SIGLO XXI, LEYES DEL MERCADO Y NUEVO PROYECTO DE COMUNICACIÓN EN
AMERICA LATINA.
Dr. Javier Esteinou Madrid. *
* Investigador Titular del Departamento de Educación y Comunicación de
INDICE
I.- TENDENCIAS INFORMATIVAS Y CULTURALES DERIVADAS DE
1.- EL RETIRO DEL ESTADO COMO RECTOR DE
2.-
3.- EL DEBILITAMIENTO DEL MODELO DE MEDIOS DE COMUNICACION DE SERVICIO PUBLICO.
4.-
5.- EL DISEÑO DE
6.- EL MERCADO COMO MARCO AXIOLOGICO DE VALORACION DE
7.-
8.-
9.- EL ACRECENTAMIENTO DE LOS CONFLICTOS CULTURALES.
10.- EL REFORZAMIENTO DEL MODELO DE COMUNICACION-MERCADO.
A.-
B.-
C.-
D.- RECUPERACION DE
E.- EL USO DE IDEOLOGIAS MODERNIZADORAS PARA ABRIR LAS FRONTERAS
CULTURALES.
F.- EL SURGIMIENTO DE
G.-
H.-
I.-
J.- SURGIMIENTO DEL NEOCONSUMO NACIONAL.
K.-
L.-
M.-
N.-
Ñ.- DIFICULTADES PARA CONSTRUIR LAS CULTURAS DE
O.-
P.- EL DEBILITAMIENTO CULTURAL DE LOS ESTADOS LATINOAMERICANOS.
II.- ¿QUE HACER ?: HACIA
III.- NOTAS.
I.-
TENDENCIAS INFORMATIVAS Y CULTURALES DERIVADAS DE
El
proceso de transformación moderna que ha experimentado América Latina desde la
década de los años ochentas a la fecha con la aplicación de las leyes del
mercado en todos los ámbitos de la vida, ha producido profundos cambios en las
estructuras económicas, políticas, sociales, agrícolas, tecnológicas, mentales,
legales, etc., de nuestra región (1). Estos cambios, a su vez han transformado
los sistemas de vida, organización, trabajo, educación, producción,
competencia, etc. de la mayoría de la población latinoamericana.
Pero
dichas modificaciones no sólo han impactado en la base económica y política de
las sociedades latinoamericanas, sino sobretodo han repercutido fuertemente
sobre las estructuras culturales, informativas y espirituales de nuestra
región. Ante ésta realidad histórica contundente, el problema ya no es
preguntarnos si Latinoamérica acepta o no la globalización cultural e
informativa que se ha impuesto y que ha atravesado el mundo de finales del
siglo XX; sino que ahora debemos reconocer, para bien o para mal, que al inicio
del nuevo milenio la globalización comunicativa es un hecho irresistible al
cual ya estamos incorporados como comunidades y del cual no podemos
desprendernos. Por ello, la pregunta que debemos colocar en la reflexión
contemporánea de comienzo del nuevo siglo es ¿ Qué podemos obtener
positivamente del proceso globalizador y como podemos
sobrevivir culturalmente como naciones en ésta rápida reorganización cultural e
informativa del mundo ?.
Por
ello, después de haber aplicado la dinámica del libre comercio durante varios
años sobre las superestructuras mentales de América Latina hoy es sumamente
importante analizar ¿ Cómo la aplicación de las leyes del mercado han
transformando el esqueleto y la dinámica de nuestra cultura y comunicación
latinoamericana ?.
Reflexionando
sobre esta realidad, podemos decir que la aplicación de las reglas de mercado
al terreno de la cultura y la información colectiva en Latinoamérica,
especialmente de los medios electrónicos, han ocasionado, entre otras, las
siguientes 10 transformaciones estructurales sobre nuestras sociedades:
1.- El Retiro del Estado Como Rector de
La
mutación más grande que se ha producido ha sido el retiro creciente del Estado
latinoamericano como instancia rectora de los procesos de cultura y
comunicación nacionales, para delegar ahora su dirección a la dinámica del
mercado bajo el mecanismo de acción de la oferta y la demanda informativa. Así,
la rectoría del Estado en el campo de la conciencia de lo público ha quedado
substituida por la intervención de las leyes del mercado con su "Mano
Invisible" de regulación natural, que no ha sido otra realidad que la
acción de la "Garra Invisible" de los intereses de las grandes
monopolios de la difusión sobre el proceso de la cultura y la conciencia nacional.
De
ésta forma, ante el florecimiento en América Latina en la década de los
noventas de las tesis modernizadoras que han sostenido el adelgazamiento, la
privatización, el repliegue, la desregulación, la globalización y la transnacionalización de todos los campos de lo público; hoy
se ha formulado oficialmente, cada vez mas, con mayor convencimiento que la
dirección cultural de las sociedades latinoamericanas no debe conducirse por la
acción interventora de políticas planificadoras de los Estados; sino que debe
ser guiada por el equilibrio "natural" y perfecto que produce el
juego de los "libres" principios del mercado entre productores y
consumidores culturales.
2.-
Para
que el modelo de desarrollo modernizador se haya consolidado en América Latina,
ha sido indispensable la creación de una nueva conciencia masiva modernizadora
que respalde y afiance las acciones de operación del mercado. Dicha conciencia
ha producido, a nivel masivo, a través de los medios electrónicos de
comunicación, las condiciones subjetivas necesarias para el funcionamiento de
nuestras comunidades dentro de las nuevas relaciones competitivas del mercado
mundial.
La
esencia de ésta conciencia modernizadora ha formulado que ante la nueva
globalidad internacional para ser eficientes, especialmente, en el terreno comunicacional; hay que aceptar indiscriminadamente en
América Latina la propuesta de asimilar los principios del "laissez
faire informativo" en el terreno comunicativo o cultural, o lo que es
lo mismo, asumir la mentalidad de que "lo que no deja dinero a nivel
cultural, no sirve". Bases que, llevadas a sus últimas consecuencias,
en la práctica real han planteado el peligro de que en vez de fortalecer
nuestras culturas nacionales en este período de globalización, estas se
flexibilicen, y en ocasiones, hasta erosionen más sus valores para
incorporarnos eficientemente como sociedades y sin restricción alguna a la
nueva estructura de competencia y de acumulación de los mercados mundiales.
3.- El Debilitamiento del Modelo de Medios de Comunicación de Servicio
Público.
Presionado
por el retiro del Estado como instancia rectora de la comunicación y por la
imposición de las fuertes tendencias que han introducido las políticas
econométricas neoliberales para convertir a los Estados latinoamericanos en
entidades "altamente eficientes", se ha generado una severa crisis y
al mismo tiempo una desaparición creciente del modelo de medios de comunicación
de servicio público que durante tres décadas habían funcionado en la región;
para ahora dar paso mayoritariamente al proyecto de mercado con sistemas de
información privados altamente mercantilizados. Es decir, debido a que las
leyes de la "libre competencia" han exigido que las empresas
contiendan entre si con sus propios recursos y sin apoyo estatal, los gobiernos
latinoamericanos han retirado gradualmente los subsidios que fortalecían a los
medios públicos y éstos cada vez más han tenido que luchar con sus propios
recursos para sobrevivir ante la fuerte presión de las empresas privadas.
Ello
significa, que el esquema de medios de comunicación de servicio público al dar
marcha atrás el Estado Benefactor que lo mantenía a base del presupuesto
oficial, crecientemente ha tenido que buscar a otras fuentes de ingreso para
sobrevivir que, básicamente, han girado alrededor de la venta del tiempo de
pantalla a las grandes empresas monopólicas y de la
comercialización publicitaria. Esta situación ha obligado a que el modelo de
información público se comercialice "reduciendo su pluralismo y
originalidad, abriendo mayor campo aún a los grupos multinacionales tanto en lo
que se refiere a la propiedad de las emisoras, como a su programación"
(2).
De
esta forma, derivado del orden social darwinista que
ha impuesto el neoliberalismo con la práctica del mercado para que la sociedad
funcione libremente beneficiando al más fuerte, se ha comprobado la inclinación
progresiva de los Estados latinoamericanos para reducir o abandonar el
financiamiento del modelo de medios de comunicación de servicio público a
través de permitir la veloz privatización y la adopción del nuevo esquema
comercial que dirigen los principios del mercado. En este sentido, al final de
la década de los noventas nos enfrentamos, a corto plazo, a una transformación
del modelo de comunicación pública, y a largo plazo, quizás a su desaparición o
existencia muy restringida.
Con
ello, se ha observado en América Latina el tránsito radical de un proyecto de
comunicación y cultura colectivas dirigidas por el Estado, por más
deficiencias, limitaciones y errores que haya tenido en el pasado; a una
práctica informativa conducida por el mercado orientada por el objetivo de
producir de rápidas ganancias, a costa de lo que sea.
4.-
Al
convertirse los procesos de comunicación en elementos estratégicos para la
realización y reproducción del sistema económico, con la aplicación de los
nuevos acuerdos de mercado los gobiernos y los concesionarios de los medios de
información latinoamericanos han planteado insistentemente que "en un
mundo sistémico, sin fronteras, competitivo y globalizado, para que la dinámica
del mercado se pueda realizar se requiere libertad de información. Por ello, no
deben ponerse mas regulaciones que las necesarias a la
libertad de expresión en la región, so pena de caer en burocratismos extremos o
lo que es peor, en la inoperancia de la ley. La sobre reglamentación se opone
al avance económico" (3).
