COMUNICACIÓN Y GLOBALIZACION: UN REACOMODO A LO NICA

José Molina Ortiz*

Nicaragua quierase o no, está hoy más que nunca en su historia sometida a un proceso de transformaciones y modificaciones en –gran parte de sus ámbitos- que adquieren cada vez más una velocidad inusitada.

No es necesario realizar una inspección sociológica y cultural a fondo de que tan formalizada es esta tendencia- es necesario señalar que hasta hoy es predominantemente urbana y preferentemente de los sectores económicamente favorecidos- para decir que son prácticamente global.

La frase "la globalización está a las puertas de Nicaragua", suena hoy primitiva, trasnochada y no pocas veces ridiculiza al que la dice cuando el proceso de expansión económico, particularmente de ciertas firmas comerciales en nuestro país como en muchos más, se centra en la colocación de productos específicos- ciertas bebidas gaseosas, restaurantes de comida rápida, modas y otros productos esencialmente suntuarios- prácticamente idénticos independientemente del lugar del mundo donde se consuman.

El aparecimiento de estos productos en nuestra sociedad lleva consigo voluntaria o involuntariamente una especie de tendencia internacional a la homogenización de hábitos y disposiciones hacia el consumo.

Los defensores de este fenómeno- que por supuesto son muchos- lo consideran inevitable y necesario para el futuro de nuestro emprobrecido y atrasado país.

Se cierne sobre nuestras sociedades el peligro de borrarse nuestro distintivo, nuestra identidad al imponerse un patrón repetitivo y- o- reproductivo de ciertos productos o bien de cadenas de establecimientos y firmas de ropa ( Levis, Benneton, Pierre Cardin), de hoteles ( Princes, Mercedes, Barceló Motelimar, etc.), de restaurantes ( Fridays, Subway, Pizza Hut, Mac,Donalds,) que nos ofrecen la mágica impresión de comer el mismo tipo de comida, de vestir la misma ropa, de escuchar la misma música, de ver los mismos programas de televisión (ESTESA, NACSA, DIRECT TV, o películas con estrenos en distintas salas y con una estrategia de mercado en la que se incluyen gorras, llaveros, camisetas, etc, que los habitantes del primer mundo.

De tal manera que si usted se pasea hoy, en realidad algunos solo pueden hacer eso-por los que ayer y aún románticamente llamados centros comerciales- pero que últimos construídos son versiones de los megacentros de las grandes urbes, encontrará la misma ropa que se exhibe en Tokio, comerse una hamburguesa de la mismísima firma de New York, beber el mismo refresco de cola que se bebe en cualquier esquina de Atlanta, ver en vivo y directo por su servidor de cable o por la antena parabólica de DIRECT TV, el concierto del extraordinario y frondoso Luciano pavaroti y el no menos maravilloso invidente Andreas Bocelli al pie de la torre de Pisa.

Al fenómeno esencialmente mercantil de la globalización se le añade por un lado los nuevos sistemas de telecomunicaciones, muy particularmente la televisión por satélite y cable que en la medida que se concentran en unos cuantos grupos poderosamente financieros a nivel mundial actuan como principales conductores e introductores de modas y tendencias que responden a intereses pecuniarios ( indirectamente ideológicos), muy concretos, por otro el cada vez más acelerado y efectivo desarrollo de las tecnologías computacionales, telemáticas y aún telefónicas, que permiten el almacenamiento, sistematización, y circulación de datos, imágenes, e información general.

A veces por encima de los controles legales y de gobierno (permite una suerte de democracia electrónica) que hacen más expedito, sencillo y eficiente el intercambio de ideas, puntos de vista, avances de investigación, así como programas y proyectos de todo tipo ( redes por los derechos humanos, páginas web de ONG’S, institutos de investigación etc.), esto ese nada menos que alteridad la otra cara, la que debemos aprovechar.

Nos encontramos entonces en un contexto en el que el mundo parece como diría McLuhan, una aldea, un barrio, el mercado oriental tan nuestro y tan extranjero, las distancias y el tiempo en que se recorren son más cortos y se han ampliado como nunca las posibilidades de que individuos o grupos estén en contacto inmediato, contínuo y simultáneo, no importa donde se encuentren ( en esta aldea IBW, TELEMATIX, telefonía celular Bell South, Erickson, Nokia, Epson, etc.)

