FIGURAS DEL
DESENCANTO |
Por
Jesús Martín-Barbero
Ilustraciones de Giovanni Clavijo
Jesús
Martín-Barbero (Ávila, España). Es doctor en filosofía de la Universidad
de Lovaina e hizo un posdoctorado en
antropología y semiótica en París. Ha publicado, entre otros, los
siguientes libros: Comunicación masiva: discurso y poder (1978), De los
medios a las mediaciones (1987 y 1998), Televisión y melodrama (1992),
Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación
y sus contextos (1995), Mapas nocturnos (1998), Los ejercicios del ver
(2000) y Oficio de cartógrafo (2002). |
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«Lo que estamos
viendo no es simplemente otro trazado del mapa cultural —el movimiento de
unas pocas fronteras en disputa, el dibujo de algunos pintorescos lagos de
montaña— sino una alteración de los principios mismos del mapeado. No se trata de que no tengamos más
convenciones de interpretación, tenemos más que nunca, pero construidas
para acomodar una situación que al mismo tiempo es fluida, plural,
descentrada. Las cuestiones no son ni tan estables ni tan consensuales y
no parece que vayan a serlo pronto. El problema más interesante no es cómo
arreglar este enredo sino qué significa todo este
fermento». Cliford Geertz |
Jesús Martín-Barbero,
uno de los más importantes teóricos de la comunicación y la cultura en
Iberoamerica, regresa a las páginas de Número —y
a Colombia— con este texto en el que reflexiona sobre los relatos del
desencanto y los cambios en las formas de acceso al conocimiento, para
llegar a radicales transformaciones en las prácticas, el sentido y el
ejercicio del trabajo. |
¿no habrá documentos de barbarie que constituyen
documentos de cultura? |
El
lugar de la cultura en la sociedad cambia cuando la mediación tecnológica
de la comunicación deja de ser meramente instrumental para espesarse,
densificarse y convertirse en estructural, pues la tecnología remite hoy
no sólo a la novedad de unos aparatos sino a nuevos modos de percepción y
de lenguaje, a nuevas sensibilidades y escrituras. Lo que la trama
comunicativa de la revolución tecnológica introduce en nuestras sociedades
no es tanto una cantidad inusitada de nuevas máquinas sino un nuevo modo
de relación entre los procesos simbólicos —que constituyen lo cultural— y
las formas de producción y distribución de los bienes y servicios. Escribe
Manuel Castells en su última obra, La era de la información: «Lo que ha
cambiado no es el tipo de actividades en que participa la humanidad, lo
que ha cambiado es su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza
productiva directa lo que distingue a nuestra especie como rareza
biológica, eso es, su capacidad de profesar símbolos»1. La «sociedad de la
información» no es sólo aquella en la que la materia prima más costosa es
el conocimiento sino también aquella en la que el desarrollo económico,
social y político, se hallan estrechamente ligados a la innovación, que es
el nuevo nombre de la creatividad
sociocultural. |
1.
DESUBICACIÓN DE LOS SABERES DESCENTRAMIENTO
Y DISEMINACIÓN |
NUEVAS
FIGURAS DE RAZÓN |
2.
DESFIGURACIÓN DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO UNA
FLEXIBILIDAD TRAMPOSA |
NUEVAS
FIGURAS DE PROFESIONAL |
NOTAS 1. M.
Castells, La era de la información, Vol. 2, Madrid, Alianza, 1999,
p.49. |