En
consecuencia, se formula que lo que se debe fomentar en América Latina en las
sociedades modernas crecientemente competitivas es el libre flujo de la
información y no su restricción. Por lo tanto, el funcionamiento de los
procesos de comunicación no deben reglamentarse con normatividades rígidas,
sino sólo se deben crear mecanismos muy flexibles que permitan la
autorregulación de los medios de difusión, como son los Códigos de Etica, los Tribunales de Honor y los Reglamentos de Buen
Comportamiento Profesional, etc.
Con
la propuesta de la desregulación del funcionamiento de los medios de
información en Latinoamérica y su substitución por los procesos de
"autorregulación absoluta" por parte de los gobiernos y de los
propietarios, se ha caído en la concepción liberal extrema de crear en América
Latina el "Estado Cero" en el terreno comunicativo. Esta
concepción plantea que el Estado no es necesario como instancia rectora para
dirigir a la sociedad, ya que esta es tan perfecta que se puede autoconducir a si misma por las leyes de la mano invisible
de las lógicas del mercado. Así, se ha formulado que en materia informativa el
Estado debe reducirse a su mínima expresión (fórmula cero), para dejar que la
sociedad se conduzca por otros mecanismos "naturales" de autorregulación
del poder.
Dicha
teoría y práctica económico-social ha demostrado, a lo largo del siglo XX su
enorme fracaso y límites al reflejar que, finalmente, toda sociedad moderna
siempre requiere la presencia de un sólido Estado rector que equilibre los
desajustes y las crisis que produce el funcionamiento autónomo o desbocado de
la dinámica del mercado. Es decir, para crear las mínimas condiciones de
gobernabilidad en la región, es necesario que todas las acciones públicas
colectivas estén reglamentadas por la ley, pues de lo contrario se crean las
bases oficiales para el surgimiento de los grandes espacios de anarquía social.
Es
por ello, que la autorregulación de los medios de comunicación vía los Códigos
de Etica y otros recursos morales, son mecanismos
colegiados muy útiles que pueden ayudar a garantizar complementariamente el
funcionamiento de los medios de comunicación, pero nunca deben operar como
elementos únicos o solos para normar y conducir socialmente esta estratégica
acción colectiva. Una tarea tan central para construir una sociedad
democrática, equilibrada y participativa no puede quedar expuesta a los
altibajos subjetivos, caprichosos o discrecionales de los intereses políticos
del poder o sujeta a la voraz dinámica de la "Mano Invisible del Mercado";
sino que debe ser reglamentada con toda exactitud por el interés colectivo
latinoamericano, como cualquier otro derecho social básico, para garantizar su
existencia y sana aplicación comunitaria.
De
lo contrario, siguiendo el razonamiento de la lógica autónoma del mercado por
sobre el orden social regulado colectivamente, también podemos demandar que no
existan reglamentos de los cuerpos de policía, pues las comunidades pueden autoregular espontáneamente sus delitos. No se requieren
leyes para normar el servicio de recolección de basura, porque la sociedad por
si misma puede autoregular como tirar sus
desperdicios orgánicos. No se requiere una legislación de comportamiento
bancario, pues los banqueros se pueden autoregular a
si mismos en beneficio de la sociedad. No es indispensable una legislación
sobre la educación básica, pues cada ciudadano puede asegurar por si mismo su
formación educativa. No es necesario un reglamento fiscal, pues todos los
ciudadanos pueden autoregular voluntariamente el pago
de sus impuestos, etc. En suma, el Estado sale sobrando como órgano de
regulación colectiva, pues la sociedad se puede autoregular
a si misma en todos los órdenes de la vida (4).
Debemos
de considerar que la ética no puede sustituir o suprimir al derecho, sino sólo enriquecerlo
y complementarlo. No podemos cambiar el estado de derecho por la aplicación de
un "eticómetro" de los concesionarios y
empresarios de los medios de comunicación que es un instrumento subjetivo de
buena voluntad, absolutamente vulnerable ante las fases de presión económica y
política reales, como lo ha demostrado la historia de la comunicación
latinoamericana a lo largo del siglo XX (5).
5.- El Diseño de
Con
el lugar estratégico que el nuevo modelo de desarrollo modernizador le ha
concedido al mercado para ser el eje fundamental que dirija y moldele a los procesos sociales latinoamericanos, éste se
ha convertido en el condicionante central del cual se ha derivado el origen, el
sentido y el destino de la producción cultural y comunicativa. Es decir, en la
década de los 90s. la verdadera reactivación de los proyectos de comunicación y
de la culturas nacionales de América Latina, no han surgido de las antiquísimas
demandas de los grupos sociales básicos del continente para resolver las
necesidades de comunicación social más apremiantes de la población; sino que se
ha derivado de la incorporación acelerada de nuestras sociedades al mercado
mundial, que no es otra realidad que la reactivación y la ampliación intensiva
del proyecto económico super transnacional en la
periferia.
La
sociedad civil o los grupos emergentes sólo aparecen en la programación de los
medios de difusión colectivos cuando desde los criterios del negocio son
"noticia", un "objeto informativo" o una "mercancía
más" atractiva que puede elevar el raiting de
las empresas, pero no son considerados permanentemente como sujetos o entidades
generadores de opinión que tengan derecho a un espacio colectivo de
participación informativa.
6.- El Mercado Como Marco Axiológico de Valoración de
Desde
una perspectiva humana, el ejercicio de la práctica comercial sobre la base
cultural ha significado que, cada vez más, el mercado ha sido la autoridad que
determina el valor de las personas y la vida en la región y no las fuerzas y
procesos sociales en los que éstos están inscritos. Esto es, el reconocimiento
social, la dignidad de la persona, su retribución económica, etc., es
crecientemente definido y valorado por el mercado y no por las dinámicas de
justicia y humanización.
Por
ejemplo, esta situación se comprueba en el campo laboral de nuestras
sociedades, cuando, paradójicamente, constatamos que contrariamente a los
precedentes que caracterizaban a nuestras culturas madres, especialmente
mesoamericanas, donde el "Hombre Viejo" era mas valorado como sabio
para participar y dirigir al conjunto social; ahora con la introducción
creciente de la lógica del mercado en las relaciones contractuales
latinoamericanas presenciamos que en el momento en que el ser humano se acerca
a los 40 o 45 años de edad y está en su fase más madura y experimentada de la
vida, ya no es contratado por la mayoría de las empresas por no ser
competitivo. Esto comprueba que cada vez más el valor de lo humano está
determinado por el mercado y no por los procesos sociales.
7.-
En
términos educativos, la aplicación del modelo de mercado al terreno cultural ha
representado que, en la actualidad, cada vez mas, sean
las bases de la mercadotecnia las que gobiernan la orientación y la acción de
las instituciones culturales y comunicativas de nuestra región; y no las
directrices del desarrollo social y espiritual de nuestras comunidades. Es
decir, la modernización neoliberal básicamente ha reducido el proyecto
comunicativo y cultural de los Estados y de la sociedades latinoamericanas a
fortalecer y expandir las relaciones de mercado en nuestro continente; y no a
ampliar y reforzar los procesos culturales más abiertos, democráticos y
participativos que durante tanto tiempo han demandado los grandes sectores
básicos de nuestros territorios.
8.-
Desde
el punto de vista de la formación de conocimientos la aplicación de Ley del
Mercado al campo educativo está cancelando en América Latina las carreras de
Filosofía, Antropología, Sociología, Ciencia Política, Historia y otras
disciplinas humanistas por asegurar que no son rentables o necesarias para los
criterios de la modernidad por no ser productivas. Ante esta realidad debemos
preguntarnos ¿ Qué sucederá con las sociedades que progresivamente cancelan
la existencia de las disciplinas especializadas en su autoconocimiento
como sociedad ?.
Frente a esta realidad se puede decir que al aplicarse esta política tan
pragmática se están formando las bases de una "ceguera social" de
grandes dimensiones, pues los principios del mercado están abortando las áreas
del conocimiento humano especializadas en el análisis propio de las
comunidades. Ante ello, debemos interrogarnos ¿ A dónde va una sociedad que
ve todo, excepto a sí misma ?.
9.- El Acrecentamiento de los Conflictos Culturales.
Con
la introducción extensiva de las leyes del mercado al terreno cultural y
comunicativo, oficialmente se planteó hace varios años al inicio de los
procesos privatizadores latinoamericanos que dichas actividades se volverían
más productivas, que se romperían los monopolios tradicionales en éste rubro al
promoverse la libre competencia cultural, que se aumentarían la calidad de los
productos elaborados, que se abrirían nuevos espacios de participación social
dentro de ellos, que se elevaría la eficacia de las dinámicas culturales, que
se agilizaría la producción comunicativa, que se aceleraría la modernización
informativa, que se ampliaría y versatilizaría las
fuentes de financiamiento de las empresas culturales, que se aceleraría la
apertura de nuestra estructura mental al flujo mundial de información, etc; en una idea, que se enriquecerían fundamentalmente
estas actividades al vincularse con los procesos de la modernidad.
