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Bodeguita G�ngora
Localizaci�n: Entre Sierpes y Tetu�n. Sevilla
Calificaci�n: Dos palaustres
Son muchas las ocasiones en las que los You, por una u otra cuesti�n nos desplazamos a la capital hispalense. Y es precisamente en una de las zonas comerciales por excelencia esto es, las calles Sierpes y Tetu�n, donde hemos encontrado un lugar recomendable para tomar un vinito y descansar de la fatiga del camino. En una esquina se yergue, diminuta, la bodeguita G�ngora.

No confundir con su hermana mayor la Bodega G�ngora, sita unos metros m�s all� en la calle Alabreda. Nos referimos a la peque�ita, la que hace esquina en la confluencia de varias callejuelas
Bodeguita G�ngora
Siendo Sevilla una de las mecas del tapeo y el bareo en general ustedes se preguntar�n: �qu� tiene de especial este sitio? En apariencia no llama mucho la atenci�n. El espacio h�bil en su interior es extremadamente reducido: quiz�s ello le de un especial encanto. Un angosto pasillo separa la barra de la pared exterior del bar. Apenas media docena de personas pueden congregarse con cierta holgura y facilidad en el interior de este sacrosanto recinto. Tras la barra, los ufanos camareros se desenvuelven con una maestr�a asombrosa dentro de su a�n m�s reducido cub�culo
Nada m�s entrar es muy posible que una marcha procesional le salude. A los sones de "Amargura" penetrar� en este recinto. Pero no pedir� a nadie que aparte de s� este c�liz; la magia del lugar y el particular embrujo del mismo le atraer� cual ninfa mediterr�nea a Odiseo itacense. Cartel de quedan tantos d�as para la semana santa. En ocasiones, olor a incienso. Pero sigamos.

�Qu� beber? Los vinos que aqu� se despachan proceden de la localidad sevillana de Villanueva del Ariscal, de la Bodega que da nombre a esta santa casa. Vinos tipo jerez sin llegar a serlo, con todo lo que esto tiene de malo y tambi�n de bueno. Pues si el oloroso seco desilusion� al g��-Master, otros espec�menes complacieron y de qu� manera nuestros apetitos enol�gicos. Buen fino. Y buen mosto en temporada.

Al tratarse de una humilde morada, el tapeo podr�a parecer reducido pero... se equivoca vuesa merced. Tras el mostrador encontrar� unas seis o siete variedades dispuestas para entrar a matar. Posibilidad de encargar algo m�s laborioso al establecimiento hermano unos metros m�s all�. Y amplio surtido de montaditos calientes, preparados in situ y ante sus mismos ojos, como si de un restaurante japon�s de �ltima generaci�n se tratara. Si desea una ruta de tapeo lip�dico, no debe perderse el de pring�. Queso muy viejo y sabrosas anchoas tambi�n son recomendables.

Pero algo de este establecimiento sobresale por encima de todo lo dem�s. Y digo sobresale en sentido figurado, ya que oc�ltase a primera vista a los visitantes. �Est� usted mirando a la barra? �S�? Pues gire su cuello unos 90 grados hacia la derecha. Ver� una escalera que asciende hacia un desconocido primer piso. All� se encuentra, tras vencer esta dificultad el servicio femenino.

Y precisamente bajo esta escalera h�llase el cuarto de ba�o masculino. Penetre en este lugar y agache la cabeza si no quiere tropezar con la esclalera. Una taza de sanitario situada en la parte m�s baja del cub�culo obligar� a arquear la espalda y a poner en marcha sus dotes de contorsionismo si desea consumar el acto mingitivo o mingitorio, teniendo sumo cuidado en no tropezar con el lavabo lateral. En muchas ocasiones y para aumentar la dificultad tendr� que maniobrar a oscuras, dado el casi perpetuo apag�n de esta estancia.

No debe perder la oportunidad de entrar en este recinto, que los m�s j�venes identificar�n con las estancias do habita Harry Potter en el domicilio de sus malvados t�os. Saldr� estir�ndose la espalda y... dispuesto a pedir otra copita de vino o cerveza como premio por salir airoso de la prueba. Jam�n de mono o altramuces ir�n gratis con la consumici�n.
Lo mej�n: Sin duda la experiencia del servicio masculino

Lo pe�n: Por motivos de separaci�n de sexos, se perder�n tal experiencia las mujeres.
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