Amor entre dos Garou

Diario de 
La que Camina Descalza


 


Dolorosa Esperanza
 
Nuestra Decisión
 
A la caza del Wrym
 
Mis Errores, Sus Heridas
 
Encuentro en el bosque
 
La Exposición
 
Sueños Rotos
 
Desdesperanza
 
Feliz Noche en el Bosque
 
Nuevos Retos
 
Malfeas
 
El Asesino en Serie
 
Lamento
 
Nuevo Hermano
 
Muerte del Asesino
 
¿Cazadores?
Reminiscencias
Benditos Agujeros de Bala
Lúnula
Sorpresa para el Alfa
Paseo por el bosque
R
Preparacion para la Umbra
N
Sin pistas
N
Charla con el Contemplaestrellas
N
El secuestro de Aulla Versos
N
Interrogatorio
N
La Azotea del Hotel
N
Castigo a pie
N
Aviso del Túmulo
N
R: Revisado
N: Nuevo


    Aquel primer festejo en el túmulo... el dolor al verle reír y bailar con ella, observar como la acariciaba y ver como partía con ella... era algo más que lo que mi corazón podía soportar. Sentí como la rabia crecía en mi interior y me obligué a mirar hacia otro lado. Era lo que era. Él era un hermano, y así me veía él... yo era la que hacía mal... no debía mirarle así.

     A la mañana siguiente la rabia no había disminuido, notaba como él me buscaba pero yo solo quería estar sola... lo eché de mi lado y huí de su compañía. Aquella noche, mientras todos dormían una visión me sobrevino:
Dos hombres lobo se enfrentaban al consejo, con las manos unidas, por haber quebrantado la letanía. Todos estaban furiosos contra ellos, y ellos intentaban mostrarse firmes en su amor.
Aquella visión me aterró... aquella misma noche escapé de aquella habitación, él estaba durmiendo a penas a dos pasos de mi, tranquilo y en paz, así debía ser.

     Corrí a refugiarme a la Cueva de la Valía, donde mis antepasados habían tomado conciencia de su ser de la mano de sus padres, igual que yo lo hice de la mano del mío. Buscaba encontrar a uno de mis ancestros para que me guiase a través de aquel oscuro viaje. Lo encontré. Mientras meditaba en la umbra uno de mis ancestros acudió en mi ayuda, me aconsejó que buscara otro hombre que me ayudase a olvidar.

    Antes de finalizar mi meditación mi manada dio conmigo. Aúlla Versos en la Noche intercedió por mi ante el alfa y me dio el tiempo que necesitaba, además de hacer que se quedasen a velarme. Aquellas palabras me conmovieron.

    Cuando terminé de meditar quiso hablar conmigo, él se había encargado de la última guardia, esperando poder hablar a solas... Entramos en la cueva, sus grandes ojos me miraban llenos de ternura y arrepentimiento. El dolor de su alma por haber herido la mía... Aquello me hizo olvidar durante momento que lo nuestro era imposible.

   Desde que regresé de la Cueva de la Valía con mi manada, han ocurrido muchas cosas... Aquella charla con Aúlla Versos en la Noche no podré olvidarla nunca.

     Días después mientras descansábamos en el túmulo, Gruñe de Rabia y Aullido del Acero estaban fuera. El día que subí de rango a Fostern volví exultante a la habitación... le vi allí, tendido sobre la cama. Lo abracé por la alegría, él correspondió a mi abrazo, pero se levantó y sus en sus ojos se veía una tristeza infinita. Cuando le pregunté por qué no estaba haciendo su prueba para subir de rango me confesó que estaba pensando en abandonar la manada, porque no podía evitar lo que sentía. Aquello me golpeó de pronto, todo me daba vueltas y decidí sincerarme,  le conté lo que había ocurrido exactamente la noche que había huido y lo que había hablado con mis antepasados. Aúlla Versos en la Noche comprendió lo que tenía que hacer... me dijo que él me ayudaría a encontrar un sustituto.

     Me llevó a la ciudad y buscamos durante horas el sustituto adecuado. Fui con un chico hasta su casa, no dejaba de pensar en Aúlla Versos en la Noche, así que me retiré al lavabo y busqué sus sentimientos dentro de mí, aprovechándome del instinto de manada. Noté su dolor y no pude permanecer allí. Recogí mis cosas y salí corriendo. Fui directamente al punto de reunión. No me atreví a decirle que no había pasado nada para que no siguiera pensando en abandonar la manada, ya que aquello me obsesionaba. Le dejé mirándome sin poder preguntarme por la presencia de otros junto a nosotros.

     A la noche siguiente quiso llevarme de nuevo a la ciudad, le miré a los ojos y le dije:
- Yo no voy, mi sitio está aquí. Allí no encontraré lo que busco.
Noté la calidez de su sonrisa y la preocupación de sus ojos ante el hecho innegable de lo que estaba sucediendo entre nosotros.




     Durante días estuvimos ocupados... después vino lo de las hadas... mi pérdida de renombre y mi relegación al puesto de omega. La verguenza me acompañaba, pero no era aquello lo que más me preocupaba... Él cada día ocupaba un lugar más profundo en mi corazón.

     Debido a mis continuas meteduras de pata a la hora de aullar, Aúlla Versos en la Noche decidió enseñarme. Nos fuimos lejos del túmulo, ya que no quería provocar otro caos. Y allí estuvimos practicando... la soledad, su cercanía, la luna y sus ojos hicieron que mis fuerzas flaquearan y le buscará... él sin embargo, logró mantener la cabeza fría.

     Desde aquella noche hemos hablado y paseado en algunas ocasiones, simplemente abrazados hemos decidido vivir juntos, nos queremos y nadie puede evitar eso. Trataremos de no traicionar la letanía, lo lograremos juntos. El recuerdo de esa noche entre sus brazos me acompañará siempre, su olor y su calor a la luz de la luna y como su voz me susurraba:
- Lo que tenga que ocurrir pasará. Y nos encontrará juntos.
- Así sea.
Nos arriesgamos a morir, lo sabemos, pero es mejor eso que vivir engañados... Estar entre sus brazos me da esperanza. Todo el dolor y la verguenza se compensan cuando sus brazos me rodean y su olor me embarga.

        Cuando nuestra manada entra en acción, a penas si tenemos tiempo para pensar. Eso, a veces, es un gran consuelo. Durante unos días no pienso en que no puedo acercarme a él, sino que doy gracias porque el día termine y los dos sigamos vivos. Aunque en esos momentos de tensión cuando tenemos que separarnos me es difícil soportar el saber que nadie más que yo puede sanarle... Es fuerte, lo sé, pero la rabia puede con todos nosotros de vez en cuando.




      De regreso al túmulo siempre hay algo de lo que ocuparse. Cada combate nos muestra nuestras debilidades y nosotros hemos de hallar el camino para remediarlas o puede que del próximo combate no salgamos tan bien parados. Este camino le llevó 21 días lejos de mi, yo tuve que permanecer en el túmulo y él tuvo que viajar a Nueva York para iniciar una investigación. Sé que debió quedarse allí todo el mes, como Aullido del Acero y Gruñe de Rabia, pero él regresó a mi lado.

        Durante el Rito del Consejo, fue a probar cerveza de hadas... cuando regresó a buscarme para que le acompañara en su fiesta, la mitad femenina de la parentela no hacía más que perseguirle. No era de extrañar, no sé que efecto produjo aquella bebida, pero nunca le había visto tan apuesto y arrollador. Volvió conmigo de regreso a casa, y durmió, durmió durante cinco días. Yo le daba de beber, agua y café para mantenerlo hidratado, pero no conseguía que se despertase.

        Cuando te mantienes ocupado es más fácil. Simplemente haces lo que tienes que hacer, y no tienes tiempo para pensar... Gracias a Gaia.

        En estos días logré recuperar mi posición de gamma retando al morador. Al menos, creo, he expiado faltas. Aunque mirándole a los ojos creo que puedo incurrir en otras más graves...

        En el túmulo también ocurren desgracias y fuimos atacados por los siervos del Wrym nos llevó casi un mes localizarlos y al hacerlo sangramos para destruirlos. Todos estamos bien. Un camada de fenrris y una hija de gaia nos acompañan. Otro ahorum y otra galliard, que aunque tiene una bonita voz no puede compararse con la de Aúlla Versos en la Noche.

        Nuestro alfa ha subido de rango durante el rito del consejo. Se organizó una gran fiesta, Aúlla Versos en la Noche está tratando de acceder al puesto de Narrador de Historias, así que contó una bella historia. Todo el mundo estaba ensimismado, cuando otra manada celosa de lo bien que nuestro galliard estaba relatando la historia se levantó y comenzó a armar revuelo al alejarse de allí. Aúlla Versos en la Noche consiguió volver a centrar en él la atención de todos y tras unos pocos minutos ya nadie recordaba el incidente, salvo él y yo. Al terminar, vi el dolor en sus ojos y le dejé marchar solo, vi en sus ojos la necesidad de pensar a solas.

        Me equivoqué, pues él fue en busca de ellos para hablar del incidente. Fue insultado y respondió con un reto harto justo. Desafió a su galliard. Se verán las caras en el próximo rito del consejo. Selene, ilumina la historia de Aúlla Versos en la Noche para que brille con tu hermosura.




