EL LAZARILLO DE TORMES Y LA SOBREVIVENCIA A CUESTAS

FERNANDO VALLEJOS SUAREZ

"Muchas cosas suceden; pero de noche, también hay niños que

no pueden dormir por una sombra que se mueve".

Fernando Gordillo

La máxima expresión de la miseria humana, es ese rostro ávido, ojos llenos de terror que ha calado el alma buscando un trozo de pan. En todas las épocas ha existido ese subproducto de la opulencia, mal que bien, es el espejo donde miramos la diferencia, esa abismal distancia entre los que tienen y los que no pueden contemplar con nitidez un amanecer esplendoroso, porque el hambre aprieta a cada instante.

Desde lejos y a través de todos los siglos posteriores a la publicación de "La vida de Lazarillo de Tormes", 1554, se forma un puente entre el pobre diablo y sus lectores, más que seguir paso a paso las vicisitudes y dificultades del pequeño Lázaro, se tiende una especie de solidaridad fraterna para no dejarlo morir, trascendiendo esa realidad cruel que le tocó vivir.

¿Qué importa que no conozcamos a plenitud al autor de esas páginas de gran contenido humano? a lo mejor fue Diego Hurtado de Mendoza, o tal vez Sebastián de Horozco, lo cierto es que desde el punto de vista histórico, tiene gran significado, porque es el ejemplar de novela picaresca que se produce en suelo español.

No me conformo con saber que cinco años después de su publicación, "La Santa Inquisición", lo prohibió, ¿qué razones tendrían los altos dignatarios eclesiásticos?, ¿será porque de los nueve amos que tuvo Lázaro, el cincuenta por ciento, fueron hombres de iglesia y no los presentaba haciendo los favores y las buenas obras que su investidura los obligaba?

A lo largo de los siete tratados de que consta la obra, Lázaro desfila ante nosotros, llevando su cruz a cuestas, de necesidades apremiantes está hecho el mundo , pero la subsistencia, la lucha por sobrevivir marca las pautas en la actuación del hombre, más cuando la pobreza se asoma por todos los rincones.

Había nacido en un molino del río Tormes, cerca de Salamanca, su padre fue condenado por robo a galeras, y su madre acabó de amante de un caballerizo negro, mal futuro para Lázaro, predestinado a seguir esas huellas de un oscuro pasado, a menos que se sobrepusiera a esos terribles designios.

Lazarillo entra a servir a un ciego y cambia de amos varias veces, de un clérigo pasa a un caballero y de un fraile a un alguacil hasta que gracias a la protección desinteresada de un arcipreste que lo casa con su criada, lo nombran pregonero en Toledo y se despide de la miseria.