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San Nicolás de los Arroyos
En una carta enviada a la dirección de esta revista, donde se adjuntan copias de
diversos poemas de
Horacio Rega Molina, entre ellos, una parte sustancial de su
espléndida "Oda provincial", y dos sonetos de "Patria del Campo" (1946), libro hoy inhallable,
un generoso lector de Fijando Vértigos nos comenta que, «al igual que Rega Molina es
natural de San Nicolás de los Arroyos, y tal vez eso influya para que la
oda le guste tanto. Ve en ese texto corazón e inteligencia en
equilibradas dosis, y una virtud descriptiva que pudiera calificarse de
fotográfica» —y agrega— «San Nicolás ha tenido un rol especial en la historia
argentina: teatro
del famoso acuerdo de 1852, hoy es una ciudad de más de 100.000 h, y
alberga una usina eléctrica esencial, la alicaída planta siderúrgica, y
el conocido fenómeno religioso mariano. San Nicolás situada cerca de
Rosario y no mucho más de Buenos Aires, está en una ubicación ideal.
La ciudad de San Nicolás de los Arroyos fue fundada el 14 de abril de
1748 por Rafael de Aguiar. Pomposo fue su nombre inicial: "Fortín y
poblamento de San Nicolás de Bari en el Pago de los Arroyos". Contó
con Cabildo desde el inicio.
Una curiosidad nicolense es su calle de la Nación, calle que se llamó
antes "de la Paz". Después de Pavón, Mitre, al entrar en San
Nicolás, lo hizo por esa calle, y manifestó el deseo de que se llamase
"de la Nación" al considerar lograda la Unidad Nacional.
Así lo explica Santiago Chervo, el mayor
historiador de la zona, director del museo nicolense, que en 1998 le regaló
(a nuestro lector) un ejemplar de la "Calle de la Nación", grueso volumen
donde se explica la historia de esa calle y, con un estilo ultraminucioso,
se detallan edificios, personas, actividades.
"En un país con tantos escritores como la Argentina, no es de extrañar
que pueda surgir alguno notable y que por alguna circunstancia su obra,
juzgada muy meritoria, no haya llegado al público en general, hallándose
perdida...
Respecto de Horacio Rega Molina, evidentemente está entre los grandes de
la poesía argentina y toda su obra es accesible. Pero junto con Vicente
Barbieri, pocos poetas eminentes han sufrido un eclipse tan grande.
Totalmente injustificado...»
Agrademos el valioso aporte de nuestro lector y el volumen «Calle de la Nación
- La primitiva "Calle de la Paz" (1826-1986)», de G. Santiago
Chervo (San Nicolás de los Arroyos, 1996) que nos acercó y del que
reproducimos algunos párrafos.
Los juegos florales de 1941
«El sábado 13 de diciembre de aquel año, la ciudad, y muy especialmente
la Calle de la Nación en ese maravilloso escenario de las artes, que es
el Teatro Municipal, vivía un capítulo nuevo en la historia de su
movimiento cultural.
Esa justa literaria tuvo como Jurado a destacados escritores argentinos:
Fernán Félix de Amador, Ángel J. Battistessa, Juan Pablo Echagüe,
Baldomero Fernández Moreno, Arturo Giménez Pastor (nicoleño residente
en Buenos Aires), Roberto Giusti, Alvaro Melián Lafinur, y Amado Villar.
Como Mantenedor, actuó Horacio Rega Molina, también nicoleño residente
en Buenos Aires y que, como Giménez Pastor, honró las letras argentinas.»
Entre los autores premiados se contó al poeta nicoleño, Nicolás
Semorile, por su "Canto a San Nicolás de los Arroyos"; la
Flor Natural le correspondió a Adolfo Pérez Zelaschi, cuyo trabajo fue
considerado el mejor entre las composiciones presenta- das. También fueron
premiados: León Benarós, Rolando Ramírez Juárez, Julio Corbea, Antonio
Luis Cané, José Vidal, entre otros. Además, por sus méritos. fueron
destacados por el jurado trabajos de: Edmundo García Caffarena, Godofredo
Lascano Colodrero, María Granata, Antonio Esteban Agüero, y F. Díaz
Bustamante.
En 1969 se realizaron nuevos
juegos florales. El jurado estuvo integrado por: Angel Battistessa,
Jorge Luis Borges, C. Córdoba Iturburu, Fermín Estrella Gutiérrez y
Carlos Matronardi.
Los premiados fueron José Rafael López Rosas,
Gervasio Melgar, Adolfo Pérez Zelaschi y Enrique Gamarra.
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