¿Los nuevos media implican una nueva ética?

Paco Olivares

La Sociedad tiene derecho a saber. El periodista tiene el deber de informar de forma objetiva y clara sin ocultar datos.
En los últimos años, Internet se ha llenado de periódicos electrónicos, portales y todo tipo de páginas web que tienen como objetivo informar a los internautas de los temas más diversos. Tanto si usamos medios tradicionales como digitales, la esencia del periodismo sigue siendo dar a conocer y analizar los hechos de interés público.
Los nuevos medios de comunicación, en general, e Internet en particular facilitan de forma extraordinaria la publicación de noticias en entornos digitales. La importancia que tenía la velocidad, ser el primero en publicar la noticia, en el periodismo tradicional deja de ser primordial en el entorno digital, puesto que éste es instantáneo. Sin embargo, la obligación de contrastar la información antes de su publicación, así como el principio ético de no divulgar, bajo ningún concepto, información errónea o falsa, de forma consciente, siguen siendo válidos.
En el fondo, la ética periodística en los nuevos medios sigue siendo la misma que en los viejos: informar con objetividad, sólo que ahora las formas de contrastar las fuentes han cambiado y nos obligan a usar las tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la verdad.



No cambia la ética cambian los medios

Por todos es conocido que Internet se ha convertido en un potentísimo medio de comunicación. Cualquier noticia puede colocarse en la Red en un tiempo mínimo, se puede acceder a ella desde todo el mundo, no hay límites en el espacio que queramos darle a la información y nos permite, por último, combinar imagen, texto y audio en la misma noticia. Todas estas ventajas pueden también convertirse en inconvenientes. Ser el primero en publicar una noticia es el sueño de cualquier periodista, pero esta carrera sólo puede ganarse si la información está contrastada y es verdadera.
A pesar de los grandes éxitos que ya ha tenido el periodismo a través de Internet, véanse “el caso Lewinsky” o “el informe Starr”, los errores motivados por apresurase en publicar o por no contrastar la información eclipsan a estos éxitos y los superan en número. Posiblemente el más sonado de estos casos fue el protagonizado por el corresponsal de la ABC en París, Pierre Salinger, quien atribuyó el accidente, en julio del 96, del vuelo 800 la TWA a un misil de la marina de los Estados Unidos, según una información que había encontrado en Internet. Lo más grave del caso es que este tipo de hechos puedan sucederles a periodistas curtidos que saben perfectamente como tratar la información.
En el fondo, estamos hablando de rumores, leyendas urbanas, información de baja calidad que siempre ha existido y a la que todos hemos tenido acceso alguna vez. El problema viene cuando, lo que cualquier periodista sabe que no tiene razón de ser fuera de una charla informal, se convierte en una noticia publicada en un medio de comunicación.
Por supuesto que muchos de los rumores terminan convirtiéndose en noticias contrastadas, lo que no puede nunca tomarse en consideración es la publicación sistemática de información dudosa. Esta actitud sí que está prohibida por cualquier código de conducta profesional que podamos imaginar.
Gracias a la Red cualquier usuario puede convertirse en informador, pero esto no le acredita como periodista. El conocimiento del código ético y su aplicación forman parte de la profesión periodística tanto como el hecho noticioso. La clave del periodismo no está sólo en difundir información sino que esta información debe ser verdadera y desinteresada. Por todo lo visto hasta ahora es por lo que Internet carece de prestigio como medio de comunicación, excepto en el caso de cabeceras de solvencia probada en el mundo real.
La aparición de un nuevo medio no tiene por qué implicar una nueva ética. El problema está en que este nuevo medio genera nuevas formas de hacer periodismo.



El nuevo periodismo

La cultura de trabajo en redes, el acceso a grandes cantidades de datos y la facilidad de publicación permiten que se creen nuevos tipos de periodismo que difícilmente podrían darse en un entorno de medios tradicionales.
Entre estos nuevos medios o formas de hacer periodismo, dejando a un lado las versiones digitales de los medios tradicionales, podemos distinguir dos tipos: Los medios unipersonales y los que son el resultado de las aportaciones de un colectivo, también conocidos como weblogs.
Tanto unos como otros comparten una serie de características comunes.
§ Alejamiento del concepto de gatekeeper: La opinión y no la objetividad es la principal características de estos medios. Ante la posibilidad de acceder a todo tipo de fuentes que nos brinda Internet, los usuarios valoran las publicaciones en las que prima la opinión.
§ Son medios sobre temas muy especializados. Se crean comunidades de usuarios expertos entorno al medio de comunicación. En algunos casos el vínculo de unión es una persona que actúa como líder del grupo y en otros es el propio tablón el que se convierte en marca de prestigio.
§ No suele existir una estructura empresarial que sustente a estas organizaciones. En el caso de los medios unipersonales se trata de segundas actividades, cuando no una afición de tiempo libre. En el resto de los casos tampoco suele existir un interés económico tras la publicación.
§ Debido a la forma en que se generan estos medios y las demandas de sus lectores, la información que manejan no suele estar contrastada, cuando no son simples rumores. En algunos casos, ya en la misma publicación, este tipo de información se identifica como poco verosímil, en otros se puede confundir con la que publicaría un periódico tradicional. Según manifiesta Matt Drudge, editor de The Drudge Report “todas las verdades comienzan como rumores y algunas de las mejores historias nacen de los cotilleos. ¿Cuándo se convierten en información?, es lo indefinible”. Para Matt Drudge los medios ocultan información con el pretexto de razones éticas, cuando en realidad son razones políticas y económicas las que hacen que se silencien estas noticias.



