Huang Lao
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Dime (dijo Lao Tse) en que consisten la caridad y el deber para con nuestro prójimo.
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Consiste (contestó Confucio) en cierta capacidad de regocijarnos en todas las cosas; en el amor universal, sin elemento egoísta. Tales con las características de la caridad y el deber para con nuestro prójimo.
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¡Qué tontería! (exclamó Lao Tse). ¿No se contradice el amor universal consigo mismo? Tu eliminación del yo, ¿no es una positiva manifestación del yo? Señor mío, no dejes que el imperio pierda su fuente nutricia. Existe el universo, y su regularidad es constante. Existen el sol y la luna, y su brillo no cesa. Existen las estrellas, y sus constelaciones no cambian. Existen pájaros y bestias, que se agrupan sin cambiar. Existen árboles y arbustos, que crecen hacia arriba sin excepción. Se como ellos: sigue el Tao, serás perfecto ¿Para que entonces estas vanas disputas acerca de la caridad y el deber para con nuestro prójimo, como quien tocara un tambor para cazar a un fugitivo? ¡Ay, señor! Has introducido mucha confusión en la mente del hombre.
El Huang Lao, o Taoísmo, tiene a nuestro parecer cuatro fases bien diferenciadas:
- Tendríamos en primer lugar la Sabiduría antigua china, propia de antiguos pensadores, origen del I-ching y de conceptos tales como el Yin-yang, lo cíclico de la existencia, el culto a la naturaleza,...
- Con la aparición de Lao-tse, y sus seguidores Chuang-tse y Lieh-Tse, nace la corriente filosófica taoísta, Tao-kia.
- Posteriormente, surgiría una fase religiosa.
- Finalmente, surge la fase mágico-alquimista.
El retorno al Origen
El Tao-kia predica, como uno de sus primeros fundamentos, la mirada atrás (o el retorno) al origen del hombre, o sea, a la niñez.
El niño no actúa premeditadamente, ni por razonamientos lógicos ni intelectivos, sino que lo hace de una forma natural, atendiendo mas a su intuición que a su comprensión intelectiva. Natural antes que racional.
Este es uno de los principios fundamentales que predica el Taoísmo, debido a que:
"los cinco colores cegarán la vista del hombre.
Los cinco sonidos apagarán el oído del hombre.
Los cinco sabores arruinarán el paladar del hombre." |
(Tao te king, XII) |
Este fragmento extraido del Tao Te King no expresa una guerra abierta contra los sentidos del hombre sino que, por el contrario, expresa un deseo potente por extender los límites de la experiencia sensible que contiene el hombre.
La estructuración cartesiana, utilizada en occidente, para expresar todo lo concerniente al hombre y a la naturaleza solo consigue limitar nuestras posibilidades de trabajo con dichos principios.
Según Lao-Tse, al enmarcar toda experiencia sensible natural dentro de unos márgenes concretos, solo conseguimos limitar dicha experiencia, puesto que al diferenciar el negro del blanco, y de los diferentes colores, solo conseguimos limitarlos dentro de un numero determinado de colores. De esta forma, imposibilita la búsqueda de nuevos elementos que salgan de los limites espuestos por las normas utilizadas para crear dichas limitaciones. De esa forma, la única ampliación posible dependerá de una combinación de los elementos ya concretados. Hemos creado una escala conceptual para todo lo que percibimos, para encuadrarlo.
Para evitar esta artificialidad, o regla absurda y antinatural, el taoísmo propone una alternativa, consistente en el Wu-Wei (無為) .
Chuang-Tse, sucesor de Lao-tse, nos habla en infinidad de ocasiones del origen de esta alternativa predicada por Lao-tse, como por ejemplo cuando nos dice:
"El niño mira todas las cosas todo el día sin pestañear;
ello es así porque sus ojos no estan enfocados en ningún objeto en particular.
Anda sin saber adonde va, y se detiene sin saber que está haciendo." |
El principio de Wu-Wei (無為) es un tema de suma importancia dentro de la filosofía taoísta, despues del principio del Tao.
El principio del tao es la espontaneidad
Tao Te King
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