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Taberna Casa Manteca
Localizaci�n: Calle Corral�n (C�diz)
Calificaci�n: cuatro palaustres
Este mes la Taberna de You vio satisfecho de una vez por todas uno de sus deseos m�s aplazados. As�, los afortunados enviados especiales se desplazaron al Barrio de La Vi�a de la capital gaditana para visitar uno de los templos del buen comer y del mejor beber m�s afamados de la ciudad. Tras un interesante callejeo por el casco antiguo de C�diz, finalmente llegaron a su destino. Ya llevaban una peque�a idea preconcebida respecto a lo que all� encontrar�an... pero la realidad colm� con creces las expectativas m�s optimistas.  Esta es una peque�a y humild�sima cr�nica de lo que all� encontraron.
Taberna Casa Manteca. Arte puro.
Dice la Biblia: "Y rematada en el d�a sexto toda la obra que hab�a hecho, descans� Dios el s�ptimo d�a de cuanto hiciera" (G�nesis 2, 2). Que nos perdonen los cristianos apost�licos y romanos, pero Dios no descans�; puso los cimientos y dio caliche a las paredes de la esquina Corral�n con San F�lix de C�diz; levant� la "Taberna del Manteca".

Y es que este mes, "la taberna de you" visita el mito gaditano, g�ichi de los g�ichis y enclave carnavalesco del barrio de la Vi�a.

Atraviese el quicio de su portal�n para entrar en un mundo diferente. Inexplicable su sequedad interna; como si el arte de un barrio de otro tiempo adoptase el rol del carb�n activo y provocara un fen�meno de fisisorci�n que cumpliera la ecuaci�n de BET para aglutinar en multicapas gotitas, gotitas de agua que componen la h�meda atm�sfera gaditana, para conseguir el ambiente perfecto de conservaci�n de los embutidos que recorren cada una de las esquinas de "C� Manteca".
Y es que son sus esquinas, el principio de fundamento que origina el marco decorativo del museo bachero, porque una esquina divide la barra, a modo de cartab�n, a trav�s de todo el local con la funcionalidad de unificar tertulia y encuentros de personajes del lugar. Una puerta delimita dos habit�culos diferenciados que no se quieren separar, que pertenecen a la esencia de las costumbres, de las fiestas populares y de la gastronom�a diversa de la bah�a.

Repisas hasta el techo, retienen en sus maderas caldos embotellados a�ejos y j�venes. Una mesa solitaria ve pasar el tiempo que no transcurre porque �ste ha parado, �cu�ntos nudillos no han pasado por ese instrumento de percusi�n que, a veces, se utiliza para apoyar una buena raci�n de jam�n o una copita de fino de jerez?.

Y mire sus paredes; personajes del cante, desde Manuel Caracol hasta el mito isle�o, torer�a, la poes�a bruja y gitana del poeta de Fuentevaqueros, pasodobles guardados entre paredes vi�eras. La m�sica de Camar�n provoca en el visitante ne�fito el flechazo con el flamenco puro, y en el veterano, sentimiento de admiraci�n por el artista m�s grande que jam�s pis� el globo.
Pero no se quede absorto con la decoraci�n de este templo del bien y del mal y disp�ngase a degustar cualquier derivado porcino que sus regentes le cortar�n y pesar�n al instante. Servido en papel de estrasa, la ca�a de lomo majestuosa deja resbalar su pringue por el dichoso pol�mero de celulosa abrillantado. Una madera deja reposar el filo de un cuchillo jamonero que desmenuza el derivado l�cteo ovejuno por excelencia. Dif�cilmente encontrar�n lugar con una chacina m�s suculenta y un queso tan sabroso que haga saltar las l�grimas de emoci�n al explorador tabernero m�s avezado. Aceitunitas y piquitos para acompa�ar.
Respecto al mosto fermentado de la uva... aqu� encontrar� una ampl�sima selecci�n de caldos de todos tipos. Desde la inigualable variedad de vinos de Jerez hasta el tinto de la casa rioja crianza, a un precio muy asequible, �ptimo para acompa�ar la fiesta del cerdo que aqu� se despliega y manifiesta en todo su esplendor.

Si todav�a necesita complementar vertebrados terrestres con seres marinos de aguas profundas, no olvide la gran gama conservera que sobre sus repisas y venida de tierras gallegas har� las delicias del visitante m�s exigente. Excelente su punto de picante que si bien aviva la sed del comensal, no sobrepasa los l�mites de la l�grima fugaz.
Vean a nuestros expedicionarios envueltos por la magia de Casa Manteca
Para finalizar, reza en un plato de barro, una sabias palabras de un escoc�s: "No se ha inventado nada mejor que una taberna", bien listo que era el anglosaj�n, aunque se qued� corto en su reflexi�n. Si desea experimentar una sensaci�n a caballo entre la tradici�n gastron�mica y el misticismo costumbrista, no lo dude. Siga nuestro ejemplo y visite La Taberna del Manteca.
Lo mej�n: Arte por todas partes, ante, tras, bajo, sobre y alrededor de la barra.

Lo pe�n: Despu�s de esto... �a qui�n le vamos a conceder ahora los 4 palaustres?
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