Sin
embargo, no obstante estas posibles ventajas que ha prometido alcanzar la
aplicación acelerada de los principios de las leyes del mercado sobre otras
lógicas sociales en el terreno comunicativo-cultural con el establecimiento de
la dinámica del mercado en América Latina; observamos que dichas acciones no
han sido fuerzas o dinámicas suficientes para resolver las tremendas
contradicciones culturales e informativas que existen en nuestras sociedades. Es
más, se ha constatado que debido a la naturaleza eminentemente mercantil de
esta racionalidad económica aplicada al campo cultural latinoamericano, en
lugar de resolver nuestros problemas de comunicación, en el fondo han
acrecentado nuestros conflictos de culturas nacionales. Esto debido, a que en
diversos momentos este fenómeno ha llegado a ser la aplicación de una falsa ley
entre libre oferta y demanda entre fabricantes y compradores, por las
siguientes dos razones:
En
primer lugar, porque hoy día en Latinoamérica esta realidad se encuentra
profundamente alterada por la deformación del consumo que actualmente realiza
la actividad publicitaria de los grandes monopolios económicos. Es decir, en la
sociedades latinas de finales de milenio, en muchos casos, ya no existe una
demanda natural del consumidor; sino crecientemente asistimos a una decisión ó
gusto inducido por la enorme saturación publicitaria que cotidianamente
producen los medios de comunicación de masas, especialmente electrónicos, sobre
los diversos campos de conciencia de las poblaciones. Esta situación ha
avanzado a tal extremo que en la actualidad ha ocasionado que muchas veces la
demanda dependa de la oferta y no la oferta de la demanda: Las mercancías que
se ofrecen, se venden, no tanto por las rigurosas características
físico-materiales que poseen; sino por el estratégico papel que ejercen las
técnicas de persuasión publicitaria sobre nuestros sentidos e inconsciente (6).
Por
consiguiente, en la actualidad, en muchos casos, el mercado ha pasado de ser
una relación de "equilibrio natural" entre los elementos económicos
de la producción y el consumo; para convertirse en la imposición de una
relación artificial de los grandes monopolios sobre la población, para
satisfacer sus necesidades de concentración material.
En
segundo lugar, porque aunque en la exposición teórica de las tesis clásicas de
la libre competencia se formula que en América Latina esta se dará con toda
libertad; en la práctica real del liberalismo más avanzado que hoy experimentamos
se confirma que esta no existe con tal apertura; pues, cada vez mas, se da un
proteccionismo acentuado de las naciones mas desarrolladas en favor de sus
áreas económicas mas frágiles. Esto significa, que a través de la aplicación de
los principios del mercado a lo que nos enfrentamos en el fondo en
Latinoamérica no es a una dinámica de libre competencia; sino al autoritarismo
económico de los grandes trusts que actúan en nuestra
región.
Esta
práctica ha contribuido a aumentar los problemas culturales y a debilitar la
estructura y contenidos de nuestra culturas nacionales.
10.- El Reforzamiento del Modelo de Comunicación-Mercado.
Con
el retiro del modelo de medios de servicio público que ha exigido el esquema de
desarrollo del mercado y la primacía de los principios del mercado el sistema
de medios comercial-privados se ha expandido notablemente en la región,
llegando a ser éste el patrón dominante en nuestra atmósfera cultural, y con
ello, se ha privatizado el campo de lo público. Es decir, al final del siglo XX
las políticas culturales públicas y colectivas que se elaboran en nuestras
sociedades, cada vez más, se construyen desde las necesidades privadas de la
reproducción del capital y no desde las necesidades de avance y humanización de
la población.
De
esta manera, al concluir el milenio el Estado y las sociedades latinoamericanas
cuentan con menor infraestructura mental y comunicacional
para crear la cultura indispensable que demanda el proceso de sobrevivencia social de nuestro continente y con mayor
logística cultural para crear las condiciones subjetivas de reproducción del
capital ampliado a escala global. Así, al ser progresivamente regida la cultura
y la información por las leyes del mercado el proyecto de conciencia y
comunicación colectiva que se ha producido en nuestro continente, a través de
los medios de difusión masivos y de otras infraestructuras culturales, ha sido
una propuesta lucrativa de acumulación, que se ha regido, entre otros, por los
siguientes 17 principios (7):
A.-
A
partir de la aplicación de las reglas del mercado los procesos de comunicación
se han concebido crecientemente como instrumentos aceleradores del proceso de
realización de capital y no como herramientas para la elevación de la
conciencia y el cambio colectivo para resolver los problemas de crecimiento
nacional. Esto, ha contribuido a producir una nueva valoración estratégica del
campo de las telecomunicaciones y de la industria audiovisual que ha desatado
una lucha nacional y continental por la concentración privatizada de las
cadenas de difusión sin ningún precedente histórico en la región.
B.-
Para
adecuar el espacio cultural de las sociedades latinoamericanas a las nuevas
necesidades del mercado que plantean los acuerdos comerciales, se ha alterado
la concepción tradicional de la naturaleza de la actividad comunicativa que la
comprendía como un producto social y se ha pasado, con mayor velocidad, a
entenderla ahora como una simple mercancía mas que debe estar regida por los
principios de la oferta y la demanda.
C.-
Cada
vez más, se ha buscado obtener la ganancia a corto plazo a costa de lo que sea.
Mientras menor sea el tiempo de recuperación de la inversión realizada, mayor
atractivo es el proyecto. Esto representa, que las inversiones mayoritarias que
se destinan al terreno cultural y comunicativo están definidas muy directamente
por la rapidez de la recuperación de la ganancia económica y no por otros
criterios más humanos y equilibrados que anteriormente introdujo el Estado
Benefactor.
D.- Recuperación de
La
ganancia ha sido solicitada en términos monetarios y no de otro tipo de
retribución, como puede ser el "enriquecimiento social" o la
"humanización de la población" o el "cambio de conciencia
colectiva". Para la realidad cultural e informativa de mercado esto
significa que aquellas actividades que no producen "ganancias
pecuniarias" y no de otro tipo, no son apoyados por las principales
instituciones comunicativas de los países latinoamericanos. Por consiguiente,
los proyectos culturales de apoyo al desarrollo social han quedado
crecientemente marginados o han desaparecido.
E.- El Uso de Ideologías Modernizadoras Para Abrir las
Fronteras Culturales.
Con
el fin de ampliar más los márgenes de la acción transnacional sobre el campo de
la cultura y la comunicación en el proceso de modernización que vive América
Latina, el mercado mundial ha recurrido crecientemente al uso de dos ideologías
neoliberales para legitimar su avance y penetración en la periferia: la tesis
del "Libre Flujo Internacional de
Así,
por una parte, argumentando que en la "Era de
Por
otra parte, paralelamente se ha promovido la adopción de la ideología del
"acceso a la modernidad cultural" que en términos de concepciones de
masas ha sido la visión que intenta homogeneizar la mayor parte de los campos
de imaginarios sociales en base a los nuevos valores del consumo y el disfrute
neoliberal para facilitar la expansión del mercado capitalista que exige el
nuevo proceso de concentración de capital a escala mundial. Así ha surgido en
Con
esto, las instituciones representantes del comercio internacional han exigido
mediante sus acciones diplomáticas, políticas, económicas, y especialmente de
mercado, que nuestros valores e identidades nacionales se flexibilicen y abran
a la modernidad para "formar un mercado universal sin barreras o
límites" (8), a través de sus campañas de marketing hasta lograr que estas
se adapten de manera más favorable a su nueva dinámica de concentración
material.
F.- El Surgimiento de
Dentro
de la dinámica que ha seguido el modelo de comunicación-mercado se ha difundido
rápidamente la mentalidad de que para que todo espacio público de comunicación
sea moderno debe de estar atravesado por el complejo audiovisual, pues de lo
contrario será atrasado, anacrónico y poco competitivo. Así, ha surgido en las
principales ciudades latinoamericanas el fenómeno de la "Video-Vida"
como una fiebre cultural moderna que ha atravesado todas las actividades de
nuestra existencia.
De
esta manera, en los pocos espacios de diálogo, reunión y encuentro personal que
quedan en nuestras deshumanizadas urbes, la propuesta modernizante de los
"comunicadores profesionales" de la etapa del modelo de
comunicación-mercado ha sido dar el tiro de gracia a estos resquicios de vida
para convertirlas en zonas de pasatiempo posmodernas. De esta forma., hemos
transformado la taquería en "video taco",
el bar en "video bar",
la pizzería en "video pizza", la discoteque
en "video discoteque", el restaurant en "video gourmete",
la sala de espera en "video sala", el camión en "video
bus", el metro en "video metro", el avión en "aéreo
video", el elevador en "video elevador", el banco en "video
banco", la iglesia en "video iglesia", la caseta telefónica en
"video teléfono", el domingo en "video domingo", la
conversación de sobre mesa, en "video plática", el espectáculo en
"video show" (solo falta el "video sanitario" que no debe
tardar en surgir), etc., propiciando una vez más la distancia y el desencuentro
entre las personas con su consecuente estado de creciente de oscuridad humana.
Incluso,
esta concepción "moderna" de la comunicación" ha avanzado tanto,
que por ejemplo, en México, algunos de los principales jardines del Distrito
Federal se han convertido en video jardines para ver a través de pantallas
gigantes de televisión eventos como la pelea del Macho Camacho, el Concurso
Miss México, los debates políticos entre los diversos candidatos a la
presidencia de
De
esta forma, la relación con el complejo del video en las ciudades
latinoamericanas ha substituido el espacio de encuentro, convivencia y contacto
que antes le correspondía a la plaza pública, al jardín, a la alameda, al
quiosco, etc. produciendo la zona de la "Video Vida".
