En
la oscura prisión ya no se podía respirar. El aire estaba sofocado y espeso, sin duda, pronto morirían
ahogados. No podía dejarse vencer. No podía morir así de esa forma tan poco, tan
poco... noble. Era una forma demasiado miserable, indigno de un guerrero de su
estirpe.
Cerró los ojos y comenzó a meditar. Su
respiración comenzó a disminuir. Sin embargo, al fondo de su conciencia todavía
lo escuchaba:
“Jamás imaginé que moriría de esta manera... ¡Aagh!
Wufeeiii, mi Deathscythe está increíble... ¿...estás muerto?”
“Oye Wufei, no me dejes solo, tienes que estar
conmigo hasta el último momento.”
Sintió algo que se arrastraba hasta él. Un dulce
aliento, casi imperceptible rozaba su rostro.
“... está en estado de suspensión. Hasta ahora me
doy cuenta que es muy fuerte... luchará por vivir hasta el último momento.”
“El está en lo correcto, a nadie le gustaría morir
de esta forma...”
“Los Gundam no pueden rendirse por ningún motivo...”
Entonces, un profundo y terrible silencio reinó.
Quería escuchar más, no sabía por qué, pero de alguna forma esa voz le daba
fuerzas para seguir en su lucha por la vida. Acaso, ya habían muerto.
Abrió los ojos y miró a su alrededor. Él estaba a su
lado, inconsciente, parecía que ya no respiraba. Tenía que hacer algo, pero si
se movía no podría meditar. Eso no importaba ahora, trataría de moverse
manteniendo lo más posible la concentración.
Subió al cuerpo de Duo y se posicionó encima de él,
estando cara a cara. Colocó esas manos
esposadas por encima de aquella cabeza, y las suyas, por encima también de
aquélla. Debía proporcionarle de alguna
forma oxígeno, pero esto era demasiado, ¡qué vergüenza!, ¡un guerrero como
él!.. Nataku jamás se lo perdonaría. La concentración se alejaba. Cerró los
ojos: “... a nadie le gustaría morir de esta forma”. Acercó sus labios a los de
él. Cerró su respiración de la nariz, usaría la de él. Desde ahora, estaba
unido con Duo...
Los labios de su compañero estaban muy juntos, necesitaba
abrirlos más. Metió su lengua para completar la separación y sin querer rozó la
otra. Un estremecimiento lo recorrió entero y el calor golpeó su cara. Esto se
estaba poniendo difícil. La concentración se alejaba. Se paralizó: las lenguas
quedaron juntas tocándose la una con la otra.
Volvió a cerrar sus sorprendidos ojos. Debía meditar
y salvar dos vidas: la suya y la de él...
Sintió la respuesta del otro cuerpo. Esos labios, si
bien no fríos, comenzaban a arder, dando un sabor dulce, exquisito. Se dejó
llevar y su lengua comenzó una lenta exploración. Su cuerpo también comenzaba a
reaccionar: algo duro estaba creciendo. La concentración se alejaba. Volvió a
paralizarse. ¡Qué diablos estaba haciendo!
Volvió a
cerrar sus, ahora, afligidos ojos. Debía meditar y salvar dos vidas: la suya y
la de él...
Un imperceptible gemido vino de la otra boca y
explotó en la suya. Era débil, pero a él lo azotó como un latigazo. Sintió sus
mejillas sonrojadas, sus ojos se humedecieron. Comenzó a moverse muy lento y rítmico, frotando su cosa, dura ya, contra
ese cuerpo. Otro gemido, pero esta vez era suyo y lleno de placer. Mmmmmmmmmh, deliciooosoooo. La respiración se aceleró. Quedó sin aire.
¡¡¡¡¡CONCENTRATE!!!!! Su respiración volvió a calmarse. Debía terminar con eso.
Duo lo estaba
matando. Era mejor dejarlo, si una de las vidas debía salvarse, tenía que ser
la suya: “... no me dejes solo, tienes que estar conmigo hasta el último
momento”, pero, pero...: “...no... rendirse por ningún motivo.”
Su corazón se hinchó. Cerró sus ojos decididos.
Meditaría y salvaría, así, dos vidas: la suya y la de él...
Un fuerte ruido lo empujó. La luz brillante le picó
los ojos y una bocanada de aire fresco llenó sus pulmones. Abrió los ojos.
Duo estaba sentado, un poco más allá, frente a él, y
le dedicaba una dulce sonrisa. Wufei también le correspondió con otra.
Afuera, luces guerreras estallaban por doquier. Duo
y él subieron a sus Gundam.
- Recuerda la capacidad de nuestras máquinas, es muy
limitada para peliar- le dijo la voz por el comunicador.
- Seguir con vida es casi un milagro, no podemos
pedir más- contestó Wufei.
“Mmmmmh, quizás sí”- pensó después.
El End
¡Eeeeeeeh!, por fin tengo un fic de 1 página
(aunque con letra Nº 10 ¿igual vale no?) Comentarios a [email protected]