SOBRE LOS EXITOS DE LA COORDINADORA

Así como hace dos años se opusieron a la mercantilización del agua y terminaron defendiendo a los especuladores del mercado negro que se aprovechan de los más pobres de la ciudad, al oponerse a la concesión la Coordinadora ha terminado privatizando de facto Semapa, porque no rinden cuentas a nadie y actúan como si la guerra del agua les hubiera dado derecho de botín sobre la empresa.

Roberto Laserna

En mi artículo "Por una Semapa popular" (17 de febrero) evité personalizar mis argumentos y por eso no mencioné a Samuel Soria (SS), uno de los economistas que convenció a los dirigentes de la Coordinadora de que era posible hacer algo mejor que lo que ofrecía el gobierno en su contrato con Aguas del Tunari, y aseguró tener un plan para ello. Por entonces él era asesor de esa organización, pero ahora, democracia secreta de por medio, es uno de sus principales dirigentes. Tal vez fue por eso que nunca presentó su plan, aunque ahora se atribuya el de los técnicos de Semapa. Y también por eso mismo no debe sorprender que defienda la gestión de la Coordinadora en esa empresa, ni que lo haga respondiendo con el insulto a quien, como yo, discrepa y pone en duda su gestión.

Aparentemente ofendido porque le recordara su promesa de no haber entregado el plan que prometió, a pesar de actuar desde hace dos años como Director de Semapa, asegura no haber recibido dietas por esa labor. Habrá que creerle puesto que, como economista, debe saber cuál es el valor de su contribución a la empresa. Da una muestra de ello dedicando una semana a elaborar su diatriba, cuando bien pudo haber tratado de escribir un informe comprensible sobre lo que ha hecho Semapa estos dos años. El artículo que publiqué pedía que informara a la gente que movilizó, que puso piedras y quemó llantas en las calles creyendo en sus promesas, y a los que sufrieron todas sus torpezas. Aunque es larguísima, su carta no llena ese vacío.

Samuel Soria califica mi artículo de "torvo" y eso me sorprende. No pensé que resultara "fiero, espantoso, airado o temible" para nadie, pues eso es lo que tal palabra significa. Pero supongo que SS habrá tenido razones para sentirse amenazado, y eso motiva su explosiva nota.

Quizás debería agradecer la imagen que él tiene de mí, pero francamente resulta excesivo que me perciba "rodeado de una aureola" y me suponga capaz de "engañar a la opinión pública nacional e internacional".

En las confusas y largas páginas que este señor dedica a los temas de la capitalización -de las que el lector se salvó gracias a la bondadosa tijera de Los Tiempos- se despliega la estrategia típica de la Coordinadora: distraer a la gente con otros asuntos para ocultar la falta de soluciones al problema del agua. Y cuando trata el tema del agua, SS juega con los datos para presentar, otra vez, imágenes falsas.

Me atribuye haber promovido y defendido el contrato con Aguas del Tunari, cuando lo que hice fue unirme a más de 200 personas para plantear que se lo modificara. En esa oportunidad, tratando de defender el bien común, pedimos que se renegociara el contrato, separando al proyecto Misicuni de la concesión del servicio, porque comprobamos que esa atadura era la que encarecía todo. Esa atadura había sido impuesta por los demagogos de antes y de ahora, que desde el gobierno, la Municipalidad, el Comité Cívico y la Coordinadora, ofrecieron Misicuni a los cochabambinos sin mencionar quién pagaría finalmente el proyecto. Y así sigue la cosa. Y si me opuse públicamente a la ruptura unilateral del contrato fue por los riesgos económicos que ello representaba y que aún penden sobre la empresa y el gobierno. Riesgos que personas como SS acentuaron con su actitud pero sobre los que, estoy seguro, no asumirán ninguna responsabilidad.

En mi "torvo" artículo planteé la necesidad de que la Coordinadora informe a la gente lo que ha hecho con los 15 millones de dólares recaudados por Semapa en este período. ¿Por qué la respuesta de SS se desvía en insultos y ataques personales? El apoyo que tanta gente dio a la Coordinadora en su momento merece más respeto. Y si hay un informe de auditoría, como menciona la carta que publica Los Tiempos, corresponde que lo difundan sin que nadie se lo exija. Lo poco que pude averiguar a ese respecto es que los auditores de Acevedo Asociados se abstuvieron de emitir opinión sobre los estados financieros de Semapa. Si SS averigua lo que eso quiere decir, se enterará de que su gestión en Semapa no ha sido avalada o respaldada sino que, al contrario, ha recibido el peor dictamen que una auditoría puede hacer.

Como prueba de la eficiencia de Semapa, SS se atribuye el éxito de haber gestionado un crédito del BID. Pero ya todos sabemos que ese crédito fue aprobado hace seis años y está, como dijo el representante de esa entidad, a punto de ser suspendido definitivamente porque la Coordinadora no ha hecho lo mínimo, que es institucionalizar Semapa. Por Los Tiempos finalmente nos enteramos de que el BID logró "convencerlos" de avanzar en ese proceso. Pudieron haber escuchado al Concejo Municipal y a la Brigada Parlamentaria, que se lo pidieron antes, pero su curioso sentido de dignidad les aconsejó esperar a que el BID los presionara.

Y puedo suponer que si el FNDR estaba considerando la posibilidad de hacer que Semapa participe de ese crédito no fue para premiar la eficiencia de la empresa o para respaldar su manejo transparente, sino para evitar nuevos bloqueos, marchas y amenazas, que son, esos sí, mecanismos que SS y sus amigos manejan con gran entusiasmo y poca responsabilidad.

¿Qué éxito operativo ha logrado la Coordinadora en Semapa? Nunca han publicado informes de gestión, balances ni presupuestos; no se ha detallado aún el contrato con la Superintendencia, y los resultados de su gestión, en extensión y eficiencia del servicio, son muy inferiores a los mínimos que podíamos haber exigido -bajo penas de multa- a Aguas del Tunari.

En los hechos, así como hace dos años se opusieron a la mercantilización del agua y terminaron defendiendo a los especuladores del mercado negro que se aprovechan de los más pobres de la ciudad, al oponerse a la concesión la Coordinadora ha terminado privatizando de facto Semapa, porque ellos no rinden cuentas a nadie y actúan como si la guerra del agua les hubiera dado derecho de botín sobre la empresa.

En cuanto a la gran promesa en que ha sido convertido el proyecto Misicuni, la carta de SS reconoce que el plan elaborado por los técnicos de Semapa -q ue también se atribuye- no toma todavía en cuenta esa fuente de agua. ¿Quiere decir que los cochabambinos estamos invirtiendo 60 millones de dólares en un túnel que no piensan utilizar todavía? ¿No era otra la promesa que hicieron en abril? ¿Quién hará la represa y los canales que faltan? ¿O también le echarán la culpa al BID o al Banco Mundial de su propia incapacidad?

Concluye SS expresando su disposición a debatir. Pero no estoy en campaña electoral y reconozco que sé poco de alcantarillas. Lo que sí puedo hacer es sugerirle a este señor que debata con la realidad, porque es ella la que está diciendo que necesitamos en Semapa a alguien que piense en el pueblo... Y que lo haga sin que el BID se lo recuerde.

(Publicado en Los Tiempos, 28 de febrero de 2002)

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