EL LIBRO DE NOD
Noticia Preliminar. La presente edici�n es una traducci�n de la versi�n que hizo Aristotile de Laurent en ingl�s. Se ha utilizado el metro m�s propio de la lengua castellana (el octos�labo) para realizar esta tarea, si bien muchos versos no mantienen este metro, debido principalmente a causas estil�sticas. Esta traducci�n no pretende ser una versi�n definitiva del Libro de Nod, pues no se han tenido en cuenta ni los pies, ni las cesuras, ni la m�trica del original. �sta se ha llevado a cabo de una forma un tanto precipitada, m�s propia de un Toreador o de un Malkavian. Debido a las exigencias del l�xico en el original se ha introducido un cierto n�mero de neologismos, si bien son de f�cil comprensi�n, y aquellos que no lo son van acompa�ados de una nota que los aclara. Las correlaciones entre distintos ciclos mitol�gicos ha influido en gran medida en esta obra, y aunque algunas de ellas est�n explicadas mediante notas, la mayor�a ha sido deliberadamente omitida para no dar la sensaci�n de texto acad�mico. As� pues, aquellas culturas alejadas tanto por la distancia como por el tiempo de la judeocristiana se han visto apartadas de las notas cr�ticas de cada parte o canto. Los versos han sido numerados para facilitar su estudio a mentes no excesivamente preclaras, y aunque no se corresponden, en la mayor�a de los casos, con los del texto original, s� se mantiene la correspondencia entre estrofas. Respecto a las estrofas hay que decir que se ha evitado la creaci�n de laisse imitando la �pica romance medieval. Esta decisi�n se ha tomado para evitar ser cargante con la sonoridad, eludiendo cualquier cacofon�a posible por lo que a rima se refiere. Por �ltimo, si alguien desea hacerme llegar cualquier posible error de esta versi�n a�n no definitiva, le ruego que lo cite de la siguiente manera: si hace referencia al texto traducido, indicando el canto al cual pertenece y el verso en cuesti�n (p.e: Los Signos de la Gehenna, vv. 2: "planto" es arcaizante. Ser�a mejor utilizar "llanto"); y si hace referencia al texto original, indicando el canto y la estrofa (p.e: The Signs of Gehenna, #1: "cry" se traducir�a mejor como "lamento" o "grito", teniendo en cuenta su significado de angustia en ingl�s y su sensaci�n de inminencia). Dicho esto, ya no queda ning�n punto oscuro por esclarecer, tan s�lo decir que la traducci�n de la Cr�nica de las Sombras ya est� en marcha, y que aparecer� en breve. Cordialmente Pr�logo No es importante que esta parte del Libro de Nod no sea comparativamente certero con el canon b�blico est�ndar. Lo que es importante es que tenemos, quiz�s por primera vez, un punto de vista personal de los eventos que ocurrieron durante los d�as posteriores a la Ca�da. Ca�n nos narra en sus propias palabras cu�les fueron sus motivos, y aunque sea posible que esta historia exista s�lo para moldear la idea que tengamos de �l, podemos asumir que hay alg�n elemento verdadero en su historia. Su relato es, despu�s de todo, el �nico testimonio presencial en que podemos basarnos. Ah, nuestro querido Padre. En varios mitos isl�micos, la figura equivalente a Satan�s es expulsada del Cielo no por odiar la humanidad, sino por amar tanto a Dios hasta el extremo de no querer arrodillarse ante nadie que no sea Dios, no sirviendo as� a la humanidad. Esto es quiz�s lo que tiene en com�n con el amor de Ca�n: ama tanto a su hermano que no pude pensar en ning�n otro sacrificio digno de Aqu�l en lo Alto. Seguramente Ca�n no podr�a haber tenido ninguna otra raz�n para sacrificar a su hermano. No pudo haber conocido la muerte, habiendo nacido antes de que la Muerte fuera algo que la humanidad hubiera experimentado. Otras figuras de este tiempo tambi�n juegan papeles instrumentales en la obra. Seguramente no es una mitol�gica transliteraci�n pura lo que hace a Lilith aparecer en esta historia, ya que ella es una figura en los fragmentos m�s antiguos de los Midrashim hebreos. Habiendo sido expulsada del Para�so en primer lugar, podr�a haber reconocido a Ca�n como uno que estuvo en la luz del Cielo y posteriormente expulsado. Hay algunos de mis colegas que creen que este fragmento representa la idea de que Lilith, madre de la magia y diablesa, ense�� las primeras disciplinas a Ca�n. Otros la ven como una comadrona del despertar del potencial m�gico de nuestro Padre. Lo que queda por descubrir es el Ciclo de Lilith, que supuestamente describe el tiempo en que Ca�n estuvo junto con Lilith como su sirviente y amante. �Fue �ste meramente un flirteo, o