Mi pesar, y mi balanza 

Hola, aqu� nos volvemos a cruzar entre se�alizaciones vagas y cortas vistas, aqu� donde lo mas lejos que se ve es nuestras entra�as y lo mas resplandeciente es la imperceptible brasa de nuestra ultima esperanza.
Tanto camino recorremos, tan r�pido corremos, sin perdernos la vista nos vamos alejando, como escap�ndonos de nuestro destino, como perdi�ndonos en peque�os bosques de interminables sombras; por donde es que tu anduviste, por que mundos caminaste, dime tu, fatal y escurridizo adversario, dime tu por cuanto as olvidado y recordado a tu olvidado, o sea a mi, quien te a olvidado y en ese olvido te encontr� en nuevos cruces...
Ya temprano nos volvimos a cruzar, es que nos olvidamos y nos volvimos a encontrar, acaso vos te prometiste como yo escaparte corriendo de mi, y de ti, y de todo lo que en alg�n momento conocimos.
Estamos los dos, destinados a olvidarnos, y unidos por nuestro destino de volver a cruzarnos, y pactar nuevas promesas de perd�n a nuestra corta vista, y a estas vagas se�alizaciones que eternamente tienden a volver a juntarnos; aunque de vos yo no posea recuerdos, aunque de vos no posee una imagen, siempre me encontras; y yo me doy cuenta de que ah� nos cruzaremos, y de que ah� volveremos a escaparnos, y de que en triviales alabanzas intimamos al pr�jimo a ponerse a correr, a escaparse de nosotros mismos,  los predestinados a correr, a escaparse del simple destino de encontrarnos.
Ya estamos ca�dos de maduro del por que corremos, y aun mas necesario es ese encontrarnos, por que tanto vos como yo nos tenemos el mayor de los odios, pero aun ese odio se ve corto y cari�oso con el aborrecimiento que le tenemos a los dem�s; nos conocemos tan bien: nuestros mas profundos pensamientos, nos parecemos tanto: nuestros mas ilusorios sentimientos, nos tememos tanto: nuestras mas ilusivas esperanzas, pero por eso nos alejamos mutuamente, por ese reflejo que tanto dolor nos da, por ese espejo mutuo que somos que tanto nos golpea, pero mas all� del espejo nos perdemos, y nos dispersamos, en terrenos donde vos ni yo tenemos ning�n compa�ero ni finalidad mas all� de la mutua, vos y yo, mi peor enemiga, mi mas fiel entendida, mi tan temerosa  esperanza, mi ilusorio sentimiento, vos y yo estamos predestinados a morir en soledad, alejados del all�, del ellos que nos insita a perdernos.

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