Paradójicamente,
intentando producir dinámicas de comunicación con todo el arsenal de
tecnologías informativas con que contamos al iniciar el siglo XX, esta práctica
urbana pos moderna, ha transformado progresivamente dichos espacios, y otros
más, en áreas de incomunicación humana, al suprimirles su ambiente de privacía y de individuación que le son propios, para
convertirlos en otros aparatos más del consumo, de la ideologización del dinero
y del poder.
G.-
La
aplicación de la dinámica de la "Mano Invisible" del mercado sobre
los procesos de comunicación y cultura ha generado en América Latina un fuerte
desorden informativo que ha producido silenciosamente una anarquía cultural al
permitir que estemos altamente informados sobre lo secundario y no sobre lo
fundamental. Esta anarquía cultural acelerada por la dinámica del mercado ha
creado un caos en la conciencia colectiva que ocasionado que la energía social
se concentre en los procesos de la super acumulación
material y ha impedido que resolvamos como sociedad los grandes problemas
nacionales que nos impiden crecer en nuestras naciones.
H.-
Con
el reinado de los principios del mercado y la anarquía que ha provocado en el
campo cultural, cada vez más, hemos presenciado la práctica de un "malthusianismo cultural" que ha permitido que sólo
sobrevivan aquellas estructuras de conciencia que sean las más aptas para
existir, desde los criterios del mercado. Así, con la aplicación de la
"Mano Invisible del Mercado" sobre los procesos de comunicación la
conciencia de lo social, ha sido desplazada para dar paso a la mentalidad de
los negocios, el pensamiento de la ganancia ilimitada, el deseo del lucro, la
inclinación dominante por el pragmatismo económico, la ideología de la posesión
material como sentido de la vida, y la visión del progreso técnico como nueva
religión, por encima de otros valores urgentes para la sobrevivencia
colectiva.
En
éste sentido, mientras en nuestras sociedades ha existido la necesidad
estratégica de contribuir a producir desde los medios de comunicación,
especialmente electrónicos, una mentalidad para lc sobrevivencia social como es la construcción de una cultura
ecológica, una cultura del agua, una cultura de la civilidad urbana, una
cultura de la racionalización de los recursos no renovables, una cultura de la
tolerancia humana, una cultura de la defensa de las especies animales, una
cultura de la protección de la biodiversidad, una cultura de promoción de la
vida, etc.; en ese mismo contexto de prioridades sociales, los canales de
difusión electrónicos gobernados por los principios del mercado han tendido a
construir una atmósfera de desperdicio cultural al producir una cultura de la
frivolidad, una cultura del hiperconsumo, una cultura
de la "novedad", una cultura de la transnacionalización,
una cultura light, una cultura del espectáculo, una
cultura del "star system",
una cultura del Show, etc., que son altamente rentables, a corto plazo, pero
nos han llevado a despilfarrar la enorme energía humana que existe en la región
para enfrentar nuestros grandes problemas de crecimiento y de sobrevivencia humana.
Hay
que recordar que el mercado por sí mismo no tiene ética, ni corazón, ni se
preocupa por lo humano y lo social. Su objetivo es la rápida y creciente
acumulación de riqueza a expensas de lo que sea. Por consiguiente, es una ley
que en la medida en que funciona autónomamente, sin sólidos contrapesos
planificadores puede introducir en las comunidades una relación social de
comunicación salvaje.
I.-
Así
como el capitalismo latinoamericano para afianzarse en su fase de
industrialización creó a mediados del siglo XX un tejido cultural consumista
que con el tiempo se convirtió en la religión de las ciudades, desde la cual
los individuos construimos gran parte de nuestro sentido mas profundo para
vivir y apoyamos el modelo de acumulación material; ahora, al final del siglo
XX el "capitalismo modernizador" para consolidarse en su etapa
neoliberal de apertura de fronteras ha requerido producir otros rasgo de las
identidades nacionales a través de una nueva estructura de valores algunos de
cuyos puntales han sido la eficiencia maquinizada, la tecnificación, el
pragmatismo, la supercompetencia, la privatización, la obsolescencia, la
desregulación, la desestatalización, la
internacionalización, la globalización, la aceleración, etc.
Nueva
estructura axiológica que se ha distinguido por cancelar los valores del
antiguo "Estado del Bienestar" nacional generado a partir de los
movimientos insurgentes latinoamericanos, e introducir los valores del moderno
"Estado Neoliberal" que mantiene como centro de gravedad el "laissez
faire, laissez passer" del proyecto de acumulación ampliada en el
campo de la comunicación, la cultura, la conciencia y el espíritu. De esta
forma, podemos afirmar que con el proceso de globalización se ha intensificado
la proliferación de diversos órdenes y espectativas
pragmáticas del conocimiento y de la vida. En particular, "se da un mayor
énfasis científico y tecnológico en nuestra tradición intelectual; que hasta el
momento ha sido más propicia a la influencia de la cultura humanista y jurídica"
(9).
Así,
proyectando sobre el campo de la conciencia colectiva las nuevas determinantes
estructurales que gradualmente ha impuesto el programa de crecimiento
neoliberal, catalizado por la dinámica del mercado, observamos que la moderna
subjetividad que ha producido la estructura cultural y los medios electrónicos
está caracterizada, en parte, por fomentar el individualismo por sobre las
relaciones solidarias. Acentuar la competitividad por sobre el trabajo
compartido ("Tequio"). El canibalismo salvaje por sobre la
fraternidad. La marcada admiración por lo extranjero que por lo nacional. El
interés por la no planificación colectiva sino por la altamente privatizada. La
lucha por la libertad y felicidad aislada y no por la grupal. El valor supremo
de la "eficiencia" por sobre otras metas humanas superiores. El
abandono de los valores tradicionales para asimilar los "modernos lights". El dinero como base del reconocimiento y la
valoración social. El hedonismo y la "Cultura Narcisista del Yo",
como nuevo cristal para mirar la vida. La tecnificación extrema como sentido
del éxito y no el diálogo y el acercamiento humano. Exaltar el alto pragmatismo
por encima de otras cualidades humanas superiores. Promover el "futuro funny" que el de la participación creciente en nuestro
proceso histórico. El impulsar el "culto a la juventud" por ser la
etapa más productiva del individuo y el desprecio a los viejos por
improductivos. La predilección por la modernidad entendida como el estilo de
vida que permanentemente se ajusta a la adquisición de la última novedad y el
rechazo a lo tradicional y lo antiguo. La invasión compulsiva de la vida
privada por las industrias culturales y no el incremento de la "vida
interior". La invención de una nueva identidad basada en la mayor asimilación
de las culturas externas y no en el enriquecimiento del "México
Profundo". El aprendizaje del idioma inglés para expandir el código
lingüístico de la ampliación del capital, por sobre la asimilación del
castellano y otras lenguas indígenas propias. La realización del principio de
ganancia salvaje a costa de lo que sea y no la obtención racional de la riqueza
respetando los ordenes naturales de la vida. La
acelerada norteamericanización de nuestra cosmovisión
y no el regreso a las formas milenarias de sabiduría de nuestras "culturas
negadas". La construcción de la "alegría" a partir de la
adquisición de lo ajeno y no del dominio creciente de lo propio, etc.
De
esta manera, a partir de la aplicación del proyecto neoliberal en las
sociedades latinoamericanas nos enfrentamos a la redefinición y cambio profundo
de nuestra identidad psíquica, cultural y humana como sociedad pluriétnica y pluricultural; para ahora incorporar otros
marcos de cosmovisión y de prácticas de la existencia desde las premisas de la
"modernidad". Bases de visión de la vida y del espíritu que
mayoritariamente tienden a ser la mirada de la reproducción ampliada del
capital a escala planetaria.
En
este sentido, podemos decir que en las entrañas de nuestra vida cotidiana hoy
estamos ante el silencioso embate de nuestras culturas y diferencias
ideológicas tradicionales para reacomodarlas o destruirlas dentro del nuevo
esquema de división del mundo por modernos bloques hegemónicos. Recomposición
mental que gradual y silenciosamente está unificando los campos imaginarios,
las aspiraciones profundas y las cosmovisiones de los seres a través de la
construcción de un nuevo concepto de relaciones humanas, de placer, de triunfo,
de trabajo, de felicidad, de moral, de religión, de etnia, etc., en una idea,
de un nuevo sentido y estilo de vida determinado por las nuevas exigencias de
maduración del comercio mundial. Situación que se condensa en la creación de la
nueva "América Latina Imaginaria de
Ante
este panorama, es conveniente considerar que si la historia de la publicidad en
América Latina a lo largo de los últimos 40 años ha demostrado que con tal de
vender las mercancías para acelerar el proceso de circulación del capital, esta
estuvo dispuesta a banalizar e incluso prostituir finamente la imagen de la
mujer para presentarla fundamentalmente como un objeto de uso sexual, a
añadirle cualidades falsas o "fetichizar"
los productos para hacerlos más atractivos, a crear necesidades artificiales en
los consumidores para alentar la compra, a hacer creer que el valor de las
personas se deriva de la marca que eligen y no en el porcentaje en que se
conocen a sí mismos, a impulsar que el éxito de los individuos se da en la
medida en que se acumulan pertenencias y no en el grado en que se es humano, a
modificar la identidad nacional para revalorarse socialmente a través de la
adquisición progresiva de más productos transnacionales, etc.; ahora, es
posible pensar que al entrar intensivamente en la fase de desarrollo de
"libres fronteras" se construirá masivamente a través de las
industrias culturales una visión del hombre y de la vida cada vez más
condicionada por los requerimientos de expansión y fortalecimiento del mercado
universal y no de la humanización de los individuos.
