Le
pusieron un grillo a media pierna
Lo
condenaron a vivir a medias
Le
escondieron la paz, y la sonrisa
Le
pusieron el pan a media rienda
Pero
él seguía caminando.
Le
vendieron la luna, cada noche
Lo
fueron lentamente atornillando
Le
tuvieron las manos ocupadas
Le
sumaron la pena y las estafas
Pero
él seguía caminando.
Le
pusieron las piedras por delante
Le
taparon la boca, por si acaso
Le
abrieron una herida por la espalda
Le
sumaron olvido a la condena
Pero
él seguía caminando.