        Mientras oía las historias, escuché hablar de los huesos de un chaman, que habían sido profanados hacía siglos. La historia me intrigó y le pedí al alfa que la investigáramos... dijo que aquello no tenia que ver con nosotros y finalizó la discusión. Me sentí insultada por el espíritu de los "invasores portadores del Wrym" que no respetan ni los recuerdos ni las tradiciones de mi pueblo. Que no entendían la importancia real de las cosas ni amaban la tierra que pisaban, solo la consideraban propia. La ira ardía en mi pecho...

        A los pocos minutos me dijo que tenía que buscarle un espíritu para aprender un don, así que me dediqué a vagar por la umbra durante un par de días para que reconsiderase su posición hacia mi, mi pueblo y mis tradiciones.

        Al finalizar el segundo día, Aúlla Versos en la Noche cayó en una trampa de un cangrejo gigante. Le arrebató toda la gnosis, pero salimos de allí casi sin heridas. Lamentaba profundamente que hubiese pagado Aúlla Versos en la Noche por una disputa entre el ahroum y yo, pero a fin de cuentas no le había pasado nada.

        Regresamos al túmulo, al volver a nuestra habitación, me puse frente al alfa y de acuerdo con lo que había planeado le dije:
- ¿Qué tal si investigamos lo de los huesos del chaman, dejamos de dar paseos por la umbra y yo te encuentro un espíritu serpiente?
La respuesta del alfa fue contundente... se dio la vuelta y trató de golpearme, Aúlla Versos en la Noche se interpuso. Le dio un solo y tremendo puñetazo. Cayó al suelo con la mandíbula rota y knockeado. No me dio tiempo a reaccionar. Tras un segundo me tenía agarrada y me dijo que le encontrara un espíritu serpiente y que yo pagaría los costes del chiminaje.

        No me dejó meter en la cama a Aúlla Versos en la Noche, me hizo dejarlo allí en el suelo, como castigo por haberse entrometido. Mi corazón aullaba por la culpa y el dolor de verlo herido.

        Me dirigí a la umbra seguida por el alfa y encontré el espíritu que buscaba. Apenas negocié, solo pensaba en Aúlla Versos en la Noche... No debía haberse entrometido, aquel golpe era para mi... yo me lo había ganado.

        Volví tras del alfa a la habitación... Aúlla Versos en la Noche seguía allí tendido... lo levantó con una mano y lo llevó hasta el arrollo. Empezó a meterlo en el agua para que se despejara, pero Aúlla Versos en la Noche no abrió los ojos. Le dije a Gruñe de Rabia que aquello no serviría de nada, que así no iba a despertarse antes, que me dejara acostarlo para que la naturaleza siguiera su curso. Lo dejó allí tirado en el río y se fue. El dolor aplacaba la rabia... ¡¡¡No podía tratarlo así!!!

        Lo apoye contra mi para levantarlo y lo llevé hasta la habitación, le metí en la cama y estuve velándole toda la noche, aunque acostada (para que Gruñe de Rabia no sospechara), permanecí con los ojos abiertos mirándole en todo momento.

        Pasó inconsciente unas 24 horas. Cuando se despertó cambió de forma para recuperarse. Mis ojos le miraban suplicando su perdón, llenos de culpa. En los suyos no hallé ni un solo reproche, pero eso no bastaba para que mi corazón dejase de aullar. Tenía que hablar con él, pero sentía la mirada de Gruñe de Rabia en la nuca. así que esperé a que el tiempo disipara esa mirada inquisitiva, no quería arriesgar más golpes para Aúlla Versos en la Noche.

         Poco a poco, volvieron a tranquilizarse las cosas. La relación entre Gruñe de Rabia y yo estaba tensa. Comprendo que él solo trata de imponer su voluntad sobre su gamma, pero ha insultado a la memoria de los míos y se ha reído de las creencias de mi pueblo... a mi cara. Creía que al menos me había ganado su respeto hacia mi persona, pero tampoco es así. En cuanto tardé en encontrarle el espíritu empezó a decir que a la theurge estaba menos preparada de lo que pensaba... Cada vez que pienso en arremeter contra El que Gruñe de Rabia, pienso en Aúlla Versos en la Noche. Sé que volvería a situarse entre medias, sus ojos me piden calma y yo... simplemente me calmo.




        Un anochecer me le crucé en la puerta de la habitación. Le miré a los ojos durante un segundo e imploré a Gaia por que él me entendiera. Le esperaría esa noche en aquel apartado lugar donde me enseño a aullar. Pasé allí algunas horas, cada minuto parecía una eternidad. A lo lejos se remarca una figura. Se acerca lentamente, la luna me deja ver tu silueta... eras tú. Salí de mi escondite tras la maleza dejé que se acercara a mi sin mirarle a los ojos, tan solo cuando noté su cuerpo a un paso del mío fui capaz de levantar la vista y fijarla en sus ojos. Una traicionera lágrima resbaló por mi mejilla.

        Aúlla Versos en la Noche se acercó a mi, trató de consolarme. Por mi parte traté de convencerle de que no puede esperar parar todos mis golpes.... Parece inútil, casi parece tan inútil como si él tratara de convencerme a mi de lo mismo.

        Al comprender que nos amamos sentimos el peso de la mirada de nuestros antepasados... esa es la losa que nos mortifica. La otra noche me dijo que preferiría huir y olvidar. Mi corazón se detuvo en seco. Me giré bruscamente dándole la espalda, mantuve mis ojos cerrados y mis labios apretados para evitar suplicarle que se quedara. Quería gritarle que se fuera y encontrara una buena mujer con la que compartir su vida y no alguien que le cree problemas, como yo. Pero ningún sonido salió de mi garganta, no pude sino mantenerme firme, de espaldas unos segundos. Segundos que se hicieron semanas, los segundos más largos de mi vida.

        En ese tiempo solo podía pensar en que le vería alejarse cuando me girara y en como mi alma moriría en ese mismo momento. Temblaba por el miedo. Un aullido humano me sacó de mis meditaciones. Giré con los ojos anegados en lágrimas y en vez de verme sola en el bosque él estaba allí con sus brazos abiertos. La alegría inundó mi corazón, pero la esperanza de que él dejara de sufrir me hizo mantenerme fría un momento más, le pregunté:

 - ¿Serias capaz...? ¿podrías olvidar la ultima noche?

- No. Jamás podría y si lo hiciera no seguiría viviendo.

 Aquellas palabras destrozaron el ultimo atisbo de resistencia que me quedaba. Me acurruqué en su pecho aceptando la protección de sus brazos.

- No me abandones - le supliqué.

- No lo haré.

-Prefiero morir a tu lado que morir sola en el bosque.

- No pienses en la muerte - me respondió mientras bajó la mirada y apoyó su cabeza en la mía buscando mi calor y mi perfume. - ¿Por qué es todo tan difícil?

        No pude contestar a su pregunta, simplemente me perdí en su pecho, en su calor, en su olor. Sus brazos se cerraban entorno a mi apretandome contra su pecho... noté como me me buscaba, como su boca trataba de encontrar la mía. ¡Oh Gaia! Ojalá pudiera corresponderle. Algo se rompió dentro de mí cuando aparté la mirada de sus ojos. Otra lágrima escapó a mi control mientras hundía mi cabeza en su pecho para no besarle. No sé si en su cara corría otra lágrima, pero noté como su corazón gritaba...

        Fuimos andando a casa, cogidos de la mano durante unos metros, hasta donde era seguro. No pude pegar ojo en toda la noche, él tampoco. Nos mirábamos, uno frente a otro en las literas del barracón. Con El que Gruñe de Rabia durmiendo a pierna suelta unos centímetros más abajo. Tenía ganas de hundir la cabeza en la almohada y gritar con todas mis fuerzas... en vez de eso, solo podía mirarle a sus grandes ojos.


        Han ingresado dos miembros nuevos en la manada... espero que esto traiga más paz y desvíe de nosotros las miradas del alfa.
 
        Dos días después volvimos a Nueva York, la contaminación de esta ciudad hace mella en mi corazón dolorido. Pese a mis objeciones hemos venido a investigar unas fabricas que vierten residuos... El alfa no quiere dejarme investigar sobre mi predicción. Aúlla Versos en la Noche ha tenido un bonito gesto conmigo, me ha dado el teléfono de un renombrado historiador, un punto por el que poder empezar. Desde casa de Aullido del Acero llamé. Me informó de una ampliación de la exposición de arte indio en el Museo de Historia. Tenía que ser eso... tenía que ir a verla. Aúlla Versos en la Noche me hizo prometer que no iría sola cuando me dio la tarjeta. Así que al día siguiente se lo solicité al alfa.
        No había nada mejor que hacer, así que fuimos todos para allá. Mi corazón se heló al entrar en aquella sala. ¡¡¡Un enterramiento indio!!! no eran imitaciones, eran los huesos de todo un poblado encerrados en vitrinas, ¡PROFANADOS! Todo me daba vueltas. Gruñe de Rabia empezó a reirse, a insultar a mis ancestros. Sentí una ira que jamas había sentido, sentí hervir hasta la ultima gota de mi sangre. Sentí que sobrevenía el cambio y tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no destruir todo aquel lugar de, de, de.... de burla.
        Logré contenerme para no rasgar el velo, pero aquella rabia dio paso a un sentimiento peor, la apatía. No fui capaz de reaccionar ante tal manifestación de falta de respeto, ante aquel insulto. Aúlla Versos en la Noche intercedió ante el alfa para devolver los huesos del chaman a donde pertenecían. Pero tan solo eran los huesos de uno... y todas aquellas familias, aquellos guerreros muertos con honor en la batalla, aquellas madres con sus hijos masacradas por la cobardía de los usurpadores, aquellos sabios ancianos que guiaron a su pueblo hasta el fin... allí quedarían expuestos.
        Logramos liberar los huesos del chaman, pero lo pagamos caro. Aullido del Acero murió en la batalla. Fuimos hasta el protectorado de los hijos de gaia y las furias negras, donde se encontraba la tumba original, mi ancestro me había mostrado el lugar. Cuando terminamos los rituales de enterramiento iroqueses un espíritu nació, un nuevo tótem emergió. A medio camino entre un sabio y un lobo, nos ofreció su protección y guía. Mi corazón logró calmarse un segundo, pero mi manada prefirió permanecer fiel a Búho.
        Yo sigo sin poder dejar de pensar en aquella "exposición"...


