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Bar Las Cadenas
Localizaci�n: Calle Cadenas, esquina Plaza del Polvorista. El Puerto de Santa Mar�a
Calificaci�n: Un pala�stre y medio
Este mes de agosto la Taberna de You acude fiel a su cita gaster�poda anual, siempre en pos de los m�s afamados bares caracoleros de la Baja Andaluc�a. Si bien este mes agost�, como dir�an los entra�ables personajes de Forges, no es de lo m�s indicados para el consumo de estas criaturas n�madas, que van con su casa a cuestas, s� queremos mediante estas l�neas manifestar nuestra fidelidad y nuestra m�s inquebrantable adhesi�n a uno de los platos de temporada m�s t�picos y sabrosos de esta zona: El vaso de caracoles con especias picantes.
Bar Las Cadenas, grilletes de caracoles
En esta ocasi�n los de You decidimos no hacer un desplazamiento largo, dada la intensidad t�rmica de la can�cula del presente a�o; de este modo permanecimos en El Puerto de Santa Mar�a, lugar de residencia del G�� - Master, y acudimos a uno de tantos establecimientos hosteleros que colocan all� por el mes de mayo uno de los cartelones m�s esperados por los investigadores g�icheros: "Hay caracoles". As�, entramos en el Bar Las Cadenas, muy cerca del Ayuntamiento portuense y de la Plaza del Polvorista, asombrosamente a�n no transformada en rotonda (y no queremos dar ideas al Sr. alcalde).

El Bar Las Cadenas poco tiene de particular. Un eficaz y funcional toldo protege de la insolaci�n a los peregrinos que hacen estaci�n de penitencia en el establecimiento. Sin embargo, dadas las alt�simas temperaturas, tanto al sol como a la sombra, decidimos hacer caso omiso del toldo y pasamos sin m�s dilaci�n al interior del local. "Tantas cervezas y tantos vasos de caracoles", petici�n repetida en m�ltiples ocasiones durante la estaci�n calurosa. Y petici�n a la que atendi� el regente del bar.
Nunca est� de mal recordar la particular liturgia asociada al condumio de estos moluscos con casucha de carbonato c�lcico: Con la ayuda de sus dedos, lengua o como instrumento m�s sofisticado, un mondadientes, el voluntarioso comensal debe extraer el caracol de su particular escondrijo. Tambi�n podr�a consumirlo con c�scara, al igual que hacen  algunos valientes con las espinas de los pescados. Pero dado que tanto dientes como est�mago humano no est�n preparados para estos trotes, preferimos desaconsejar esta t�cnica.
Ojo, no deseche en ning�n caso el caldillo que acompa�a a estas criaturas: Debe proceder al consumo de lo que haya quedado en el vaso una vez finalizada la ingesti�n de los caracoles (si observa que casi todo el caldillo acaba en la mesa o escurriendo por los antebrazos, no se asuste, es parte del encanto de este plato). Y varias son las posibilidades, que en este caso y para simplificar reduciremos a dos: Puede beberlo como si fuera un resop�n reconstituyente como los que se toma de madrugada, o puede enjugarlo con trozos de pan y hacer barquitos. Ambas t�cnicas son v�lidas...

�C�mo est�n los caracoles del Bar Las Cadenas. Correctos, aunque sin pasarse. En honor a la verdad, debemos decir que �stos estaban perfectamente limpios de tierra, arena y otras impurezas org�nicas e inorg�nicas. Pero por otra parte justo es reconocer que el "pique" de los caracoles brillaba por su ausencia. Y en estos casos es preferible que la especia sobre a que falte.

�Qu� es lo peor del local? La iluminaci�n sin duda alguna. Que una cosa es que todos pongamos todos nuestro granito de arena para reactivar la econom�a del pa�s, y otra muy diferente es pretender aumentar nosotros solitos el consumo el�ctrico como �ndice de bienestar. Y el regente de Las Cadenas debe estar a punto de conseguirlo: El exceso de luz (incluso a las dos de la tarde) deslumbrar� sin duda alguna al incauto visitante. Se trata de comer caracoles, no de sufrir un interrogatorio. Ll�vese las gafas de sol, paciente lector..

En cualquier caso se trata de un sitio al que se puede acudir sin miedo para consumir este plato tan t�pico de finales de la primavera y principios del verano. Una cita ineludible para los buenos connoisseurs de la gastronom�a t�pica de la zona. �Dichoso aquel  que lleva su casa a cuestas!
Lo mej�n: Los caracoles

Lo pe�n: Demasiados watios de potencia luminosa en el interior del local.
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