UN CUADRO ES UNA VENTANA ABIERTA AL INFINITO

 

 

FERNANDO VALLEJOS SUAREZ

 

 

 

 

"El alma ha de quemar, para que la mano pinte bien".

José Martí

 

 

El quehacer pictórico, está ligado indisolublemente a una sensibilidad especial. Usted admira un paisaje lleno de colores y tonalidades, que reflejan la naturaleza viva y siente el impulso de tomar una acuarela y plasmar ese mundo de impresiones en un cuadro, pero no puede. Algo falta. Hay técnicas apropiadas para ello, también se necesita poseer una gran dosis de habilidad y estar contagiado del virus de decir las cosas a través de las formas.

Desgraciadamente, los pintores no abundan. Lo mismo pasa con el público que gusta y aprecia esa manera de placer estético. La pintura, es de minorías, hay que admitirlo.

Juan Ramón Falcón, nació en Condega en 1959. Desde muy niño, le gustaba trazar líneas que aparentaban dibujos en un cuaderno escolar. Eran los primeros intentos por incursionar en el "raro" arte de la pintura.

En 1977 realiza su primera exposición personal en la galería Tlapacallí, Estelí. Eran dibujos a tinta china, con cierto tratamiento del volumen. Su temática incluía ollas, vasijas de barro, así como algunas creaciones de carácter figurativo. En el "Guitarrista", un hombre sin rostro, ejecuta el instrumento y hay una carga melancólica en la composición, en "Constelación X", las formas humanas, no están bien logradas, hay un juego de color a base de negro, azul y rojo.

 

En 1979 se traslada a Managua para estudiar Ingeniería. La poesía lo atrapa cede a sus encantos, se olvida de los trazos y de la posibilidad de representar objetos y paisajes por medio de las líneas y el dibujo.

Expresar sus sentimientos, nostalgias y vivencias del momento a través del trabajo silencioso y tenaz con las palabras, es una obsesión que lo acompaña, mientras labora en el Ministerio de Cultura. Paralelo a eso, una admiración profunda va surgiendo por la pintura primitivista, que tiene la oportunidad de apreciar.

Es entonces, cuando se plantea la posibilidad de incursionar en el arte pictórico, para plasmar el norte de nuestro país e intentar hacer algo diferente, que reflejara los matices propios de su lugar de infancia y adolescencia.

En 1987, da ese paso decisivo. Abrir brecha, es un camino inédito lleno de riesgos. Su voluntad de triunfar pudo más que las limitantes de su formación autodidacta en ese campo.

Los cuadros de Juan Ramón Falcón, recogen la topografía quebrada de la región norte: enormes cerros, caminos a borde de abismos, casitas construídas en lugares más increíbles que desafían la lógica arquitectónica.

 

Maneja una técnica del color balanceada, busca la armonía de los mismos. Para transmitir mucha luz, brillo y frescura de la zona, recurre a los colores verde-limones y verde-claros. Hace uso de la perspectiva.

Falcón ha participado en diferentes exposiciones colectivas nacionales e internacionales. En julio de 1990, obtuvo el premio "Asilia Guillén", que es el certamen de artes plásticas más importante del país. Su cuadro: "El Norte: Un canto de pájaro al sol", fue el ganador. El jurado calificador, consideró que había: "...excelencia en la plasmación novedosa de la luz sobre el paisaje segoviano".

En 1991, obtuvo Primer lugar de pintura primitivista, en ocasión del centenario de Estelí.

En marzo de 1992, conquistó Mención de Honor, en el certamen de "Pintura Primitivista": A 500 años", organizado por la Fundación de Artistas Unidos (FAUN).

Hay que destacar, su inclusión en exposiciones colectivas, llevadas a efecto fuera de nuestro país, señalamos algunas de las más importantes.

 

1999-Muestra de Pintura Primitivista en Noruega

1990-Muestra de Pintura Primitivista en Suecia

1991-Pintura contemporánea nicaragüense en Francia

1991-Exposición en Inglaterra

1992-Exposición en Italia.

Definitivamente, el descubrimiento de américa, es un tema apasionante que provoca todo tipo de reacciones. Pueden haber algunas coincidencias mínimas, una de ellas, es que fue y sigue siendo uno de los acontecimientos más importantes de la humanidad.

El enfoque que se le de al significado de tan grande gesta, lo determinará la posición que se adopte, según la óptica escogida para ensayar el análisis. Muchos intelectuales, sobre todo, los del otro lado del atlántico, tratan de justificar la manera poco civilizada en que actuaron los conquistadores para someter a nuestros indígenas. Realmente, el español de hoy no tiene la culpa de los pecados de sus antepasados. Muchas cosas no se pueden eludir, máxime cuando se trata de hechos históricos que marcan huellas.

Es por eso, que desde la invención de la imprenta, se han escrito miles de páginas sobre el descubrimiento de américa, unos defienden lo injustificable y otros adoptan una posición digna a favor del indígena.