        Un abismo se abre bajo mis pies... Debería haber sido la noche más feliz de nuestras vidas... sin embargo... ha sido la más dolorosa de las que he vivido.
 
        El día 16 de Junio... he esperado esta fecha con anhelo. Ha sido su cumpleaños... 21, ya es mayor de edad y yo, yo soy solo una niña a su lado. Ahora nuestro amor, no solo está prohibido entre los garous si no también entre los humanos. Pero todo eso me daba lo mismo.
 
        Le he comprado un violín... me he pasado ahorrando 3 meses para conseguirlo, pero lo he logrado. Le he comprado un precioso violín nuevo... con nuestras iniciales grabadas y entrelazadas... S.M. y A.V. (nuestras iniciales homínidas) Para disimularlo un poco, compre un estuche de segunda mano, para que nadie me preguntara por aquellas iniciales de la placa del violín.
 
        No podía darle mi regalo a la vista de todos y abrazarle; así que me conformé con dejarlo sobre su cama y observar desde lejos su reacción. ¡Se pasó el día entero tocándolo!, hizo que mi corazón bailara al son de su música y de su espíritu.
 
        Al anochecer, fuimos a Búfalo. Aúlla Versos en la Noche había preparado una fiesta en un pub irlandés. Había invitado a todo el mundo... era una fiesta maravillosa. Tal y como habíamos sospechado, él le ofreció cerveza de Oberon... y de acuerdo al plan original yo me dediqué a observarle y hacer la "guardia".
        Entonces sucedió, sus ojos y los míos se encontraron entre los de una multitud de personas, y para mi el local se vació. Se acercó a mi, sin pronunciar una palabra... solo nuestros ojos se hablaron. Fue suficiente... le seguí hacia las escaleras. Subimos despacio y llegamos a una pequeña habitación. Tras cerrar la puerta cogió mi cara entre sus manos y me besó.
        Sus labios eran cálidos y tiernos. Todo mi cuerpo temblaba ante su forma de acariciarme y su forma de besarme. Sus brazos me rodearon, levantándome fácilmente del suelo hasta llevarme al único sofá de la habitación.
        Me sentó sobre su regazo, sin dejar de besarme y acariciarme... No sé el tiempo que pasó. Creo que fueron tan solo unos minutos. Pero fueron los mejores minutos de mi vida, pese a mis nervios y a mi total inexperiencia. Simplemente, y por una vez, no pensé solo me dejé llevar, a donde sus manos me guiaban y su cuerpo me invitaba.
        Un ruido alertó a Aúlla Versos en la Noche... Eso me devolvió a la realidad. Nadie se imaginará nunca lo que habría dado para no regresar...
        Aúlla Versos en la Noche comenzó a ponerse el jersey... y yo a colocarme la camisa... Pero, ¿cuando nos los habíamos quitado? En el umbral de la puerta apareció Gruñe de Rabia.
        Tratamos de explicarnos, pero no dijimos nada más que balbuceos e incongruencias. Intentamos engañarlo con nuestros trucos, pero... Volvió a golpearlo. Y volvió a dejarme consciente y no me permitió curarlo. Mi corazón vuelve a aullar de dolor sabiendo que puedo haberle perdido... ahora lo de menos es el golpe. Es saber que nos ha descubierto.
        Tengo miedo por Aúlla Versos en la Noche. No sé que pensará... quizás se averguence de lo que ha pasado... si es así... no podría soportarlo. Mi alma moriría si él se arrepintiera. No soy tan fuerte como él... yo no podría olvidarlo.


        Gruñe de Rabia no me deja acercarme a él lo suficiente para darle de beber mientras está inconsciente, ni para curar sus heridas que marcan mi alma. Llevo dos noches sin dormir, viendo como él sigue inconsciente y sabiendo que los tres metros que nos separan son como un abismo infranqueable bajo la atenta mirada de Gruñe de Rabia.
        Algo en mi ha cambiado en los últimos días. La presunción de la muerte se ha hecho una realidad. Mi alma ha perdido toda la esperanza. Solo me queda aullar a Selene. Aullidos de dolor que no pueden salir de mi garganta y lagrimas que no pueden recorrer mi rostro corren sin tregua por mi alma.
        Él me odiará por haberle fallado, por no haberme mantenido fuerte y por no haber tenido el cuidado necesario. Él siempre cuida de mi... y esa noche le he fallado. Una noche tenía que cuidar yo de él, simplemente una y he fallado...
        No se despierta. Sé que estará así una semana y para mi cada segundo es como notar el filo argénteo de una klaive en el cuello. Tengo miedo a que se despierte y no quiera volver a mirarme... entonces la klaive cercenaría mi cuello y yo volvería a ver a mis ancestros... sin haberles deshornado. ¡Oh Gaia! No puedo afrontar esto que pusiste en mi camino... no puedo hacerlo ... sola.


        Cuatro noches en vela y por fin él me devuelve la mirada. Ha despertado de su sueño y sus heridas se han curado ya. Cuando los ronquidos de Gruñe de Rabia resuenan en toda la habitación Aúlla Versos en la Noche me hace gestos para captar mi atención... como si eso le hiciera falta.
        Puedo sentir sus palabras en mi cabeza: "Necesito hablarte", la conexión mental utilizada para la lucha adquiere una nueva utilidad para nosotros. Yo abro el portal para que atraviese la celosía conmigo. Ya en la umbra quedamos en vernos en aquella arboleda donde me enseñó a aullar. Mucha gente puede vernos, así que tomamos rumbos distintos. Él camina por la tierra y yo vuelo por la umbra.
        Al llegar vuelvo a esconderme entre los arboles... de nuevo la espera se hace eterna. Pero finalmente llega escondiendose tras las sombras. Me mira y abre sus brazos... ¡Oh Gaia! me refugio en sus cálidos brazos y siento como si nada pudiera dañarme. Pero recuerdo mi fallo, y me siento culpable. Antes de atreverme a mirarle o a decirle que lo siento oigo su dulce voz en mis oídos:
- Dime que no fue la cerveza de Oberon. - Aquellas palabras dan la paz a mi corazón y la klaive se retira de mi cuello..
- No lo fue... yo te quiero.
- Podría decir yo también, pero... quiero que lo oigas de mis labios: yo te quiero.
No puedo resistirme a él... le miro y le beso dulcemente.
        Me sienta junto a él, al abrigo de un árbol.  Y me pide que le recuerde lo que pasó exactamente. Le hablo de todo lo que pasó. Me dice que recuerda mi mirada... Durante un segundo soy feliz... hasta que recuerdo a Gruñe de Rabia. Le pido perdón por no haber sabido cuidar bien de él. Él niega mi culpa, cree que fue de la cerveza... Eso es una tontería antes o después habría pasado... No entiendo porque no podemos amarnos... no hacemos daño a nadie...
        Pese a todo, cuando estoy a su lado no puedo sentirme desgraciada. Solo siento el calor de su mano, el sabor de sus besos y la intensidad de su mirada, y... simplemente me hace feliz.
        Termino de relatarle lo ocurrido aquella noche...
- Yo no puedo soportar ver como te golpea por mi culpa y como me impide curarte y cuidarte.
- ¿Y que podemos hacer?
- No lo sé. - Respondí resignada.
- No voy a renunciar a amarte. Quizá deberíamos fugarnos... - lentamente me separé de éll y le miré.
- ¿Dónde? Siempre habrá otro alfa o un anciano.
- Tiene que haber alguna salida - Aúlla Versos en la noche no se resigna.
- Si la hay... la encontraremos juntos. Pero dime una cosa... ¿te averguenzas? - La duda se refleja en sus ojos.
- No puedo responderte. No me averguenza lo que siento, pero hay algo que... - Unos segundos eternos transcurrieron anttes de que continuara. - ¿Puedes vivir así? Con una barrera invisible entre nosotros.
No puedo mirarte como te miro ahora, temo que Gruñe de Rabia vea algo más entre nosotros, temo que decida solucionar el problema.
- No puedo vivir sin ti. No se si eso responde a tu pregunta. Prefería poderte haber abrazado libremente en tu cumpleaños y besarnos a la vista de todos, como todo el mundo hace, pero... - Rompe mi frase con un fuerte abrazo
- Hazlo ahora. - Su seguridad me anima y le beso mientras acaricio su espalda para no perder su abrazo.