Hoy por hoy en Nicaragua, usted puede encontrar al Nuevo Diario y La Prensa, los principales del país en internet, asimismo puede comprar en caliente el Miami Herald, El Wall Street Journal, Le Monde Diplomatique de Francia, Excelsior de México y de revistas líbranos señor, desde las más triviales como Vanidades, Hola, Cosmopolitan, Cristina, TV y Novela, Ella, Playboy, Hombre, etc., hasta las más serias Time, Newsweek, Geomundo,etc.

Las viejas técnicas de manipulación de las conciencias de Schiller, de la industria cultural de la Escuela de Frankfurt y de los medios como aparatos ideológicos del Estado de Althusser, encuentran en las nuevas tecnologías no una superación, sino una ampliación extraordinaria para poder ser ejercidas y utilizadas contra los pueblos débiles, las naciones o culturas subalternas.

En este contexto el término globalización, está íntimamente ligado y ocupa un lugar central en la reproducción especializada del discurso social a través de los medios tecnológicos.

¿Seremos incapaces de asimilar y sistematizar las influencias estéticas y suntuarias en sus respectivos estratos culturales, sus hábitos y disposiciones, en buena medida para beneficio de los emisores?

Lo auténtico, lo distintivo de un país ( sea ropa, comida, costumbres, arquitectura) corre peligro real de ser relegado a lo folklórico, a una mera curiosidad secundaria.

Hoy el nacatamal se envuelve modernamente en papel de aluminio, el tiste ya no se bebe en jícara, el vigorón se sirve en platos descartables, el güegüense se baila con zapatos nike, la banda de músicos del pueblo la sustituye el poderoso equipo compac de sonido, la gorra de la purísima es ahora demanzanas y uvas, poco a poco desaparece el gofio y el limón dulce, los juegos infantíles ahora son electrónicos, combates virtuales de monstruos y humanoides por horas y horas sentados frente al vídeo.

El trompo, el yoyo, las chibolas o canicas, el pegue, el arriba, son memoria de tiempo que seguramente no volverán, repito es más evidente en lo urbano, algunos pueblos que todavía no han entrado en esta onda lo conservan.

Hoy en Managua, epicentro de la globalización se ven más puestos de venta de coca cola en las calles, que de refrescos naturales, la religión no se ha quedado atrás, cada domingo, la misa de la máxima autoridad católica se transmite por televisión, hay canales dedicados solamente a la propagación religiosa protestante, donde los predicadores reciben trato y actúan como estrellas de cine.

La televisión como medio por excelencia de la globalización está cargada de una oferta simbólica heterogénea, renovada por una constante interacción de un poco de lo local por no decir mínimo y mucho de las transnacionales de la comunicación y la información ( CNN, CBS, UNIVISION, ECO, DEUTCH WELLE, GLOBO, TELEVISA, etc.)

El idioma es otro de los sectores vitales de nuestra identidad que está siendo fuertemente influenciado por la globalización y la comunicación, me faxeas pues, préstame tu cidi, no navegué anoche, tiene buen disco duro, se le borró la pantalla, mandame un biperazo, poneme un email, comprate un combo, vamos a un happy hour, hoy es el pub victoria, etc.

¿Ahora bien puede hablarse aquí de un problema de retroceso cultural y de una pérdida de identidad y conciencia de Nicaragua, de la nicaraguanidad?

¿Existe en la actualidad alguna nación o cultura que pueda gritar a los cuatro rincones de este planeta que cuenta con un modelo cerebral propio?

Estamos frente a una revolución de cerebrarización generalizada y digitalización generalizada que supone la posibilidad de interconectar a escala planetaria todos los cerebros de las máquinas para comunicar mediante los tres sistemas de signos audio, vídeo y texto simultáneamente.

La comunicación y la globalización (léase mercado planetario) son los paradigmas centrales de la nueva sociedad.

La universalización del intercambio de signos, en especial, se ha acelerado de forma extraordinaria, gracias a las revoluciones de la informática y la comunicación.

Estas han provocado auténticamente la explosión de dos auténticos sistemas nerviosos de la sociedad: Los mercados financieros y las redes de servicios on line, tanto a lo interno como a lo externo del país, las transferencias, pago de servicios, depósitos, abonos a deudas, pagos de universidades, impuestos, etc., se hacen desde computadoras.

La nueva sociedad descansa hoy en estos dos pilares comunicación y mercado.

