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Restaurante El Faro
Localizaci�n: c/. San F�lix 15. C�diz
Este mes de Marzo la Taberna de You cumple su primer a�ito de vida. Muchos han sido los baches visitados. muchos los regentes con los que hemos departido y muchos los mensajes que hemos recibido en nuestra direcci�n de correo electr�nico.
Como la ocasi�n sin duda lo merec�a, los de You decidimos en su momento acudir a uno de los templos gastron�micos m�s destacados de la capital gaditana, conocido allende las fronteras de Puerta Tierra y reflejado en las gu�as gastron�micas m�s postineras.

Muchas eran las expectativas con las acud�amos, m�xime teniendo conocimiento de los or�genes de este lugar, t�pico freidor gaditano. Esta es la cr�nica de un encuentro, un desencuentro y una desilusi�n. Pero como petici�n final lanzamos un grito desgarrado de esperanza. Esperemos que sean atendidas nuestras s�plicas y no volvamos a caer en la tentaci�n. Am�n.
Calificaci�n: Ning�n pala�stre
La evoluci�n es un concepto asociado a la celeb�rrima expresi�n "renovarse o morir". La evoluci�n gradual es lo que confiere la esencia y se�al de identidad de un establecimiento. La evoluci�n es sin�nimo de mejora, de superaci�n. Pero toda verdad ineludible, y ah� va otro t�pico, tiene una excepci�n, �sa que confirma la regla: Restaurante "El Faro" es el fiel exponente de nuestro mundo g�ichero.

Su evoluci�n data de las herramientas del �gape; de tener la no posibilidad de utilizar utensilios prolongaci�n de los dedos humanos, al aprendizaje metodol�gico de cinco elevado a un cubierto por persona para la degustaci�n de un filetito empanao.
�Qui�n no recuerda esos comienzos del Faro?...nosotros, claro, apenas si hab�amos visto la luz de nuestro  primer d�a. S�lo nuestros padres tuvieron la oportunidad de acumular en el tumulto de la muchedumbre, grasientos trozos del mejor pesca�to frito de todos los tiempos hist�ricos, apost�licos y fenicios de la humanidad.

Sobre una mesa, se dejaba caer a modo de "per�s" sobre la v�a del tren, el delicioso frito de la bah�a de C�diz. El papel de estrasa era se�a de identidad y la tertulia desenfadada y jolgoriesca inundaba el recinto. Ahora, s�lo es runrun educado; de camisas lamparadas a flamantes trajes, de bicicletas aparcadas en la puerta a Audis A4 en su correspondiente garaje, de regente sudoroso a chefs impecables, del
�qu� quiere pisha? a �qu� desea el se�or?, de compenetraci�n a reservados, de carta oral a grabados dorados y forrados, de perras chicas a pesetas y a euros (pero de esto no tiene la culpa el regente de El Faro), de vasos con polvo a cristalinas copas, de manzanilla peleona a Chateau franc�s, de abundante amarillo serr�n a sonrisa azulejada Profident, de mugriento cubierto a espejo plateado, de acedias de Sanl�car a salm�n de Noruega.
Ahora la especialidad no son los boquerones fritos; es
el "Pat� de Cabracho con picatostes", pero sin
evoluci�n. En bandeja real y cuchillito marquesino;
deslice por el piquito el gel pescador y goce de
miligramos de sabor. Antes de esto habr�a que haber
pasado por un estad�o intermedio; picatostes por viena de pan y cuchillito por navaja de Albacete...y a untar como bestias. De esta forma, asumir�amos el cambio.

"El Faro", s�mbolo culinario de la gastronom�a
gaditana, qu� decepci�n cuando nuestros santos padres nos comunicaron
su verdadera procedencia: La del t�pico
g�ichi gaditano.
Ahora, la �nica soluci�n es el recuerdo de los que estuvieron all� en sus inicios, en aquellos momentos donde con un tenedor ten�as que aviarte para todo el almuerzo. Hoy todo es prejuicio del estirao de tu izquierda que le comenta a su se�ora del abrigo de vis�n. "�se infeliz no ha cogido el cubierto justo para desmenuzar una gamba de dos cent�metros" (bueno, dos cent�metros, las gambas en el Faro son de Kilo y medio, por lo menos).

Petici�n popular, creemos una ONG, firmas y fondos para que el Sr. C�rdoba expanda su negocio, pero volviendo a los or�genes, creando un establecimiento bullicioso, bajuno y econ�mico, donde los mortales podamos derramar litros de cerveza sin tener detr�s una se�orita que nos proporcione jab�n Lux, toallitas, colonia Nenuco y un traje nuevo reci�n planchado de la tintorer�a.
Lo mej�n: Comer se come bien... que se lo digan a Theo Vargas los martes.

Lo pe�n: Esto es la traici�n al esp�ritu de la taberna, el paso al lado oscuro de los g�ichis y el olvido de los or�genes.

A�n m�s pe�n: El postureo
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