        Las horas pasaban veloces mientras hablábamos... nuestras esperanzas de mantener oculto lo nuestro estaban rotas, pero nuestro amor seguía intacto. Hablamos de Gruñe de Rabia y de lo que harían con nosotros los ancianos. Aúlla Versos en la Noche no deja de pensar... parece que por una noche hemos intercambiado los puestos, pues yo solo quiero disfrutar de su compañía sin preocuparme por el mañana.

        Me habla de los Hijos de Gaia y me pregunta si querría ir allí con él.  Yo simplemente le seguiría a cualquier parte.  Pero no sabemos si esa es la mejor opción. Recordamos a los jóvenes metis y el miedo nos abruma durante un instante. No sabemos que camino elegir, pero sabemos que elegiremos el mismo.
Aúlla Versos en la Noche no deja de pensar en Gruñe de Rabia:
- ¿Crees que el alfa nos comprendería?
- No, nunca llegará a entenderlo. Siempre nos verá sucios... al menos en ti confía... de mi dice que ya estoy perdida. Pero ojos que no ven...
- Nunca he tenido padre, él es lo más parecido a una figura paterna que he tenido.
- Yo sé bien lo que es eso... solo he visto a mi padre una vez... es un gran guerrero, según 'La que habla con espíritus'
- ¿Te sientes mal por ocultarselo? ¿Quisieras decirle la verdad?
- Desearía poder decírselo pero no puedo. Hasta ahora he sentido que confiaba en mi, pero yo no puedo confiar en él
- Podemos intentarlo. Creo que seria una locura, pero ¿Qué es lo peor que puede pasar? No hemos quebrantado la letanía
- No voy a arriesgarte. No podría perder a mi verdadero amor y jamás me perdonaría ser el culpable de esa pérdida
- Nada ni nadie podría separnos... los grandes guerreros no pueden romper estos lazos.

        Puse mi mano sobre la suya y él tomandola entre sus manos la dio la vuelta para mostrarme las lineas de mi mano:
- Tienes una línea del amor que es un auténtico laberinto ¿Lo sabías? - Ese comentario me hace reír, mientras él me muestra su mano y me dice - Además se parece sorprendentemente a la mía. - Coloqué su mano frente a la mía en posición de saludo indio y toque mi palma con la suya.
- No solo se parecen... son la misma.
Se acerca a mi oído y me susurra:
- Además la línea del amor acaba cruzándose con la de la muerte. Pero caramba, si no existe la línea de la muerte sólo existe la línea de la vida.

       Mientras hablábamos nuestras caricias y besos se van acentuando, cada vez más cerca uno del otro y cada vez más pronunciadas. Sin saber como, nos dejamos embargar por la pasión... Esta vez no hay cerveza de Oberon, solamente su cuerpo y el mío que se buscan y se encuentran.

        No entiendo que hay de malo en expresar lo que sentimos, aun así no quebrantamos la letanía... Nos detuvimos a tiempo. Una mezcla de miedo y ansia recorrían mi espíritu. Todas estas sensaciones son nuevas para mí. Él, parece seguro de lo que hace, me guía en estas nuevas experiencias... pero su mano tiembla cuando me besa. ¿Qué hay de malo en esto? Ambos sabemos lo que puede ocurrir, pero tenemos miedo de pronunciarlo si quiera... No hablamos de ello, simplemente hablamos de nosotros mientras nos acariciábamos.

        Reímos y nos consolamos hasta que el alba empezó a despuntar en el horizonte. Tras despedirme de Aúlla Versos en la Noche le vi traspasar la celosía camino del barracón. Volé por el mundo material hasta llegar a la habitación. Cuando entré, él estaba tumbado en su cama acurrucado esperando mi llegada. En mi cabeza oigo sus palabras:
- Cuando quieras besarme tócate la nariz y mírame.
Cuando le miré el se rozaba suavemente la nariz. Y casi sin darme cuenta yo acariciaba la mía metida en mi cama. Le sonreí y por primera vez en cuatro días pude conciliar el sueño... ambos dormimos plácidamente esa noche.




        El día siguiente comenzó con un suceso curioso... un Cliath retó a Aúlla Versos en la Noche para ganarse el rango de Fostern. Él estaba exultante, y preparó una prueba adecuada para el nuevo Fostern. Le pidió que se colara en una gran fiesta y que convenciera a una mujer que él le indicaría de que tenía que irse con él y traerla hasta el túmulo. Aúlla Versos en la Noche encargó la tarea a una mujer de su parentela. La prueba se completó con éxito.

        Rasga el Cielo con sus Garras desafió también para subir al rango de Fostern y la pidieron que contara la historia de nuestro viaje a Malfeas cuando regresáramos. Como odio pensar en ese viaje. Tengo miedo de los peligros que acechan en Malfeas, hogar del Wrym.

        Gruñe de Rabia y Aúlla Versos en la Noche han comprado el pub irlandés en el que celebramos el cumpleaños de Aúlla. Es un lugar bonito. Espero poder oirle tocar allí en algún momento.



        El tótem al que ayudamos a nacer nos guió a través de la umbra hacia malfeas, nos salvó y se mantuvo alerta de multitud de problemas y llegamos a la tumba de Flecha de Gaia, el espíritu ancestro del Garou que poseía el arco que buscábamos para nuestro alfa.

        Le retó en combate singular y sin duda fue un combate épico. Cuando Gruñe de Rabia demostró su valía el espíritu ancestro le entregó su arco. Y sin contratiempos ni bajas, regresamos al túmulo.

        Rasga el Cielo con sus Garras ha subido de rango. Ya tenemos una nueva Fostern entre nosotros.



        Un día de calma entre nuestro viaje a Malfeas y nuestra nueva misión. Esta misión es triste y dolorosa pues han atacado a la parentela del líder de los fiannas. La han golpeado y violado y ha perdido a su bebe... Al menos está viva y es la primera que puede decir eso de las 15 víctimas que este asesino en serie se ha cobrado.

        14 mujeres y 1 niño. Todos aparecieron atados y una frase escrita con spray rojo se leía sobre las paredes de los callejones: "La suciedad está por todas partes".

        Ningún patrón reconocible... nada. Nada tenían que ver unas mujeres con otras. Ni ese niño.

        Estoy haciendo de cebo... no tenemos más pistas para buscar. Esperamos un error o encontrarnos de frente con él, pero estamos muy perdidos.

        Ha vuelto a actuar. Otra mujer a aparecido atada en el río. No sabemos por donde buscar... y no podemos fallar a Criordan.

        Nos sentimos perdidos... buscando... no sabemos qué. Los ojos de Aúlla Versos muestran un profundo pesar. Esta misión es especialmente importante para él, ya que es el que más conoce a Criordan.

        Pasan las noches y no encontramos nada... Pienso en cosas que me atormentan, cuando nos damos cuenta de que estamos en el mismo punto en el que empezamos...




        Recuerdo a esa chica... Llorando por su bebé. Yo nunca podré ser madre. No con el camino que he elegido. No cambiaría mi decisión... es solo que la idea de .... me aterra pensar que pasaría si...
No he hablado a nadie de esto, no quiero preocuparle aun más. Supongo que él pensará algo similar. A todos nos gustaría sentirnos orgullosos de nuestro cachorro... y compartir la vida con la persona que amamos... ¿Qué hay de malo en eso?

        Recuerdo a los metis del túmulo. Sus deformaciones son aguijones en mi conciencia que disipa el calor de su mano. Un calor prohibido, un beso robado, su mano rozando mi mejilla... No, no podré ser madre nunca, pero tampoco puedo ser sin su abrazo...

        Mi frente solo conocerá la verguenza pero mi corazón solo conocerá su mano... no renunciaré a él y nunca responderé a otro abrazo.




        El que Gruñe de Rabia estaba en el apartamento reposando sus heridas... El resto vagábamos por las calles con la esperanza de encontrar alguna pista nueva. Un espíritu se apareció de pronto susurrando que un nuevo Garou estaba a punto de nacer.

        Recordé el viejo rito de protección que avisa al Garou más cercano del cambio en ciernes del adolescente. Decidimos separarnos: dos misiones, dos grupos. Rasga el Cielo y Garras de Trueno seguirían buscando pistas del asesino. Aúlla Versos y yo nos dirigimos a la Umbra para hablar con él espíritu.

        Nos condujo a una discoteca y en seguida un chico llamó nuestra atención. Estaba metido en una pelea de la que le sacamos. No podíamos permitir que cambiara en una discoteca. Se fue a su casa... le seguimos. Y yo me quedé haciendo guardia en la escalera de incendios. Aúlla volvió a la discoteca por si nos habíamos equivocado de chico. Llamamos mentalmente a todos...  Rasga el Cielo vino conmigo y Garra de Trueno fue con Aúlla Versos.  Gruñe de Rabia se encaminó hacia donde estábamos nosotras.

        Un par de horas tardó en empezar a cambiar, y lo hizo con los primeros golpes de su padre... Lo mató, también a su madre. Intenté entrar en Crinos por la ventana y bloquee su salida... cuando ante mi vi a un enorme Camada de Fenrris. Me preparé para el golpe... pero él huyo hacia la puerta donde estaba Rasga el Cielo.

