HIPIAS MAYOR O DE LO BELLO
El verdadero nombre de Platón, era Aristocles. Nació en Atenas el año 428 o 427 A.C. Fue alumno de Sócrates, al que luego inmortalizaría como protagonista principal de sus diálogos. Viajó por Egipto, la Magna Grecia y repetidamente a Siracusa, ciudad a la que intentó infructuosamente poner en práctica sus ideas políticas. El año 387 A.C., fundó su escuela, que recibió el nombre de Academia por haber sido instalada en el Gimnasio del parque del héroe Akademos. Fue maestro de Aristóteles. Falleció el año 347 o 346 A. C.
De Platón se han conservado 35 obras y 13 cartas. Aparte de sus méritos literarios y filosóficos, sus opiniones no chocaban con los intereses de las capas y clases más reaccionarias: por el contrario, ha tenido gran influencia en el desarrollo del pensamiento idealista.
El planteamiento central de la teoría de las ideas, es que hay un mundo de entidades de naturaleza espiritual e inalterable (ideal) que sólo pueden ser captados por el ojo del espíritu (intelecto) y que constituyen el modelo de las cosas de nuestro mundo material y mudadizo.
Su concepción de la belleza también se halla vinculada a su doctrina de las ideas. La belleza de las cosas sensibles deriva de al idea de lo suprasensible.
En este caso, de lo bello, que está más allá de ese mundo y es indestructible y eterno. La representación de la realidad o arte realista es_para él_ "imitación de imitaciones", "sombra de sombras".
RESUMEN DE "HIPIAS MAYOR" O DE LO BELLO.
Sócrates e Hipias, se enfrascan en una lucha sin cuartel, para tratar de definir el término bello. Los dos personajes, son fácilmente identificables desde el comienzo. Mientras uno (Hipias), se presenta al público como un ser presuntuoso capaz de saberlo todo, Sócrates humilde, pero hábil. Su estrategia permite ir hilvanando respuestas de su interlocutor, que desmiente su presumida sapiencia. Hipias no es ignorante, pero a lo largo del diálogo se descubren sus inconsistencias.
La belleza que se trata de definir, no es solamente la belleza sensible, una y otra vez, vemos presente en el pensamiento de Platón, la belleza de las costumbres, de las leyes, de las instituciones.
El examen riguroso de un término, por muy sencillo que parezca, conduce al descubrimiento de nuevos elementos, que un análisis supercial no entrevería. El díálogo entre Hipias y Sócrates, abordando el tema de lo bello, pone como se dice, los dados sobre la mesa, es decir, se hace una desección sobre lo bello, pero cosas de la vida, no salimos totalmente convencidos. No obstante, nos queda la posibilidad de especular y formular nuestras apreciaciones y seleccionar lo mejor que ambos personajes dijeron.
DEFINICIONES SOBRE LO BELLO
Me parece que esa definición, es excluyente de otras cosas que tienen belleza, a pesar de no pertenecer a los dioses u otros seres superiores.
Ciertamente, una vírgen, a como se ve en las estampas, reúne todos los atributos para considerarla fuera de serie, pero a diario oímos la expresión popular, cuando nos encontramos con una muchacha esplendorosa: "parece una vírgen".
En la variedad de la naturaleza, hay ejemplares que comunican belleza por su forma y no necesariamente tiene que ser una virgen.
Aquí pasamos a la dimensión de las cualidades que adornan al objeto o que propician, que éste se vea mejor o como es en realidad. Será, entonces, que el hábito hace al monje? Una persona es bella en sus atributos físicos, independientemente de la ropa que ponga, lo que hace éste último es resaltar la belleza.
Lo que no reporta beneficios, deja de ser necesario y por tanto no le dan la importancia que se merece. Más que hablar de atributos físicos, aquí se toca el aspecto utilitario, para qué sirve, allí radica en mayor o en menor medida lo bello.
Toda obra emprendida, si lleva sanas intenciones es bella. Hay actividades filantrópicas, que buscan la manera de ayudar al hermano que pasa miseria y hambre, y está en una situación deplorable, pero decir que "lo bello sería la causa del bien", es aceptar que el resultado de lo bello son las cosas positivas y agradables. Una persona puede ser bonita, atractiva, pero su comportamiento y manera de ser dejan mucho que desear.
Hay muchas formas de deleitarse, poniendo en acción esos órganos sensoriales tan importantes como son el oído y la vista.
Apreciar un bello paisaje, contemplar el atardecer en una noche de verano..., descubrir la naturaleza, su perpetua renovación, son momentos que causan placer. También escuchar música de nuestro gusto, nos sentimos en otras esferas, es un placer inmenso.
Lo bello es difícil, por las infinitas posibilidades que tenemos para definirlo, no niego que hayan parámetros generales, que caracterizan a lo bello, pero pienso que cada quien aprecia lo bello, tomando en cuenta su experiencia particular.
Lo bello para mí, es la combinación-en cuanto se refiere a persona-de atributos físicos y actitudes internas. La forma de ser de una persona, su comportamiento, sus modales, su actitud ante la vida no pueden ser ignorados, desde el mismo momento en que entramos en contacto con ellas.
Lo físico, impresiona, pero a medida que vamos conociendo su carácter, la apreciamos. Muchas veces, los valores morales son más importantes que la belleza material.