De
aquí, la importancia estratégica en plena globalización de rescatar y reforzar
nuestra base de identidad cultural para incorporarnos de manera firme a los
nuevos cambios inevitables que plantea el drástico reordenamiento económico,
político y cultural del mundo.
J.- Surgimiento del Neoconsumo
Nacional.
Motivado
por la necesidad de movilizar el enorme flujo de mercancías que acceden a la
región por la apertura de fronteras comerciales, se ha producido en América
Latina una nueva mentalidad neoconsumista que actúa
como cemento ideológico que articula a las todas las clases sociales en sola
práctica: el neoconsumo. Dicha ideología se ha
caracterizado por difundir intensamente la propuesta que plantea que para ser
modernos, estar al día y mantenerse adaptados a la permanente dinámica de
cambio que se vive en el mundo, hay que consumir constantemente los nuevos
productos, especialmente extranjeros, que produce la modernidad. De esta manera
la nueva ecuación social formula la concepción: consumo, igual a progreso
social.
Con
ello, las leyes internacionales del nuevo patrón de acumulación de capital que
se han gestado y que permean todos los niveles de
nuestras sociedades, han exigido en la esfera cultural que el alma colectiva
que se construya en nuestros países, a través de los canales electrónicos de
información, se base en una visión de la vida más cosificada y transnacionalizada que nos lleve a saber cada vez más del
gran mundo externo y cada día menos de nosotros como región y como personas. En
una idea, a lo largo de este período de libre comercio se ha buscado producir
culturalmente en América Latina a los "hombres universales" y
a los "ciudadanos del mundo", capaces de consumir cualquier
mercancía elaborada por los acuerdos comerciales de los nuevos bloques
hegemónicos y a adquirir mayor identidad a través de ello.
K.-
Así
como en el terreno productivo para conservar el precio de las mercancías la ley
de la oferta y la demanda del mercado ha obligado permanentemente a
desperdiciar miles de toneladas de productos en nuestra región plagada de
carencias vitales (10); de igual forma la aplicación de los principios del
mercado al campo de la conciencia ha obligado a producir a través de las
industrias culturales las ideologías del desperdicio más rentables, y a
sacrificar los valores más importantes que nos constituyen como comunidad,
memoria y Nación en la medida en que no sean altamente lucrativos en términos
monetarios y de corto plazo, o que se opongan al crecimiento del mercado. Es
decir, en la sociedades latinoamericanas regidas exclusiva o mayoritariamente
por los principios de la oferta y la demanda, el mercado está liquidando
"naturalmente" a todas aquellas formas culturales que son
"ineficientes" para respaldar e impulsar el proceso de sobre
acumulación y super consumo social y fomenta a las
que si permiten su expansión material.
De
esta forma, así como con la aplicación de las leyes del mercado al campo
económico durante los preparativos para el ingreso al Sistema General de
Aranceles y Comercio (GATT) y el acceso a otros tratados comerciales,
produjeron en América Latina una gran quiebra de la industria electrónica, metal
mecánica, agricultura, textil, plástico, alimentos, tejido, mueblera,
calzado, restaurantera, de la transformación, el
pequeño comercio y muchos otros más; ahora con el reinado creciente de los
principios del mercado en el terreno cultural tenemos que preguntarnos, ¿
Cuáles son las cosmovisiones, las ideologías y los valores culturales propios
de la cohesión e identificación de nuestras civilizaciones latinoamericanas que
ya han quebrado o desaparecerán ante la producción de la enorme cultura
parasitaria que produce el proyecto modernizador de acumulación material a
escala super transnacional a través de las industrias
comunicativas ?.
L.-
El
proceso neoliberal de mercantilización extrema de la cultura y de la comunicación
ha funcionado bajo la tendencia de producir, exclusivamente, aquella
conciencia, educación, tradición e idiosincrasia que sea funcional para
incrementar el proyecto de acumulación de capital, especialmente, a escala mega
transnacional; y ha marginado la construcción de las políticas culturales
orgánicas que urgentemente requiere el proyecto de desarrollo natural de la
región. De esta manera, podemos decir que a principio del siglo XXI el proyecto
"modernizador" introducido a América Latina ha formado intensivamente
una nueva "Cultura Chatarra" de la expansión del capital y una
reducción de la "Cultura de
M.-
Al
estar los procesos culturales de América Latina crecientemente regidos por los
principios de la economía de mercado y no por otras racionalidades sociales más
equilibradas, hemos sido conducidos como sociedades latinoamericanas hacia a un
sistema de comunicación salvaje que ha producido silenciosamente frente a
nuestras narices una enorme crisis cultural, ética y moral. Proceso de
comunicación que se ha caracterizado por privilegiar lo superfluo por sobre lo
básico; el espectáculo por sobre el pensamiento profundo; la evasión de la
realidad por sobre el incremento de nuestros niveles de conciencia; la
incitación al consumo por sobre la participación ciudadana, el financiamiento
de los proyectos eminentemente lucrativos por sobre los humanistas, la
cosificación de nuestros sentidos por sobre la humanización de nuestra
conciencia, la visión de la reducción contra la cultura de la complejidad, la
homogeneización mental por sobre la diferenciación cultural, la ideología del
desperdicio por sobre las actitudes sustentables, etc.
Así,
la aplicación de la dinámica de la "Mano Invisible del Mercado" a los
procesos de comunicación, colectivos no ha construido en nuestras sociedades un
sistema de comunicación superior, sino un complejo modelo de comunicación para
la muerte.
N-
Derivada
de las lógicas anteriores y de la de anarquía cultural que han impuesto las
leyes del mercado sobre los procesos de comunicación social, ha surgido en la
atmósfera mental de América Latina una cultura idiota que se caracteriza por
construir una visión de la vida altamente fragmentada, descontextualizada y
superficial que se produce con los enormes y rápidos torrentes de información
secundaria o terciaria que transmiten los medios de información sobre nuestros
sentidos. Dicha cultura amparada en la tesis de la "libertad de
Comunicación" nos ha llevado a saber cada vez más del gran mundo externo y
cada día menos de nosotros como Naciones, comunidades y como personas.
Su
modelo se caracteriza por promover en grandes dimensiones la difusión intensiva
de la información secundaria, la violencia temática, el consumo exacerbado, la
invasión de la privacía, la banalización
de la realidad, la comunicación alarmante, morbosa y sensacionalista, la
imposición mental del principio de la ganancia a toda costa, la frivolidad
informativa, el entretenimiento vulgar y estrafalario, la cosmovisión hollywodense de la vida, etc., con tal obtener raitings y vender; en detrimento de la calidad de los
contenidos y de la necesidades orgánicas de comunicar los mensajes estratégicos
que requerimos asimilar colectivamente como pueblos y civilización
latinoamericana para transformar nuestras conciencias y poder sobrevivir en el
continente.
De
esta forma, la modernidad latinoamericana de mercado ha planteado que en la
fase de apertura de libre comercio "la basura informativa tiene libertad
para circular en los medios de difusión" (11), y la consecuencia de
abdicar de la construcción de una cultura para la sobrevivencia
humana al iniciar el siglo XXI, vía los canales de información, es el triunfo
de la cultura idiota en América Latina. En este sentido, podemos pensar que
debido a que la nueva forma de financiamiento que plantea el modelo neoliberal
lleva a que los medios gubernamentales se comercialicen más, y por lo tanto,
sean los patrocinadores quienes determinen el contenido de transmisión de los
canales, cada vez más, ha sido más difícil promover una "cultura de
desarrollo social" desde estos, pues el esquema de sostenimiento de dichas
empresas ha buscado crecientemente la obtención de la máxima ganancia
monetaria, a corto plazo.
Ñ.- Dificultades Para Construir Las Culturas de
La
aplicación de los principios de mercado sobre el proceso de funcionamiento de
la comunicación colectiva dentro de la nueva fase de apertura y globalización
cultural latinoamericana, ha significado que la opción para construir vía la
televisión y otros medios de comunicación y cultura una mentalidad colectiva de
carácter preventivo o correctivo frente a nuestros grandes problemas de
desarrollo regional como son la protección ecológica, la producción de
alimentos, la atención a los sectores marginados, la promoción de la mujer, la
aceptación de los grupos indígenas que son los fundadores de nuestros
territorios, la conservación de especies naturales, la atención de los
ancianos, el combate a la erosión de la tierra, la tolerancia a la
biodiversidad, el respeto a la diferencia, la humanización de las ciudades,
etc., en una idea, el impulso a una cerebralidad
social más desarrollada en favor de la conservación de la vida y no de la
muerte; cada vez será más difícil lograrla vía las industrias culturales. Esto
debido a que éstas son acciones sociales poco rentables para las leyes del
mercado que progresivamente gobiernan mas el proyecto
de los medios públicos (12).
En
este sentido, podemos pensar que debido a que la nueva forma de financiamiento
que plantea el modelo neoliberal lleva a que los medios gubernamentales se
comercialicen más, y por lo tanto, sean los patrocinadores quienes determinen
el contenido de transmisión de los canales, cada vez más, ha sido más difícil
promover una "cultura de desarrollo social" desde estos, pues el
esquema de sostenimiento de dichas empresas ha buscado crecientemente la
obtención de la máxima ganancia monetaria, a corto plazo.
