Poesía épica ...
Es notable la vocación histórica de los indigenas mexicanos, disposición que se observa en la objetividad con que reproducen en sus relatos, conservados en pinturas y cantares, los hechos memorables. Como los cantos heroicos eran representados con canto y baile, la mezcla de géneros dificulta el conocimiento total de la literatura épica náhuatl.
Los tres principales centros de habla náhuatl fueron: Texcoco, Tenochtitlan y Tlaxcala, que incluye Cholula y Huejotzingo.
El ciclo tezcocano
El ciclo tezcocano tiene como fuente principal la obra de Ixtlilxóchitl y la de Durán, y está formado por el Poema de Quetzalcóatl, el Poema de Ixtlilxóchitl, Nezahuacóyotl perseguido y Andanzas de Ichazotlaloatzin en Chalco.
El ciclo tenochca
El ciclo tenochca es el más extenso y rico. Está formado principalmente por el Poema de Quetzalcóatl, cuyas fuentes documentales son los Anales de Cuauhtitlan y Sahagún; el Poema de Mixcóatl; la Perigrinación de los aztecas; el Poema de Huitzilopochtli; el Ciclo de Moctezuma Ilhuicamina y el de Moctezuma Xocoyotzin.
El ciclo tlaxcalteca
Este ciclo es del que se tiene menos documentación. La fuente es Muñoz Camargo, el historiador mestizo tlaxcalteca, que consigna, entre otras cosas, las aventuras de Tlahuicole, un guerrero excepcional.
Posiblemente el ejemplo más claro de lo que es la poesía épica náhuatl esté representado por el Poema de Quetzalcóatl. Por la importancia del personaje, persistente en varias culturas indígenas, creador del hombre, restaurador de la humanidadd, símbolo de las aspiraciones y debilidades de la raza humana; por el movimiento dramático de la historia; por la variedad de episodios que no destruyen la unidad del relato; por la objetividad e interés colectivo que guarda, puede compararse, sin demérito, a las grandes epopeyas primitivas.