pudo ser alg�n tipo de aprendizaje m�stico, durante el cual Lilith gradualmente extrajo de Ca�n las limitaciones que el Divino hab�a puesto en �l, y lentamente lo Despert� hacia sus propios poderes m�gicos? El hecho es que ella se muestra turbada cuando �l bebe su sangre del vaso del Despertar, poniendo de manifiesto su falta de comprensi�n total de aquello en lo que su sangre podr�a convertir al Primer Hijo de Ad�n. No debemos perder el tiempo especulando si el vaso causa una alucinaci�n a Ca�n o si Ca�n es transportado f�sicamente a un yermo en alg�n lugar de la Oscuridad. Esto no es comprendido totalmente, ni es expuesto con claridad en la traducci�n del texto original. Los versos originales esencialmente significan �aspirado� o �trasladado�. Ambos significados de la palabra apuntan a las dos explicaciones. Y nosotros no ganamos mucho en el debate que nos ocupa: no tiene importancia que Ca�n fuera transportado f�sicamente o no. De modo similar a las visiones cham�nicas producidas como el resultado del consumo ritual de alucin�genos, la experiencia que vivi� Ca�n fue tan real para �l como cualquier viaje puede serlo para nosotros. Mi chiquillo, Beckett, contin�a reafirmando de que la Cr�nica de Ca�n es una par�bola vamp�rica. Yo estoy en desacuerdo totalmente, pero Beckett es un chiquillo a quien aprecio enormemente. Incluir� sus estudios y descubrimientos aqu�, en las p�ginas que siguen a �sta. Prefacio No puedo explicaros el desabrigado miedo que siento, escribiendo estas palabras por primera vez y de forma definitiva. Quiz�s me arrepentir� de ellas; quiz�s jam�s sean impresas. Pero es mi naturaleza narrar esto. Lo llevo, como suelen decir, en la sangre. Mi sire, y su sire antes que �l, sigui� esta grande y gloriosa tarea. En efecto, nuestra propia naturaleza se ha formado gracias a �sta b�squeda; no somos capaces de dejar de buscar alg�n saber oculto. Nosotros somos de los Mnemos�nidas, los Buscadores de Recuerdos. Espec�ficamente, a nosotros nos encargaron la tarea de buscar el Libro, el tomo de todas las tradiciones de los V�stagos, una colecci�n de escritos de Ca�n, sus hijos y los hijos de sus hijos. Es este libro, supuestamente escrito por primera vez en la tierra de Nod, al este del Ed�n, quien captura las pesadillas diurnas y convierte cada noche en un sendero doloroso que va desde la ignorancia hacia la verdad. A pesar de todo, saboreo cada momento de mi no-vida. Saboreo la sensaci�n de mi vieja piel arrugada a trav�s de guantes de seda, gir�ndolos p�gina a p�gina. Mis manos tiemblan con placer mientras sujetan suaves, fr�as luces y leen tinta que se sec� cuando Carlomagno era joven. Saboreo el gentil, quieto terror de leer tabletas cuneiformes que amenazan con desmenuzarse ante mi presencia. M�s que esto, quiz� m�s que la mortalidad en si misma, es la b�squeda que quema en mi interior. Es explorar. He viajado alrededor del mundo, quiz�s m�s que ning�n otro de mi l�nea de sangre. All� donde mi b�squeda me lleve, �no conocer� temor alguno! Aunque peque�o de talla y de cuerpo d�bil, mi coraz�n es fuerte y mi sangre a�n m�s. �No tengo miedo de ir a esos lugares sombr�os donde los fragmentos de las lecciones de nuestro Padre, lanzados a lo lejos, yacen descansando! Me he perdido en la cruda brutalidad de Nueva York, libado t� con el gobernador de Kingston, hecho rencorosos enemigos en Johannesburg, alquilado los mejores cavadores en el Cairo, luchado para poder arribar a Casablanca, estudiado la antigua siderurgia y los antiguos monumentos en Toledo, cavado en los blancos riscos de Dover, apenas evitado una pelea mortal en Dubl�n, pasado furtivamente ante observadores ojos en Brest, y liberado antiguos tomos del monasterio Colonia. He salvado doce rollos sagrados de la quema en Berl�n, bebido el mejor caf� y hablado con los m�s grandes eruditos austr�acos en Viena, estudiado antiguo sumerio con un Matusal�n como mentor en los t�neles ocultos bajo la Universidad de Praga y resistido los m�s fr�os inviernos que Oslo podr�a ofrecer. Pero no lo he hecho tan s�lo con mis habilidades. Apenas pasa una noche que no agradezca a nuestro Fundador por su previsi�n al proveerme con los secretos m�todos para esconderse, la forma de ver m�s all� de la vista y la voz de la dominaci�n que parece ser adquirida f�cilmente por los de nuestra saga, y he largamente bendecido mi guerrero amigo Karsh, quien me ense�� el secreto de ver en la oscuridad y dormir en la tierra. Y, todav�a, a�n me pregunto con qu� m�s nuestro fundador nos provey�. Mi