Sede         Otras columnas


021125


Día de gracias

Luis Figueroa
[email protected]

Navidad, Pascua, Día de los muertos, La quema del diablo, Día de gracias.  ¿Qué tienen en común estas celebraciones?  Pues que son fiestas familiares que se disfrutan alrededor de una mesa. 

¿Qué es la Nochebuena sin un buen jamón y sin tamales? ¿Piense en una Pascua sin bacalao? ¿Qué sería del 1 de noviembre si faltara el fiambre? ¿Qué incompleto sería el 7 de diciembre en ausencia de buñuelos?  ¿Se imagina un Día de gracias sin pavo?  

Aquellas fiestas traen consigo, no sólo la oportunidad de reunirse con parientes y amigos, sino valiosos mensajes intrínsecos.   La Navidad, viene con un mensaje de alegría para el mundo y paz para los hombres de buena voluntad.  La Pascua trae el mensaje de resurrección y de vida.   El Día de los muertos celebra la memoria de las personas que amamos y que han fallecido.   La quema del diablo convierte el humo y cenizas los males y los rencores del año pasado.  Y el Día de gracias, festeja la habilidad humana de producir.

Ahhhh, el Día de gracias.  Este es un poco controversial porque algunos dicen que es una festividad importada.  Pero en todo caso la Navidad y la Pascua también deberían de ser consideradas como extranjeras, ya que se originaron en el Medio Oriente y luego fueron procesadas en Roma. ¿O no? 

Empero, más importante que su origen es su significado.   Este es un día en el que se celebran la producción exitosa, el pensamiento y el ingenio humanos y la abundancia.  Debería ser la fiesta de las personas productivas.   Su mensaje no es
lloren y arrepiéntanse, sino disfruten lo que han producido.

Algunas personas han olvidado que el estado natural del hombre es la pobreza; y que no es, sino gracias a los individuos creativos, productivos, ingeniosos y trabajadores, que la humanidad ha podido mejorar su nivel de vida en general.   Es por eso que el ciudadano promedio, en Occidente, vive mejor hoy y tiene más comodidades, que los reyes de Francia, Inglaterra y Alemania hace sólo 200 años.

La cena que se consume durante el Día de gracias, no es el producto de la caridad, de la Providencia, o de la indolencia.   Por el contrario, es el fruto del pensamiento y del esfuerzo.  Cada individuo que goce de ella, de manera honrada, puede y debe sentirse orgulloso de hacerlo.  Con pleno derecho a disfrutar de las consecuencias de su trabajo, pues nadie debería sentirse culpable por su propio éxito. 

Por eso es que esta fiesta no es muy popular entre lo socialistas, que han hecho de la culpa y de la vergüenza una forma de vida.  Un
modus vivendi que les impide entender el orgullo y la autoestima que disfrutan los hombres cuyas mentes y energía hacen posible el consumo abundante.

Esta fiesta, que celebra la capacidad humana de superar la natural miseria, se la dedicaré a aquellos que generan riqueza y empleos, y a aquellos que producen más de lo que consumen, y cuando me esté comiendo mi chompipe, lo haré con alegría.

Sede
Hosted by www.Geocities.ws

1