Medios Unipersonales

Son medios cuya base es un informador independiente. Sus fuentes suelen ser rumores, más o menos documentados, y aportaciones de gente conocida o desconocida que ha visto o ha estado presente mientras ocurría la noticia. Estos medios pueden existir gracias a lo barato que es colocar una página en Internet o enviar un boletín a una lista de suscriptores. Cuenta Matt Drudge que antes de dedicarse al periodismo trabajaba en una tienda de recuerdos en Los Ángeles. A la tienda iban muchos técnicos que trabajan en estudios de Hollywood y comentaban cosas sobre los rodajes. A Drudge se le ocurrió que si alguna vez contara lo que oía allí, podría interesarle a mucha gente porque esas noticias no suelen publicarse en ningún medio y existe un publico amplio que quiere saber qué comió una estrella o quién esperaba en el plató a la salida de otra. Un buen día alguien le escribió pidiéndole que le apuntara a su lista de distribución. Evidentemente no existía esa lista pero, ¿por qué no crearla?.
La publicación que elabora Matt Drudge, The Drudge Report, salió a la luz por publicar un rumor que hacía semanas que iba de redacción en redacción: El presidente Clinton podía estar manteniendo relaciones sexuales con una becaria de la Casa Blanca. La noticia no había sido confirmada y no había prácticamente ninguna prueba, sin embargo Drudge no tuvo ningún reparo en publicar la información, incluyendo además el nombre de la becaria, Monica Lewinsky. El caso Lewinsky fue hecho público en la página de Drudge el 17 de enero de 1998, cuatro días antes de que apareciera en el Washington Post o en la ABC. El 21 de enero Matt Drudge era entrevistado en las principales cadenas de televisión de Estados Unidos. Su único mérito era haber sido el primero en publicar una información sin contrastar. The Drudge Report comenzó a publicarse en 1995 y sirve una media de 1 millón de páginas al día.
Parecido es el caso de Harry Knowles, que ha conseguido llegar a ser un crítico de cine influyente en el mundo de Hollywood gracias a la información que publica en su página web Ain’t it cool news. Ésta es citada por numerosa publicaciones desde la revista Variety hasta el New York Times. La información cinematográfica que publica Knowles trata sobre decisiones estratégicas de los estudios, alteraciones de montaje, cambios en los guiones o tests de estrenos a lo que hay que unir la cantidad de cotilleos que conoce, en resumen, todo tipo de información secreta que los productores no quieren que se conozca. La mayoría de sus informadores trabajan en los estudios como ayudantes, attrezzista o maquilladores y tienen acceso a guiones y datos más o menos confidenciales que son publicados sin que los responsables de la producción puedan encontrar la fuente.
Ain’t it cool news empezó a ser conocido por desvelar datos secretos relacionados con el rodaje de la última parte de La Guerra de las Galaxias. Entre ellos el nombre del actor protagonista.



Los weblogs

Por weblog entendemos un sitio de encuentro de expertos en los temas más variados, donde se intercambia información de primera mano. Los participantes del foro elaboran artículos que publican en el web como si se tratara de un tablón de anuncio. El más famoso de los weblogs es, sin duda, Slashdot, fundado en septiembre de 1997 por Rob Malda y Jeff Bates. Slashdot es el referente de toda una comunidad de expertos en informática y nuevas tecnologías que, por lo general, no suelen sentirse cómodos en la sociedad real. Este grupo de hackers, nerds o geeks, como se les conoce en Estados Unidos usa el web para relacionarse entre iguales y compartir información. Teniendo en cuenta que la página sólo es coordinada por Rob y Jeff y el número de páginas que general al mes, más de un millón, es lógico pensar que la influencia de este web en la comunidad y la industria de las nuevas tecnologías es altísima. A finales de junio de 1999 Andover.net compró el web de Slashdot por 10 millones de dólares, manteniendo a Malda y Bates como editores. Cada día reciben más de 200 artículos de los que sólo un 5% serán publicados.
Sobre la base del modelo americano han salido versiones internacionales, en España existe Barrapunto y en Portugal Gildot.
Una posibilidad mixta que une los dos modelos es la que podemos encontrar en Manilasites.com. Sitios como Scripting News nos muestran un web con artículos y foros coordinados por una sola persona. Con el software que encontramos en Manila Sites cualquiera puede poner un medio de comunicación en el aire en un tiempo record y con una apariencia totalmente profesional. Todo esto nos hace retomar los problemas éticos que conlleva el hecho de que aficionados al periodismo estén generando noticias que se difunden de forma global.



A modo de resumen


Es precisamente en estos momentos cuando el periodista debe reafirmarse en sus convicciones y no dejarse llevar por los cantos de sirena que lo alejan de la forma ortodoxa de hacer periodismo. El hecho de que los usuarios aporten sus propios contenidos en la Red no debe confundirse con la responsabilidad que supone llevar en el bolsillo un carné de prensa. El periodista es en todo momento un profesional de la información que debe regirse por un código de conducta que regula todos los aspectos de su actividad profesional.
El periodista que trabaja en un entorno digital tiene la obligación de conocer los medios técnicos necesarios para poder contrastar una información obtenida a través del Internet. El desconocimiento del medio no es motivo para abandonar el código ético que es válido en cualquier medio tradicional.
Tenemos que asumir que es el contenido lo que da credibilidad a un medio de comunicación y no su apariencia. En este contexto el debate sobre el código ético vuelve a tener vigencia, no sólo ya en los aspectos a tratar sino a quién afecta el cumplimiento de las normas de conducta. La facilidad para poner información al alcance de cualquiera, desde Internet, nos obliga a replantearnos una vez más qué es un medio de comunicación y quién puede ejercer la profesión de informador.

 

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