        Huimos hacia abajo para llevarlo hacia el callejón donde esperaba Gruñe de Rabia... Lo sujetó como un muñeco... Aúlla Versos y Garra de Trueno llegaron en ese momento. Yo fui a buscar una furgoneta... robe una y los metí a todos detrás.

        Le llevamos ante la Madre Clarisa. Los Roehuesos le llevarán con los suyos...




        Hemos encontrado al asesino... estaba corrupto por el Wrym. Su hedor podía sentirse desde lejos, él podía pasar a la Umbra. Tratamos de apresarlo para hablar con él... Pero Aúlla Versos, estaba nervioso de verdad. Pocas veces le había visto tan decidido a matar a la menor provocación.

        No quedó mucho de él... Criordan lo agradecerá.



        Lo primero que hizo Aúlla Versos fue llamar a Criordan... ¿A caso su dolor es igual al mío? Tengo cuidado en no mostrarle mi dolor... no quiero que sufra más... Pero hace demasiados días que no podemos hablar a solas, que no podemos mirarnos con ternura... que no siento sus caricias. Su ausencia unida a mis últimos pensamientos me produce un profundo pesar. Pero últimamente las misiones se suceden con tal velocidad que no tenemos tiempo para nada.

        Cuando Aúlla colgó el teléfono quería ir a investigar al hombre que matamos. Nos montamos en el coche y antes de que tuviera tiempo de arrancar vi el cañón de una pistola en mi sien. Un hombre nos acusaba de haber secuestrado a un chico para "violarlo" y nos exigía que liberáramos al chico. Traté de hablar con él, pero mi alfa y mi omega solo conseguían ponerlo más nervioso.

        Aúlla se preparaba para lo peor. Y yo no creía poder resistir aquel tiro en la sien a tan corta distancia... Logramos que se alejara y Gruñe de Rabia saltó sobre él para detenerlo. Nos empezaron a disparar desde un coche con AK-47. Puse el coche en marcha y nos dimos a la fuga.




        Salimos de allí, y fuimos por carreteras secundarias hasta el pequeño pueblecito. El coche estaba lleno de agujeros de bala. Definitivamente no volveré a alquilar uno.

        No nos fue difícil encontrar aquella casa. Estaba a las afueras y muy mal cuidada. Por dentro no estaba mejor. Llamamos a la puerta y no abrió nadie, así que entramos directamente. Registramos la casa y solo encontramos desorden. Había pruebas de que aquel tipo solía llevar a niños allí. Rasga el Cielo con sus Garras, lo confirmó hablando con una de las muchas ratas que había por allí, yo miré a la Umbra y vi como las paredes rezumaban brea... como si la casa estuviera compuesta de ese material.

        Le pedí a Aúlla Versos en la Noche que meditara un rato, para recuperar su gnosis... Sus sentidos agudizados nos vendrían bien. Gruñe de Rabia decidió meditar con él. Rasga el Cielo buscaba por allí y yo salí afuera para mirar hacia la Umbra, para comprobar el entorno... Entonces pasó.

        Vi a un niño... un niño normal pero que estaba hecho de la misma brea que la casa. Aquél niño fue cambiando y transformándose en una enorme y temible bestia del Wyrm. Aquella bestia me devoró. Aquello me hizo entrar en shock.

        No recuerdo nada. Lo que sé, me lo relató Aúlla Versos en la noche. Debí empezar a comvulsionarme. Los espasmos recorrían mi cuerpo. Rasga el Cielo me vio y corrió a sacar a Aúlla Versos de su meditación.

        Aúlla Versos me metió un pañuelo enrollado en la boca y me levantó las piernas hasta que dejé de convusionarme y volví en mi. Sus ojos reflejaban una gran preocupación y nerviosismo. Y más allá de sus ojos solo estaba el Wyrm.

        Les relaté lo ocurrido. Creo que lo que vi fue una reminiscencia de las sensaciones de aquella casa. Aun así decidí consultárselo a mis mayores... porque notaba como la visión me había robado parte de mi fuerza espiritual.




        Estuvimos deambulando por el pueblo y por la granja, pero no encontramos nada de los niños. Avisamos al policía amigo de Riordan, pero tampoco nos dio más información. Así que nos decidimos a volver al túmulo.

        Antes de salir del pueblo, Aúlla Versos recibió una llamada de su "contacto". Metió la pata y el alfa se enteró de que estábamos gastando todo nuestro dinero. El amigo de Aúlla le pidió otros 10.000$. Aúlla Versos había gastado todo su dinero, a excepción del bar, no le quedaba nada de la herencia del morador. Yo liquidé casi todos mis bienes, y aun así tuvimos que pedirle algo de dinero a Rasga el Cielo. Pero conseguimos pasarle al contacto los 10.000$ que nos solicitaba, para montar aquella fiesta. Donde el alfa conocería lo que habíamos estado buscando para él.
 

        Cuando volvimos a Búfalo, el alfa me mandó volver a dejar el coche al sitio donde lo habíamos alquilado, le pedí a Aúlla Versos que me acompañara. Debido a la cantidad de agujeros de bala que tenía tuvimos que decir que Aúlla Versos me había estado enseñando a disparar y yo, cambié la lata por el coche como objetivo de mis disparos. El dependiente nos pidió 3000$ para los gastos de reparación. No teníamos dinero y Gruñe de Rabia lo sabia. Por eso nos mandó a devolver el coche... tuvimos que llamarlo.

        Tardo un par de horas en venir. Aúlla y yo esperamos en la sala contigua... hablando, hablando como cualquier pareja normal. Nos sentíamos tranquilos pese a la situación, y nos mirábamos con los ojos llenos de ternura, puesto que a nadie le extrañaba.

        Cuando llegó el alfa, trajo consigo una porción de realidad. Volvíamos a ser Beta y Gamma. Acordó con el dependiente que nosotros arreglaríamos el coche y le pagaríamos los días que estuviera en el taller. Al salir, muy sutilmente nos dijo que nosotros mismos deberíamos arreglar el coche. Se fue, incluso antes de poder gritarle. ¡Aaaahhh! Esos agujeros estaban ahí por su culpa.

        Aúlla fue a buscar a algún pariente que pudiera dejarnos un taller donde arreglarlo nosotros y debido a su gran talento no tardó mucho en encontrarlo. Tardamos un par de horas en arreglarlo, bastante menos de lo previsto... llevamos el coche y le pedí que diéramos una vuelta antes de regresar al túmulo. Simplemente cenar y hablar como una pareja normal... dos horas después regresamos al túmulo.




            Al día siguiente Aúlla recibió la llamada de su contacto. Estaba todo previsto. Habría una fiesta en Irlanda, de etiqueta. Allí, Gruñe de Rabia se encontraría con una parentela digna de él. Alguien de buena cuna y educada en nuestras costumbres.

        Solo quedaba convencer al alfa de que aquella fiesta era importante... le hicimos llegar una invitación falsificada por correo. Y fueron los propios parentelas de la reserva los que se la entregaron. No quería ir hasta que aprendiese un par de dones y encontráramos a aquellos niños.

        Invoqué a una lúnula para que tardáramos menos en encontrarla. Y solicité los dones para mi alfa. El chiminaje fue complicado, el primero tenía que vigilar una senda lunar en luna nueva. Por el segundo la lúnula pidió que encontráramos una senda lunar perdida al Campo de Batalla. La misión era peligrosa y muy enriquecedora, así se lo transmití al alfa. Él aceptó, pero dijo que deberíamos salir a buscarla al día siguiente. ¡OH! Como odio sus plazos. No puede comprender de lo que habla. Acepté el trato con la lúnula y la pedí la información necesaria para iniciar la búsqueda. Ella me respondió que ya se pondría en contacto conmigo.

        Me dispuse a discutir con el alfa del porque no podíamos partir cuando él lo dijera.  No confía en mi. No me entiende. No ve la responsabilidad que es guiarlos sin que estemos todos preparados. Ve y juzga la umbra como ve y juzga el mundo material. No ve los peligros que nos acechan a todos. Nos gritamos... Me marché de la Umbra sola y furiosa. Él seguramente con ganas de castigarme o pegarme. Grité... grite hasta que me relajé. Volví a la habitación y dormí.




        Aquella noche todos tuvimos una visión, una en la que un hombre lobo formado por todas las tribus era derrotado por una bestia del Wyrm, ya que no podía luchar con él. "La manada que no permanece unida, es derrotada por el Wyrm".

        Al final, fuimos a Irlanda. El alfa conoció a Natalia, la parentela que tenía aquella marca de nacimiento en forma de luna creciente, que la hacía digna de él. Su padre un gran Colmillos Plateado puso a prueba a nuestro alfa. Fueron dos días horribles donde me callé todo lo que pensaba. Tenía que mantener la calma por Aúlla. Si no, nuestro esfuerzo y dinero no servirían de nada. Mientras me sentía insultada por aquellos Colmillos, permanecí callada.

        Cuando el Duque consideró digno al alfa, le dijo que quería encomendarle una misión. Que cuidara de su hija y que la protegiera mientras la enseñaba el mundo. La cara del alfa no tenía desperdicio... estaba desencajada. Aceptó, pues pocas opciones tenía más.