O.-
Con
la acumulación de estas tendencias culturales erosionantes
que ha producido la dinámica del mercado sobre los medios de comunicación y la
cultura se ha generado en el seno cultural de América Latina una profunda
crisis ético-moral que es más fuerte que la crisis económica y política, y que
está provocando, a largo plazo, el silencioso colapso de nuestra región. Es
decir, al examinar el origen de las crisis latinoamericanas que hemos vivido en
las últimas décadas, observamos que tradicionalmente se han privilegiado, casi
con exclusividad, las explicaciones de carácter económico y político que han
producido estos fenómenos; y se ha olvidado que detrás de dichos factores
infraestructurales existe una drástica crisis de cultura y de valores
nacionales que es la que, en última instancia, ha provocado el colapso de
nuestras sociedades. En este sentido, podemos afirmar que por debajo de la
crisis de desarrollo material que está experimentando nuestra región, existe
una severa bancarrota ético-moral que está produciendo el proceso de decadencia
de nuestro continente como pocas veces se ha presentado en toda la historia
latinoamericana (13).
Es
por ello, que al olvidar o renunciar a que la ética y moral fueran el alma de
nuestras direcciones nacionales, permitimos que el proyecto salvaje de la
acumulación de capital a escala mundial, promovido por la ideología de la
modernidad neoliberal, especialmente a través de los medios de difusión
colectivos, actuara como las fuerzas que rigieran la dinámica cotidiana de
nuestras sociedades. Con ello, hemos creado un proceso colectivo de descomposición
de los valores y códigos sociales elementales que hacen posible la convivencia
comunitaria y hemos generado sociedades profundamente enfermas que, cada vez
más, pierden su capacidad mental de auto dirección equilibrada (14 ).
De
esta forma, al incorporarse America Latina
aceleradamente al proceso de modernización internacional, se ha construido en
la región un nuevo sistema de "valores" que han producido una cultura
de la deshumanización y no del avance de las personas. Así, constatamos que un
conjunto de antivalores como el individualismo, el
culto al Ego, la ganancia monetaria a corto plazo a costa de lo que sea, la
avaricia, el consumismo ilimitado, la codicia sin freno, el placer irrestricto,
la obsesión por la acumulación, etc.; ahora son presentados por nuestros
decadentes sistemas culturales; especialmente difundido por los medios de
información electrónicos, como los nuevos "valores" modernos que hay
que perseguir e imitar para tener éxito y aceptación social (15).
El
gobierno creciente de este complejo sistema de antivalores
nacionales ha creado una reforzamiento de la cultura de la acumulación
materialista que está exterminando todas las relaciones de armonía y de formas
de vida en América Latina y en el Planeta. Así, cada vez más, disfrazada de
moderna y avanzada, se refuerza en nuestra región la presencia de la "Cultura
de
La
presencia de esta devastación cultural regional que viven las sociedades
latinoamericanas a principios del siglo XXI, refleja que no asistimos a una
simple reajuste cíclico o coyuntural mas de las estructuras económicas,
políticas o culturales de nuestros países; sino que ahora estamos ante una
profunda crisis de civilización, que tiene su origen en el deterioro de su
fundamento ético-moral.
P.- El Debilitamiento Cultural del Estados
Latinoamericanos.
Ante
el panorama de creciente globalización cultural que han experimentado las
sociedades latinoamericanas, debemos tener presente que por la
irresponsabilidad que se mostró al no planificar con fines colectivos el uso de
los medios electrónicos en las últimas 3 décadas, la falta de voluntad política
para formar desde los canales masivos una cultura para el desarrollo, la
debilidad de los gobiernos anteriores para defender las culturas nacionales, la
complicidad de las autoridades públicas ante la penetración del proyecto
transnacional en nuestros terrenos psíquicos, la desarticulación global que
viven los proyectos culturales gubernamentales y el retiro sustancial de la
presencia del Estado del campo de la comunicación colectiva para que esta sea
conducida mayoritariamente por el mercado; hoy los Estados latinoamericanos ha
perdido un enorme terreno para formar, a través de las industrias electrónicas,
un fuerte nacionalismo, una sólida identidad y cohesión nacional que sirvieran
como punto de despegue para sus proyectos de crecimiento interno.
Ante
esta realidad comunicativa observamos cotidianamente la presencia de Estados
latinoamericanos crecientemente más débiles, pues no cuenta con un proyecto
espiritual para la rectoría de los medios de comunicación electrónicos y de las
culturas nacionales, sino que los mismos los ha abandonado, mayoritariamente, a
los caprichos de las "libres fuerzas del mercado" interno y externo.
Por ello, ante la privatización progresiva y el financiamiento crecientemente
mercantil de los medios de comunicación públicos, hoy somos cada vez más
testigos en América Latina de la derrota de los proyectos culturales de los
Estados y de la sociedad civil en el terreno cerebral para mantener y ampliar
el programa de identidad y democratización nacional a través de la
superestructura audiovisual de la región.
Por
consiguiente, se puede pensar que la dirección cultural de las sociedades
latinoamericanas, especialmente, de las clases medias metropolitanas, ha sido
realizada, cada vez más, desde las industrias audiovisuales, particularmente,
de carácter transnacionales. Situación que en la medida en que se consolide
llevará a nuestros países a una mayor dependencia estructural del exterior y en
algunos casos a la parálisis cultural de los proyectos de conciencia interna de
nuestras naciones, pues crecientemente conoceremos más sobre lo secundario y no
sobre lo central para nuestros desarrollos. Realidad que en el grado en el que
se afiance acentuará nuestra crisis nacionales, y por
consiguiente, ahondará nuestro estado generalizado de infelicidad humana.
En
este sentido, desde este horizonte presenciamos que contrariamente a las tesis
modernizadoras de los Estados latinoamericanos que han planteado que éstos se desregulan y se privatizan para ya no ser más Estados
propietarios, sino entidades orientadoras y directoras de la sociedad; en la
práctica constatamos que en el terreno cultural los Estados se han convertido
en una realidad progresivamente más endeble que no tienen capacidad para
dirigir mentalmente a sus sociedades hacia un proyecto cultural propio,
autónomo y de superación de
Bajo
esta perspectiva, podemos decir "que
De
aquí, la importancia central de preguntarnos en el marco de la globalización
mundial ¿ Cuál debe ser el papel del Estado latinoamericano para construir
una política de comunicación y cultura colectivas que permita el avance de
nuestras naciones y no la simple subordinación subjetiva al modelo
internacional de la acumulación de capital ?.
II.- ¿ QUE HACER ?: HACIA
El
modelo de desarrollo modernizador que gradualmente ha adoptado America Latina al final del siglo XX con la adopción de los
principios del libre mercado en sus estructuras culturales para incorporarse al
nuevo orden mundial surgido después de la guerra fría, basado mayoritariamente
en el supuesto del "poder regulatorio
mágico" de la "Mano Invisible" del mercado para dirigir la
participación social; ha comprobado en una década sus enormes limitaciones y
las bárbaras deformaciones humanas que ha producido. Ejemplo de ello, han sido
las drásticas devaluaciones de nuestras monedas, la brutal fuga de capitales,
el colapso agropecuario, la bárbara destrucción ecológica en toda el territorio
latinoamericano, la incontenible corrupción, el agudo desempleo, la marcada
reducción de nuestro nivel de calidad de vida, la reducción del futuro de la
juventud, el aumento de la incredulidad institucional, la crisis de esperanza
de la juventud, etc.
Por
ello, después del fracaso de dicho modelo en América Latina ahora se requiere
la búsqueda e implementación de nuevas políticas, especialmente de cultura y
comunicación, para lograr la participación de la sociedad a través de otros
procesos de información y contribuir, con ello, a resolver las agudas
contradicciones mentales que limitan el crecimiento equilibrado de nuestras
naciones (18).
En
este sentido, es fundamental sustituir dentro del contexto de la modernidad
latinoamericana la idea de crear un "Estado Mínimo" o "Ultra
Mínimo" en el área cultural a través de la adopción indiscriminada de
la política del "laissez faire informativo"; para ahora
introducir la concepción estratégica del "Nuevo Estado Básico para
Debemos
recordar que ya en el siglo XIX las profundas alteraciones que produjo el
funcionamiento autónomo del mercado autoregulado en
América Latina generaron tantas contradicciones sociales que dieron origen al
capitalismo salvaje e hicieron indispensable el surgimiento del Estado
Benefactor para corregir dichos antagonismos insostenibles. Por ello, desde
principios del siglo XX se intentó sustituir la lógica de la supremacía del
mercado, por otra lógica más sensible y humana de justicia y participación
social (20).
