguna dictadura. Habrá que seguir sembrando, en el descubrimiento y en la difusión de nuestros poetas. Yo sumaría a los nombres mencionados, sobre todo, a Juan L. Ortiz, un creador de primer orden de la poesía argentina; hay naturalmente otros y numerosas obras para citar, pero Juanele, como afectuosamente se lo cita, es para no pocos poetas y críticos una de las voces más relevantes de la poética nacional; un poeta nacido hacia fines del siglo XIX y fallecido en tiempos de la última      dictadura en la provincia de Entre Ríos. Otros nombres a subrayar son los de Francisco Madariaga, muerto hace pocos años, Raúl Gustavo Aguirre, Olga Orozco, Juan Gelman, hitos de la segunda mitad de siglo, y, sin dudas, Miguel Ángel bustos, un poeta desaparecido. La lista no está completa, pero tampoco se trataría aquí de fijar un listado, sino más bien de confirmar la extensión de una poética tan intensa como diversa. Asimismo, en estas décadas, la poesía que ha estadocirculando en las provincias habla de un horizonte mayor, vasto, que sería oportuno y justo ir
teniendo en cuenta, para así poder configurar, de modo cierto, un mapa poético nacional. En estos ejemplos no son pocas las voces, aunque para esta exposición sólo cite a dos creadores: Juan Carlos Bustriazo Ortiz (La Pampa, 1929) y Néstor Groppa (Córdoba / Jujuy, 1928).


Qual o lugar da poesia no mundo contemporâneo, tão imediatista, seduzido pela globalização e alienado aos fetiches do deus-mercado?

O mundo contemporâneo está exposto e ferido, e sob sórdidas pressões. A pobreza extrema e a fome, já vitimando centenas de milhões de pessoas, não falam disso? Por outro lado, o fato de que nesses anos tenham desaparecido aldeias e algumas cidades como Fallujah, não fala disso? Que dizer, ou que calar? Na oergunta está a palavra globalização; uma palavra que parece querer exclamar algo! Uma palavra que, mesmo não o querendo, diz pelo peso das circunstâncias, e pelas páginas dos periódicos do mundo, de globalizadores e de globalizados. Dir-se-ia que todas
as culturas do mundo, diante do que se está afirmando, estão sob a mira do deus-mercado, que é um mercado sem balança, e, meditando em termos de vida, sem piedade e sem inteligência. Que lugar, também pensando em termos de humanidade, poderá ter então a poesia? Não tem sido acaso a voz profunda da humanidade nos tempos, e a voz que indica caminhos, fertilidades, fendas, amores e encontros? De qualquer forma, creio que é uma pergunta para ir respondendo
entre todos; uma pergunta, sinto-o às vezes, que está pendente, ou à espera de melhores luzes...

El mundo contemporáneo está acechado y lastimado, también bajo sórdidas presiones. ¿La pobreza extrema y el hambre ya extendidas en centenares de millones de personas, no hablan de ello? Por otra parte, el hecho de que en estos años hayan desaparecido aldeas y algunas ciudades como Fallujah, ¿no habla de ello? Qué decir, o qué callar. En la pregunta aparecía la palabra globalización;
¡toda una palabra que parece quisiera exclamar algo! Una palabra, que, aunque no lo quiera, dice por el peso de las circunstancias, y por las páginas de los periódicos del mundo, de globalizadores y de globalizados. Todas las culturas del mundo, viendo lo que se está afirmando, pareciera que están bajo la mira para el dios-mercado, que es un mercado sin balanza, y, meditando en términos
de vida, sin piedad y sin inteligencia. ¿Qué lugar, también pensando en términos de humanidad y de vida, podrá tener entonces la poesía?; ¿No ha sido acaso la voz profunda de la humanidad en tiempos, y la voz que indica caminos, fertilidades, grietas, amores y encuentros? De cualquier forma, creo que es una pregunta para ir respondiendo entre todos; una pregunta, por momentos siento, que está pendiente, o en espera de las mejores luces...


 

fijando vértigos 2007 ® Todos los derechos reservados

 
Hosted by www.Geocities.ws

1