El Teatro de Sombras
de Karagiosis o Karagöz sigue siendo hoy en día una expresión popular muy
arraigada entre griegos y turcos. Esencialmente consiste en un pequeño
escenario, tras el que se coloca un artista que mueve unas figuras articuladas
cuya sombra es proyectada sobre una tela blanca. Como tipo de teatro se
clasifica dentro del género de la Comedia. Su origen, no esta claramente
definido pero se señalan Asia, India y China como países desde los que se
extendería hacia occidente, posiblemente junto con los pueblos nómadas que se
desplazaban con sus caravanas. Entre los árabes ya era conocido en el siglo XI
donde se interpretaba en importantes ciudades como Damasco, Bagdad, o El Cairo.
Tras el paso del tiempo se extendería por Asia Menor y el Mediterráneo, y
durante el Imperio Otomano sería introducido en Grecia y los países Balcánicos.
La aparición del héroe
popular mas conocido del teatro de sombras, el querido Karagiosis tampoco está muy
definida y se ha especulado mucho sobre este tema. La historia de su nacimiento
se transmitió mediante la tradición oral y existen varias leyendas de la cual
la mas extendida se refiere a los personajes de karagiosis y Jatziabátis, que vivían en Prúsa
(Asia Menor).
El sultán Selim I,
quiso construir una mezquita y contrató capataces y albañiles para realizar la
obra. Jatziabátis era constructor y Karagiosis era un carpintero, conocido por
su extraño carácter. Se empezó la obra y con el paso del tiempo el sultán veía
que la mezquita no avanzaba, y tras una conversación con el constructor,
amenazo con matarlo. Jatziabátis horrorizado informo al sultán que el culpable
de tal retraso era Karagiosis que no hacía mas que entretener con sus bromas al
resto de los obreros que se pasaban el día riéndose. El sultán ordenó la
detención y ejecución del carpintero. Una vez muerto el pueblo echaba en falta
las bromas y críticas burlonas de aquel simpático carpintero. Entonces el
sultán para tranquilizarlos construyó un monumento en Prusa donde enterró a
Karagiosis con grandes honores. Sin embargo la injusticia que cometió le
costaría muy cara ya que al poco tiempo enfermó gravemente. Sus subordinados
intentaron mil cosas para divertir al pobre sultán hasta que le trajeron a palacio a Jatziabatis para que le contara
las bromas y chistes del malparado
Karagiosis. Un día Jatziabatis recortó una figura de Karagiósis en un papel, encendió una vela y
con la sombra reflejada en una sabana realizando la primera representación de
Karagiosis. El sultán quedó tan sorprendido que a partir de entonces le dio
permiso para hacer representaciones de Karagiosis donde quisiera.
Mas o menos esta es
una de las leyendas que nos hablan del nacimiento de Karagiosis. Existen otras
versiones que datan del siglo XVIII que refieren la historia de un griego
llamado Mavromátis natural de la isla de Hydra. Así llamamos a nuestro
protagonista Karagiósis o Karagöz que en turco significa “ojo negro”,
Mavromáti en griego. Mavromatis llegó a Turquía con su teatro de sombras
procedente de China. Este griego recorrió todas las ciudades turcas pero
finalmente decidió establecerse en Estambul. Tenia un ayudante de Kalamata
(Peloponeso) llamado Giannis Brajális que tras la muerte de su maestro, continuó
con el teatro. Sería Brajalis quien introdujo a Karagiosis en Grecia, al
decidir marcharse de Estambul y establecerse en el Pireo, donde realizó durante
muchos años numerosas representaciones.Tras su muerte seria allí en el Pireo
donde se fundaría años mas tarde el primer teatro de sombras griego que se ha
conservado tal y como era entonces hasta nuestros días, con el nombre de “Teatro de Karagiosis”.
Es lógico pensar que
los casi cuatro siglos de dominación otomana dieran como resultado el olvido de
su carácter griego y que la mayoría de los investigadores
caractericen a Karagiosis como el teatro de sombras turco. Lo que parece cierto
es que los otomanos ya conocían el teatro de sombras desde el siglo XVI y que
posiblemente fueron ellos quienes lo introdujeron en Grecia ya a finales de su
Imperio y coincidiendo ya con la época de la liberación otomana. Las primeras
representaciones constatadas sobre el teatro de Karagiosis en Grecia datan de
1830 y como es natural refieren diversas visiones de la vida de los turcos, con
quienes continuaban en guerra. Con el paso de los años esta forma de teatro se
iría distanciando y diferenciándose del turco puesto que los griegos le
quitaron las connotaciones místicas y religiosas del Islam y las adaptaron a su
nueva realidad que surgía tras la liberación. Aunque ambos tipos de teatro son
muy similares y las obras son básicamente las mismas, se aprecian importantes
diferencias sobre todo en la estructura de la obra, y su temática. Las obras de
teatro Karagiosis griego las podríamos clasificar en tres categorías; la primera representa fábulas, mitos y cuentos
populares (Alexandros, etc ), la segunda se ocupa de los hechos
cotidianos y actuales, (la pobreza el hambre, la búsqueda de trabajo, las
bodas, etc.) son autenticas farsas en torno temas de la vida cotidiana, y
la tercera categoría que no se encuentra en el teatro de sombras turco, siendo
genuinamente griega, trata de todo lo relativo a los hechos heroicos acaecidos
durante la ocupación otomana y la posterior liberación.