Incluso,
constatamos que las principales naciones que impulsaron el modelo neoliberal
del "Estado Mínimo" en los años 80s. como
fueron los gobiernos de Ronald Regan
en Estados Unidos y de Margaret Thatcher
en
Es
por esto, que ante el nivel límite de evolución en el que nos encontramos como
civilización latinoamericana y frente a la creciente realidad de establecer la
"Iniciativa del Mercado" en el campo de la cultura y la comunicación
colectiva de la región, debemos considerar que así como una cantidad de
actividades estratégicas para el desarrollo de los Estados latinoamericanos no
pueden dejarse en manos del sector mercantil, a riesgo de que desaparezcan como
es el caso de la medicina preventiva, la generación del transporte urbano
público, el impulso a la ciencia básica, la producción de infraestructura
urbana (22), etc; así tampoco puede delegarse a éste
la construcción de una "Cultura Social para
Por
ejemplo, en el campo de la física el descubrimiento del "Boscon de Higgs" o el
invento del acelerador de partículas mas costoso del
mundo "SSC", no pudieron desarrollarse sin la aportación multimillonaria
de los Estados de
Frente
a este panorama de creciente desigualdad comunicativa y espiritual que se
establece con la aplicación de la lógica del mercado en nuestra región, es
necesario que los Estados latinoamericanos creen las condiciones de otro
equilibrio cultural a través de la elaboración de una "Nueva Política
de Cultura y Comunicación Social para
Con
ello, se podrán rescatar en América Latina los aspectos positivos que ofrece la
economía de mercado en el campo cultural, como son la eficiencia, la
competitividad, la libertad individual, la apertura de mercados, la adopción de
nuevos financiamientos, etc.; y al mismo tiempo se aplicarán los contrapesos
culturales de nivelación mental necesarios para sobrevivir que no están
incluidos en el cálculo económico. Frente a esto en imprescindible considerar
que la práctica del libre juego de las fuerzas culturales y comunicativas, no
generan automáticamente un proceso de comunicación superior; sino que para
lograrlo se requiere la presencia y la acción de procesos sociales
planificadores, con alto nivel de participación de la sociedad civil (25).
Contrapesos planificadores que no sean burocráticos, estatistas,
paternalistas o populistas; pero que si vinculen globalmente los principales
requerimientos de desarrollo social con la dinámica de producción cultural.
En
este sentido debemos de considerar que aunque la crisis de valores es muy
antigua en nuestra región, para superar este colapso civilizatorio
además de realizar proyectos de reordenamiento económico, tecnológicos,
jurídicos, laborales, políticos, electorales, financieros etc.; ahora se
requiere ejecutar en América Latina una profunda Reforma Etico-Moral
que rescate los principales valores que nos permitan vivir armónicamente en
comunidades (26). Reforma ético-moral que cree las bases de conciencia mínimas
para que los ciudadanos puedan desarrollarse material, cultural y
espiritualmente, y permitan que los hombres convivan equilibradamente con las
otras formas de vida biológicas, animales y vegetales que nos rodean.
No
podemos olvidar que la superación de la crisis de civilización que nos enmarca
en América Latina, requiere la producción de un nuevo eje cultural, y éste en
nuestra región, deberá girar alrededor de la renovación de los medios de
comunicación, especialmente de la televisión, que son las instituciones
culturales que más rápidamente difunden, promueven, cambian o deforman los
valores sociales.
En
este sentido, podemos decir que "la situación alarmante de pobreza y
desempleo que vive América Latina pone en evidencia que el modelo economicista de desarrollo social no es la opción para un
verdadero progreso humano de la región" (27). Es por todo ello, que para
recobrar la paz y la armonía social crecientemente perdida que nos coloca al
borde del delicadísimo desbordamiento social; ahora resulta indispensable la
búsqueda de otros modelos de crecimiento nacional que supere las finalidades
"economicistas" que privilegian como
valores supremos la acumulación de capital a costa de lo que sea, para rescatar
el valor de las personas y la vida como centro moral del desarrollo colectivo
de nuestras naciones.
Sintetizando,
podemos decir que de no realizarse una severa reforma moral y cultural en
nuestra región, especialmente a través de los medios de comunicación, se
volverá a vivir la profunda contradicción existente entre la
culturas nacionales y los proyectos de desarrollo globales que se han
arrastrado en las últimas décadas. Cada uno se disparará por senderos
distintos, la cabeza social avanzará por un lado y el cuerpo por otro
aumentando rápidamente, con ello, la descomposición de nuestras comunidades
nacionales.
De
lo contrario, los grandes límites naturales, que por sí misma, fija la economía
de mercado sobre las dinámicas comunicativas, generarán más contradicciones
culturales que las pretende resolver por la acción de la oferta y la demanda; y
que sólo podrán ser resueltas con la introducción de la "Racionalidad
de
De
esta forma, por nuestro propio bien como región, hoy estamos obligados a
preguntarnos con todo rigor ¿ Hasta dónde a mediano y largo plazo este modelo
de desarrollo modernizador creará una cultura que propicie el verdadero
crecimiento de nuestras sociedades o producirá un retroceso del avance del
Hombre ?. ¿ Qué acciones culturales debemos de
realizar para reforzar nuestras identidades nacionales dentro de los marcos de
los principios del mercado ?. ¿ Cómo producir una
cultura del desarrollo social dentro de la dinámica de la oferta y la demanda ?. ¿ Cómo conciliar las presiones de un modelo económico que
deforma la estructura cultural para incrementar sus niveles de acumulación
material, con la necesidad urgente de formar una cultura global para la sobrevivencia humana y el respeto a la vida ?. En la fase de globalización regional ¿ Cuáles deben ser
los contenidos culturales de las políticas nacionales de comunicación social
que propicien que se eleven los niveles de calidad de vida material,
comunitaria y espiritual en
De
aquí, la necesidad urgente de reflexionar dentro de la dinámica de acelerado
cambio modernizador que vive America Latina sobre
nuestras culturas y proponer las acciones que deben ejercer los medios de
comunicación, para conservar su esencia nacional orientada hacia el desarrollo
de nuestras conciencias; pues el proceso de la globalización mundial nos lleva
a la creación de un nuevo orden cultural que modifica los contenidos y las
fronteras ideológicas de los actuales Estados nacionales. De no efectuar esto,
el alma cultural de nuestras sociedades correrá el gran riesgo de quedar
sepultada por los nuevos espejismos de la modernidad y sus derivados simbólicos
parasitarios de ésta nueva fase del desarrollo de la sociedad capitalista
internacional.
Sin
embargo, no obstante la realidad del panorama anterior, hasta el momento los
Estados y las instituciones privadas latinoamericanas estudian las
consecuencias económicas, tecnológicas, laborales, políticas, financieras,
ecológicas, etc. que tendrán la adopción de los nuevos modelos comerciales
sobre estas áreas; pero no han analizado el impacto que ha tenido la aplicación
del modelo del mercado sobre las culturas y los medios de comunicación
latinoamericanos. Es por ello, que en esta etapa de desarrollo neoliberal de
América Latina, consideramos altamente estratégico que las sociedades
latinoamericanas realicen un permanente análisis que examine esta situación y
plante diversas alternativas de acción de lo que deben realizar los Estados y
la sociedad civil para encarar maduramente esta realidad.
Para
avanzar en la construcción de la "Nueva Política de Cultura y
Comunicación Social Para
1.- Los Estados latinoamericanos deben rescatar su función rectora en el
campo de la comunicación frente a la dinámica salvaje que han alcanzado las
fuerzas del mercado en éste terreno, para construir un nuevo proyecto de
información nacional basado en la participación de las comunidades.
2.- Es necesario que se replante el pacto social de comunicación
existente el Estado, los medios de información y la sociedad para orientarlo
hacia un nuevo pacto tripartita de participación ciudadana que equilibre el actual
funcionamiento desigual.
3.- Se requiere que los Poderes Legislativos limite constitucionalmente
las facultades discrecionales del Poder Ejecutivo en el campo de la
comunicación colectiva, para crear un marco normativo más democrático y justo
en el funcionamiento de los procesos de comunicación social.
4.- Es imperativo elevar a rango constitucional el acceso a la
información como un bien y un derecho público al cual han de acceder y ejercer
todos los latinoamericanos.
5.- Es indispensable que se actualice el contexto jurídico amplio de las
leyes sobre comunicación social para adaptarla a los desafíos de las sociedades
nacionales del siglo XXI.
6.- Se requiere garantizar el respeto al libre ejercicio profesional del
informador y facilitar su acceso a las fuentes de información públicas y
privadas (28).
7.- Para superar la profunda crisis de valores que hunde a la región se
requiere ejecutar, vía los medios de comunicación, una profunda Reforma Etico-Moral que rescate los principales principios que nos permiten
vivir equilibradamente en comunidades y que cree las bases de conciencia
mínimas para que los ciudadanos puedan desarrollarse material, cultural y
espiritualmente, conviviendo armónicamente con otras formas de vidas
biológicas, animales y vegetales que nos rodean.
8- Se necesita garantizar el Derecho de Replica en todos los medios de
comunicación como una garantía constitucional elemental (29).
9.- Es indispensable que se discuta en los Parlamentos Latinoamericanos
los criterios de renovación y supervisión de las concesiones de radio y
televisión para los próximos años, para que su autorización no sólo dependa de
un solo poder.
10.- Es importante que se cree la figura del Ombudsman
de la comunicación, para analizar imparcialmente los conflictos de intereses
que se dan en éstos terrenos.
11.- Es imperativo que los Estados fortalezcan y amplíen el esquema de
medios de comunicación de servicio público para cumplir con su función de
rectores nacionales y equilibrar el funcionamiento del modelo de comunicación
de mercado.
12.- Se requiere rescatar y ampliar los pocos espacios que se han
dedicado a la difusión y construcción de valores plurales y cívicos vía los
medios de comunicación de masas, y proponer alternativas para impulsar la
edificación de una cultura cívico-democrática más madura en la región.
13.- Es necesario promover la creación de órganos plurales con
participación de la sociedad civil en la vigilancia de la normatividad
relacionada con el funcionamiento global de los medios de comunicación (30).
14.- Se requiere promover el respeto irrestricto a la privacidad de los
ciudadanos que impida exhibirlos ante la sociedad, vía los medios, de manera
morbosa, injuriosa o difamante (31) .
