Grupos de Google
Suscribirte a Letra Universal
Correo electrónico:
Consultar este grupo


Suscribiéndote recibirás un Boletín Semanal informándote sobre los Concursos y convocatorias literarias vigentes. Novelas, Poemas y Cuentos recomendados; y Noticias destacadas en el area Cultural.

 

 
Visit the History Shop & get up to 50% off The Universe DVD sets!



Información al día:
Blog Hoy Concursos
Concursos Literarios, Convocatorias, premios.

Escritores de Afganistán:
Nadia Anjuman
Jushal Jan Jattak
Abdul Qader Bedil

 
Buscador Avanzado: encuentre más rápido el tema de su interés ...

Búsqueda personalizada

Aproximación a la poesía infantil:
Tres poetas, tres modos

Juan Cervera Borrás

La poesía infantil encuentra su mayor atractivo para el niño en su carácter lúdico. Aquí se analiza la poesía infantil a través del prisma del juego. El juego es personal cuando el contacto entre el niño y la poesía lo establece un adulto. El juego es individual, con contacto directo del niño con la poesía, mediante la lectura o la recitación. El juego es colectivo, a través de la danza, la recitación coral o la dramatización. A menudo cuenta con el auxilio de la música, sobre todo si se trata de canciones. Cada uno de los libros escogidos corresponde básicamente a un tipo de juego.

The poetry for children meets the job like a prime quality. Here we analyse the poetry for children to cross the job. The personal job, when the contact between the child and the poetry arrives with the adult's help, the own job when this contact comes across lecture or recital, collective job thanks to dance or drama.

Poetry for children often has the accomplicity of the music and songs. Every one of the selected books belongs to a kind of job.

Los profesores de Literatura Infantil de las secciones de Educación Infantil de las Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado o de las Facultades de Educación se encuentran, sin duda, con un invitación implícita a hacer uso de la poesía infantil en la formación de los futuros realizadores de la Educación Infantil o Educación Preescolar, de los parvulistas en general.

La respuesta más fácil a esta invitación se inclinará, en la mayoría de los casos, por la poesía de tradición oral, por el folclore. Sin dejar de reconocer, en toda su dimensión, la validez y oportunidad de los materiales folclóricos, nosotros hemos llamado la atención sobre la necesidad no sólo de crear otra poesía infantil, sino más poesía infantil en el momento actual, y de ahora, so pena de quedar supeditados al pasado, lo cual implica, quiérase o no, una limitación.

Este deseo no entraña renuncia al pasado, ni al folclore, lo cual sería suicida, pero sí urge crear el presente de acuerdo con el presente y con la vista puesta en el futuro, en lo cual se cifra el progreso. Y la armonía entre pasado, presente y futuro compendia la acción educativa. Si en el pasado no hubieran creado, no habríamos heredado el folclore. Y nosotros tenemos que dejar nuestro legado a las generaciones venideras.

Para ello, la aportación de este estudio se centra en la obra de autores actuales, de tres poetas: Ayes Tortosa, Antonio A. Gómez Yebra y Juan Cervera. Se escogen éstos como representantes de tres modos distintos de enfocar la poesía para niños. Indudablemente se podían haber escogido otros, más conocidos, más populares, y, si se quiere hablar en términos competitivos, mejores. Pero creemos que ensayos como el presente no deben desdeñar la ocasión de aportar nuevos datos, sobre todo cuando se tropieza con tantas carencias y desconocimientos.

Las obras seleccionadas para su análisis son:

Versos, canciones y nanas para Nana, de Ayes Tortosa, Menuda poesía, de Antonio A. Gómez Yebra y Canciones para la escuela I Preescolar, de Juan Cervera.

Planteamiento casi programático
Calificamos el planteamiento del estudio como casi programático por dos razones. Con el casi se pretende medir el alcance de la proyección de este estudio, aunque sin excluir ningún otro concurso o planteamiento, no sólo porque todos tienen derecho a hacerse oír, sino porque, a mayor número de aportes, más enriquecimiento del panorama. Lo de programático, porque quiere incluirse a la poesía en el panorama más amplio de la formación literaria para niños, en la que la poesía no puede estar sola, sino acompañada de forma natural de la narrativa y del teatro.

Al actuar separadamente, sin coordinación, poesía, narrativa y teatro -aislada y pobremente- se orillan los puntos fuertes de coincidencia de que gozan estos géneros, que estriban en su condición de literatura. Condición que debe recuperarse plenamente, si se quiere llegar a la formación literaria.

Tal vez en esta disgregación, patente en la falta de programa, en que se incurre en la educación, resida uno de los fallos más evidentes del sistema educativo o de su aplicación. Se pretende formar lectores, sin tener en cuenta la calidad de los textos; se pretende hacer gustadores, y usuarios correctos del lenguaje, sin descubrir la impronta que confiere el contacto con la poesía; se pretende crear espectadores de teatro, sin caer en la cuenta de que más que ser ¿consumidores? interesa que sean jugadores, a partir de la dramatización y de la puesta en escena personal.

La formación literaria debe promoverse por degustación y por intuición en estos niveles para pasar a razonarla después, cuando estén entusiasmados. Y la poesía infantil, a nuestro juicio, tiene convocatoria para todos estos objetivos, ocultos o manifiestos, por eso su implantación en los programas educativos, desde la Educación Infantil, reviste una cierta responsabilidad.

«Si los textos literarios con que entra en contacto el niño son actuales, y guardan relación con su entorno, contribuyen a la aproximación cultural». Por ello, sin excluir otros, deben estar presentes en los programas.

