RECORDANDO AL POETA ALDO PELLEGRINI (1903-1973) |
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UN LUGAR EN EL ESPACIO Hay un lugar en el espacio, un refugio para los vencidos por el odio en todos los horizontes acosados por pequeños ruidos mezquinos, apenas perceptibles, parecidos a sombras ruidos como ventanas que se abren por donde penetra la noche más pequeña que el surtidor de tus pupilas Hay un lugar en el espacio, una morada de reposo para los descontentos lejos de la velocidad y el desorden con una calle sin término y una multitud sin gente allí dejarás de pensar, dejarás de mirar fijamente y de tender los brazos y te acostarás para lograr sin esfuerzo la conquista del último deseo Un día huyendo de tí descubriste que el límite del espacio era el contorno de una mujer y dijiste: en tí respiro, no vivo más allá de tus límites pero en tu recinto de conquistador la atmósfera se torna maligna y ya no posees ni el aire que respiras Solamente cuando salgas de tí en toda tu densidad encontrarás tu verdadera morada un lugar que no da a ninguna calle donde dirás: estoy solo y todo marcha al compás de las señales y sobre el espacio dirás que es como carne sonámbula o un juego de espejos que se ríen y que tiene un sol sin sombras, una tortura de lámparas y un trono en cada rincón Un día conocerás un lugar en el espacio, refugio para los hombres castigados por el odio en todos los horizontes con una nube y un puente de nidos por el que no pasa nadie. De Construcción de la destrucción (La valija de fuego - Poesía completa- Editorial Argonauta, Buenos Aires, 2001)
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