15.- Finalmente, es necesario rescatar y preservar la memoria histórica
de nuestras sociedades como parte del Derecho a
De
no hacernos estos cuestionamientos, y otros más, con honradez y severidad,
encontraremos que en plena fase de modernización latinoamericana, se habrán
modificado las estructuras económicas, políticas, jurídicas, tecnológicas, etc.
de nuestras sociedades; pero no se habrán transformado las estructuras mentales
profundas que, en última instancia, son las que sostienen y le
dan vida a nuestras comunidades. Bajo estas circunstancias las sociedades
latinoamericanas estarán avanzando con los "ojos vendados" por un
precipicio muy peligroso y dentro de algunos años veremos y sufriremos las
consecuencias devastadoras que habrán dejado sobre nuestras conciencias y comportamientos
colectivos la presencia del funcionamiento desregulado
de la lógica de mercado en el terreno cultural y espiritual de nuestra región.
De
otra forma, teniendo posibilidades de sobra para comprender hacia donde tiende
a evolucionar el proyecto cerebral América Latina ante el fenómeno de la
globalización cultural y de aplicar las medidas correctivas necesarias para
mantener el rumbo de comunidades autónomas; habremos elegido el camino de la incondicionalidad ideológica que nos lleva a convertirnos
en "ciervos" que no buscan alternativas ante el proyecto de la
"modernización"; sino a someternos dócilmente a ésta: Entonces
habremos entrado por propia voluntad en el "Fast
Track de la desnacionalización y el extravío
Mental".
III.- NOTAS.
(1)
El 22 de noviembre de 1993 el Senado de
(2)
Giordano, Eduardo y Zeller,
Carlos; Europa en el Juego de
(3)
Palabras de Sr. Emilio Nassar, Presidente de
(4)
Para ampliar este punto consultar Javier Esteinou Madrid,
El Derecho a
(5)
Ikram Antaki, conceptos
expresados por la escritora en la conferencia de prensa, foro sobre Libertad
de Expresión y Responsabilidad Social, Cámara Nacional de
(6)
Promotor y no regulador el papel del Gobierno, Excelsior,
30 de septiembre de 1991; ¿ Ensayo de
(7)
Para ampliar más este punto consultar Javier Esteinou
Madrid,
(8)
Concepción del ex presidente norteamericano Ronald Regan.
(9)
Las culturas aisladas perecen; sólo las comunicadas sobreviven: Fuentes,
(10)
Por ejemplo, mientras a nivel de desarrollo material en la década de 1990 en el
país existió un altísimo déficit lechero de más de cinco millones de litros
anuales que nos llevó a importar sólo en 1992 más de 150,000 toneladas de leche
en polvo. Una desnutrición crónica en más del 50 % de la población
económicamente activa y en el 40 % de los niños provocando la muerte anual de
40 mil infantes en México (Esta realidad se ha dado a tal extremo en algunas
regiones de
En
ese mismo período de aplicación de las Leyes de
(11)
(12)
La primera competencia que debemos ganar debe ser ante nosotros mismos: Alvarez Lima, Uno Más Uno, 11 de diciembre de 1988.
(13)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral, Octava Semana de
(14)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral, Obra citada, paginas
(15)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral, Obra citada, paginas
(16)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral, Obra citada, paginas
(17)
El "México Profundo" sigue vivo, Excelsior,
31 de julio de 1991.
(18)
Algunas de las contradicciones que se reflejan entre el nivel de conciencia y
el proyecto de desarrollo nacional se manifiestan en la oposición creciente que
se establece entre formación de la conciencia nacional y la difusión de los
contenidos de los medios de comunicación, particularmente electrónicos, en
México. En este sentido, debido a la cultura paralela que han formado los
medios electrónicos de difusión en México en las últimas décadas, se observa
que los niños mayores de seis años conocen más la información televisiva que la
transmitida en la escuela primaria o otros órganos
culturales. Por ejemplo, en el terreno de la realidad nacional el 77% de los
pequeños retienen más frases como "La chispa de la vida" o
"Recuérdame" y sólo el 49% conserva otras como "¡Viva
En
el campo de la historia, el 67% de los niños identifican los días y horarios en
que se transmiten sus programas favoritos de televisión, mientras que sólo el
19% enuncia las fechas en que ocurrieron los acontecimientos más significativos
de la historia nacional. Los super héroes de la
televisión como "La mujer maravilla", son más conocidos por los
pequeños (98%) que los héroes de
En
materia religiosa, no obstante que nuestra sociedad es acentuadamente católica,
más de la mitad de los niños (56%) conoce el día en que se transmitía
"Hogar dulce hogar", mientras que sólo el (86%) recuerda el día en
que se celebra
En
el área cívica, el 87% de los infantes conoce los días en que se transmiten los
programas cómicos y sólo el 13% sabe la fecha en que toma posesión el
Presidente de
Este
problema de identidad se agrava crecientemente en la medida en que se avanza en
la aplicación de los principios de mercado del Tratado de Libre Comercio sobre
la comunicación colectiva nacional y se acentúa el debilitamiento de la
política educativo-cultural del Estado Mexicano.
(19)
En el TLC el mercado fijará precios a los básicos, Excelsior,
27 de marzo de 1992; ¿ De qué sirve la democracia si pervive el
mercantilismo en América Latina ?, Excelsior,, 3 de junio de 1992; Está en duda que el mercado
solucionará mágicamente los problemas económicos, El Financiero, 26 de
noviembre de 1993.
(20)
La lógica del mercado, El Financiero, 4 de agosto de 1992; Regula la
existencia de la sociedad, Excelsior, 31 de mayo
de 1992; Base del Estado corporativo, Excelsior,
2 de junio de 1992; Intervencionismo del Estado. Orígenes y modalidades del
Estado, Excelsior, 3 de junio de 1992; Izquierda
y totalitarismo. Orígenes y modalidades del Estado, Excelsior,
4 de junio de 1992; La teoría del Estado. Orígenes y modalidades del Estado,
Excelsior, 5 de junio de 1992.
(21)
El retiro del Estado impone retos capitales al neoliberalismo, Excelsior, 28 de septiembre de 1993; El cambio debe ser
garantía de justicia, Excelsior, 28 de septiembre
de 1993; La nueva cara del regulador económico, Excelsior,
28 de septiembre de 1993; Peligro el capitalismo salvaje, Excelsior, 2 de noviembre de 1993.
(22)
Sí al neoestatismo para guiar y no remplazar al
mercado, Excelsior, 13 se abril de 1992; Corrige
J. Major a M. Thatcher y
fortalece al Estado Benefactor, Excelsior, 15 de
julio de 1992; Profundo rechazo en Wall Street a Clinton. Temor a un
incremento de tasas de interés e inflación, El Financiero, 13 de noviembre
de 1992; El Neointervencionismo Estatal, El
Financiero, 23 de noviembre de 1992; Clinton:
¿ Un nuevo Liberalismo Social ?, El Financiero, 24 de noviembre de 1992; Clinton, intervencionista astuto si concilia
Estado y mercado, Excelsior, 26 de noviembre de
1992.
La
aplicación del liberalismo a ultranza en Estados Unidos durante más de 15 años
provocó que una pequeña minoría se enriqueciera desproporcionadamente, mientras
la mayoría social se convirtiera en más pobre, sin encontrar en el
"paraíso capitalista" la felicidad prometida. De igual forma, la
implementación durante varios años de la dinámica de la "mano
invisible" en Inglaterra descuidó la educación pública al grado que en 1992
sólo el 34 % de los jóvenes entre 16 y 18 años gozaban de un sistema de
capacitación, contra 47 % en Alemania y 66 % en Francia. El Neoliberalismo
continúa haciendo "agua" en Estados Unidos, El Universal, 2 de
octubre de 1993.
(23)
¿ Realmente debemos confiar todo a
(24)
Liberalismo social, nuestra filosofía; Contra Estatismo y Neoliberalismo
absorbente, El Financiero, 5 de marzo de 1992. El liberalismo social,
Excelsior, 7 de marzo de 1992; El liberalismo
social: Nuestro camino, Uno Más Uno, 8 de marzo de 1992; ¿
Neoliberalismo social ?, Uno Más Uno, 11 de marzo de 1992; Entre
la política y la economía. La condición de los serviles, Excelsior, 13 de marzo de 1992; El liberalismo social fortalece
la soberanía, Uno Más Uno, 1 de marzo de 1992; Recursos a los marginados con
mecanismos de mercado, Excelsior, 14 de marzo de
1992; Que del liberalismo, Uno Más Uno, 17 de marzo de 1992; De nuevo
sobre el liberalismo, Uno Más Uno, 10 de marzo de 1992; El liberalismo
social se vive con el Pronasol, Excelsior, 21 de marzo de 1992; Ni la soberanía es
obsoleta, ni existe un modelo único, Excelsior,
22 de marzo de 1992.
(25)
Requiere la sociedad actual de una nueva revolución científica, Uno Más
Uno, 31 de marzo de 1992.
(26)
Demanda Octavio Paz el predominio de la moral en la vida pública, Excelsior, 17 de diciembre de 1995; Antes de las
reformas políticas y económicas necesitamos una reforma moral, El
Universal, 17 de diciembre de 1995; Es momento de reformas en todos los
órdenes: Rivera,
(27)
Es la pobreza el reflejo del fracaso del actual modelo económico: De Gasperín, El Universal, 23 de septiembre de 1995.
(28)
Asociación Mexicana de Derecho a
(29)
Ibid.
(30)
Ibid
(31)
Ibid.