        Al día siguiente volvíamos al túmulo, así que le pedí a Aúlla que nos llevase por su Irlanda Natal. Aunque él nunca había estado allí, seguro que por la noche de Dublín se desenvolvía perfectamente. Así fue y tome mi primera cerveza negra... Aúlla se tomó algunas más. Natalia, la pariente nos siguió, pues ya estaba a cargo de Gruñe de Rabia.



            Volvimos al túmulo sin mayores complicaciones. Aquella noche, Aúlla Versos y yo nos buscamos con los ojos. Unas pocas horas después nos encontrábamos en nuestro pequeño claro del bosque... ¡Gracias Gaia por este remanso de tranquilidad!

         Cuando llegó le propuse que retara al alfa. Pero me dijo que preferiría no hacerlo. Me preguntó por qué quería hacerlo. Le dije que debíamos hacerle pensar. Nos estaba poniendo en peligro con sus plazos:
- Ya, pero no se si retarle va a cambiar algo - Dijo Aúlla Versos
- Al menos le dará algo para reflexionar... Si le reto yo, no espero ganarle, pero sí hacerle pensar.
- No creo que eso le haga reflexionar.
- No quiero perderte por no poder protegerte. Ni a ti, ni a ninguno de nuestros hermanos. La Umbra no es un lugar seguro.
- Entiendo lo que quieres que vea pero no creo que de esa forma comprenda
- ¿y que forma sugieres?
- No lo se. Ni siquiera se si es posible hacerle comprender. Me paso el día tratando de mediar en las discusiones y me fastidia que los dos busquéis lo mejor para la manada sin comprenderos.
- Lo sé... Es que me desespera su estrechez de miras ...
- Y él siempre desconfía de tus actos, porque le dices cosas que no quiere oír, ni quiere comprender.
- Los espíritus no entienden de plazos... No puedo guiar un viaje sin que todo el mundo esté preparado.
El wyrm y la tejedora acechan
- Me pongo en el lugar de cada uno de vosotros y veo vuestras razones
- Explicame las suyas... quizás con tus palabras logre entenderlas
- Desconfía de ti. Cree que no harás lo que se te mande cuando sea vital y la vida de todos esté en tus manos. Cree que cuestionarás una de sus decisiones y eso nos causará problemas
- Creo que Gruñe de Rabia y yo no nos entenderemos nunca. -Dije sonriendo débilmente, mirándole a los ojos.
- Él es tu superior en un ejército del que no formas parte.
- Pero ahora quiero hablarte de otra cosa... es algo delicado y necesito que lo escuches con una GRAN amplitud de miras.- Dije temiendo en parte su reacción.
- Espera, antes... no me mal interpretes. Creo que pretender dar órdenes sobre cosas que no comprende es necio por parte del alfa. Del mismo modo que no me dice como debo tratar a los mendigos, no debería decirte como tratar a los espíritus.
- Sé que no estas de su parte, ni de la mía. Y eso no me daña... Tranquilo
- Ahora dime

            Tomé aire para empezar una historia que tantas veces se relata entre los nuestros... Historias que se cuentan a los cachorros y que estos no escuchan por antiguas...
- Quiero hablarte de Kaos. - Aúlla versos me mira fijamente mientras le hablo. - Kaos es uno de los padres de Gaia, el Creador. La diversidad. El wyrm era el destructor, y la tejedora la que daba forma... los 3 crearon a Gaia. La tejedora se volvió loca y encadeno al Wyrm, y a Kaos escapó... pero le dejó a Gaia un ultimo regalo: Su corazón, el Reino del Kaos. Es uno de los 13 reinos de la Umbra Próxima. Allí, podríamos encontrar una solución a nuestro problema o la muerte o ambas cosas

              Dejé que digiriera la información y esperé su reacción:
- Es un lugar de iluminación. - Dijo
- No. Es un lugar de cambio. Kaos es el responsable de nuestro cambio de forma. Allí, podría intentar cambiar... podría intentar dejar de ser una Garou.  - Aúlla Versos abrió la boca totalmente desconcertado, proseguí antes de que reaccionara - Convirtiéndome en otra cosa o muriendo en el proceso. Renunciando a todo lo que significa ser un hombre lobo.
- ¿Por qué tú?
- Tu no tienes conocimientos suficientes.
- Pero...
- Entiende lo que significa esto. La muerte no es lo peor que puede pasar. Puedo cambiar mi forma pero no mi esencia, podría intentar convertirme en otro cambiaformas, pero no podría intentar ser humana o loba.
- No te comprendo.
- No quiero ocasionarte más problemas...
- Pero ¿qué estás diciendo? Tú no me causas ningún problema. Como mucho nos los causamos mutuamente y no puedo llamar a esto problema
- Vi a aquella mujer y a Riordan... tus ojos aullaban igual que los míos. Nosotros no podremos nunca tener cachorros... y si los tenemos sería aun peor. Nos queremos y creo que eso no va a cambiar...
- Pero eso no nos obliga a nada. No tenemos porque tener cachorros.
 

        Mis ojos tristes se clavaron en su alma. Y me dijo:
- Se lo que estás pensando. Que lo que digo es imposible, que vamos directos hacia un precipicio. - Afirme cabeceando y apoye mi cabeza contra su pecho. Él me susurró un aullido de tristeza.
- Y que haremos si... nos ... si...
- No se lo que haremos. ¿Por qué no puedo yo cambiar en ese lugar?
- Porque yo no te explicaré como... no te dejare arriesgar la vida. Ademas no has dejado que terminara
- Eso es cierto. Continúa
- Si lograra sobrevivir al cambio... y transformarme en otro tipo de cambiaformas... nadie lo entendería.
Solo verían que he renunciado a cuidar y servir a Gaia. Solo verían que no quiero ser Garou. Podrían condenarme a muerte o a la senda del Ronin
- ¿Y qué pretendes lograr con ello?
- No lo sé. Busco soluciones imposibles a un problema que no debería darse. No sé si seria aun peor..
- Yo no te abandonaría. ¿No te sientes bien como Garou? -Ante aquella pregunta levante la vista y él vio como las lágrimas cubrían mi rostro.
- Si, soy feliz, pero tu no eres mi hermano. - Él enjuago mis lágrimas suavemente y le sonreí
- Creo que no hay una solución
- Tiene que haberla... odio verte sufrir cada día. Debería hacerte feliz. - Dije obstinada
- No hay una solución porque entre nosotros no hay un problema. El problema lo tienen ellos. Y verte cada día compensa todos los sufrimientos - Me acerque lentamente y le di un suave bbeso en la mejilla y le susurré un "te quiero".
- Te quiero - Fue su sencilla respuesta. Me separe lentamente... y le miré a los ojos con alegría y tristeza mezcladas

        Él me abrazó y comenzó a besarme. Lentamente, al principio. Pero la pasión fue creciendo en sus caricias, y en sus besos. Un torbellino de emociones nos recorrian... Él no queria pensar, pero esta vez yo no podía dejarme llevar: Estabamos demasiado cerca de rasgar la Letania. Apreté los puños y pronuncié unas dolorosas palabras:
- Deberíamos volver... Nuestra manada nos echará en falta

        Él intentó buscarme de nuevo con sus manos, con sus ojos... con su boca. Pero yo me di la vuelta para poder mantenerme firme... no lo conseguiría si le miraba. Se acercó por detrás y me cogió por la cintura mientras susurraba a mi oido:
- ¿Por qué esto siempre es una despedida si nos vamos a ver en unos minutos?
- Porque no puedo mirarte con los mismos ojos, y porque no puedo dormirme en tus brazos. - Le contesté. Girandome para encararle de nuevo.
- Puedes rozarte la nariz - Me dijo sonriéndome, sin enfadarse.
- Lo hago cada noche, cada día, temo que se convierta en una mala costumbre - Mi sonrisa era amplia, él rió con ganas. Se acercó sigiloso y me beso furtivamente. Se alejó corriendo hacia nuestra habitación
- Ten cuidado
- Yo caminaré despacio.... tu también


        Al día siguiente fui a ver al alfa, quería pedirle permiso para realizar una preparación especial, para nuestro primer viaje largo por la Umbra. Había hablado previamente con dos Uktena Ciliath para que me ayudaran en el ritual del Despertar del Espíritu.

        Quería despertar el espíritu de un cactus famoso por sus propiedades alucinógenas. Como todos los Garou se veían menos afectados por estás sustancias, necesitaba despertar el espíritu del cactus para que el viaje fuera intenso. Ellos me ofrecieron su ayuda a cambio de comprobar los resultados observandonos desde la Umbra.

        Como el alfa me dio permiso para hacer el ejercicio, aunque me advirtió que él no participaría, fui a ver a Aúlla Versos y le pedí que estuviera 48 horas sin beber. Pues no sabia que efectos podría tener la práctica si se encontraba ebrio. Le costó mantenerse sobrio. Debería dejar de beber más a menudo... le sienta bien estar sereno, aunque se pone más serio.

