EL ARTE DE LOS ICONOS

 

 

Etimológicamente el término icono proviene de la palabra griega Eikon-Eikonos, que expresa la idea de una imagen o representación. Sería durante el Imperio de Bizancio cuando adquirió el significado mas definido de imagen cristiana sagrada.

 

En cuanto a los pintores que realizaban los iconos debemos decir que, aunque los había que no eran monjes, lo normal era que lo fuesen y que además no firmasen sus obras. En efecto al ser considerado el icono un objeto sagrado, portador de gracia y energía divina, su realización también se estimaba como un acto o servicio religioso. De ahí que fueran llevados a cabo principalmente por monjes-pintores que se preparaban para su realización mediante oraciones y vigilias, acentuando así el carácter místico de su trabajo pictórico. A pesar del carácter anónimo que predomina en el arte de los iconos, existieron pintores cuyo anonimato ha sido imposible de manener debido a sus relevantes dotes pictóricas. Nos referimos principalmente a dos grandes figuras: Teófanes el Griego y Andrei Rublev.

 

Monte Athos, santuario de las tradiciones iconográficas

 

El monte Athos, se encuentra situado en uno de los tres brazos de la peninsula Calcídica, bañada por el mar Egeo, en la zona nororiental de Grecia. Desde sus cimas se divisan las costas de Macedonia, Tracia y Asia Menor. En este promontorio, lleno de peñas y poblado de bosques de pinos, robles y castaños, se establecieron , desde finales del siglo X, una serie de monasterios y ermitas, a los que se llegaba por estrechos senderos y donde buscaban refugio numerosos cenobitas y eremitas. El primer monasterio fue fundado por san Anastasio en el año 963 en una zona donde ya existía un gran número de eremitorios. Ahí fue donde se desarrolló una intensa vida religiosa con fuerte impacto en la Iglesia Ortodoxa, ya que en sus cenobios se formaba el alto clero que más tarde ocuparía las más elevadas dignidades de la Iglesia Cristiana Oriental. Estos monjes del Monte Athos han sido no sólo los pilares de la Iglesia Ortodoxa sino también los mantenedores de sus tradiciones artísticas.

La elaboración de un icono según la técnica tradicional es una labor muy compleja.  Para su realización se usaban elementos naturales, madera (acacia, castaño, ciprés, tilo, pino) tela de lino, cola animal, cera, pigmentos y colorantes naturales, clara de huevo, aceite de linaza, vinagre, etc. 

 

Elegida la madera se confeccionaba la tabla  y se le aplicaba una pasta fina de color blanco llamada el leukos (leucas) mezcla de cola de pescado y aceite de linaza, vinagre y polvo blanco de yeso o alabastro y posteriormente se pulía suavemente con piedra pomez. Seguidamente se procedia a efectuar sobre él el dibujo, utilizando calcos o mediante estarcido, es decir superponiendo sobre la superficie un dibujo, cuyas lineas habian sido previamente perforadas con una serie de orificios y rociando sobre ellos un polvo de carbón.  A continuación se trazaban las lineas de los contornos. Realizado el dibujo se procedia a la aplicación de los colores. Los colores utilizados en los iconos suelen ser escasos, sobre todo en los ejemplares mas antiguos, y no suelen utilizarse mas de ocho o diez pigmentos de origen vegetal o animal. Los mas empleados fueron: ocre, rojo cinabrio, verde, azul, púrpura, escarlata, blanco y oro. Generalmente se utilizaban al temple, usando como aglutinante, huevo con alrededor de un 30% de cola fina. Los colores no se mezclaban en la paleta sino en el curso de la pintura. Una vez  efectuada la pintura, se cubria la superficie con una capa de barníz, hecho a base de aceites y resinas, llamadas Olifa. Esta capa tenia dos finalidades: proteger la pintura de la humedad, y dar fulgor y solidez a los colores, pero estaba expuesta a un invonceniente: el oscurecimiento progresivo que producía en los colores, debido al polvo y al humo de las velas que absorbia, lo que provocaba que fuera necesario realizar limpiezas periódicas. Este oscurecimiento de los iconos es lo que les ha dado fama de obras tristes; sin embargo tambien esto provoca que les haga aparentar mas antigüedad de la que tienen.

 

 

Temas  iconográficos:

Los temas iconográficos que representan los iconos pueden ser muy diversos: retratos de Jesucristo, de la Virgen, de los Santos; representaciones de las festifivades religiosas; el ciclo eucaristico, el ciclo apocaliptico, escenas bíblicas, temas doctrinales y liturgicos, etc.

 

Los iconos son de dimensiones muy diversas, el mas corriente es el de tabla suelta, bien para ser expuesto aisladamente, bien para ser embutido en un iconostasio. Los hay en forma de diptico, de dos tablas que se cierran, y en forma de triptico, es decir, de tres tablas. No tienen marco y nunca se colocan sobre el altar sino en el iconostasio, sobre las paredes del templo o sobre un atril.  A veces, sobre todo en Bizancio y en Rusia se recubrian con una cubierta metálica de oro o plata con adornos de perlas y piedras preciosas.

 

Colecciones de iconos:

Museo de iconos de la Casa Grande de Torrejon de Ardoz (Madrid) :Colección Otzoup-Onieva. Es, sin duda una de las mayores colecciones de iconos orientales existentes fuera de Rusia y de los restantes paises en que tuvieron su origen estas obras de arte. Cuenta con mas de 1200 ejemplares. En ella pueden verse piezas del siglo X, y de epocas posteriores hasta nuestros días. Provienen, sobre todo de Rusia, pero tambien de paises tan distintos como Grecia, Turquía, Bulgaria, Italia, Siria, Iran o España, con ejemplares de las escuelas de Kiev, Novgorod, Moscú, Monte Athos, etc.

 

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