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021007


Carpe Diem

¿$4800 por hacer el ridículo?

Luis Figueroa
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Hace unas semanas cayó en mi escritorio virtual un anuncio de Hong Kong.  La idea es promover aquel territorio como un destino importante para las inversiones. 

El anuncio, muy bien concebido y diseñado, tiene una lista de corporaciones conocidas e importantes y pregunta: ¿Qué tienen en común todas estas compañías? Y luego otra lista con la respuesta:  Impuestos bajos: 16%, un estado de derecho, un gobierno limpio, libre flujo de información, infraestructura de primera, una ubicación sin rival, mano de obra calificada y estilo de vida internacional, entre otras.

Resulta obvio, en esas condiciones, por qué es que más de 3,200 corporaciones han escogido aquel territorio como su base de operaciones.  A pesar de que se haya bajo la administración de la dictadura de la China Popular.

Pero ese no es el punto, aunque ya nos vamos acercando.  

The Economist es una de las revistas de economía y finanzas más prestigiosas y respetadas en el mundo.  No me da miedo de exagerar si digo que es “la” revista de economía y finanzas por excelencia; quizás sólo comparable con Fortune, Forbes, y el The Wall Street Journal, que no es revista, sino periódico.  Cualquiera que se anuncia en The Economist sabe que se está dirigiendo a las elites intelectuales y empresariales ¡del mundo!  De esa cuenta, los anunciantes se esmeran mucho en la presentación de sus anuncios.

Una amiga que es asidua lectora de aquella revista británica me comentaba que ha visto en ella anuncios de los países más miserables, impecablemente presentados.   En un inglés irreprochable.  Con artes profesionales.  Claros.  Directos.  Y para vergüenza chapina me trajo un anuncio que publicó el Instituto Nacional de Electrificación (INDE), en la página 98 de la edición del 28 de septiembre de 2002, de
The Economist.   Un anuncio bien tercermundista que debe haber costado unos US$ 4800.

Y entonces me acordé del anuncio de Hong Kong que había visto.   No sólo no tenemos impuestos bajos, un estado de derecho, un gobierno limpio, ni infraestructura de primera, o abundancia de mano de obra calificada, sino que nuestros funcionarios quieren jugar en las ligas mayores, sin la más mínima idea de a qué es lo que se están metiendo.

El anuncio refleja la triste realidad de esta administración que es una gran farsa.  Capaz de emitir eurobonos pomposos, capaz de hablar de un blindaje para le economía, capaz de cualquier mascarada, pero incapaz de sentar las bases de un estado de derecho o de eliminar los privilegios. Capaz de erigirse en censora de revistas, espectáculos y exhibiciones de arte, pero incapaz de siquiera ocultar la podredumbre de su propia corrupción.

Si los funcionarios Guatemaltecos hicieran un anuncio como el de Hong Kong presumirían de la pretendida democracia, y olvidarían todo lo que es importante.  Seguramente.

Doble Diez. Este 10 de octubre, la República de China en Taiwán celebra su cumpleaños número 91. ¡Felicitaciones!


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