        Cuando fuimos a realizar el ejercicio, el alfa estaba vigilandonos desde el mundo físico y los Uktena desde la Umbra. Saqué la pipa y el saquito donde tenia la flor machacada del cactus. Encendí la pipa y comenzamos a fumar... Sólo una calada por cabeza... aun así. El pequeño Camada de Fenris, creyó haber visto al propio Fenris que le guiaba. Los Galliard, tanto Aúlla Versos como Rasga el Cielo, soportaron mejor el viaje y yo estuve dos días sin que se me terminará de pasar.




        Una visión nos devolvió a la realidad. Una visión sobre los niños que se convertían en una gran bestia del Wyrm.

        Se me ocurrió que quizá las desapariciones de niños estuvieran relacionadas de algún modo con la Hermandad de la Rosa. Aquella organización humana que nos había llamado violadores... nuestra única pista era encontrarla.

        Pero no sabíamos por donde comenzar a buscar. Así que nos dirigimos a Nueva York y fuimos a ver a los Moradores del Cristal. Recordábamos donde solía reunirse Aullido del Acero con los suyos, era un Cibercafé... allí encaminamos nuestros pasos. Aúlla Versos se acercó al dependiente y solicitó audiencia con el único Morador del que teníamos constancia. Pero nos dijeron que volviéramos más tarde.

        Fuimos a ver a los Roehuesos, a la madre Larisa, y como siempre nos dio de comer del pote. Nos dijo que mantendría las orejas abiertas, pero que por el momento no sabía nada.

        Recordamos que alguien nos había hablado de una nueva cabeza del Wyrm, la corrompedora formada por las cabezas de muchos niños... Hicimos memoria, había sido el Contemplaestrellas Philodox del observatorio en el Protectorado de los Colmillos Plateados, Teardrop. También había hablado de ella en la fiesta que organizó Aúlla Versos.

        Encaminamos nuestros pasos hacia allí. Y cuando llegamos pudimos hablar con él, pero no obtuvimos ningún nuevo dato de él. Durante unos minutos y tras una discusión con el alfa, me concedió permiso para ir a hablar con él, a solas...



        Allí en su observatorio. El Contemplaestrellas, Teardrop me miró buscando una respuesta.
- Tengo un problema con la primera ley de la letanía. - Dije armandome de valor.

        Le conté mi problema teniendo especial cuidado en no revelar el nombre de Aúlla Versos en la Noche... Él me escuchó. Como cualquier Garou su consejo fue que nos amaramos sin rasgar la letanía. Pero me habló de las Cortes de la Bestia, como yo le pedí. No me dijo mucho, pero me dio esperanza...

       ¿Allí los Metis estaban considerados como un regalo de Gaia? ¿Cómo podían ser las cosas tan diferentes? Aun así me advirtió que no sería fácil... Sólo me dijo que estaban en Asia. Pero seguro que sabía algo más...

        Como no tenía mucho tiempo no insistí más, pero desee poder hacerle muchas otras preguntas... Ya llegaría el momento.



        Volvimos a Nueva York y nos quedamos a dormir en nuestra furgoneta, siguiendo las ordenes del alfa, los dos de mayor posición (Él y Aúlla Versos) dormirían en forma homínida en la parte delantera y los demás en forma lupus en la parte de atrás.

        Poco antes de empezar a amanecer, la Hermandad de la Rosa hizo su aparición. Encañonaron a Aúlla Versos con una recortada a la cabeza. Si le disparaban moriría sin remedio. Se lo llevaron. Salté hacia afuera de la furgoneta en mi forma Lupus, con la esperanza de poder hacer algo...

        Pero dijeron que lo matarían si el perro no entraba en el coche. Subí hasta el asiento del piloto... ¡Aquel era mi lugar! Él estaba durmiendo donde siempre estaba yo. Era a mi a la que deberían haberse llevado.

        En cuanto arrancaron, me transformé para poder conducir. Oía su voz en mi cabeza, oía sus indicaciones de por donde giraban. Hasta que se detuvo y nos dijo que era un taller. Paré la furgoneta e hice el Ritual de Piedra de Búsqueda... lo localicé. Pocos minutos después dejamos de oír su voz... ¡Oh Gaia que miedo pasé!

        Llegamos a la puerta del taller cuando la furgoneta en la que le habían secuestrado trataba de salir. Usé mi Don de Interferir Tecnología para pararla. Gruñe de Rabia agarró a uno. Rasga el Cielo con sus Garras y Garras de Trueno desarmaron a los dos que estaban en la furgoneta.

        Otros tres arrastraban a Aúlla Versos por el suelo, inconsciente. Le apuntaron con las escopetas dejandolo en el suelo.Mi corazón estaba henchido por la rabia, pero mi mente fría usaba mi gnosis sabiendo que eso podría protegerlo mejor de las balas que mis garras. Puse todo mi empeño en reducir esas armas y hacer que no pudieran funcionar. Imploré a Gaia desde lo más profundo de mi corazón para que elevase el poder del Don de Interferir Tecnología. De pronto, la luz se apagó... Las armas no funcionarían, ni tampoco la furgoneta y así se lo hice saber a mis compañeros de manada.

         Gruñe de Rabia quiso knokear al hombre que tenía amenazado, pero como no quería matarlo se le fue el golpe. El segundo si que se lo dio. Rasga el Cielo con sus Garras knokeo al conductor de la furgoneta y Garras de Trueno, casi mata al copiloto. Gruñe de Rabia nos dio instrucciones a todos: Me mandó sentarme al volante. Rasga el Cielo debía coger al conductor y meterlo en la parte de atrás. Garras de Trueno tenía que golpear a un hombre y meterse en la furgoneta. Él, cogería a Aúlla Versos y se meterían en la furgoneta.

         Yo sabía que la furgoneta no funcionaría hasta que lo hiciesen las armas y la luz regresase. Todos obedecimos y en el último momento, la luz regresó... Arranqué y salí de allí con el corazón en la parte de atrás de la furgoneta. Una lágrima furtiva que nadie apreció resbaló por mi mejilla. Paré 5 manzanas más lejos... para poder sanar a Aúlla Versos.

         Cuando abrió sus grandes y verdes ojos... nada más importaba. Estaba bien, estaba a salvo.




         Aúlla Versos y yo examinamos las heridas del humano. Estaba mal y necesitaba asistencia hospitalaria, pero aguantaría nuestro interrogatorio. Gruñe de Rabia y Aúlla Versos se quedaron con él en la parte de atrás de la furgoneta. Yo fui a la parte delantera para ver si encontraba alguna pista. No encontré nada. Pero los gritos de Gruñe de Rabia y Aúlla Versos no parecían estar dando muy buen resultado. Él humano no dejaba de repetir que devolviéramos al niño.

         Viendo que la estrategia no funcionaba, Gruñe de Rabia y Aúlla Versos salieron de la furgoneta. Tras unos minutos entramos Rasga el Cielo y yo. Le dije que era enfermera y que si me permitía echarle un vistazo a sus heridas. Reticente aceptó y le sujeté la espalda como mejor pude, destrozando una de mis camisas. Estuve hablando con él... obtuve un mejor resultado que Aúlla Versos y Gruñe de Rabia. El humano nos identificó como secuaces de la 7º Generación. ¿Cómo podía aquel humano saber algo que nosotros no habíamos encontrado? Aquello lo relacionaba directamente con el mensaje que interceptamos en la Umbra, y con las dos facciones que no habíamos sido capaces de identificar de la Casta Medica.

         Obtuve la poca información que quiso darnos y lo dejamos cerca de un hospital. Le devolví las llaves de su furgoneta. Y le recordé que nosotros nos hemos hecho nada.



         Nos pusimos en contacto con cuanta gente pudimos recordar: La Madre Larisa, La Loba Carcasone, y el jefe de los Moradores del Cristal. Necesitábamos información. Fuimos a descansar a un hotel, mientras esperábamos ser recibidos y obtener noticias.
     Cuando me tocó el turno de guardia... Empecé a oír como se movía Aúlla Versos, se levantó hacia el minibar, cogió una botella y se volvió a la cama. Mentalmente le pregunté:
- ¿Qué estás haciendo?
- Disimulo, el alfa está despierto y casi me pilla.

    Dejé que siguiera con su juego mientras yo seguía con mi guardia. Le miré, su gesto indicaba una ansiedad incontrolable. Él llevaba un día entero enviandome miradas cómplices. Pero no encontrabamos el momento adecuado de hablar a solas.

     Me di cuenta de que verle asi me complacia ligeramente. Le correspondí a sus miradas complices y mis ansias de estar con él y hacerle sonreir eran mayores si cabe que su impaciencia.

     Al cabo de un rato, Aulla Versos comenzó a revolverse de nuevo entre las sábanas. Pasó a mi lado y salió de la habitación. Le seguí tras unos pocos minutos. Pese al riesgo, no podíamos soportar más el no verse... a solas. Le seguí hasta la azotea del hotel... desde allí al menos podían intuirse las estrellas.