sire y su sire parecen haber sido v�ctimas de una horrible maldici�n. Una locura, oscura y apacible al principio pero r�pidamente agravada hacia una p�rdida terrible de pensamiento coherente y comunicaci�n, parece que los haya golpeado �Puedo estar yo muy lejos de este estado? Mi amigo Tremere me ha escrito diciendo que la necesidad ardiente que afecta mi l�nea de sangre debe de haber sido la causa de la locura. Debo ser sincero, no puedo luchar en contra de adquirir m�s conocimientos. Es tan dif�cil de resistir como lo son la necesidad de dormir y la de beber sangre. Es quiz�s esta locura, lo que yo m�s temo, lo que me obliga a ir con prisas a galeras con esta traducci�n. Sabed que no intento romper la fr�gil Mascarada de Raphael imprimiendo estas palabras. Es mi intenci�n que el escaso n�mero de diez copias de este libro sean impresas, y que ninguna de estas caiga en manos de los hijos de Seth (como nuestro Padre ordena en la Cr�nica de las Sombras). Debo publicar esto ahora, sin embargo. Es la m�s completa compilaci�n de las Cr�nicas del Libro de Nod que jam�s ha sido reunida. Ninguna otra traducci�n, incluso el C�dice de Ca�n de Critias, ha sido tan completa Y sin embargo me apena decir que �ste no re�ne el texto completo. Nada m�s lejos. He visto enteros fragmentos convertirse en humo mientras las llamas consum�an antiguos edificios. He tocado una versi�n completa del Libro en la tumba de un Antediluviano, y visto c�mo se convert�a en polvo. S� que en las catacumbas de la Ciudad de Oro Perdida, escondida en las profundidades de la jungla amaz�nica, hay trece fragmentos de piedra de los que se dice contienen mensajes espec�ficos para cada una de las trece tribus de V�stagos, pero los pude vislumbrar un instante antes de que fuera expulsado de all�. Por consiguiente, s�lo me puedo enorgullecer de tener una parte del puzzle: la m�s extensa parte jam�s reunida, cierto, pero todav�a s�lo una parte del total. He escogido el ingl�s ya que es mi lengua materna. Es, en mi opini�n, la lengua que con m�s comodidad danza entre los antiguos conceptos de Sumeria, la noble lengua de la Roma cl�sica y los estent�reos ensalmos de la Alemania medieval. Debo rogar perd�n esta, en algunos casos poco sincera, simplificaci�n. Sin embargo, defender� siempre mi elecci�n. El ingl�s regio me servir� bien, especialmente desde que muchos de los textos originales se han perdido para m�. Es quiz�s mi particular travesura que siga las hebras del recuerdo de cada uno de los fragmentos de este Libro, y sin embargo s� que hay quienes me acosan a cada paso que doy. S� que Amelek ha intentado frustrar mis investigaciones, del mismo modo que lo han hecho otros Matusalenes. Es dif�cil encontrar, por ejemplo, los listados de los nombres de los Antediluvianos y los Matusalenes ya que ellos saben que en los nombres reside poder, y ellos, temiendo que algunos magos pudieran aprender c�mo controlarlos con �l, los han borrado de la Historia, sin importar d�nde �stos hayan podido ser recobrados. He logrado descubrir algunos de ellos, pero sospecho que �stos fueron nombres falsos creados por los antediluvianos para alejarme de mi objetivo, por lo que los transcribo aqu�. �sta puede ser la �nica manera de identificar ciertos Antediluvianos. Adem�s, he ca�do en la costumbre (lamentablemente) de referirme al fundador del clan con el nominativo del nombre del clan. Por ejemplo, �Malkav� equivale a �malkavian�. Esto es, admit�moslo, poco m�s que f�rmulas mnemot�cnicas poco s�lidas, pero no he tenido otra elecci�n. Una vez averig�� el verdadero nombre del Antediluviano Brujah y descubr� mi propio nombre grabado en mi antebrazo al siguiente anochecer. Inmediatamente jur� no volver a buscar los nombres de estos fundadores. Estoy casi seguro de que, incluso mientras escribo estas palabras, hay agentes de la Jyhad que me siguen. Esta noche no ir� a la sala comunitaria en el piso de abajo porque anoche beb� demasiada sangre perfumada con vino y vi a una mujer con los ojos de color verde plateado mir�ndome. Llevaba bordado el s�mbolo Ventrue del cetro en su t�nica. S� que era ella, busc�ndome, enviada por Ventrue para hostigarme. No importa �Escribir� la verdad y el resto de vosotros sed condenados! He intentado compilar estos fragmentos textuales en una historia coherente, como m�nimo en el interior de los contextos de las varias Cr�nicas. Donde ve�is una elipsis, sabed que hay m�s palabras en ese particular fragmento, pero que de alguna manera se han perdido, borrado o escondido de