Luis Raúl Calvo

La Estrechez del Mundo

 

  En el límite de todo, tú adorada mía

ahora que la sal del hierro no corroe

los ligamentos del esperma, vienes a mí

blanca etérea, elevando tus ojos rojizos

por las gargantas del océano.

Condenado amor, la estrechez del mundo

se interna en los mares ultrajados

allí donde la luz del ciego y las camas

de alquitrán ya no alcanzan para contener

la esclavitud de los siervos.

Bella amante de fin de siglo, tu mirada

me precipita al abismo y así permanezco

acosado por la esclerosis de los cuervos

que soplan en mi nuca una sentencia

de antiguas verdades.

El hechicero que besó la horca por última vez

aplaudiendo a su verdugo, las calaveras de trapo

galopando en los caballos de la muerte

y ese terror acumulado en la falsa renguera

del enano mestizo.

Esta visión endemoniada de las cosas

es la furia reflejada en tus caderas de agua

hoy, que los muros han caído y las alcobas

muestran su miseria de lana

estamos juntos en la región deshabitada del fuego.

 


Poema XIV

 

Hay diferentes momentos

para poder arribar

al conocimiento de la vida.

Por aquellos días

la luz era luz

la oscuridad, oscuridad

el padre y la madre

seres sin tiempo ni memoria.

Debieron suceder cosas

crecer haciendo la vista gorda

a los diarios pesares

-acaso una de las formas

más penosas del olvido-

comprender que ni la luz

ni la oscuridad, ni los padres

se asemejan a esas primitivas

sensaciones.

Lo recuerdo hoy, cuando la bruma

se torna inapelable a los sentidos.

Hoy, que la luz es sólo oscuridad.

 

 

Poema XXII

 

La casa donde reposan los recuerdos

no reconoce dueños ni pertenencias

del pasado.

 

En su entraña se cobijaron

historias vividas y no vividas.

Allí nacieron cuentos de hadas

voces parciales de un drama

creado a imagen y semejanza

de un héroe de fantasía.

 

Alguien debería narrarnos hoy

otros espejismos, para saber

que conjeturaban el lobo

el villano, la bruja de alcoba

sobre esos mezquinos relatos.

 

La casa donde reposan los recuerdos

es una deuda pendiente, un sueño inconcluso.

 

LUIS RAÚL CALVO Nació en Buenos Aires, Argentina en 1955. Es Licenciado en Psicología y poeta.
Dirige la Revista Cultural “Generación Abierta”, (Letras-Arte-Educación) fundada en el año 1988 y que fuera ” Declarada de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires” en el año 2000, por la Legislatura Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el año 1992 dirige el Café Literario “Antonio Aliberti”, en el Café Montserrat, espacio de Arte y Literatura que ha propiciado la participación de más de 1000 escritores y 500 artistas plásticos de suma valía, del país y del exterior.
Es miembro de la Asociación de Poetas Argentinos. Integró la Comisión Directiva de la Fundación Argentina para la Poesía.
Colabora en diversas publicaciones del país y del exterior. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al francés, al portugués  y al italiano. Ha recibido diversas distinciones literarias.
Forma parte del Inventario de Poetas en Lengua Española-segunda mitad del siglo XX- trabajo de investigación realizado conjuntamente por la Universidad Autónoma de Madrid con la Asociación Prometeo de Poesía, de España. Ha sido incluido en más de veinte antologías poéticas en el país y en el exterior.
Forma parte del Breve Diccionario Biográfico de Autores Argentinos-desde 1940- realizado por Silvana Castro y Pedro Orgambide, Ed. Atril, 1999.
Obra publicada en poesía:Tiempo dolorosamente resignado”(Ediciones “Generación Abierta”, 1989); “La anunciación de la partera”( Ediciones Correo Latino, 1992); “Calles asiáticas”( Editorial Plus Ultra, 1996)); “Bajos fondos del alma”(Ediciones “Generación Abierta”, 2002).

   

Luis Raúl Calvo con María Elena Rocchio y Amadeo Gravino,
Grupo Generación Abierta que coordina el Café Literario 
Antonio Aliberti (Reunión Nª 377)

 

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