- Buenas noches... amor mío
- Que bien suenan esas palabras: Amor mío  - Él me las repitió amorosamente
- Tengo buenas noticias... por fin.- Me mordía el labio inferior.
- ¿Si? - Un suspiro de alivio se contuvo en su innterior había oído mal, todo era tan complicado que las buenas noticias parecían irreales
- si, he hablado con el contemplaestrellas, me ha hablado de las Cortes de la Bestia - Él escuchó atentamente sin pestañear - Allí, las cosas parecen distintas y los metis son una bendición para ellos.
- ¿Una bendición?
- Eso me dijo, les consideran un regalo de Gaia...
- ¿Cómo puede ser posible?
- Creo que tampoco será fácil, pero al menos no sería imposible.
- ¿Ir allí? ¿O ser aceptado allí?
- Ser aceptado. No quiso hablarme mucho y tampoco tuvimos mucho tiempo, pero creo que el sabe exactamente donde se localizan las llamadas Cortes de la Bestia.
- Pero por supuesto no querrá decírnoslo - Sus ojos se cubrieron con una sombra de duda
- Solo me dijo que están en Asia, pero eso es mucho territorio.
- Tú puedes encontrarlas, seguro
- Por supuesto, su consejo es que nos amemos, pero que permanezcamos fieles a la letanía...  - Yo le sonreia y él miraba tristemente al suelo
- No es fácil
- Lo sé...  - Me acerque y le bese suavemente
- No lo sabes porque tú no ves a una bella india que me mira con ojos profundos constantemente
- Lo sé, porque veo a un apuesto irlandés con unos grandes ojos brillantes
- Estamos igual entonces
- Si, siempre estaremos igual - Él me rodeó con sus brazos y me recogí en el calor de su cuerpo... susurrando- Una cosa más... En la entrevista procuré no decir tu nombre. Pero no creo que haya servido de mucho, alguien de su rango y sus cualidades nos habrá visto mirarnos... Ten mucho cuidado. Aun no estamos en Asia
- No voy a permitir que cargues tu sola con esto - Dijo mirándome con severidad
- Tu siempre te llevas los golpes, al menos déjame a mi la responsabilidad.
- No puedo, esto es algo de los dos, sea bueno o malo
- Si puedes... Escúchame... Si algo sale mal -  Le miraba fijamente a los ojos-  Yo sola seré la que tenga que enfrentarme a los ancianos y ni con toda su Rabia diría tu nombre
- No. Yo lo diría
- ¿Y morir los dos?
- Es mejor que vivir como un cobarde
- Deberías aceptar mi sacrificio y vivir luchando por Gaia, que nos ha concedido el don de querernos. Si ocurre lo peor... deberás hacerlo por mi
- No podré, ya te lo anticipo
- Debes prometérmelo... Por favor... - Dije mirandole con ojos suplicantes
- No puedo prometer algo que no voy a cumplir - Su expresión se vuelve dura y termina retirando la mirada.
- Prométemelo - Ella le agarra las manos... pone su cara entre ellas y se acaricia
- Conozco muchas historias de amor, de verdadero amor y se que esta es una de ellas, No podría vivir sin ti. Si tú mueres quien sabe lo que me ocurriría
- No voy a morir... - Dije mientras mi expresión se volvió tierna... y una pequeña sonrisa se coló en su cara - Ahora tengo esperanza. Pero necesito saber que tú vas a lograrlo pase lo que pase. Quiero saber que si tengo que morir por amarte, tú podrás contarlo para cambiar las cosas... Para que otros puedan amarse... y seguir su camino como Garous.

     La expresión de él se volvió triste y mostraba una determinación ciega. Con la mirada decía: No me lo pidas más, pero yo le miraba suplicante.
- No puedo - Dijo él por fin. Me abracé fuertemente contra su pecho y su corazón palpitó descontrolado con mi rostro junto a él
- Ahora no estés triste... es el primer momento que podemos tener esperanza...
- ¿Cuando partiremos?
- Cuando tú me lo pidas...
- No podemos dejar la manada ¿O si que podemos?
- No lo sé... Al menos por ahora nadie nos puede acusar de nada... aquí estamos seguros aun. Y sé que quieres luchar por Gaia tanto como yo, y por esos niños
- El alfa te necesita aunque no lo parezca - Reí abiertamente
- ¿El Alfa?
- Yo mucho más pero él también - Él sonrió
- Lo sé... pero... ¿el alfa? No había pensado en él... Desde que hable con Teardrop...
- No es importante ahora que hay una salida
- Aunque tenemos un pequeño rayo de esperanza... no será fácil ¿lo sabes?
- lo se,  pero contigo eso no importa. Aunque tengamos que cruzar la laguna de plata de la que hablaste.
- Sé que allí viven muchos otros cambiaformas... Será todo un mundo nuevo... Un nuevo misterio.
- Pero tú estarás allí
- Si, y tu a mi lado... y podré cogerte de la mano como ahora y pasear contigo bajo la luz de la luna sin que nada me importe...
- Ven -Dijo él levantándose y agarrándola de la mano. Le seguí - mira ¿ves aquellas montañas?
- si
- pues no la ves pero en ellas está la gran muralla china y más abajo siguiendo este camino hay una casa con paredes de papel y tejados curvos. - Le escuchaba con mi cabeza apoyada en su hombro mirando al horizonte
- ¿Allí viviremos?
- Claro que si, rodeados de chinitos y comiendo arroz.

    Me se gira para encárale... y me colgué de su cuello en un fuerte abrazo

- Mmmm ¿Cómo se dirá "te amo" en chino?
- No lo sé, pero creo que lo averiguaremos... pero seguro que entienden esto - Dije antes de besarle, Él prolongó el momento durante unos segundos, hasta que separó sus labios suavemente
- Pequeña hechicera
- Mi protector irlandés....  Volvamos a casa antes de que nadie se despierte. Pronto tendremos todo el tiempo del mundo.
- Sí
- ¿Sabes? Me siento tan feliz, que podría flotar...  -Él rió y me elevé un poco en el aire girando a su alrededor... riendo.
- ¿Ves como eres una pequeña hechicera? incluso sabes revolotear
- ¡Eh!... que puedo ser mucho más grande - Descendí y le besé furtivamente antes de salir corriendo hacia la habitación del hotel - Esta vez,... llegaré antes>

    Él me miró deslizarme en la noche y miró hacia atrás viendo de nuevo la Gran muralla china iluminada por la luna.

     Al regresar a la habitación me topé de frente con Gruñe de Rabia. Apreté la mandíbula esperando el golpe, pero todo lo que hizo fue girarse y decirme que me acostara. Obedecí. Cuando tras unos minutos Aúlla Versos regresó, la escena se repitió. Agradecí que no le hubiera pegado y me acaricié la nariz mientras me quedaba dormida.




     Al día siguiente obtuvimos la entrevista con el jefe de los Moradores del Cristal. Le pedimos información a cerca de la Hermandad de la Rosa y de la 7º Generación.

    Nos recomendó que tratáramos de evitar el exceso de atención de la Hermandad de la Rosa. Así que al finalizar la reunión nos pusimos en camino hacia el túmulo de los Camada de Fenris, para ver si nos podían prestar al muchacho.

    Cuando fui a arrancar la furgoneta, el alfa me obligó a bajarme y hacerme el recorrido hasta el túmulo a pie. Para lo cual solo me dio un día. Aúlla Versos me miró con preocupación. El alfa me ordenó que no fuera por la Umbra, que debía recorrerlo en el mundo material. Aúlla Versos vio mi expresión y mentalmente me rogó que no pasara a la Umbra sola, que por favor hiciera caso del alfa.

    Caminé durante 12 horas. Aúlla Versos conducía la furgoneta, pero mentalmente hablaba conmigo para que no me sintiera sola. Cuando llegaron al túmulo de los Camada de Fenris, comenzó a relatarme lo que iba aconteciendo.

    Me relató como el alfa fue derrotado en el combate del primer golpe, y lamenté no estar allí para verlo. ¿Cuántas veces había derribado el a Aúlla Versos de la misma manera? Era hora de que probara su propia medicina. Ciertamente, lamenté no estar allí para verlo.

    Aun así, Aúlla Versos convenció a los Fenris de que nos dejaran llevarnos al chico para no rasgar el velo.

    Cuando yo llegué, el alfa decidió que debíamos volvernos. No había permitido dormir a Aúlla Versos aunque habían pasado unas horas esperándome. Según llegué le dijo que la vuelta andando se la hiciera él. Y yo conduje hasta Nueva York. Hablando mentalmente con Aúlla Versos, para que tampoco se sintiera solo.

    Cuando llegamos al hotel, nos dispusimos a esperarlo y hablamos las 12 horas de camino. Cuando le vi entrar por la puerta pensé que ya podríamos dormirnos. No fue asi. Gruñe de Rabia le dijo a Aulla Versos que llamara a algún Fianna para que interpretara el papel de pariente del chico. Aulla Versos lo hizo. Gruñe de Rabia insistió en que fueramos a buscarlo al túmulo.

    Yo miré a Aulla Versos, él me dijo: "Dame las llaves, yo conduciré". Después de dos días sin dormir y de marcha forzada ponerse al volante fue un gran esfuerzo. Durante el trayecto tampoco me permitió a mi dormir. Recogimos al amigo de Aulla Versos y a la vuelta conduje yo. Al llegar por fin pudimos dormir un rato.



    Al día siguiente nos llamaron desde el túmulo. Había habido problemas y una de las manadas a cargo de Gruñe de Rabia habia quedado diezmada, solo habia sobrevivido su Ragabash. Una incursion de Danzantes de la Espiral Negra...

    Gruñe de Rabia comenzó a reorganizar las defensas del túmulo, junto con los Ancianos. Nosotros nos limitamos a asentir.



  
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