m�. S�lo espero que un paquete proveniente de Londres para finalizar esta misiva y haber concluido este libro. Este paquete me traer� una de las copias del C�dice de Ca�n que todav�a existen, y ser� la �ltima pieza de mi complejo puzzle. Deseo tocarlo, abrazarlo, con gran expectaci�n. Y si cualquiera de mis hermanos o hermanas se acerca a �l... �los llevar� a la muerte de Fuego! Dejad que la espada sagrada de Miguel los marque, por todo lo que protejo. Nadie ha llegado tan cerca. Reinar� triunfante entre los m�os. Con Triunfo, Aristotile de Laurent. Los primeros tiempos Sue�o los primeros tiempos De la m�s larga memoria. Canto los primeros tiempos De todos m�s viejo Padre. 5 Canto los primeros tiempos Y el claro amanecer De toda la Oscuridad. En Nod, donde la luz Del Para�so alumbra 10 El azabache nocturno Y gotas de nuestros padres Mojan y ablandan el suelo. De nos, todos y cada uno, Decidimos poder como 15 Quisi�ramos vivir y Coger nuestros alimentos De las entra�as de la tierra. Yo, primog�nito Ca�n, Con �tiles puntiagudos, 20 Plant� semillas oscuras, Las regu� dentro de la tierra, Las cuid�, las vi crecer. �l, segundog�nito Abel, Cuid� de los animales, 25 Ayud� en sus sangrientos Partos, los aliment�, Y tambi�n los vio crecer. Yo lo amaba, a mi hermano. �l, �l era el m�s brillante, 30 El m�s dulce, el m�s fuerte. �l era la prima parte De toda m�a alegr�a. Entonces, en un d�a De abril, nuestro Padre dijo: 35 "Ca�n, Abel, un regalo A Aqu�l en lo Alto deb�is Hacer, un sacrificio - Un don de la prima parte De todo cuanto ten�is". 40 Yo, primog�nito Ca�n, Recolect� tiernos brotes, Y los frutos m�s brillantes, Y la yerba m�s fresca. Y �l, segundog�nito Abel, 45 Sacrific� el m�s joven, El m�s fuerte, el m�s tierno De todos sus animales. Sobre el altar de nuestro Padre Posamos los sacrificios 50 Y prendimos fuego so ellos, Y el humo se los llev� Hacia Aqu�l en lo Alto. El sacrificio de Abel, Segundog�nito, oli� 55 Dulce a Aqu�l en lo Alto, Y Abel fue bendecido. Yo, primog�nito Ca�n, Fui golpeado desde lo lejos Por una severa palabra 60 Y una maldici�n, pues indigno Result� mi sacrificio. Mir� el sacrificio de Abel, Todav�a humeante, La carne, la sangre. 65 Llor�, me tap� los ojos, Or� de d�a y de noche. Y cuando nuestro Padre dijo: "El tiempo del sacrificio Ha llegado ya de nuevo". 70 Y Abel condujo su m�s joven, Su m�s tierno, m�s amado Hacia el fuego sacrificial. Yo no llev� mi m�s joven, Mi m�s tierno, pues sab�a 75 Que Aqu�l en lo Alto De ning�n modo los querr�a. Y mi hermano, querido Abel, Me dijo: "Ca�n, no has tra�do Un sacrificio, un regalo 80 De la prima parte de Tu alegr�a, para quemarlo En la ara de Aqu�l en lo Alto". Yo llor� l�grimas de amor Cuando, con mis �tiles 85 Puntiagudos, sacrifiqu� Aquello que era la parte Primera de mi alegr�a, Mi hermano. Y la Sangre de Abel 90 Cubri� el altar, y ol�a Dulce mientras ard�a. Pero mi Padre dijo: "Maldito est�s, Ca�n, Quien mataste a tu hermano. 95 Como yo fui expulsado, As� lo ser�s t�". Y �l me exili� A vagar en la oscuridad, La tierra de Nod. 100 Me precipit� en la Oscuridad. No vi ninguna luz Y estaba asustado. Y solo La llegada de Lilith Estaba solo en la oscuridad Y mi hambre creci�. Estaba solo en la oscuridad Y mi fr�o creci�. 5 Estaba solo en la oscuridad Y llor�. Vino entonces a m�, Una voz suave, dulce, Palabras de socorro, 10 Palabras de consuelo. Una mujer, oscura Y hermosa, con sus ojos Cortando la oscuridad, Vino entonces a m�. 15 �Conozco tu historia, Ca�n de Nod�, me dijo, Sonriendo. �Est�s hambriento �Ven! Tengo comida. 20 Tienes fr�o �Ven! Tengo ropas. Est�s triste �Ven! Tengo consuelo�. ��Qui�n podr�a consolar 25 Alguien tan maldito como yo? �Qui�n me vestir�a? �Qui�n me alimentar�a?� �Soy la primera esposa De tu padre, quien discuti� 30 Con Aqu�l en lo Alto Y obtuvo la Libertad En la Oscuridad. Yo soy Lilith. Una vez, tuve fr�o, 35 Y no hubo calor para m�. Una vez, tuve hambre, Y no hubo comida para m�. Una vez, estuve triste, Y no hubo consuelo para m�. 40 Con ella me llev�, Me aliment� y me visti�. Y en sus brazos, Encontr� consuelo. Llor� hasta que la sangre 45 Goteaba desde mis ojos. Y ella con sus besos Las llev� lejos. La magia de Lilith Mor� en la Casa de Lilith Por un tiempo. Y pregunt�: �Desde la Oscuridad, �C�mo construiste 5 este lugar, C�mo pudiste tejer Estas ropas, C�mo pudiste cultivar Esta comida?