La Sociedad tiene derecho a saber.
El periodista tiene el deber de informar de forma objetiva y clara sin
ocultar datos.
En los últimos años, Internet se ha llenado de periódicos electrónicos,
portales y todo tipo de páginas web que tienen como objetivo informar a los
internautas de los temas más diversos. Tanto si usamos medios tradicionales
como digitales, la esencia del periodismo sigue siendo dar a conocer y
analizar los hechos de interés público.
Los nuevos medios de comunicación, en general, e Internet en particular
facilitan de forma extraordinaria la publicación de noticias en entornos
digitales. La importancia que tenía la velocidad, ser el primero en publicar
la noticia, en el periodismo tradicional deja de ser primordial en el entorno
digital, puesto que éste es instantáneo. Sin embargo, la obligación de
contrastar la información antes de su publicación, así como el principio
ético de no divulgar, bajo ningún concepto, información errónea o falsa, de
forma consciente, siguen siendo válidos.
En el fondo, la ética periodística en los nuevos medios sigue siendo la misma
que en los viejos: informar con objetividad, sólo que ahora las formas de
contrastar las fuentes han cambiado y nos obligan a usar las tecnologías de
la información y la comunicación al servicio de la verdad.
No cambia la ética cambian los medios
Por todos es conocido que Internet se ha convertido en un potentísimo medio
de comunicación. Cualquier noticia puede colocarse en la Red en un tiempo
mínimo, se puede acceder a ella desde todo el mundo, no hay límites en el
espacio que queramos darle a la información y nos permite, por último,
combinar imagen, texto y audio en la misma noticia. Todas estas ventajas
pueden también convertirse en inconvenientes. Ser el primero en publicar una
noticia es el sueño de cualquier periodista, pero esta carrera sólo puede
ganarse si la información está contrastada y es verdadera.
A pesar de los grandes éxitos que ya ha tenido el periodismo a través de
Internet, véanse “el caso Lewinsky” o “el informe Starr”, los errores
motivados por apresurase en publicar o por no contrastar la información
eclipsan a estos éxitos y los superan en número. Posiblemente el más sonado
de estos casos fue el protagonizado por el corresponsal de la ABC en París,
Pierre Salinger, quien atribuyó el accidente, en julio del 96, del vuelo 800
la TWA a un misil de la marina de los Estados Unidos, según una información
que había encontrado en Internet. Lo más grave del caso es que este tipo de
hechos puedan sucederles a periodistas curtidos que saben perfectamente como
tratar la información.
En el fondo, estamos hablando de rumores, leyendas urbanas, información de
baja calidad que siempre ha existido y a la que todos hemos tenido acceso
alguna vez. El problema viene cuando, lo que cualquier periodista sabe que no
tiene razón de ser fuera de una charla informal, se convierte en una noticia
publicada en un medio de comunicación.
Por supuesto que muchos de los rumores terminan convirtiéndose en noticias
contrastadas, lo que no puede nunca tomarse en consideración es la
publicación sistemática de información dudosa. Esta actitud sí que está
prohibida por cualquier código de conducta profesional que podamos imaginar.
Gracias a la Red cualquier usuario puede convertirse en informador, pero esto
no le acredita como periodista. El conocimiento del código ético y su
aplicación forman parte de la profesión periodística tanto como el hecho
noticioso. La clave del periodismo no está sólo en difundir información sino
que esta información debe ser verdadera y desinteresada. Por todo lo visto
hasta ahora es por lo que Internet carece de prestigio como medio de
comunicación, excepto en el caso de cabeceras de solvencia probada en el mundo
real.
La aparición de un nuevo medio no tiene por qué implicar una nueva ética. El
problema está en que este nuevo medio genera nuevas formas de hacer
periodismo.
El nuevo periodismo
La cultura de trabajo en redes, el acceso a grandes cantidades de datos y la
facilidad de publicación permiten que se creen nuevos tipos de periodismo que
difícilmente podrían darse en un entorno de medios tradicionales.
