Sentada junto a la
ventanilla
ves pasar las estaciones
los puentes
y las esquinas
de suburbio,
como no viéndolos, o
como mirando
una película, que es
la misma
de hace un año
o parecida;
después mirás tus
manos,
tus uñas a medio
despintar,
y a los pasajeros
apiñados
con sus ojos y sus
aires,
todos con un cansancio
distinto
y semejante, hasta que
abrís
el libro que traías
en el bolso
—el tomo II de Paul
Eluard—
para cerrarlo en la
estación
entrante, y seguir
cavilando
o buscando un
detalle,
un color, un brillo,
y todo
como en un diario
viaje
de secuencias, que
te animan
a mirar, tocar, tu
soledad
de manera cierta,
o conveniente;
tu soledad más
íntima,
que entibia y
pinta
hasta tus párpados.
***
Mirabas al sudeste
las luces pequeñitas
y titilantes de Port
of Spain
mientras ibas dejando,
íbamos dejando,
huellas de pies descalzos
en la arena
que las últimas brazadas
espumosas,
siempre distintas,
borrarían.
El cielo, lo recordaste,
era más alto,
más profundo,
y humoso hacia el
oeste,
pero negro, muy negro,
con sus astros,
entre un paisaje, un
bramar,
que parecía ir más
allá
de todo sueño y todo
itinerario,
mientras tu piel, tus
ojos,
eran estrellas de la
misma
constelación, el mismo
tiempo,
y todo en vos, también
en mí,
como lejanías posibles,
como vértigos
y calmas posibles,
o como un revuelo
de aire entrañable
entre el aire;
o canciones, notas
dispersas,
que traen las distancias,
los olvidos,
allá, candor con
candor,
alta la noche,
y mano
con mano,
en las respiraciones,
los ecos,
los reflejos...
Eduardo Dalter —Buenos
Aires, 1947—. Algunas obras del autor:
En la medida de tus fuerzas (Maracaibo, 1982), Silbos (Bs. As. 1986),
Hojas de sábila (Bs. As. 1992), Las costas del golfo (Mérida, 1995),
N.Y. Postales para enviar a los amigos (Buenos Aires, 1999), Almendro
de naufragio (Caracas, 2000), Bocas Baldías (Buenos Aires, 2001), El
mercado de la muerte (La Habana, 2004), Hojas de ruta (1984-2004)
(Bs. As., 2005), Canciones olvidadas (Córdoba, 2006), Nidia (Ediciones
del Nuevo Cántaro, Bs. As. 2007)
-__________________________
Del "Jornal da Ane" Año 1
- nº 1 de la Asociación Nacional de Escritores de Brasil,
julio de 2007, (págs. 10 y 11) que publica 8 PREGUNTAS A EDUARDO DALTER,
por
RONALDO CAGIANO, seleccionamos dos para Fijando vértigos.
No Brasil, atualmente, conhecemos mais a
prosa contemporânea argentina.
Quando se fala em poesia surgem alguns nomes do passado, como Alejandra
Pizarnik, Alfonsina Storni, Edgar Bayley, Enrique Molina e Oliverio Girondo.
Quais os nomes que hoje pontificam no cenário poético de seu país?
Não podemos deixar de recordar o que nos aconteceu como país durante mais
de um quarto de século, desde o terror até a pilhagem. Assim, nada fica
bem, e tudo circula, quando pode, com dificuldade. Sucede também que nossos
povos são criativos,arraigadamente criativos, contra o quê, em verdade, nâo
pôde nenhuma ditadura. Há que prosseguir, continuar semeando, no
descobrimento e na difusão de nossos poetas. Acrescentaria aos nomes
mencionados, sobretudo, Juan L. Ortiz, um criador de primeira ordem da
poesia argentina; há naturalmente outros e não poucas obras para citar,
mas Juanele, como é afetivamente chamado, é para não poucos poetas e críticos
uma das vozes mais relevantes da poética nacional; um poeta nascido em fins
do século XIX e falecido na época da última ditadura na provincia de
Entre Ríos. Outros nomes a destacar são os de Francisco Madariaga, morto
faz poucos anos, Raúl Gustavo Aguirre, Olga Orozco, Juan Gelman, marcos da
segunda metade do século, e, sem dúvida, Miguel Ängel Bustos, um poeta
desaparecido. A lista nâo está completa, mas não se trata aqui de
estabelecer
um catálogo, senão de confirmar a extensão de uma poética tão intensa
quanto diversa. Nas últimas décadas, a poesia que tem circulado nas províncias
fala de um horizonte maior, vasto horizonte que seria oportuno e justo levar
em conta, para assim poder configurar, de modo correto, um mapa poético
nacional. Nesse quadro não são poucas as vozes, ainda que para esta exposição
apenas cite dois criadores: Juan Carlos Bustriazo ortiz (La Pampa, 1929) e Néstor
Groppa (Córdoba / Jujuy, 1928).