� Y Lilith sonri� y dijo: �No como t�, estoy Despierta. Veo los Peligros que giran A tu alrededor. Creo lo que necesito 15 Mediante el Poder� �Despi�rtame entonces, Lilith� Dije. �Necesito tener Este poder. Entonces, Podr� tejer mis ropas, 20 Cultivar mi comida, Construir mi propia Casa�. La preocupaci�n ti�� El rostro de Lilith. Y dijo: �Ignoro lo que el Despertar 25 Har� para ti, pues t� Est�s realmente Maldito Por tu Padre. Podr�as morir, podr�as Cambiar para siempre�. 30 Y Ca�n d�jole a esto: �Incluso entonces, Una vida sin Poder No ser�a realmente vida. Morir�a sin tus dones. 35 No vivir� como tu Esclavo�. Lilith me amaba, Y yo lo sab�a; Har�a lo que le ped�, Aunque no lo deseara. 40 Y fue entonces cuando Lilith, La de ojos brillantes, Me Despert�. Se cort� con un cuchillo, Y sangr� para m�. 45 Beb� del cuenco. Era dulce. Entonces ca� al Abismo. Ca� para siempre, Cayendo en la m�s profunda Oscuridad. La tentaci�n de Ca�n Y desde la Oscuridad Vino una luz brillante - Fuego en medio la noche. Y el arc�ngel Miguel Se revel� ante m�. Yo no ten�a miedo. Pregunt� qu� deseaba. Miguel, General del Cielo, Custodio de la llama sagrada, 10 Me habl� con estas palabras: �Hijo de Ad�n. Hijo de Eva, Tu crimen es grande, Pero tambi�n es grande La compasi�n de mi Padre. 15 �No te arrepentir�s Del mal que has hecho, Y dejar que Su compasi�n Te limpie y purifique?� Y yo respond� a Miguel: 20 �No por la gracia de [Aqu�l en lo Alto], Sino por la m�a propia Vivir�, con mi soberbia�. Miguel as� me maldijo: �Entonces, mientras camines 25 Por esta tierra, Tu y tus hijos temer�is Mi llama viviente, Que morder� profundo Y saborear vuestra carne�. 30 Y por la ma�ana, Vino Rafael, con alas Cargadas de inocencia, Luz sobre el horizonte, El conductor del Sol, 35 El guarda del Este. Rafael habl�, diciendo: �Ca�n, hijo de Ad�n, Hijo de Eva, Tu hermano Abel. 40 Te perdona tus pecados. �No te arrepentir�s Y aceptar�s la redenci�n Del Todopoderoso?� Yo respond� a Rafael: 45 �No por el perd�n de Abel, Sino por el m�o propio Ser� perdonado�. Rafael as� me maldijo: �Entonces, mientras tus pasos 50 Pisen esta tierra, Tu y tus hijos Temer�is el amanecer, Y los rayos del sol Os buscar�n 55 Para quemaros como el fuego Dondequiera que os escond�is. Esc�ndete ahora del Sol, Para ponerte su corona�. 60 Pero yo encontr� Un lugar secreto, Profundo en la tierra, Y me escond� de la luz Del Sol. 65 Dentro de la tierra Dorm� hasta que la Luz del Mundo Se escondi� tras la monta�a De la Noche. Cuando me alc� 70 De mi sue�o diurno, Escuch� el sonido De gentiles alas veloces. Vi las negras alas de Ariel Cubri�ndome alrededor - 75 Ariel, segador, Angel de la Muerte, Oscuro Ariel, Quien mora en las tinieblas. Ariel r�pidamente dijo: 80 �Hijo de Ad�n, Hijo de Eva, Dios Todopoderoso Perdona tus pecados. �Aceptar�s la redenci�n Y me dejar�s llevarte 85 Hacia tu recompensa, Nunca m�s maldito?� Y dije yo entonces A Ariel, el de negras alas: �No por la redenci�n 90 Del Todopoderoso, Sino por la m�a propia, Vivir�. Soy lo que soy, Hice lo que hice, 95 Y esto no cambiar�. Y entonces, mediante Ariel, Pavoroso Ariel, Dios Todopoderoso Me maldijo, dici�ndome: 100 �Entonces, mientras camines Por esta tierra, Tu y tus hijos Abrazar�is las Tinieblas, Beber�is s�lo sangre, 105 Comer�is s�lo cenizas, Ser�is como fuisteis En el momento de morir, Nunca muriendo, Continuando viviendo. 110 Caminar�is para siempre En las Tinieblas, Todo cuanto toqu�is Se desmoronar�, Hasta el �ltimo d�a�. 115 Lanc� un grito Cargado de angustia Por esta terrible maldici�n, Y llor� sobre m�. 120 Derram� sangre. Puse las lagrimas Dentro de un recipiente, Y las beb�. Cuando alc� la vista 125 De mi cuenco de pesar El arc�ngel Gabriel, Gentil Gabriel, Se�or de la Redenci�n, Se apareci� ante m�. 130 D�jome el arc�ngel Gabriel: �Hijo de Ad�n, Hijo de Eva, Observa: La redenci�n del Padre Es mayor de lo que jam�s 135 Podr�as imaginar, Pues, incluso ahora, Hay una senda abierta, El camino de la Redenci�n, Y llamar�s a este camino [Golconda]. 140 Habla a tus hijos de �l, Pues por �l volver�n A residir en la Luz�. Y despu�s de esto, La oscuridad 145 Se alz� cual un velo, Y la �nica luz era Los ojos de Lilith. Mirando a mi alrededor Supe que hab�a Despertado. 150 Cuando mis energ�as Por primera vez surgieron A trav�s de m�, Descubr� c�mo poder Como el rayo moverme [Celeridad], 155 C�mo coger prestada La fuerza de la tierra [Potencia], C�mo ser cual piedra [Fortaleza]. �stas fueron como respirar Fue una vez para m�. 160 Lilith entonces me mostr� C�mo se ocultaba De los cazadores [Ofuscaci�n], C�mo exig�a obediencia [Dominaci�n], C�mo ped�a respeto [Presencia]. 