Entre estos nuevos medios o formas de hacer periodismo, dejando a un lado las
versiones digitales de los medios tradicionales, podemos distinguir dos
tipos: Los medios unipersonales y los que son el resultado de las
aportaciones de un colectivo, también conocidos como weblogs.
Tanto unos como otros comparten una serie de características comunes.
§ Alejamiento del concepto de gatekeeper: La opinión y no la objetividad es
la principal características de estos medios. Ante la posibilidad de acceder
a todo tipo de fuentes que nos brinda Internet, los usuarios valoran las
publicaciones en las que prima la opinión.
§ Son medios sobre temas muy especializados. Se crean comunidades de usuarios
expertos entorno al medio de comunicación. En algunos casos el vínculo de
unión es una persona que actúa como líder del grupo y en otros es el propio
tablón el que se convierte en marca de prestigio.
§ No suele existir una estructura empresarial que sustente a estas
organizaciones. En el caso de los medios unipersonales se trata de segundas
actividades, cuando no una afición de tiempo libre. En el resto de los casos
tampoco suele existir un interés económico tras la publicación.
§ Debido a la forma en que se generan estos medios y las demandas de sus
lectores, la información que manejan no suele estar contrastada, cuando no
son simples rumores. En algunos casos, ya en la misma publicación, este tipo
de información se identifica como poco verosímil, en otros se puede confundir
con la que publicaría un periódico tradicional. Según manifiesta Matt Drudge,
editor de The Drudge Report “todas las verdades comienzan como rumores y
algunas de las mejores historias nacen de los cotilleos. ¿Cuándo se
convierten en información?, es lo indefinible”. Para Matt Drudge los medios
ocultan información con el pretexto de razones éticas, cuando en realidad son
razones políticas y económicas las que hacen que se silencien estas noticias.
Medios Unipersonales
Son medios cuya base es un informador independiente. Sus fuentes suelen ser
rumores, más o menos documentados, y aportaciones de gente conocida o
desconocida que ha visto o ha estado presente mientras ocurría la noticia.
Estos medios pueden existir gracias a lo barato que es colocar una página en
Internet o enviar un boletín a una lista de suscriptores. Cuenta Matt Drudge
que antes de dedicarse al periodismo trabajaba en una tienda de recuerdos en
Los Ángeles. A la tienda iban muchos técnicos que trabajan en estudios de
Hollywood y comentaban cosas sobre los rodajes. A Drudge se le ocurrió que si
alguna vez contara lo que oía allí, podría interesarle a mucha gente porque
esas noticias no suelen publicarse en ningún medio y existe un publico amplio que quiere saber qué comió una estrella o
quién esperaba en el plató a la salida de otra. Un buen día alguien le
escribió pidiéndole que le apuntara a su lista de distribución. Evidentemente
no existía esa lista pero, ¿por qué no crearla?.
La publicación que elabora Matt Drudge, The Drudge Report, salió a la luz por
publicar un rumor que hacía semanas que iba de redacción en redacción: El
presidente Clinton podía estar manteniendo relaciones sexuales con una
becaria de la Casa Blanca. La noticia no había sido confirmada y no había
prácticamente ninguna prueba, sin embargo Drudge no tuvo ningún reparo en
publicar la información, incluyendo además el nombre de la becaria, Monica
Lewinsky. El caso Lewinsky fue hecho público en la página de Drudge el 17 de
enero de 1998, cuatro días antes de que apareciera en el Washington Post o en
la ABC. El 21 de enero Matt Drudge era entrevistado en las principales
cadenas de televisión de Estados Unidos. Su único mérito era haber sido el
primero en publicar una información sin contrastar. The Drudge Report comenzó
a publicarse en 1995 y sirve una media de 1 millón de páginas al día.
