Aries

¿Se ha encontrado últimamente el lector con una persona excepcionalmente amistosa, de modales enérgicos, firme en el apretón de manos y pronta en la sonrisa? Pues prepárese para una de esas danzas en el corro que le dejan a uno mareado. Lo más probable es que acabe de ser adoptado por un Aries. Y muy especialmente si advirtió que le resultaba un poco difícil llevar la voz cantante en la conversación.

¿Está dedicado a alguna causa idealista y defiende coléricamente  a los débiles? Es característico. Hombres y mujeres, son personas que lucharán sin vacilación contra lo que les parece una injusticia, y que no se avergüenzan de expresar sus opiniones. El Carnero contestará con igual energía a un policía de tráfico o a un gángster armado, si cualquiera de ellos le molesta. Es probable que después lo lamente, pero en el ardor del momento no habrá cautela capaz de detenerlo. La gente de Marte va directamente al grano, sin vacilaciones.

Aries es el primer signo del zodíaco, representa el nacimiento... El Carnero no es consciente más que de sí mismo.  Es el infante del zodíaco, el recién nacido, totalmente absorbido por los dedos de sus pies y de sus manos. Sus necesidades son lo primero. A un bebé no le importa si sus padres o sus vecinos duermen o no. Cuando tienen hambre o están mojados anuncian  su incomodidad.  Si un Aries tiene una idea o algo que quiere apartar de su mente, no tendrá el menor resquemor en llamarle a uno a las cuatro de la mañana.. ¿Por qué no habrá de estar todo el mundo despierto para escucharle? Si él está despierto y eso es lo único que cuenta. Quiere algo y lo consigue. Como al bebé, a Aries el mundo le preocupa sólo en la medida en que se relaciona con él.  Pero ¿se puede decir que un bebé es realmente egoísta? Si siempre está dispuesto a prodigar sus sonrisas y sus favores a quienes satisfacen sus exigencias.  Es difícil resistirse a un bebé. Lo mismo pasa con el carnero.  Su inocencia le rodea por completo y suaviza su agresividad, de la misma manera que la inocencia del recién nacido atenúa su egocentrismo.

A esta ingenuidad que desarma se debe también que los Aries sean tan intrépidos. Hasta que se quema el bebé no le tiene miedo a nada ni a nadie.  Y aún entonces volverá confiadamente a hacer la prueba, una vez que haya olvidado su herida.  No hay el menor rastro de astucia o superchería en el Carnero, que seguirá así durante toda la vida, creyendo siempre de todo corazón, cayendo siempre para volver a levantarse y hacer un nuevo intento.

El Carnero puede fantasear de aquí a mañana y tejer los sueños más fabulosos, pero como mentiroso no vale un rábano. Lo que muestra a quien le mira es lo que es. Nada hay en él de complicado ni de oculto. 

La persona regida por Marte le mirará a uno directamente a los ojos, con desenfadada limpieza y con una fe bastante conmovedora. ¿Acaso su interlocutor no es su amigo? ¿Acaso no gusta de él? ¿Cómo, no? Entonces empezarán las lágrimas, pero para adentro. Un Aries jamás mostrará su decepción en la superficie, si puede evitarlo. Los Aries prefieren caer muertos  antes de demostrar debilidad.

Aries es muy directo y aunque la franqueza y una alentadora honradez configuran el sello distintivo del signo, no es bueno hacerle un préstamo a un Aries. Hay entre ellos quienes carecen de estabilidad y axhiben una falta de responsabilidad infantil.  Claro que terminarán por pagar sus cuentas alegremente y con la mejor disposición, pero es posible que a esta altura el acreedor se haya quedado sin aliento.

Puede ser el más cálido y generoso de todos los signos solares. No es cruel; simplemente, cree con sinceridad que él puede hacer cualquier cosa mejor que cualquiera. 

A la gente de Aries se la acusa con frecuencia de tener un carácter terrible... y lo tienen.  Pero también tienen una total incapacidad para mantener su ira durante mucho rato y una vez que han pasado, sus agravios quedan por lo general enterrados y olvidados.

Es posible encontrar algún Aries que sea tímido pero jamás encontraréis uno que no tenga una posición bien definida. Aries es mucho más felís cuando habla de sí mismo y de sus planes que de cualquier otra cosa o persona.

Es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia una meta imposible.

Linda Goodman “Los signos del zodíaco y su carácter”

 

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