165 Entonces, Despert�ndome A�n m�s r�pido, encontr� C�mo alterar las formas [Protean], C�mo dominar animales [Animalismo], C�mo hacer que los ojos 170 Miren m�s all� de la vista [Auspex]. Entonces Lilith me orden� Que me detuviera, Pues hab�a sobrepasado Todos mis l�mites, 175 Hab�a ido demasiado lejos, Hab�a amenazado Mi propia esencia. Utiliz� sus poderes Y me orden� parar. 180 Debido a su poder, Yo la obedec�, Pero profundo en m�, Dentro fue plantada Una semilla de rebeli�n. 185 Y cuando me dio la espalda, Abr� mi ser de nuevo, Lo abr� a la Noche, Y vi en las estrellas Infinitas posibilidades, 190 Y conoc� un camino, Un camino de poder y Sangre Para que yo lo siguiera, As� pues abr� en m� Esta Senda Definitiva, 195 Desde donde otros caminos Proceder�an. Con este nuevo poder, Romp� las cadenas Que puso en m� 200 La Se�ora de Noche. Dej� la reina Condenada Ese mismo atardecer, Ocult�ndome en sombras, Hu� a las tierras de Nod 205 Y llegu� a un lugar Donde no pudieran encontrarme Ni siquiera sus demonios. El cuento de Zillah Dejadme contaros El cuento de Zillah, Primera amante de Ca�n, Primera esposa de Ca�n, 5 La m�s dulce sangre, La m�s suave piel, Los m�s claros ojos. Sola entre sus nuevos hijos, A Ella am� Ca�n. 10 Y Ella desconoc�a su amor, Gir�ndole la espalda. Ni regalos, ni sacrificios, Ni perfumes, ni plomas, Ni bellos bailarines, 15 Ni cantantes, ni bueyes, Ni esculturas, ni bellas ropas, Nada transformar�a Su p�treo coraz�n En dulces frutos. 20 Y Ca�n tir� de su barba, Y llor� sobre su cabello, Y err� por la naturaleza, De noche, pensando en ella. Quem�ndose por ella. 25 Y una noche se encontr� A la Bruja, cant�ndole A la luna. Ca�n dijo a la Bruja: ��Por qu� cantas as�?� 30 Y la Bruja contest�: �Porque suspiro por aquello Que no puedo tener...� Dijo Ca�n a la Bruja: �Tambi�n yo suspiro. 35 �Qu� puede uno hacer?� La Bruja sonri� y dijo: �Bebe mi sangre esta noche, Ca�n, padre de V�stagos, Y vuelve ma�ana, 40 De noche. Entonces, te mostrar� El saber de la Luna�. Ca�n entonces bebi� Del desnudo cuello, 45 Y se fue. Bajo la siguiente noche, Ca�n encontr� a la Bruja Durmiendo sobre una roca. �Despi�rtate, Bruja�, 50 D�jole Ca�n, �He vuelto�. La Bruja abri� un ojo Y dijo: �Estoy so�ando Con tu soluci�n. Bebe de mi otra vez, 55 Y vuelve ma�ana, de noche. Trae un cuenco de cer�mica. Trae un cuchillo afilado. Tendr� entonces tu soluci�n�. Otra vez m�s Ca�n bebi� 60 La sangre de la Bruja, Quien, inmediatamente, Cay� en profundo sopor. Cuando Ca�n volvi�, A la siguiente noche, 65 La Bruja lo mir�, Y sonri�. �Felicidades, Se�or de la Bestia�, Dijo entonces la Bruja, �Tengo el saber que buscas. 70 Toma algo de mi sangre, En el cuenco que traes, M�zclalo con estas bayas, Y con estas yerbas, Y b�bete el elixir. 75 Ser�s irresistible. Ser�s potente. Ser�s dominante. Ser�s ardiente. Ser�s candente. 80 El coraz�n de Zillah Se fundir�, Como la nieve en primavera�. Y Ca�n bebi� el elixir, Pues estaba enamorado, 85 De Zillah, la de claros ojos, Y tanto deseaba su amor. Y la Bruja se ri�, Se ri� alto y claro. �Ella lo hab�a enga�ado! 90 �Ella lo hab�a atrapado! Ca�n estaba furioso, M�s all� de todo l�mite, Quer�a desgajar a la Bruja, Recurri� a sus poderes 95 Para obtener toda su fuerza. La Bruja se ri� otra vez, Y dijo: �No lo hagas�. Y Ca�n no pudo hacer nada Que fuera en su contra. 100 La Bruja se ri� otra vez, Y dijo: ��mame�. Y Ca�n no pudo hacer nada Excepto contemplar Sus ancianos ojos 105 Y desear su curtida piel. La Bruja se ri� y dijo: �Hazme inmortal�. Y Ca�n la Abraz�, Y ella ri� de nuevo, 110 Ri� con en puro �xtasis Del Abrazo, Pues no le doli�. �Te he hecho poderoso, Ca�n de Enoch, Ca�n de Nod, 115 Pero siempre estar�s atado A m�. Te he hecho se�or de todos, �Pero jam�s me olvidar�s! Tu sangre, potente como es, 120 Ahora atar� a quien la beba, Al igual que t� hiciste, Una vez cada noche, Durante tres noches. Ser�s el se�or, 125 Ser�n tus esclavos, Como t� eres el m�o. Y aunque Zillah te amar�, Como t� deseaste, Tu me amar�s, para siempre. 130 Ve ahora, y reclama Tu amada concubina. Yo te esperar� En los lugares m�s oscuros, Mientras preparo m�s p�cimas 135 Para tu salud�. Y as�, muy deprimido, Ca�n volvi� a Enoch, Y cada noche, Durante tres noches, 140 Zillah bebi� de su Sire, Aunque no lo supo. Y, la tercera noche, Ca�n anunci� Que se casar�a con Zillah, 145 Su mas dulce Chiquilla, Y ella acept�. El cuento de la bruja Durante un a�o y un d�a Ca�n trabaj� al servicio De una Bruja, Quien con la sabidur�a 5 De la sangre, lo at� M�s fuerte que a un prisionero. Lo visitar�a de noche, Forzar�a a entregarle su sangre Para sus secretos elixires 10 Y potentes f�rmulas. Tomar�a a los hijos De sus hijos, y jam�s Volver�an a ser vistos. Pero Ca�n era sabio. 