Parecido es el caso de Harry Knowles, que ha conseguido llegar a ser un
crítico de cine influyente en el mundo de Hollywood gracias a la información
que publica en su página web Ain’t it cool news. Ésta es citada por numerosa publicaciones desde la revista Variety hasta el
New York Times. La información cinematográfica que publica Knowles trata sobre
decisiones estratégicas de los estudios, alteraciones de montaje, cambios en
los guiones o tests de estrenos a lo que hay que unir la cantidad de
cotilleos que conoce, en resumen, todo tipo de información secreta que los
productores no quieren que se conozca. La mayoría de sus informadores
trabajan en los estudios como ayudantes, attrezzista o maquilladores y tienen
acceso a guiones y datos más o menos confidenciales que son publicados sin
que los responsables de la producción puedan encontrar la fuente.
Ain’t it cool news empezó a ser conocido por desvelar datos secretos
relacionados con el rodaje de la última parte de La Guerra de las Galaxias.
Entre ellos el nombre del actor protagonista.
Los weblogs
Por weblog entendemos un sitio de encuentro de expertos en los temas más
variados, donde se intercambia información de primera mano. Los participantes
del foro elaboran artículos que publican en el web como si se tratara de un
tablón de anuncio. El más famoso de los weblogs es, sin duda, Slashdot, fundado
en septiembre de 1997 por Rob Malda y Jeff Bates. Slashdot es el referente de
toda una comunidad de expertos en informática y nuevas tecnologías que, por
lo general, no suelen sentirse cómodos en la sociedad real. Este grupo de
hackers, nerds o geeks, como se les conoce en Estados Unidos usa el web para
relacionarse entre iguales y compartir información. Teniendo en cuenta que la
página sólo es coordinada por Rob y Jeff y el número de páginas que general
al mes, más de un millón, es lógico pensar que la influencia de este web en
la comunidad y la industria de las nuevas tecnologías es
altísima. A finales de junio de 1999 Andover.net compró el web de Slashdot
por 10 millones de dólares, manteniendo a Malda y Bates como editores. Cada
día reciben más de 200 artículos de los que sólo un 5% serán publicados.
Sobre la base del modelo americano han salido versiones internacionales, en
España existe Barrapunto y en Portugal Gildot.
Una posibilidad mixta que une los dos modelos es la que podemos encontrar en
Manilasites.com. Sitios como Scripting News nos muestran un web con artículos
y foros coordinados por una sola persona. Con el software que encontramos en
Manila Sites cualquiera puede poner un medio de comunicación en el aire en un
tiempo record y con una apariencia totalmente profesional. Todo esto nos hace
retomar los problemas éticos que conlleva el hecho de que aficionados al
periodismo estén generando noticias que se difunden de forma global.
A modo de resumen
Es precisamente en estos momentos cuando el periodista debe reafirmarse en
sus convicciones y no dejarse llevar por los cantos de sirena que lo alejan
de la forma ortodoxa de hacer periodismo. El hecho de que los usuarios
aporten sus propios contenidos en la Red no debe confundirse con la responsabilidad
que supone llevar en el bolsillo un carné de prensa. El periodista es en todo
momento un profesional de la información que debe regirse por un código de
conducta que regula todos los aspectos de su actividad profesional.
El periodista que trabaja en un entorno digital tiene la obligación de
conocer los medios técnicos necesarios para poder contrastar una información
obtenida a través del Internet. El desconocimiento del medio no es motivo
para abandonar el código ético que es válido en cualquier medio tradicional.
Tenemos que asumir que es el contenido lo que da credibilidad a un medio de
comunicación y no su apariencia. En este contexto el debate sobre el código
ético vuelve a tener vigencia, no sólo ya en los aspectos a tratar sino a
quién afecta el cumplimiento de las normas de conducta. La facilidad para
poner información al alcance de cualquiera, desde Internet, nos obliga a
replantearnos una vez más qué es un medio de comunicación y quién puede
ejercer la profesión de informador.
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