Esta dinámica esencialmente produce lo que podríamos llamar los nuevos amos del mundo, ¿Quiénes son ellos?, si revisamos los últimos reportes de la revista Fortune, las diez, treinta o cuarenta personas más influyentes del mundo, ninguno es político, ninguno es elegido del pueblo, se trata exclusivamente de dirigentes de empresas o de grandes dueños de grupos mediáticos o a veces personalidades del mundo mediático o cultural.

Bill Gates, dueño de microsoft, que domina los mercados estratégicos de comunicación y domina gran parte de las autopistas de la información mundial. Es más influyente que Bush Jr, a escala planetaria, hablar de Berlussconi es sinónimo de TV europea, Azcárraga de TV latinoamericana.

El acceso a lo global, su calidad y su distinción son un símbolo de status, los celulares de consumo masivos son los de treinta dólares y ahora en Nicaragua lo usan los cobradores de casas comerciales, los taxistas, los conductores de buses urbanos y no es raro oir sonar uno o más de ellos en las filas de estudiantes becados del comedor de la universidad o interrumpir una interesante o aburrida sesión de clase.

En nuestro país el pago de la telefonía celular y la internet se calcula en dólares, lo mismo que el precio de las computadoras, los automóviles, los precios de los hoteles, la renta de casas, la consulta médica privada de especialistas graduados o no en el extranjero porque es estar globalizado, reconocer al dólar como la moneda planetaria y al inglés como su lengua natural.

El dinero plástico es otro fenómeno dentro de la globalización, hay una lluvia de tarjetas de crédito en Nicaragua para todos los grupos sociales: Visa, Master Card, Credo Matic, Aval Card, American Express y Diner Club, una para cada tamaño económico del cliente.

La globalización trae consigo en su retórica, la anunciada era de prosperidad expansión que se traduce en una profunda integración de actividades entre países, una apertura internacional hacia mercados y culturas que necesitan mantener un ritmo de desarrollo de negocios, carreras profesionales o actividades científicas.

La realidad nos enseña que en nuestro país, las comunidades emprobrecidas, están siendo excluídas del mercado laboral globalizado ( léase transnacionales o zonas francas, bancos extranjeros,etc.), por no poseer los recursos y la formación intelectual necesaria para estar a la altura del conocimiento que se requiere en las empresas.

La exclusión es la palabra actual, antes fue opresión, ahora es exclusión, en este momento luce avasallante, hablaríamos que es tan grande que es doblemente excluyente.

Para manejar las nuevas tecnologías se necesitan de personas que sepan manejar una máquina, una computadora, es decir, se transforma en un elemento excluyente.

Los poderes transnacionales saben que con el globalismo nos cargan parte importante de sus principales dificultades y para ello cuentan con el sumiso respaldo de las minorías opresoras locales, deslumbradas con la globalización como la panacea de todos nuestros males.

Quise dejar por último y a propósito este sector nacional que también se ve lamentablemente para los contribuyentes y el empobrecido pueblo influenciado por la globalización. Un político de hoy que se precie de ser globalizado, tipo Jerez, Alemán, Ortegas, Chamorros, Quintanas, Osornos, Escobar, etc., deben poseer al menos tres automóviles del año, cada uno de los miembros de la familia debe portar celular de último modelo, tener cuentas en bancos extranjeros, una casa confortable si es posible con piscina y parabólica, baños jacucci, por supuesto que tarjetas de crédito, las personales y las que da el trabajo y el partido, vestir sólo ropas de marcas tanto casual como formal, vacaciones en Miami o en la casa del mar con Jet Sky y cuadraciclos para los muchachos y un yate para los adultos, no hay que olvidar que es de buen gusto también tener caballos de raza para que los muchachos o los adultos demuestren sus dotes ecuestres, a propósito de educación, sus hijos deben estudiar en universidades europeas, pero preferiblemente norteamericanas, para que no digan los gringos que son mal agradecidos y además el dólar y el inglés son los que mandan. No debe faltar un ejército de empleados preferiblemente seleccionados de las haciendas o de las agencias de colocación, para que todo marche bien, algunos de ellos, por no decir todos aparecerán en la planilla del partido o del Estado.

Infaltable aquí es el que maneja la imagen, el relacionista público, el contacto con los medios, un día en la televisión, otro en la prensa escrita y de vez en cuando una entrevista por la radio y para cerrar que tal una conferencia de prensa con todos los medios juntos. ABRIL DEL 2003. *CATEDRATICO DEL AREA DE COMUNICACION, CARRERA DE FILOLOGIA Y COMUNICACION, UNAN-MANAGUA

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