15 No volvi� a beber su sangre. Y ella no se lo pidi�, Creyendo que �l ser�a Para siempre su Esclavo. Una noche, en el bosque, 20 Ca�n fue a ver a la Bruja, Le habl� de terribles sue�os Que ten�a mientras dorm�a. �Temo por mi vida, Bruja, Temo la profec�a de Ariel, 25 Y el ansia de mis hijos Por beber mi sangre. Ens��ame oculto saber Que me haga poderoso Entre los m�os�. 30 Y la Bruja fue a un cipr�s Y arranc� una rama. Cogi� un cuchillo Y le sac� punta. �Toma esta madera viviente, 35 Afilada, fuerte, Y atraviesa el coraz�n De tus hijos rebeldes. Lo dejar� inm�vil, Y so tu voluntad. 40 En lugar de beber La sangre de tu coraz�n, Sentir� todo el peso De tu justicia�. Ca�n dijo: �Gracias, Madre�. 45 Y, movi�ndose veloz, Tom� la estaca de cipr�s, La alz� y profunda clav� En el coraz�n de la Bruja. Pues Ca�n, sabio Ca�n, 50 De ella no se aliment� Durante un a�o y un d�a; Y forz� su Voluntad Mediante sus manos, Rompi� el V�nculo 55 Que ella puso en �l, Y cambi� su fortuna. El cuento de la primera ciudad En el inicio de todo S�lo exist�a Ca�n; Ca�n, quien [sacrific�] a su hermano Desbordado por el amor. 5 Ca�n, quien fue exiliado; Ca�n, quien fue maldito Con la inmortalidad; Ca�n, quien fue maldito Con el ansia por la sangre. 10 Es de Ca�n de quien venimos, El Sire de nuestro Sire. Durante toda una era Vivi� en [la tierra de Nod], En soledad y sufrimiento 15 Durante un e�n estuvo solo, Pero la memoria cambiante Ahog� su tristeza. Y as� regres� Al mundo de los mortales, 20 Al mundo que su hermano [Seth, trig�nito de Eva,] Y [los hijos de Seth] Hab�an creado. Retorn� y fue bienvenido, 25 [Pues nadie pod�a lastimarle Debido a la Marca Que le fue impuesta]. La gente vio su poder, Y lo adoraron. 30 [Creci� en poder, Y su poder era fuerte, Sus m�todos para hacerse Respetar y obedecer Eran grandes]. 35 [Y los Hijos de Seth Lo nombraron] Rey De su gran Ciudad, La Primera Ciudad. Pero Ca�n estaba solo 40 En su Poder. En su interior germin� La semilla de la soledad, Y creci� una oscura flor. Vio dentro de su sangre 45 Potencia de fertilidad. Invocando demonios Y escuchando con atenci�n La sabidur�a susurrada, Aprendi� a crear 50 A sus propios hijos. Lleg� a conocer su poder, Y, al conocerlo, Decidi� Abrazar Alguien pr�ximo a �l. 55 Y Ariel, temible Ariel, Se mostr� a Ca�n Esa misma noche, Y le dijo: "Ca�n, aunque poderoso 60 Y marcado por Dios, Sabe esto: Que todo Chiquillo tuyo Portar� tu maldici�n, Que cualquiera de tu Progenie 65 Caminar� para siempre Por la Tierra de Nod, Temer� llama y sol, Beber� s�lo sangre Comer� s�lo cenizas. 70 Y desde cuando lleven consigo La celosa semilla Que su padre puso en ellos, Conspirar�n y luchar�n Entre ellos unos con otros. 75 No condenes aquellos De entre los nietos de Ad�n Que anden en la rectitud. �Ca�n! �Cont�n tu terrible Abrazo!" 80 Sin embargo, Ca�n supo Qu� deb�a hacer; y un joven, Llamado Enosh, el m�s querido De la estirpe de Seth, pidi� Ser Hijo del Padre oscuro. 85 Y aunque Ca�n era consciente De las palabras de Ariel, Tom� a Enosh; lo arrop� En el oscuro Abrazo. Y as� fue como sucedi� 90 Que Ca�n engendr� a Enoch, Y haci�ndolo llam� Enoch A la Primera Ciudad. Y ocurri� que Enoch Pidi� un hermano, una hermana, 95 Y Ca�n, Padre indulgente, Se los dio a Enoch, y sus nombres Fueron Zillah, cuya sangre Era la escogida de Ca�n, E Irad, cuya fuerza 100 Sirvi� el brazo de Ca�n. Y estos V�stagos de Ca�n Aprendieron c�mo crear Su propia Progenie, Y Abrazaron, sin pensarlo, 105 A m�s de la gente de Seth. Y entonces el sabio Ca�n Dijo a sus descendientes: "Un final para este crimen. No deber� haber m�s". 110 Y, como su palabra Era la ley, Su Progenie obedeci�. La ciudad perdur� eras, Y se convirti� en el centro 115 De un poderoso Imperio. Ca�n se relacion� Con aquellos distintos a �l. Los [hijos de Seth] Lo conoc�an, 120 Y �l, a su vez, Conoc�alos a ellos. Pero el mundo se oscureci�. Los hijos de Ca�n Vagaban ac� y acull�, 125 Saciando su perversidad. Y Ca�n ardi� de c�lera Cuando sus hijos lucharon. Descubri� mentiras Cada vez que se insultaban. 