La convocatoria lúdica de los textos
En una somera clasificación de la poesía infantil se habla de la existencia de tres tipos de poesía: lírica, narrativa y lúdica. Admitidas las definiciones de cada una de ellas, se conviene en que la existencia de una poesía infantil lúdica, no empece que el espíritu lúdico de esta poesía esté presente también en toda clase de poesía infantil, y que además constituya el estímulo para el contacto de los niños con todo tipo de poesía,como la mejor garantía para la aceptación por parte del niño. Esta aproximación lúdica es fundamental si se trata de Educación Infantil, es decir, para niños de 3 a 6 años.

La reflexión sobre estos libros será válida para nuestro propósito en la medida en que acredite la dimensión lúdica de sus poemas. Esta es una de las razones fundamentales de su elección.

En principio, el atractivo lúdico de estos libros nos parece que reviste caracteres diferentes por la manera de prestarse al juego:

-Personal, y hasta personalizado, en el caso de Ayes Tortosa. Puesto que apunta al trato de la madre con el niño.

-Individual, en conexión con lo personal, y con extensión a lo colectivo, en el libro de Antonio A. Gómez Yebra, porque se brinda a la lectura, al juego y a la dramatización.

-Colectivo, mediante la canción, la dramatización y la danza, en el de Juan Cervera, ya que se trata de textos dramatizables, por composición, y cuentan con el apoyo de la música desde su creación. Ciertamente toda clase de poesía para niños puede entrañar estas formas de atractivo lúdico. Pero en estos poemas el juego dramático no es algo añadido, sino algo consustancial. Por otra parte, siempre hay textos que, por su propia naturaleza y presentación, se prestan más a un tratamiento, juego y uso que otros. Al educador le compete descubrirlo.

El doble objetivo personal
En el estudio de la poesía para niños, y más para niños de Educación Infantil, que no saben leer todavía, hay que tener en cuenta que estos libros han de buscar la aceptación de
-los profesores o adultos, que actuarán como mediadores entre los textos y los niños;
-los niños, que deben pronunciarse y comportarse como receptores y usuarios. El profesor y el adulto mediador, por regla general, exigen a la poesía para niños, como a todo tipo de poesía, cuidado formal y contenido ejemplar.

El niño pide atractivo lúdico y capacidad evocadora. El juego siempre se produce como manifestación externa. La evocación es función interna, difícilmente exteriorizable y evaluable, que implica, en principio, en el período más temprano del niño, más imaginación que recuerdo, como es lógico.

Juego y evocación se combinan en proporciones diversas y variables al compás del desarrollo físico y psicológico.

Por lo que respecta a los libros escogidos, en su relación con el cuidado formal, se puede anticipar que los profesores poetas -Gómez Yebra, Juan Cervera- como es lógico, muestran mayor exigencia formal. Y la exigencia formal se vuelve más rigurosa cuando los poemas tienen su último destino en la canción. El poeta no profesor -Ayes Tortosa- pone mayor empeño en la expresividad, basada en la espontaneidad; por eso cultiva más fácilmente el texto libre, el verso blanco y el versículo y la agrupación caprichosa, no necesariamente estrófica.

Aunque la mayor libertad en la versificación parezca propiciar mayores posibilidades para el juego, el sometimiento a las exigencias formales clásicas, paradójicamente, implica su llamada a la creatividad y, por supuesto, su convocatoria lúdica específica, sobre todo por el atractivo del ritmo. De cualquier forma, las comparaciones no pueden establecerse entre sistemas de versificación, sino entre poemas concretos, incluso, a veces, del mismo autor y, en gran medida, responden al empleo de determinadas fórmulas y a la estructura interna de cada poema.





Búsqueda personalizada



Ayes Tortosa
Versos, canciones y nanas para Nana

Tagahi, Granada, 1994

Ayes Tortosa es médica, puericultora, y es madre. Ha escrito un libro de versos para Nana. Y se mueve en su casa, en la prensa y en la radio.

El libro es una muestra de los muchos libros primerizos que publica un autor a sus expensas o a las de sus mecenas. En este caso, con excelente papel, ilustración rica de Miguel Ángel Monleón y maquetación sugestiva y generosa. Tratándose de libros de poesía infantil que surgen independientes, a causa de la resistencia editorial, características similares son frecuentes. Y, pese a lo arriesgado del sistema, a menudo es la única solución, casi heroica, para empezar.

Pese a incluir las nanas en el título, éstas no aparecen en el contenido. ¿Canciones? Depende del concepto que se tenga de canción. Dejémoslo en versos agrupados en poemas. En los poemas, eso sí, hay vida maternofilialmente compartida, como por ejemplo en El espejo

Una grande y otra chica.
¡Qué dilema en el espejo!
Cuando las dos nos miramos,
yo no sé cuál es mi imagen,
si la chica o la grande.
Cuando las dos nos reímos
yo no sé de cuál es la risa,
si la tuya o si la mía
Qué dilema en el espejo.

Y cuando nos abrazamos,
sólo un corazón muy grande
se refleja en el espejo.

Las cosquillas participa del mismo espíritu.

Cosquillas
arrugaditas de nuez.
Cascabelillo,
en el regazo.
Gorrioncillo,
en mis brazos.
Cosquillas, cosquillas...
Caracolillo en la falda,
Vuela, vuela,
mariquilla,

de la nariz,
al flequillo.
De la barbilla,
al ombligo.

Continúa en la propia fuenteBiblioteca Cervantes

1