No podemos dejar de recordar lo que nos
aconteció como país durante más de un cuarto de siglo, desde el terror
hasta el saqueo. Así, nada queda bien, y todo circula, cuando puede, con
dificultad. Sucede también que nuestros pueblos son creativos, raigalmente
creativos, contra lo que en verdad no pudo ninguna dictadura. Habrá que
seguir sembrando, en el descubrimiento y en la difusión de nuestros poetas.
Yo sumaría a los nombres mencionados, sobre todo, a Juan L. Ortiz, un
creador de primer orden de la poesía argentina; hay naturalmente otros y
numerosas obras para citar, pero Juanele, como afectuosamente se lo cita, es
para no pocos poetas y críticos una de las voces más relevantes de la poética
nacional; un poeta nacido hacia fines del siglo XIX y fallecido en tiempos
de la última dictadura en la provincia de
Entre Ríos. Otros nombres a subrayar son los de Francisco Madariaga, muerto
hace pocos años, Raúl Gustavo Aguirre, Olga Orozco, Juan Gelman, hitos de
la segunda mitad de siglo, y, sin dudas, Miguel Ángel bustos, un poeta
desaparecido. La lista no está completa, pero tampoco se trataría aquí de
fijar un listado, sino más bien de confirmar la extensión de una poética
tan intensa como diversa. Asimismo, en estas décadas, la poesía que ha
estadocirculando en las provincias habla de un horizonte mayor, vasto, que
sería oportuno y justo ir
teniendo en cuenta, para así poder configurar, de modo cierto, un mapa poético
nacional. En estos ejemplos no son pocas las voces, aunque para esta
exposición sólo cite a dos creadores: Juan Carlos Bustriazo Ortiz (La
Pampa, 1929) y Néstor Groppa (Córdoba / Jujuy, 1928).
Qual o lugar da poesia no mundo contemporâneo, tão imediatista,
seduzido pela globalização e alienado aos fetiches do deus-mercado?
O mundo contemporâneo está exposto e ferido, e sob sórdidas pressões. A
pobreza extrema e a fome, já vitimando centenas de milhões de pessoas, não
falam disso? Por outro lado, o fato de que nesses anos tenham desaparecido
aldeias e algumas cidades como Fallujah, não fala disso? Que dizer, ou que
calar? Na oergunta está a palavra globalização; uma palavra que
parece querer exclamar algo! Uma palavra que, mesmo não o querendo, diz
pelo peso das circunstâncias, e pelas páginas dos periódicos do mundo, de
globalizadores e de globalizados. Dir-se-ia que todas
as culturas do mundo, diante do que se está afirmando, estão sob a mira do
deus-mercado, que é um mercado sem balança, e, meditando em termos
de vida, sem piedade e sem inteligência. Que lugar, também pensando em
termos de humanidade, poderá ter então a poesia? Não tem sido acaso a voz
profunda da humanidade nos tempos, e a voz que indica caminhos,
fertilidades, fendas, amores e encontros? De qualquer forma, creio que é
uma pergunta para ir respondendo
entre todos; uma pergunta, sinto-o às vezes, que está pendente, ou à
espera de melhores luzes...
El mundo contemporáneo está acechado y lastimado, también bajo sórdidas
presiones. ¿La pobreza extrema y el hambre ya extendidas en centenares de
millones de personas, no hablan de ello? Por otra parte, el hecho de que en
estos años hayan desaparecido aldeas y algunas ciudades como Fallujah, ¿no
habla de ello? Qué decir, o qué callar. En la pregunta aparecía la
palabra globalización;
¡toda una palabra que parece quisiera exclamar algo! Una palabra, que,
aunque no lo quiera, dice por el peso de las circunstancias, y por las páginas
de los periódicos del mundo, de globalizadores y de globalizados. Todas las
culturas del mundo, viendo lo que se está afirmando, pareciera que están
bajo la mira para el dios-mercado, que es un mercado sin balanza, y,
meditando en términos
de vida, sin piedad y sin inteligencia. ¿Qué lugar, también pensando en términos
de humanidad y de vida, podrá tener entonces la poesía?; ¿No ha sido
acaso la voz profunda de la humanidad en tiempos, y la voz que indica
caminos, fertilidades, grietas, amores y encuentros? De cualquier forma,
creo que es una pregunta para ir respondiendo entre todos; una pregunta, por
momentos siento, que está pendiente, o en espera de las mejores luces...
|