El éxito del
espectáculo se debe principalmente al carácter de Karagiosis, un tipo urbano,
ordinario, de hablar obsceno, sin estudios, embaucador y nada amante del
trabajo. Karagiosis no se avergüenza de hablar del hambre que pasa y prefiere
robar a tener que pedir para comer. Todo lo contrario que el otro personaje,
Jatziabátis o Hacivad, un hombre culto y elegante y quien normalmente le
encuentra trabajo a su amigo, o lo requiere para la solución de algún problema.
A lo largo de la representación se muestra una situación en la que se enredan
los dos personajes Karagiosis-Jatzibatis y en la que se entablan luchas y
fuertes discusiones, golpes en la cabeza, juegos de palabras e intercambio de
canciones, (el teatro de Karagiosis posee su propio y característico tipo de
música muy relacionado con la música rembética). La trama de la obra refleja
una crítica a la sociedad de la época, y el sentido común de un personaje que
como Karagiosis que extrae moralejas de todas las situaciones. Su humor es muy
sarcástico, utilizando –gags- a menudo para producir la risa de los
espectadores. El lenguaje discurre rapidísimo, utilizando una jerga mezcla de
griego y turco.
Con el paso del tiempo
se fueron incorporando nuevas figuras como Morfoniós, Stávrakas, o los hijos de
Karagiosis (Kolitíria, Skorpiós y Pitikókos), Barbagiorgos su tío, Zenné la sirvienta negra, el mendigo, el
marino de Lacia, el poeta persa, Hebreos, el orfebre judío de origen español,
etc... Entre las obras mas conocidas
destacan “La boda de Barbagiorgos” “La
boda equivocada” o “Karagiosis el boticario”. En muchas de las
representaciones nuestro protagonista aparece relacionado con diversos oficios,
como por ejemplo, “Karagiosis el médico” o “Karagiosis el cocinero”.
Estas obras con el tiempo, se fueron recogiendo en textos escritos y son como
un esqueleto base, sobre el que va tomando cuerpo y forma la representación,
según la técnica de improvisación y habilidad del figurante. Aunque esta forma de
expresión popular poco a poco tiende a desaparecer, afortunadamente aún hoy
tras cinco siglos después de su nacimiento lo podemos encontrar tanto en
ciudades turcas como griegas. En Bursa (Turquía) se organiza el festival anual
de Karagiöz y en Grecia artistas como Sotiris Spazáris, Kostas Makris o Manthos Athineos realizan
representaciones regulares de Karagiosis. Son verdaderos artesanos que recortan
en piel sus figuras, las pintan de llamativos colores, y memorizan los
diálogos, mezclando temas de la actualidad mas candente.
En Brajámi, barrio de
Atenas visitamos al viejo Mánthos Athineos, uno de los escasísimos
supervivientes de la pasada generación y de los pocos que aún continua
impulsando este tipo de arte. Allí en el patio de su casa, tiene su pequeño
teatro al aire libre, en el que todos
los sábados por la noche, con la ayuda de un aprendiz y ante un aforo no
superior a 50 personas interpreta tras la tela de fondo las divertidas
historias de Karagiósis. Él solo lo hace todo; mueve las figuras con gran
maestría, pone las voces de los personajes, canta las canciones, y lo mas
importante, produce las carcajadas de toda la audiencia. A sus 85 años, aun
tiene fuerza para conducir su destartalado coche, sobre el que lleva una enorme
figura de Karagiosis y la megafonía, con la que va anunciando por todo el
barrio la hora y el título de la obra que representará esa noche. Tras la
actuación nos mostró su pequeño taller en el que con pieles secas fabrica y
repara todas sus figuras y escenarios. Recordaba los viejos tiempos en los que
Karagiosis coexistió con los Rembetes, ya que a menudo trabajaban en los mismos
locales, cuando conoció a grandes músicos como Markos Bambakaris, a Batis, a
Tsitsánis, etc. Tiempos en los que no existía un sueldo y se trabajaba por un
plato de comida. Sus posteriores giras por las comunidades griegas de los
Balcanes, Alemania e Italia. A su avanzada edad nos expresaba su intención de
visitar Galicia con su teatro y su preocupación porque la televisión y el cine
estén acabado con esta forma de diversión popular.