130 Conoci� la tristeza Cuando los vio abusar [De los hijos de Seth]. Ca�n ley� las se�ales En el cielo crepuscular, 135 Pero a nadie dijo nada. Entonces lleg� el Diluvio, Una gran inundaci�n Que purific� el mundo. La Ciudad pereci�, 140 Con ella los hijos de Seth. Otra vez, Ca�n cay� En gran melancol�a, Y huy� a la soledad. Nos abandon�, a nosotros, 145 A su progenie, A nuestro propio destino. Pudimos encontrarlo, Despu�s de mucho buscar, Enterrado en la tierra, 150 Pero nos orden� Que nos fu�ramos, diciendo Que el Diluvio fue un castigo, Por haber regresado Al mundo de los vivos 155 Y por haber quebrantado La verdadera ley. Nos pidi� que nos fu�ramos Para as� poder dormir. Y as� volvimos solos 160 Para emprender la b�squeda De los hijos de No�. Y a ellos anunciamos Que �ramos los nuevos se�ores. Cada uno cre� Progenie 165 Para poder ensalzar La gloria de Ca�n, Per no pose�amos Ni su sabidur�a Ni su autocontrol. 170 Se alz� una gran guerra, Los Antiguos enfrentados Contra su Progenie, Tal como dijo Ariel, Y la Progenie asesin� 175 A sus padres. Se alzaron empu�ando Fuego y madera, Espadas y garras Para destruir aquellos 180 Que los hab�an creado. Los rebeldes edificaron Una ciudad nueva. Lejos del ca�do Imperio, Reunieron los Trece clanes, 185 Dispersados por la Gran Guerra, Y los llevaron todos juntos. Llevaron al Clan Mon�rquico [Ventrue], Al Clan de la Bestia [Gangrel], Al Clan de la Luna [Malkavian], 190 Al Clan de los Ocultos [Nosferatu], Al Clan Vagabundo [Ravnos], Al Clan de la Rosa [Toreador], Al Clan de la Noche [Lasombra]. Al Clan de los Escultores [Tzimisce], 195 Al Clan de la Serpiente [Setitas], Al Clan de la Muerte [Giovanni], Al Clan de los Sanadores [Salubri], Al Clan de los Cazadores [Assamitas], Y al Clan Erudito [Brujah]. 200 Construyeron una ciudad De renombrada belleza, Y la gente los adoraba, Como si fueran dioses. Crearon su propia Progenie, 205 La Cuarta Generaci�n. Pero tem�an la Jyhad, La Profec�a de Ariel, Y a estos nuevos Chiquillos Les era prohibido engendrar 210 A otros de su raza. Este poder se guardaron Los Antiguos para s�. Cuando un Chiquillo era creado, Se lo cazaba hasta matarlo, 215 Y a su sire con �l. Aunque Ca�n estaba lejos, Pod�amos percibir C�mo nos vigilaba, Y sab�amos que era �l 220 Quien marc� las pautas De nuestros movimientos Y de nuestros destinos. �l maldijo a [Malkav] Cuando difam� su imagen, 225 Y lo conden� a la locura, Para siempre jam�s. Cuando [Nosferatu] dio Rienda suelta a sus placeres Con sus propios Chiquillos, 230 Ca�n pos� su mano Sobre [Nosferatu], Y le dijo que siempre Vestir�a su maldad, Y quebr� su imagen. 235 Nos maldijo a todos, Por haber matado La prima parte de sus Hijos, La Segunda Generaci�n, Pues los hab�amos cazado, 240 Uno a uno, Zillah la Bella, Irad el Fuerte y Enoch El Primer Se�or. Los lloramos a todos, Pues �ramos todos iguales, 245 Todos descendientes De los hijos de Ca�n. Aunque esta ciudad Era tan grandiosa Como aquella de Ca�n, 250 Esta tambi�n envejeci�. Como hace todo ser vivo, Lentamente empez� a morir. Los dioses, al principio, No vieron la verdad, 255 Y cuando se dieron cuenta Ya era muy tarde. Pues, como dijo Ariel, De la semilla del Mal Floreci� una rosa 260 De color rojo sangre, Y [Troile], El Chiquillo Del Chiquillo de su Chiquillo Se alz�, y asesin� A su Padre, Brujah. 265 Y comi� de su carne. La guerra sacudi� Los cimientos de la ciudad, Y nada volver�a a ser Lo que hab�a sido. 270 Los Trece vieron su ciudad Destruida; y, su poder, Extinto. Tuvieron que huir, Su Progenie junto a ellos. 275 Pero muchos murieron, Pues hab�an crecido d�biles. Sin su autoridad, Todos pudieron crear Su propia Progenie, 280 Y, muy pronto, Hubo muchos V�stagos Que reg�an la Tierra. Pero no pod�a durar. Pas� el tiempo, 285 Y hubo demasiados V�stagos, Y la guerra estall� Como antes estallara, Los Antiguos, ocultos, Hab�an aprendido 290 Lo que era la cautela, Pero sus Chiquillos Hab�an fundado Ciudades y Progenies, Y fueron ahora ellos 295 Los que murieron en batalla. Fue tan grande la guerra Que no sobrevivi� Ninguno de esa Generaci�n. Olas de carne mortal 300 Cruzaron continentes Para aplastar y quemar Ciudades de V�stagos. Los mortales creyeron Que luchaban sus guerras. 305 Pero fue por nosotros Que derramaron su sangre. Cuando acabo la guerra, Todos los V�stagos Se escondieron de los otros, 310 Y de los humanos Que viv�an alrededor. Escondidos permanecemos hoy, Pues la Jyhad a�n contin�a. Y nadie predecir� 315 Cu�ndo se alzar� Ca�n De su sue�o en la tierra, Y reclamar� La ciudad de Gehenna, La �ltima Ciudad, 320 La Ciudad del Juicio. La Jyhad a�n contin�a.
La presente obra se la tengo ke dedikar a Raquel, gracias por aportarmela, seguro ke es la mas leida, un beso y un abrazo desde el sotano de Espa�a, asi ke esta es para ti, MUAK��