LO RECUERDO AHORA

Fernando Vallejos Suárez

Mi empecinamiento dio resultado. Tenía deseos de hacer algo novedoso y lo logré. Quería escribir por ejemplo, que fue un día cualquiera de finales de diciembre de 1979, cuando los estudiantes de secundaria de Nicaragua estaban en los cursos especiales, para nivelarse y no perder el año, recuerden que las clases se interrumpieron debido a la guerra. En Ciudad Darío, sólo fueron escaramuzas, los tiempos de euforia vinieron en los días posteriores.

La ciudad tenía un aspecto fantasmal, la mayoría de la gente se había marchado a los lugares más cercanos, fue el caso de doña Juana, habitante del barrio Santa Lucía, situado al norte de la ciudad, que se fue a la comunidad de El Jobo, junto a toda su familia, era la temporada de los chilotes tiernos, del maíz a punto de brotar y la gente que se iba para el campo huyendo de la guerra, al menos tenía la posibilidad de comer algo, en la ciudad, se vivía una hambruna espantosa, todo falta, hasta la esperanza de tener un remanso de paz.

Mi familia se quedó en la ciudad, esperando lo peor, la casa de adobe era frágil, y bastaba un disparo de arma pesada para atravesar las paredes, vivíamos en constante tensión, y conste que en Ciudad Darío, sólo fueron escaramuzas de guerrilleros improvisados y de una guardia nacional que huía espantada ante el accionar guerrillero.