El origen
El origen es una excavación en los años de adolescencia
de Thomas Bernhard. Una invectiva salvaje contra el sistema educativo en general,
contra el nacionalismo y el catolicismo -esas «enfermedades» que
el autor sitúa en pie de igualdad como dos rituales igualmente lesivos
para la dignidad humana-, y contra Salzburgo, su ciudad adoptiva y cuasinatal,
una ciudad símbolo de la belleza, el arte y la cultura, pero en realidad
un atroz dispositivo para el suicidio, un museo de la muerte. Se trata de un
libro espeluznante en el que la palabra más frecuente quizá sea
«horror»: no en vano, escribir, para Bernhard, consiste en una metódica
y posiblemente catártica exploración del horror. Pero es, a su
vez, un libro admirablemente escrito, una muestra concluyente del virtuosismo
verbal del autor. Las repeticiones obsesivas de determinadas palabras-clave,
las variaciones que desarrollan en sus ampliaciones más significadas
más profundas, las frases meándricas y la utilización paranoica
de ciertas expresiones están ampliamente representadas, así como
también el certero instinto musical del autor.