** Positivismo Vs Negativismo sólo buche y plumas

Por Guayú De Falkón
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En el primer número de Inciso 7, órgano de difusión de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo, APUC, apareció un artículo con el título de “POSITIVISMO Vs NEGATIVISMO” firmado por Miguel A. Patacón, profesor del departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UC y miembro suplente del Consejo Universitario. El texto en cuestión relata el proceso político venezolano a través de la influencia de las corrientes del pensamiento universal del positivismo y del negativismo en la reflexión y la acción criolla. Luego de una narración histórica de 7/8 partes del texto, concluye en la última octava parte del mismo que, se desmoronó todo el sistema político construido por el positivismo y el negativismo y que la verdad verdadera es, “que se abrió para el país nacional la puerta, que por casi un siglo estuvo cerrada a la participación del colectivo en la toma de decisiones”. El profesor Patacón luego de un largo peregrinar por el pensamiento nacional descubrió que la historia está llena de sucesos, y que uno de esos lo sorprendió en Venezuela, que hay que hacer algo, que no sea sólo mirar los toros “desde la barrera de sombra: como perfectos villamelones, con escasa o nula participación”.

Patacón define a la universidad en la cual el labora como la barrera de una plaza de toros (ahí estamos de acuerdo), lo hizo despertar y salirse de la corrida el tronar del crujido de la puerta enmohecida que abrió al pueblo la revolución bolivariana. Se disculpa cuando dice que “...nos hemos quedado (se refiere a los universitarios) sin quererlo, como el sector más atrasado de la sociedad.” (ja,ja,ja,ja) Desconcierta que un profesor de filosofía nos plantee esto así; y, más aún, la audacia y temeridad en el uso de las enseñanzas del positivismo y negativismo cuando nos afirma: ”La hora menguada, aciaga de la Universidad, debe como la nación en su conjunto, dar paso a una categoría de proscenio donde se inicien las reflexiones, debates y se organicen las propuestas que darían por cancelada la deuda morosa que ha tenido la universidad para con la sociedad civil.”

¡¡¡ Qué riñones!!! Bien grandes los tiene el profesor Patacón. Sólo un buen alumno del positivismo y del negativismo podría plantear lo anterior como reflexión. Razona la situación política actual con las herramientas del pensamiento que usa el hombre que somete a la crítica en su artículo, nos trata de hacer ver que está por encima de la situación, y eso no es verdad, es falso y no relativamente, sino absoluto. Además hay que tener una facción positivista y negativista bien rígida (cara dura, en lenguaje coloquial) para plantear que con sólo abrir las discusiones y reflexiones, la universidad y los universitarios (entre los que él se cuenta) pagarán las deudas morosas que tienen con la sociedad.

¿De dónde sacó el profesor Patacón que la universidad y los universitarios están en capacidad de pagar algún día esa deuda? ¿Ha pensado por casualidad nuestro querido profesor que, esa deuda la universidad y los universitarios son incapaces de pagarla y que el país si es capaz esta vez de cobrarla? ¿No será posible quizás que el país cobre a la universidad la deuda morosa que el profesor Patacón reconoce que la “academia” tiene con la nación sentenciando a muerte la universidad venezolana de la lV República? ¿Habrá reflexionado el profesor Patacón que al país es posible que le convenga más cerrar la actual universidad y abrir otra sobre bases éticas, morales, pedagógicas y científicas consustanciadas con el actual proyecto de país puesto en marcha que dice haber logrado ver nuestro mentado profesor entre tantos villamelones?

Pero la temeridad del profesor Miguel Patacón no termina aquí, continua diciéndonos: “Es la hora. Es el momento para propiciar todo lo que tenga que ver con las respuestas que por obligación de acuerdo con su visión y misión, esta (se refiere a la universidad) tiene que producir.” ¿Cómo se puede obligar a alguien que desconoce su visión y misión, que ha hecho del desconocimiento su mejor aprendizaje para no accionar, propiciar respuestas contra lo que representa y muestra como la mejor carta de presentación?


Termina su artículo con la respectiva retórica: “La discusión, el debate libre, fructífero y fecundo debe darse en la universidad; de lo contrario, los cambios que se promueven y suscitan al exterior de la misma serán impuestos para ser cumplidos, por nuestra incapacidad de interpretar las distintas fenomenologías que como fuerza avasallante imponen una revisión de todo lo establecido. La universidad no puede ser una excepción.” El pánico entró en acción. Nuestro profesor ve la avalancha de cambios que se viene sobre la universidad y los universitarios como algo inevitable; asustado hace un llamado a los miembros de de la UC para que dejen de ser villamelones y salten a promover los debates sobre los cambios, so pena que los mismos les impongan una universidad insoportable.

Pasar de ver los toros desde la barrera, a verse en la arena acosados por los miuras mientras el pueblo pide ver sangre desde la barrera, es el escenario más probable para los universitarios como el profesor Patacón en los días que vendrán. La reflexión del positivismo y del negativismo, personificada en la carne y la sangre de nuestro profesor tiene los días contados en la futura academia universitaria venezolana.

Soplan vientos de cambio y el vendaval crítico derrumbará todas las instituciones que soportan la lV República; la universidad pública de hoy es uno de los más fuertes soportes culturales de todo lo que hay que eliminar de la sociedad venezolana. Nació y murió hace tiempo. Venezuela entera comienza a darse cuenta recién que ha estado conviviendo desde hace tiempo con un cadáver. Este artículo intenta hacer visible a los ojos de la población venezolana los gusanos que lo pueblan. Está podrido, en total descomposición, hiede profusamente y hay que enterrarlo o cremarlo. La discusión y el debate no pueden ser otros que, el cómo, cuándo y dónde saldremos del cadáver; la dilación de la acción amenaza con infectarnos y afectarnos letalmente a todos. Paralelamente tenemos que preparar las condiciones para un nuevo alumbramiento de connotación nacional: La Universidad Bolivariana; y, entre todos, especialmente los excluidos, usando como compost el cadáver académico de la UC, aquí en los predios de Bárbula, tenemos que hacer brotar la Universidad Bolivariana de Carabobo.

Bárbula 2001

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