El lago negro
la cima que anochece
la luna blanca.
El beso irrumpe
los cuerpos se entrelazan
¡feliz, el alba!
El tren que pasa
magreando las montañas
y ella lo aguarda.
Brillo de plata
enciende el crepúsculo
luna de gala.
Son cristalinas
las nocherniegas aves
de tus pupilas.
Noche que enciendes
a solos navegantes
luz de candiles.
Sísifo empuja
castigo inexorable
Ícaro arde.
Gloriosas alas
del gris cóndor que anida
en las montañas.
Verónica Wiedrich