Pues había una vez un hombrecillo alemán que se aburría mucho en su oficina de
patentes de Suiza. Tanto era su aburrimiento, que un día empezó a jugar con un lápiz
y un papel, haciendo cálculos que solo él entendía. Éste pobre incauto (que atendía al
nombre de Albert Einstein) no sabía
entonces que iba a provocar la caida más sonora, desde la caída de Roma. Newton,
¡agárrate los pantalones!.
Albertillo nunca había sido gran cosa en el colegio.
Ya por aquel entonces le tenían por el tonto de la escuela, ya que se dedicaba a estudiar
en vez de jugar al fútbol, como hacían sus compañeros en los recreos. Y además, cabezón.
Si no, no cabe explicarse por qué coño se le ocurrió que la velocidad de la luz debería
ser una constante del Universo, independientemente de si estabas aquí o si ibas para allá.
El caso es que él solito propició una revolución, que para sí quisiera
Fidel Castro.
Como primera consecuencia de los cálculos, resulta que si vas en monopatín tu reloj se atrasa
(si, los relojes suizos también) con respecto a alguien que no vaya en el monopatín, lo cual
nos lleva a la primera gran paradoja de
todo este lío:Vas rápido y llegas tarde. ¿Qué cómo se come?. Fácilmente:
Supongamos que has quedado con la becaria del laboratorio para ir a cenar, digamos que
a las 9 de la noche. A las 8:55 te das cuenta de que el coche no arranca, y te decides por coger
tu patinente experimental, que alcanza velocidades extremadamente altas. Empiezas a correr
y al cabo de 5 minutos resulta que llegas a casa de la becaria.¡Justo a tiempo!.
Llamas al timbre, pero para tu sorpresa, te abre la puerta vestida con un pijama, cara de sueño, te
echa una bronca acojonante, y te deja colgado con el ramo de flores y cara de gilipollas.
Lo que ha pasado es que tú reloj se ha atrasado. Mientras para tí han pasado 5 minutos, la chica se
ha pasado esperandote durante 2 horas y media, hartándose de helados para combatir el hambre... Lo cual
también explica por qué la ves un poco más gorda de lo que estaba esta mañana.
Entonces decides volver a casa, también rápido en tu monopatín. Ésta vez, ya sin tantas prisas, observas
como el monopatín se hace más pequeño. De pronto te hallas haciendo equilibrios literalmente sobre una
rueda. No hay que preocuparse. Éste es el segundo efecto de la relatividad:Vas rápido, y eres sardina en lata
ya que el espacio se contrae.
En esto que llega una pareja de la guardia civil, y te hace señales para que pares tu monopatín. Rápidamente,
empiezas a explicarles que tan sólo era un experimento para comprobar la teoría de la relatividad, y les hablas sobre
por qué llegaste tarde a tu cita, y de por qué estás a las 9:10 de la noche haciendo equilibrios para no caerte del
monopatín. Los Guardias Civiles se miran, comprueban que en su reloj es la una de la madrugada, y te hacen soplar
por el alcoholímetro. Sorprendidos de que no des positivo, proceden a detenerte, por no llevar luces de galibo, que era
por lo que originalmente te habían hecho parar.
De pronto, te hallas en una celda en la que apenas cabes, con una camisa de fuerza. Esperas y esperas a que te saquen de
allí, pero todo ese tiempo se te hace eterno...Es imposible escapar de allí. ¿Habrás caido en un Agujero Negro?