Los pintores no se han quedado atrás. Uno de ellos es Juan Ramón Falcón. Su cuadro: "La Imposición", aborda el tema del descubrimiento de américa.

La celebración del 500 aniversario del descubrimiento de américa, rabasa los actos oficiales y penetra en los diversos medios de comunicación, reavivando las polémicas y poniendo en el tapete la diversidad de criterios que existen sobre el asunto.

A Falcón, no le gusta el color negro, ya que es muy rígido, no obstante, en "La Imposición", lo nocturno le sirvió para configurar su cuadro, el escenario está iluminado por la llama terrible que los "jinetes del apocalipsis" trajeron para quemar chozas humildes.

Es de noche en la aldea apacible, de pronto una interrupción brusca altera los corazones. Hay tensión en el lambiente. El factor sorpresa, utilizado por los conquistadores españoles, posibilita que se adueñen de la situación. Sin embargo, los indígenas oponen resistencia tenaz aún teniendo desventaja en el armamento y equipo. La luz producida por el fuego infernal, torna claro el campo de batalla.

La pintura primitivista, se caracteriza por presentar su temática en un solo plano. Personas, paisajes, objetos, cosas y todo el inventario que se pueda abarcar, se aborda de una perspectiva. Por eso, es que admiramos la brillantez del color y el reflejo de la naturaleza viva en los trazos y pinceladas del creador del pequeño fragmento de historia que quier mostrar.

En "La Imposición", Falcón plasma su "drama", en tres planos y su producto es pintura primitivista, tanto por la profundidad del contenido, como por la aplicación de los colores, enmarcados en detallar cada elemento presente en la composición, manteniendo sus cualidades propias.

 

En el primer plano, observamos vegetación verde que pretende ocultar y dar la sensación de misterio a los ídolos de piedra y cerámica. Es un lugar sagrado, afectado por la noche. El color ciena, el tierra, azul y rojo entran en acción.

Indudablemente, el segundo plano es el más importante del cuadro. El choque violento de dos culturas se pone de manifiesto. Los españoles mejor armados invadieron terreno prohibido.La respuesta de los indígenas no es de sumisión. Hay que destacar el fuego, como elemento de destrucción. El color rojo y amarillo le dan ese tono siniestro a la llama y el humo está a base de blanco, verde y azul. Notamos el color carne, que es logrado con la combinación de blanco y rojo-pálido, en los protagonistas en el campo de batalla.

El gesto dramático de una madre indígena que sale huyendo cargando su niño, mientras un cura quema su choza, blandiendo una cruz, tiene un alto significado, que nos mueve a reflexionar, sobre la imposición de valores por medio de la fuerza y la violencia.

El impacto psicológico de los animales raros que trajeron los españoles, como el caballo y el perro para intimidar a los indígenas, se ve claramente en la escena.

Mas al fondo, hay una vegetación verde de diferentes tonalidades.El último plano, está conformado por el cielo y el mar fusionándose en el horizonte, todo de un color rojo violento. El pintor plasma a través de eso, la forma como llegaron los españoles a nuestras tierras. En esa parte, aparecen las tres carabelas del descubrimiento de américa. No son las ostentosas y embombadas por el viento, que presentan los libros de historia. Eso supone, una desmitificación al medio de transporte de Colón y sus hombres.

Luego, observamos árboles secos, que nos dan una idea de lo que significó la conquista española: destrucción y muerte.

Para poder compenetrarse de la realidad indígena, Falcón tuvo que consultar muchos materiales sobre el particular, que le facilitaron acometer con éxito su empresa. La indumentaria, es parecida a la que usaban los aztecas, la cerámica de Nicoya y Chorotega, los ídolos sagrado de la Isla de Ometepe y Zapatera.

En cuanto al diseño, hizo un boceto general, donde aparecen los diferentes planos y los elementos más significativos. Confeccionó pequeños dibujos del movimiento de los protagonistas de batalla, así elaboró las proyecciones de lo que sería la cerámica y los ídolos. Todo eso, le llevó mucho tiempo y esfuerzo contínuo. Al final, hubo variaciones, por la inventiva del momento que permitió hacer cambios de acuerdo a la concepción general del cuadro.

 

En textura, utilizó simplemente tela, gueso, que es una pintura de base, especial para este tipo de trabajos artísticos. Todo eso lijado sobre una supeficie lisa.

 

 

Juan Ramón Falcón, quiso conmemorar el 500 aniversario del descubrimiento de América, mostrando la cara menos agradable de esa hazaña, nos hace recordar que más allá de los protocolos y pronunciamientos oficiales, existe una realidad que no se puede obviar por mas que se quiera ocultar.

"La Imposición", es un cuadro que plasma un fragmento de historia donde nos es difícil permanecer indiferentes ante unos hechos que ocurrieron hace mucho tiempo y que marcaron para siempre nuestra identidad colectiva. El alma indígena penetra en todos los ámbitos y anda penando.

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